Los Papeles de Panamá y la monarquía española.

El de Botswana¡¡¡¡

este faltaba



LOS 'PAPELES DE PANAMÁ'
El organizador de las cacerías del Rey Juan Carlos aparece en 15 sociedades 'offshore'
Mohamed Eyad Kayali figura como apoderado de al menos quince compañías registradas por Mossack Fonseca. El magnate sirio también está relacionado con la familia real saudí
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JESÚS ESCUDERO
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20.04.2016 – 12:47 H.
Hasta quince sociedades radicadas en Panamá e Islas Vírgenes Británicas han otorgado en algún momento de su existencia un poder legal a Mohamed Eyad Kayali, magnate sirio amigo íntimo de Don Juan Carlos que ha organizado numerosas cacerías frecuentadas por el rey emérito. Así se desprende de los 11,5 millones de documentos internos de Mossack Fonseca a los que han tenido acceso El Confidencial y 'La Sexta' en el marco de la investigación de los 'Papeles de Panamá', coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán Süddeutsche Zeitung.

[Especial 'Los papeles de Panamá': destapamos a Mossack Fonseca, la gran trama de las sociedades 'offshore']

De estas quince compañías, seis aún permanecen activas, cuatro en Panamá (Verse Development Corp., Inrow Corporation, Nibal Management Inc. y Potter Corporation) y dos en Islas Vírgenes Británicas (Crassus Limited y Park Property Limited), de acuerdo a los registros del bufete. Las otras nueve quedaron inactivas entre 2002 y 2005. Todas estas sociedades 'offshore' tienen como agente intermediario a Rawi & Co., una firma con sede en Londres que cuenta con más de 1.400 compañías registradas a través de Mossack Fonseca.

A preguntas de La Sexta, Eyad Kayali manifestó que "nunca he tenido una relación directa sino inicialmente a través de los diversos bancos que facilitan las sociedades 'offshore' para mantener una confidencialidad frente a terceros particulares, no frente a las autoridades oficiales". Asimismo, admitió que "he sido apoderado de varias empresas propiedad de algunos miembros de la Familia Real Saudí", al tiempo que aseguró que "las sociedades en las que participo en España no tienen relación ninguna con aquella circunstancia".


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Sin embargo, 'Los Papeles de Panamá' sí muestran relaciones comerciales entre las compañías 'offshore' donde Kayali aparece como apoderado con sus empresas españoles. Una de las sociedades panameñas ya inactivas de la que el magnate sirio recibió un poder legal,Almack Properties S.A., era la única accionista de la empresa sudafricana Manupont 124 PTY LTD. Entre los activos de esta compañía se encuentra la propiedad conocida como 'Ekland Safairs' (sic) en Soutpansberg, al Norte de Sudáfrica, señalada por varias informaciones como uno de los espacios africanos preferidos por Don Juan Carlos para sus cacerías.

De acuerdo a los documentos internos de Mossack Fonseca, Almack Properties S.A. firmó un contrato de venta el 1 de septiembre de 2001 para la venta de los activos de Manupont 124 -'Ekland Safaris' incluida- a la españolaEuroamykasa S.A. por dos millones de dólares. La empresa con sede en La Moraleja aparece representada por Yawan y Samir Kayali Fernández, hijos de Mohamed Eyad Kayali. El presidente de Euroamykasa -con un capital social superior a los 7,5 millones de euros- es el propio Eyad Kayali, de acuerdo a los datos del registro mercantil español.

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Pasaporte de Mohamed Eyad Kayali.
Dos de las personas relacionadas con la española Euroamykasa, Vicente Manuel Ruiz Zapatero y Ramy Sahab, también figuran como apoderados en algunas de las sociedades 'offshore' vinculadas a Eyad Kayali. El primero recibe poderes legales de cuatro compañías panameñas junto al amigo íntimo de Don Juan Carlos, mientras que el segundo también aparece como apoderado en dos de estas cuatro sociedades.

Vinculación con la familia real saudí
Aparte de su amistad con el Rey emérito, Mohamed Eyad Kayali también es considerado próximo a la familia Al-Saud, apellido que reina en Arabia Saudí desde su independencia en 1932. Esta cercanía con la familia real saudí también se pone de manifiesto en los documentos internos de Mossack Fonseca.

Dos sociedades luxemburguesas (Shaf Corporation SPF SA y Safason Corporation SPF SA) aparecen sistemáticamente en los registros de acciones de las compañías 'offshore' en las que Eyad Kayali hace de apoderado. En los estatutos de ambas empresas luxemburguesas figuran varios miembros de la casa Al-Saud.


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En el caso de la primera compañía, los estatutos con fecha de 26 de septiembre de 2008 especifican que "el capital social es de un millón de dólares divido en 10.000 acciones". A continuación, se enumera a ocho miembros de la familia real saudí, cada uno de los cuales ostenta 1.250 acciones de Shaf Corporation.

En el caso de Safason Corporation, sus estatutos sociales, también de la misma fecha, puntualizan que las decisiones de la sociedad se tomarán por mayoría en la Junta Directiva. En caso de no alcanzarse consenso, prevalecerá el voto del entonces príncipe Salman, actual rey de Arabia Saudí.
 
Corinna creó una sociedad con el hoy preso Díaz Ferran, el ‘black’ Arturo Fernández y Plácido Arango
Francisco Mercado 20/04/2016

Corinna Zu Say-Wittgenstein fue socia de dos presuntos defraudadores españoles, Arturo Fernández y Gerardo Díaz Ferrán, en una empresa británica disuelta en 2012, Sir Hans Sloane Chocolate and Champagne House Ltd. Dicen que era una empresa de chocolates pero todo indica que era una tapadera.

Corinna Zu Say-Wittgenstein, amiga íntima del Rey Juan Carlos, creó en 2006 una compañía para vender bombones de lujo en el Reino Unido llamada Sir Hans Sloane and Chocolate and Champagne House Ltd., asumiendo el cargo de directora de la misma. Como socios tuvo a dos presuntos defraudadores fiscales españoles, beneficiarios asimismo de tarjetas black, como Gerardo Díaz Ferrán y Arturo Fernández.

La huella de Arturo Fernández
En la sociedad chocolatera de Corinna también actuaba como consejero y accionista otro empresario español tan moroso y poco ejemplar como el anterior: Arturo Fernández, quien adeuda casi 20 millones de euros al fisco. Esta deuda se reparte entre Grupo Cantoblanco Alimentación, que debe 7.461.084 euros, Grupo Cantoblanco Colectividades, 6.749.055 euros, Arturo Grupo Cantoblanco, 3.323.755 euros, y Arturo Servicios Generales, cuya deuda con el erario público es de 2.018.959 euros.


Arturo Fernández entrando en la Audiencia Nacional (Foto: EFE)
Entre los extraños compañeros en este negocio chocolatero figura una sociedad de Jerónimo Páez, abogado fiscalista experto en el asesoramiento de empresas y en la implantación en el continente africano, especialmente en los países musulmanes. Esta labor la ha prestado para firmas como Acciona, Comet o la constructora San José.

El fracaso del presunto negocio
Esta empresa, en la que varios amigos del Rey siguieron los pasos de Corinna, cerró en 2012. Ese año se creó otra empresa de nombre similar, pero en la que no es evidente la presencia de Corinna.

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La compañía Sir Hans Sloane Chocolate and Champagne House of London, a pesar de su fiasco económico, llegó a ser uno de los fabricantes de chocolate más distinguidos y exclusivos del mundo bajo la batuta del chef y maestro chocolatero Bill McCarrick. Su producto estrella era el chocolate a medida: el chef McCarrick se ponía en contacto con el cliente para conocer sus preferencias y después lo invitaba a las instalaciones de Sir Hans Sloane en Surrey (Inglaterra).

Allí, de la mano de McCarrick, comenzaban las sesiones de degustación en las que el cliente decidía sabores, ingredientes y mezclas para dar con su chocolate ideal. Entre los ingredientes se contaban cacao de Panamá con olor a tabaco, cacao floral traído de Madagascar, cacao de Venezuela mezclado con bayas rojas y pasas, especias selectas, los mejores vinos, y así hasta un sinfín de sabores y texturas. Tras la elección, se hacía una producción limitada y exclusiva, no repitiéndose nunca la fórmula.

El producto se enviaba en una lujosa caja de madera de arce con 60 bombones personalizados, a un precio de 1.500 euros. Cada vez que un bombón se deshacía en la boca, la factura ascendía a 25 euros. La clientela tan exquisita y selecta que buscaban Corinna y sus socios llevó a la empresa a la insolvencia.

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UNA AMIGA ENTRAÑABLE
Corinna, de Wyoming a Botsuana pasando por Panamá

La consultora alemana no conocía a Juan Carlos I cuando protagonizó la venta truncada de acciones.

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Corinna zu Sayn-Wittgenstein en Nueva York. Getty Images

ANA ROMERO @AnaRomeroGalan
20.04.2016 02:16 h.

Corinna zu Sayn-Wittgenstein (CSW), la mujer que puso en jaque al Estado español en 2013,lleva intentando hacer borrón y cuenta nueva desde el verano pasado. Pero el pesado legado español cae sobre ella una y otra vez. En España, muy a su pesar, la ex pareja sentimental de Juan Carlos I sigue clasificada como riesgo-país por el llamado estado mayor que componen Moncloa, Zarzuela y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Lo ocurrido este martes explica por qué CSW continúa bajo el radar de la inteligencia española. Por tercera vez en menos de un año, el nombre de la consultora germano-danesa ha saltado a la luz pública hasta convertirse en tendencia en Twitter: esta vez, debido a su vinculación a los Papeles de Panamá a través de la investigación periodística internacional que en España lleva el sello de La Sexta y El Confidencial.

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Según la documentación a la que ha tenido acceso el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en sus siglas en inglés), CSW protagonizó una venta frustrada de acciones a través de un entramado societario el 14 de abril de 2003. El trust Universal Protection LLC, radicado en Wyoming (EEUU) intentó vender 25.000 acciones a otra empresa basada en las Islas Vírgenes Británicas vía una tercera firma en Gibraltar denominada Industrial Consultancy.

El broker de esta operación tenía que haber sido Mossack Fonseca, el despacho panameño en el ojo del huracán mundial y que de momento ha provocado dos dimisiones: la del primer ministro de Islandia, Sigmundur David Gunnlaugsson, y la del ministro español José Manuel Soria.

NO CONOCÍA A JUAN CARLOS I
La operación no salió adelante por cuestiones burocráticas, pero el nombre de CSW aparece claro en el documento (trust deed) que ayer exhibió el programa Al Rojo Vivo de La Sexta. Entonces, CSW era directora gerente de Boss & Co Sporting Agency, una firma creada a partir de una antigua y prestigiosa armería enclavada en el elitista barrio de Mayfair en Londres. Ya estaba separada del noble alemán Casimir zu Sayn-Wittgenstein pero aún faltaban nueve meses para que conociera al rey Juan Carlos.

Fue en febrero de 2004, en la finca La Garganta, propiedad de Gerald Cavendish Grosvenor, duque de Westminster, cuando coincidieron por primera vez. CSW (39 años entonces) y el rey Juan Carlos (66) acudieron a una cacería en esa propiedad del duque en Castilla La Mancha, a donde suelen ir miembros de la realeza europea. A partir de ahí comenzó una relación sentimental cada vez más estable que concluyó en el otoño de 2014 tras la abdicación del rey.

En esos diez años, la actividad de intermediación de CSW se incrementó notablemente e incluyó operaciones en España. Algunas, como la del Fondo Hispano-Alemán (SSIF, en sus siglas en inglés), creado en 2006, acabó con 21 millones de euros de empresas españolas diseminados en los paraísos fiscales de Islas del Canal, Bermudas y Suiza, como desveló EL ESPAÑOL. Otras resultaron frustradas, como la entrada de Lukoil en Repsol o la venta de 250 tanques Léopard a Arabia Saudí.

La relación entre CSW y Juan Carlos I salió a la luz pública en abril de 2012 tras la caída del rey en Botsuana, a donde fue a cazar elefantes con CSW, su ex marido Philip Adkins y su hijo pequeño, Alexander. Todos invitados por Mohamed Kayali (mano derecha del rey Salman de Arabia Saudí en España). Un año más tarde, CSW concedió una entrevista a El Mundo en la que se definió como “amiga entrañable” del rey y causó un escándalo monumental que hizo mucho daño a la Corona. Declaró haber realizado “trabajos sensibles para el Estado español” y forzó la comparecencia del director del CNI, el general Félix Sanz Roldán, en la comisión de Secretos Oficiales del Congreso de los Diputados.

OPERACIÓN DE RELACIONES PÚBLICAS
Este martes, cuando La Sexta difundió la información del entramado de CSW en Wyoming, la reacción fue inmediata y en cascada: los medios interpretaron la noticia como un segundo golpe a la Corona a través de los Papeles de Panamá tras conocerse que Pilar de Borbón, la hermana de Juan Carlos I, también tuvo una sociedad off shore allí. En el imaginario colectivo, y a pesar que nunca ha habido confirmación al respecto, está el convencimiento generalizado de que CSW compartió las ganancias de sus operaciones de intermediación con el rey Juan Carlos. El estado mayor de España no la da por neutralizada.

CSW, mientras tanto, intenta desde el verano pasado construirse un nuevo perfil público lo más alejado posible de España. En julio de 2015, algunos medios insistieron en que estaba construyéndose una casa en Madrid para vivir allí con el rey emérito. A través de un asesor español, CSW organizó un oportunidad mediática a la salida de un charity en Londres para desmentir la noticia ante una cámara de televisión.

A partir de ahí, inició una operación de relaciones públicas que no termina de cuajar debido a las irrupciones de su nombre en territorio español. Ha organizado dos piezas con posado en dos publicaciones light -la revista francesa Point de Vue (julio 2015 y febrero de 2016) y otra en la alemanaGala (febrero 2016)- para proclamar el inicio de una nueva vida. “Busco la armonía”, es el titular de una de ellas, donde abre las puertas de las dos viviendas que tiene en Europa (Mónaco y Londres) tras vender el dúplex en Suiza que compartió con Juan Carlos I.

El final de la campaña se vio oscurecida por la declaración de Diego Torres en Mallorca, donde de el ex socio de Iñaki Urdangarín intentó relacionarla con los negocios de Nóos. De momento, CSW ha optado por un combinado de silencio y posados. Según fuentes de su entorno, su objetivo ahora es claro: “extraerse” de España.
 
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