Las relaciones personales a veces me estresan

Yo creo que ya te lo han dicho otras primas: no te fuerces.

De hecho, en muchos de esos eventos sociales se fuerzan todos unos a otros: invitados que van por compromiso, anfitriones que están preocupados por el qué dirán.

Por los cumples de mi hija tuve que pasar por todo eso, pero siempre tuve claro que la celebración con la clase (en el cole de mi hija se celebran juntos los cumples por mes) se hacía en un local con animadores (una de tantas ofertas que hay) y luego tenía el cumple familiar, que, como vivimos fuera de España, era muy reducido con un puñado de amigos.

Un cumple con animadores en un local en el que no te impliques demasiado ni te agotes (nada de cocinar, limpiar) es lo mejor si el niño está en edad escolar. Y ya, la celebración familiar puede ser todo lo reducida que tú desees.

Si el niño es muy pequeño, con que estéis los padres y quizás algún familiar, es suficiente. No va a ser más feliz por ver a mucha gente, sino por sentirse atendido.
 
@gg_ es que lo de los cumpleaños de ahora es una ida de olla, muchas veces postureo, en mi casa no se celebraba cumpleaños, caramelos en el cole y si acaso una merienda normalita con alguna vecina amiga mía que pillaba de paso todo para ir a la calle a jugar, luego si mis abuelos nos hacían algún regalo, y todo esto solo de pequeños, es algo que nunca añore algunas amigas que hacían sus padres fiestas de cumple con todo la parafernalia nunca lo envidie pero nada y si no me invitaban tampoco me molestaba a no ser que fuera intimisima amiga que estas o no lo celebraban o era como nosotros alguna merienda casual y ya.
 
Otro ejemplo son los cumpleaños, que a mi me parece una aberración. Suerte que con el covid ha desaparecido bastante, pero parece que ya amenaza con volver. Lo de alquilar un local, comprar comida, bebida para niños, adultos, alquilar adultos disfrazados de superheroes para que bailen, chicas que pintan la cara, etc... PARA UN CRIAJO QUE CUMPLE 5 AÑOS me parece obsceno. Ningún niño debería tener un adulto trabajando para el porque cumpla años. La idea es demencial, y lo de gastarse 500 euros en un plumazo para que al niño le regalen 40 juguetes que no va a poder abrir ni en un año....es literalmente convertir a tu hijo en un futuro cabrón que no va a entender, cuando cumpla 18 y no tenga ni para pagarse un alquiler de una habitación en un piso compartido, que sus papis no le den 1000 euros para gastárselo por su cumple.
Pues esto mis hijos lo tienen muy explicado. Que está mal, aunque parezca todo muy bonito y feliz y deseable, el dinero no se gasta así. Un niño no debe gastarse más en su cumpleaños que un adulto. Así que no vamos a ese tipo de cumpleaños, y ellos lo aceptan. Por culpa de eso sociabilizan menos? claro, y es una pena. Pero me niego a sacrificar lo que pienso, porque al mundo se le haya ido la pinza.

Depende. En la clase de mi hija (en su colegio, por tradición), los cumples se celebraban juntos por mes o dos meses (3 o 4 cumples) en un local. Y sólo se les daba un regalo entre todos a cada niño. Precisamente, para evitar esos excesos.

Yo creo que los locales de cumples, usados con moderación, sí son una buena solución.
 
Depende. En la clase de mi hija (en su colegio, por tradición), los cumples se celebraban juntos por mes o dos meses (3 o 4 cumples) en un local. Y sólo se les daba un regalo entre todos a cada niño. Precisamente, para evitar esos excesos.

Yo creo que los locales de cumples, usados con moderación, sí son una buena solución.

Lo siento Byb, yo no pienso lo mismo. Desde luego que juntando cumples diluyes la locura (locura a mi parecer). Pero al final, juntando el dinero de toda la clase, el niño suele acabar con un regalazo. Te lo digo porque en el último cumpleaños conjunto que me invitaron (al que no fui) al niño le cayó de regalo de cumpleaños una tablet.

En mi opinión no debería existir el negocio de los cumpleaños de los niños (de lo que viven estos locales) porque no debería haber dinero que sacar del cumpleaños de un niño. Pero vamos ,que cada uno haga lo que quiera y considere lo mejor, que para eso hay libertad.
 
Yo sin ser introvertida, sino todo lo contrario, noto como al tratar con algunas personas, me tengo que retirar a recargar pilas, hay otras personas que me agotan y es que no soporto mucho su compañía porque energéticamente es como si fuesen "succionadores" de energía.

Con la gente que no tengo mucho trato o un trato íntimo, intento relacionarme lo justo. Y hasta con ciertos familiares no soporto estar mucho rato. Pocas cosas me satisfacen más que ver a la gente salir por la puerta tras una comida familiar. Yo no llevo visitas a mi casa y a mi casa no viene nadie, primero porque paso del papel de anfitriona, que no me gusta nada; segundo, porque no tolero muchas visitas ni a esas personas a las que les encanta "ir a tu casa", o hacer vida social en las casas de otros, en mi casa no se hace vida social a menos que lo indique yo en algún momento rarísimo, osea nunca. Tercero: que siempre fui reacia de toda la vida a llevar gente a mi casa, incluso con amigos del colegio o la infancia, aunque de niña sí subía a amigos del barrio a merendar, esa hospitalidad terminaría cuando se me empezó a forjar el carácter en tiempos de juventud.

Antes de la pandemia era muchísimo más sociable, salía más, me gustaba al menos una vez a la semana salir, pero todo este jaleo del circovid me hizo descubrir que la mitad, o más de la mitad de la gente con la que trataba, me sobraba. Este tema del 2020 sacó a relucir muchas taras de la gente de mi entorno y siento que yo no los necesito ni quiero tener más en mi vida. No echo de menos a la mayoría de esas personas. El año pasado resucitó alguno que de quedó en el camino, y hasta tener que retomar amistades de hace tiempo (que normalmente reaparecen por interés) me generó estrés y una sensación incómoda que me hizo decidir que no era recomendable retomar amistades del pasado que un día desaparecieron porque quisieron. Era recibir mensajes de estos "resucitados" y ha me daba cierta ansiedad, lo que me indicaba que si me transmitía esa sensación, bueno no era.

Añado que soy bastante soltaria porque me gusta, ya me acostumbré a hacer muchas cosas sola, algunas por obligación, porque ya bien tuve que vivir a amistades interesadas o que no estaban disponibles o no querían en ese momento, compartir aficiones ni planes. El que la gente sea muy interesada y aparezcan cuando necesitan algo y desaparezca cuando ya no necesitan nada, también forzó a que me vuelva así: que ahora la que no quiere estar con ellos soy yo, a ser pasota y apartada del mundo en cierta medida también me "obligaron" ellos, esa gente aprovechada que solo se arrima a una si "aportas algo" (que asco de palabra parásita). Pues la que no quiere saber nada a ahora soy yo, que tengo mucho tiempo que pasar conmigo misma antes que dárselo a una persona interesada que solo intenta parasitarme.
Tengo clarísimo con quién paso mi tiempo y con quién hago compañía.

Entre unas cosas y otras, me fui acostumbrando a ser solitaria, y llegué a un punto, especialmente ya a principios del 2020 (antes de todo el pifostio), de que quería un retiro del mundo, la verdad, me he dado cuenta que no soporto a (la mayoría de la) gente.
Me encanta Beltane, porque pienso, y me ha pasado exactamente igual desde 2020. Más bien se ha puesto mucho más de manifiesto, porque todo esto ya lo pensaba de antes. Con respecto a los “succionadores de energía”, es impresionante como es de sabio el cuerpo, que nos avisa. Es psíquico y físico, no me sale naturalidad.
Como mejor estoy es conmigo misma, y el resto, en dosis pequeñas, lo contrario puede generar mucho problema.
 
¡Hola cotis! Abro este debate para ver si charlando con vosotras pongo algo de luz a lo que me pasa.
Lo primero que quiero aclarar es que no me considero alguien solitario, aunque en algunos ambientes puedo parecer sería/tímida creo que me define ser una persona que está por los demás y que le gusta ver a los demás felices. Soy de esas personas que si una amiga me llama mal dejo hasta de dormir por acompañarla.

Dicho esto os cuento la raíz de lo que me preocupa. No guardo buenos recuerdos de los eventos con gente cuando era niña, los cumpleaños o cualquier actividad de ese estilo me causaban mucho dolor y sentía que me agobiaban.
De adulta he intentado quitarme esa espina muchas veces pero no lo he conseguido. Cuando me casé por encima de todo me preocupaba que estuvieran las personas que han sido especiales para nosotros y que disfrutaran, por encima del vestido, viaje o la comida mi mente estuvo ahí.
Ese vacío que siento, ese estrés que me mantiene en tensión se ha hecho más visible con la llegada de mi hijo, tengo la necesidad de que él no lo perciba pero no me está saliendo bien porque no sé cómo llevar las decisiones de los demás... Para que me entendáis llevo fatal ejercer de anfitriona.
A mi alrededor los demás presumen de esos eventos sociales multitudinarios y yo siento que estoy desarrollando una fobia, un temor más.
¿Cómo lo gestiono? ¿Alguien más por aquí que pase por algo parecido?
A mi tampoco me gusta ejercer de anfitriona, o sea, ser yo quien prepara los eventos. Por eso cuando tengo algo que celebrar siempre invito, por ejemplo, a un restaurante. Ahí me lo dan todo hecho.
Supongo que un poco te refieres a preparar fiestas para tu niño y amigos. Por ejemplo cumpleaños. Yo los llevaría a los centros especializados en ese tipo de celebraciones. Si te lo puedes permitir. Te lo dan todo hecho y únicamente has de ocuparte de que vengan a la hora y que a la hora los recojan
 
Primas, y a las que os pasa esto y vuestra pareja es más sociable que vosotras, ¿cómo lo gestionáis? Nosotros antes salimos a menudo los dos con amigos y tal, pero a mí cada vez me apetece menos y él sigue con las mismas ganas. Es un poco problemático, porque ni me apetece estar sola en casa un sábado por la noche, ni unirme a los planes que le surgen a él, ni buscarme yo un plan aparte con mis amigos…
 
Primas, y a las que os pasa esto y vuestra pareja es más sociable que vosotras, ¿cómo lo gestionáis? Nosotros antes salimos a menudo los dos con amigos y tal, pero a mí cada vez me apetece menos y él sigue con las mismas ganas. Es un poco problemático, porque ni me apetece estar sola en casa un sábado por la noche, ni unirme a los planes que le surgen a él, ni buscarme yo un plan aparte con mis amigos…
El mío está en el mismo plan que yo, últimamente pasamos un kilo de las multitudes... círculo pequeño.
 
El mío está en el mismo plan que yo, últimamente pasamos un kilo de las multitudes... círculo pequeño.
Pues qué suerte, porque el mío sigue siendo tan sociable como antes, y tampoco le puedo echar nada en cara porque así era cuando le conocí, la que tiene cada vez menos ganas de salir soy yo jajajaja
 
Coincido con las que decís que la pandemia le vino bien para no aguantar a cierta gente, evitar eventos no deseados...etc jajajaja ahora otra vez empiezo con la ansiedad de que me inviten a historietas, planes y demás
 
Sí, me imagino que es por eso.
Os pongo un ejemplo, hace unas semanas hablaba con unos amigos que viven en otra zona de España y nuestros hijos cumplen años a la vez pues con 3 meses o así ya tenían todo montado del cumple y sé que les sale bien, nadie pone condiciones. Yo una semana antes estoy sufriendo por mi situación "curiosa familiar" que si quieren hacer algo es sin nosotros, la otra parte de la familia que quita las ganas de celebrar y hacen por no moverse y el estrés de agradar a los amigos cercanos -que si tal fecha no encaja a unos, la otra va mal a otros- al final acabo tan AGOTADA sin que haya llegado el día. Para poder juntarnos en comidas, cenas, salidas es igual pero es que si no muevo no los veo...no sé si me entendéis.
No te exijas más de lo razonable. Haz tu fiesta e invita a quién realmente quieres que vaya. Cero gente por compromiso. Pon tu fecha y quién no pueda ir, que no vaya. No tienes que complacer a nadie más que a ti misma, y a tu peque en caso de cumple. Es prácticamente imposible que contente a todo el mundo y, aún así, hay gente que ni te lo agradecerá, así que no vale la pena el esfuerzo. No sufras por algo que se hace para pasar un buen rato.
 
Yo simplemente no celebro el cumpleaños de mis hijos. Tengo tres. Este año los mellizos cumplen nueve y me han pedido invitar cada uno a un amigo e ir al cine. Los llevaré a los cuatro al macdonalds y al cine. Como sólo me tengo que organizar con otros dos padres, busco el día que vaya mejor y punto. Si alguno de los dos no puede, se siente.

Mis hijos estoy convencida de que prefieren no tener cumple y tener una madre mentalmente equilibrada.

Quítate presión, haz lo que te apetezca. Si los cumples te estresan, como a mí. Ya llegará el día que cumplan 9 años y te pidan ir con un amigo a celebrar. Hasta entonces, tarta en casa de los abuelos. Y mis hijos nunca se han quejado.
Hasta lo último en nuestro casa es un poco lío, con mi lado no nos llevamos y si dicen de hacer algo es con mi hijo pero sin nosotros y mis suegros directamente pasan.
Tienes razón en lo que por encima de todo nuestros hijos necesitan madres equilibradas más allá de convencionalismos sociales.
 

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