La satisfacción de poner límites y decir que no

En ese hospital había una enfermera buena con los niños pero un horror con los padres, especialmente conmigo. Harta de que me amargase, un día delante de mi novio le dije" disculpe usted, me estoy esforzando por hablar su idioma. Le hablo con educacion y si usted me habla así, me pongo nerviosa. Yo le entiendo pero no hablo el idioma del todo". Mi novio pensando: "Que ta está sacando mi novia el carácter español, que se prepare la enfermera". Oliéndose que podía caerle una reclamación usando palabras como "xenofobia" o "discriminación", cambió su actitud. Fue una balsa de aceite.
 
Decir que no cuando implica a personas que no te importan es relativamente fácil (aunque no siempre), para mí el problema viene cuando mi negativa perjudica o decepciona, aunque sea ligeramente, a gente que me importa.
Soy incapaz de ponerme como prioridad, siempre cedo, aunque me suponga un esfuerzo sobrehumano...y eso no es sano, quema más que el fuego.
No hace falta que me lo pidan, yo sé lo que quieren y lo hago, además intento que no se note que no quiero hacerlo, porque si es gente que me quiere no tratarán de presionarme pero igualmente yo sentiré que les fallo de alguna manera.
Esto me hace ser consciente de que hay una persona en mi vida a la que no quiero ni respeto como se merece, y esa persona soy yo.
 
Me siento orgullosa de no haber probado nunca drogas y me han ofrecido, pero siempre dije no. Recuerdo una vez, pasándose un porro, iba con mi pareja de entonces y otros amigos suyos. No pude evitar pensar, "qué asco", y me miraron como si fuera un ovni....
Siempre fui una corta rollos, que le vamos a hacer.😉
 
Yo en el trabajo cuando se jubiló un compañero con el que apenas tenía relación y lo poco que le conocí no me moló, estaban recaudando dinero para el regalo de despedida y dije que yo no ponía. Me salió del alma sin pensármelo y fui la única que no puso. Igual me criticaron pero me da exactamente igual, me quedé tan ancha. Este año otra jubilación de una tía que es una borde y piden dinero y además un video de despedida. Anda ya y además otras compañeras que estaban dudando se vinieron a mi bando jeje. Desde entonces creo que me respetan más en el trabajo, parece una chorrada pero han visto que no estoy para compromisos ni paripes. Si se jubila alguien que me cae bien, me ofrezco a comprar el regalo y todo, pero gente que no trago, anda ya.
 
Yo en el trabajo cuando se jubiló un compañero con el que apenas tenía relación y lo poco que le conocí no me moló, estaban recaudando dinero para el regalo de despedida y dije que yo no ponía. Me salió del alma sin pensármelo y fui la única que no puso. Igual me criticaron pero me da exactamente igual, me quedé tan ancha. Este año otra jubilación de una tía que es una borde y piden dinero y además un video de despedida. Anda ya y además otras compañeras que estaban dudando se vinieron a mi bando jeje. Desde entonces creo que me respetan más en el trabajo, parece una chorrada pero han visto que no estoy para compromisos ni paripes. Si se jubila alguien que me cae bien, me ofrezco a comprar el regalo y todo, pero gente que no trago, anda ya.
No es ninguna chorrada, has sido asertiva.
 
A mi hace poco me ha pasado con un compañero de trabajo. Es un señor mayor que se lo ha montado de tal manera que intenta dar pena de que siempre está super liado y super agobiado y endosa trabajo a todo el mundo.
Al principio siempre estaba ayudándole porque me daba penilla, pero poco a poco le fue echando más morro hasta el punto en el que ya me estaba mosqueando el asunto.

Pero el culmen llegó con el día en que me la lío bien gorda.

Vino como un loco diciendo que se le había muerto la batería del coche, que tenía que ir a una reunión urgente con clientes y que le llevase. De camino en el coche me suelta "pues te vas a tener que quedar hasta que termine, y luego me vas a tener que llevar a casa".

No me lo preguntó, no lo sugirió, no no no...
Lo dio por supuesto y punto.
Y lo mejor de todo es que vive en un barrio de la periferia, que la vuelta a casa a mí me suponía 40 min desde su barrio.

Le echó tanto morro que me quedé bloqueada y no dije nada.

Cuando llegamos al sitio y se bajó, llame a mi pareja que ya por fin me hizo reaccionar diciéndome que eso no podía ser, que si hacía falta le llamaba él y le decía que qué se había creido, que yo no era su chófer.

Y es que todavía en situaciones de ese tipo que hay que tener reacción rápida, todavía me bloqueo y pienso que si no le ayudo, soy yo la que soy mala persona.

Al final hablé con uno de mis jefes y él se encargó de la situación y yo me pude ir a mi casa.

(Que al día siguiente el compañero vino a disculparse porque me vio la cara de malas pulgas que le puse al día siguiente y que casi no le dirigía la palabra. Pero vamos acepte sus disculpas pero muy consciente de que no iba a dejar que se aprovechara de nuevo de mi)

Nos vino la semana pasada diciendo que menudo marrón teníamos que había que hacer una cuestión para uno de sus clientes y que teníamos que dejarlo hecho.
(Usando muy convenientemente el plural mayostatico, aunque era su cliente y la cagada era suya).

Yo aunque se dirigió a mi, me hice la loca, pero cogió por banda a un chaval nuevo y le lío para hacerlo, echándole tanta cara que incluso cuando ese chico quiso atender alguna llamada del trabajo que tenía que hacer, el caradura este todavía le decía "oye fulanito, deja eso que esto lo tenemos que hacer ya".

Yo de vez en cuando me pasaba y les preguntaba que como iban y si les veía atascados les decía como seguir.

Pero por varias historias vio que no podía hacerlo en su ordenador, y no hacía más que preguntar si se podría en el mío, y yo viéndole las intenciones de que le dijera que si quería probaramos y me liara para que lo acabará haciendo yo, le señale mi puesto y le dije: pues siéntate y prueba.

Ya al rato volví a pasar y vi que no se iba a quedar hecho, ya que nos quedaba muy poco para ser la hora de irnos, les pregunté que si les faltaba mucho y el nuevo me dijo que no iba a dar tiempo.

Yo le mire y dije en voz muy alta "Pues yo no me voy a quedar para dejarlo hecho, tengo asuntos urgentes que atender y cuando llegue mi hora me tengo que ir"

(A todo esto, la primera vez que decía en un trabajo no me iba a quedar más tiempo, siempre suelo ser de las primeras que se ofrece a ayudar o que no les importa echar más rato para que algo se quede hecho)

El compañero caradura se giró y se me quedó grabada la cara que puso, como medio de pena medio de "me vas a dejar con este marrón?".

Y la verdad esas cosas para mí son pequeñas victorias, que hacen que al final te vayas sintiendo más cómodo diciendo "no" y poniendo límites personales.

En las cosas que ya me siento con más soltura y no tengo que pensarlo para que me siga automatico, la verdad es que luego lo pienso y hasta me río yo sola del morro que puede llegar a tener la gente.

Hay algunas en las que especialmente me he vuelto muy fuerte y no me pillan con la guardia baja, como cuando quieren que hagas algo o digas algo por cumplir o por presión de grupo.

Como que alguien alaba a otra persona y de repente te miran a ti como "venga, te toca, dime lo maravillos@ que soy".

Me quedó tan agusto cuando me quedo mirando en silencio a la persona. Y después miro al otro interlocutor y cambio de tema (pero no como si me sintiera incómoda si no como: me importa bastante poco su necesidad de atención, vamos a hablar de cosas más interesantes).
 
Solo me ha costado decir que no en mi adolescencia; pero eso no era sano para mi, así que un día lo intenté, ante la petición de vete a saber que ni quien (Ni me acuerdo ya de tanto como hace) dije que no tranquila y serenamente y ya. Por supuesto no pasó nada, yo no hice algo que no quería hacer y desde entonces ha sido como el comer y el rascar, que todo es empezar, y hasta me he ahorrado que me pidan cosas que no proceden, como por ejemplo mi tarjeta de crédito por parte de un "amigo" de mi familia para comprarle un regalo a su mujer Se lo pidió a mi madre, mi madre le dijo que no tenia o la tenia a cero o no me acuerdo ya que excusa le dio, pero que me lo podía pedir a mi (Que maja mi señora madre :mad:). El caso es que no, como el tipo ese ya sabia como las gasto, ni se atrevió
 
Creo que era buena poniendo límites. Pero, llevo algún tiempo en un conflicto con una amiga (conflicto por mi parte, ella no sabe que llevo un tiempo mosqueada con ella). Me da miedo poner límites, así que procuro ser protocolaria.

Pillo sitio en este hilo!
 
A mi esto me recuerda también a lo de irte a casa si te apetece estando por ahí de marcha.
Recuerdo en mi época de estudiante de salir de marcha y cada vez que me quería ir era una hora despidiéndome, que si espera un rato, no te vayas aún, blablabla... Hasta que aprendí a irme a la francesa, cuando quería me iba a mi bola y listo
 

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