La cocina francesa (classique y nouvelle)

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La gastronomìa de Francia

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La gastronomía de Francia está caracterizada por su variedad, fruto de la diversidad regional francesa, tanto cultural como de materias primas, pero también por su refinamiento.
Su influencia se deja sentir en casi todas las cocinas del mundo occidental, que han ido incorporando a sus bases conocimientos técnicos de la cocina francesa.
Varios chefs franceses tienen una gran reputación internacional, como es el caso de Taillevent, La Varenne, Carême, Escoffier, Ducasse o Bocuse.
Es una de las cuatro gastronomías incluida en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, desde el 16 de noviembre de 2010.


Tradicionalmente, cada región posee su propia cocina:


  • la cocina del noroeste utiliza la mantequilla, la creème fraîche y la manzana;
  • la cocina del suroeste utiliza el aceite, la grasa de pato, el foie gras, las setas y el vino;
  • la cocina del sureste está caracterizada por influencias italinas y se sirve de la aceituna, las finas hierbas y el tomate;
  • la cocina del norte está caracterizada por influencias belgas y se sirve de la patata, de la carne de cerdo, de judìas y de la cerveza;
  • la cocina del este, caracterizada por influencias alemanas, se sirve del tocino, las salchichas, la cerveza y el sauerkraut.

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Historia de la gastronomía francesa

El inicio de su desarrollo se remonta a la Edad Media, época en que los franceses trataron de desarrollar platos más elaborados.

En esta época, los banquetes terminaban con un “issue de table”, que con el tiempo evolucionó hasta convertirse en el postre actual.

El chef de cocina más importante de este periodo es Guillaume Tirel (también conocido como Taillevent), quien alcanzaría el título de Maestre de las guarniciones de cocina del Rey. Su obra “Le Viandier” constituye el primer libro de recetas que se aparta de la cocina romana.



Posteriormente, durante el Antiguo Régimen, se van incorporando al acervo culinario los productos traídos de América como las alubias, con las que se empieza a elaborar el cassoulet.

Más tarde, durante el Siglo XVII, es cuando se sientan las bases del auge culinario que conocemos actualmente. El padre de este cambio es el cocinero François Pierre La Varenne, autor del libro “Cuisinier François”, que supone una auténtica revolución en materia culinaria. Su obra se trata del primer recetario donde los platos aparecen clasificados por orden alfabético.

la gastronomía francesa

Cassoulet un platillo de típico del suroeste de Francia



Luego, durante el periodo de la Revolución francesa, aparece Marie-Antoine Carème, cuyo legado es la denominación de unos fondos o salsas a partir de las cuales llega a crear un amplísimo repertorio.
Se trata de las salsas: española, velouté , bechamel, holandesa y de tomate.
Los métodos y usos culinarios franceses sufrieron una revisión en las últimas décadas del siglo XIX, tras la aparición del chef Georges Auguste Escoffier, quien creó un sistema de división del trabajo en equipos llamados brigades de cuisine.


De esta forma cada plato, en vez de ser preparado íntegramente por un único cocinero, lo es por un grupo de ellos donde cada uno se encarga únicamente de la parte en la que está especializado.
Durante el siglo XX surgen nuevas tendencias, en especial aquellas que tratan de simplificar la forma de cocinar.
Se hace hincapié en salsas y caldos más livianos y condimentados con hierbas y especias más finas.


Por un lado se simplifica el servicio presentando los platos ya preparados desde la cocina y por otro se trata de potenciar los cinco sentidos en el emplatado del alimento con colores, olores y formas vistosas e innovadoras.
También se reducen las raciones y en algunos casos se aumenta el número de platos por menú.


Además de estas cinco grandes zonas regionales, existen también otras cocinas locales como la cocina del valle de Loira (famosa por sus pescados al vino blanco), la cocina vasca (caracterizada por el abundante uso del tomate y el pimiento de Espelette), la cocina de Rosellòn (muy cercana de la cocina catalana) o la cocina del centro con su caza, su pâté de Pâcques, sus patatas (Creuse) o sus vinos y sus pescados de agua dulce (en Brenne).

Algunas cocinas exóticas como la china y la vietnamita, junto con algunos platos de las ex colonias magrebìes (con el cuscus a la cabeza), también se han ido incorporando al elenco.

Fuentes:
Wikipedia
Aspic.edu
 
La distribución de las comidas

El orden habitual de los platos en el almuerzo francés es el siguiente: en primer lugar se sirve el apéritif, el cual incluye vinos dulces o cocteles, así como canapés, encurtidos, charcutería, frutos secos, aceitunas, etcétera.

Luego se toma la entrée o hors d’oeuvre, en la cual son habituales las ensaladas, sopas, platos de verduras crudas, charcutería variada, patés, entre otros.


Sigue el plat principal o plat de résistance, en el que se sirve la carne o el pescado, aunque también pueden ser a base de arroz, pasta o legumbres. En seguida, el fromage, mismo que se sirve entre el plato principal y el postre, y que se compone de una selección de quesos. Para finalizar, se toma el dessert, el cual puede ir desde simple fruta o yogur, a cualquier tipo de dulce más elaborado. Lo habitual es cerrar la comida con un café o una copa de licor.


Los tipos de restaurantes

Los franceses distinguen varios tipos de establecimiento donde se sirve comida y bebida, en función de la hora del día. En primer lugar se encuentra el restaurant, el cual está basado en el mismo concepto de restaurante que puede encontrarse en casi cualquier país del mundo. También existe el bistrot o bistró, sitio en el que los menús suelen dictarse verbalmente o se escriben cada día en una pizarra. Asimismo, podemos encontrar el Bistrot à Vin, el cual tiene un estilo similar al de una taberna, pero que ha ido evolucionando hasta convertirse en vinoteca.



Por otro lado, existe también un establecimiento denominado el brasserie que ofrece, además de bebidas, una pequeña selección de platos para acompañarlas. Sin duda, uno de los sitios más populares en este país es el café, mismo que se encuentra en primer lugar para el consumo de todo tipo de cafés y bebidas alcohólicas. Adicionalmente existen lugares como el salon de thé, el cual está orientado a la venta de bebidas calientes; el bar, destinado a bebidas alcohólicas más sofisticadas (cócteles, licores, etc.), y a un público nocturno; el bouchon, cuyo concepto incluye la comida tradicional cercana a la haute cuisine; y, por último el estaminet, el cual consiste en antiguos lugares de reunión de las clases trabajadoras que hoy se han convertido en atracciones turísticas.

La Gastronomía de Francia


Fuente:
Wikipedia
Aspic.edu
 
PLATOS PRINCIPALES

Coq au vin

El coq au vin, literalmente gallo al vino, es quizá el plato más famoso de la cocina occitana, el cual se ha nacionalizado como plato típico de Francia. En el sur de Francia, se utiliza carne de pato u oca, mientras que en el norte de Occitania pueden emplearse otros tipos de carnes tales como el buey.


Coq au vin

Cuenta la leyenda que la receta original de este exquisito plato se debe a un chef de Julio César, el famoso emperador de la República romana. De acuerdo con la historia, este cocinero inventó este plato en su afán por concederle un homenaje a su emperador tras la conquista de la Galia. No obstante, muchas son las regiones de Francia que se disputan la invención de este plato, ya que en realidad su origen es incierto hasta la fecha.


Tal y como su propio nombre indica, para su preparación se debe añadir una generosa cantidad de vino, generalmente vino tinto, aunque en algunas variantes se emplea vino blanco. Además, es fundamental añadirle alguna hortaliza como la cebolla o el nabo para potenciar su sabor. En algunas zonas se le añaden también setas, habitualmente colmenillas (también llamadas cagarrias, morillas o múrgoles.

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Magret de canard

El término magret por sí solo equivale en español a magro, es decir, se refiere a un filete de carne magra, que suele provenir de un ganso o pato cebado, siendo muy importante que el ave haya sido cebada previamente, puesto que en ello radica la diferencia entre ser considerado magret o pechuga tradicional.


De este modo, si magret significa magro, canard equivale a pato, con lo que este plato consiste en magro de pato asado. Este plato se elabora con carne magra de pato o ganso cebado, la cual se sirve a filetes. Habitualmente, se sirve con salsa de naranja y de guarnición puede incluirse cuscús, arroz o patatas asadas.


Magret de canard
 
Aligot

El aligot es una especialidad gastronómica original del macizo de Aubrac que se extendió por las regiones de Lemosín y Auvernia hasta que finalmente se conoce como un plato típico de Francia. Es una especie de puré de patatas muy espeso debido a que está mezclado con queso sin afinar, conocido como tomme fraîche.


Junto con el queso, la pasta de patatas se calienta a fuego suave y es muy importante removerla lentamente para obtener la textura que caracteriza a este plato. Además, de esta manera se consigue que el queso se derrita de manera uniforme, lo que hace que la textura final llegue a ser elástica. Finalmente, se le suele añadir mantequilla, ajo o incluso nata fresca.


Aligot
 
La gastronomìa de Francia

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La gastronomía de Francia está caracterizada por su variedad, fruto de la diversidad regional francesa, tanto cultural como de materias primas, pero también por su refinamiento.
Su influencia se deja sentir en casi todas las cocinas del mundo occidental, que han ido incorporando a sus bases conocimientos técnicos de la cocina francesa.
Varios chefs franceses tienen una gran reputación internacional, como es el caso de Taillevent, La Varenne, Carême, Escoffier, Ducasse o Bocuse.
Es una de las cuatro gastronomías incluida en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, desde el 16 de noviembre de 2010.


Tradicionalmente, cada región posee su propia cocina:


  • la cocina del noroeste utiliza la mantequilla, la creème fraîche y la manzana;
  • la cocina del suroeste utiliza el aceite, la grasa de pato, el foie gras, las setas y el vino;
  • la cocina del sureste está caracterizada por influencias italinas y se sirve de la aceituna, las finas hierbas y el tomate;
  • la cocina del norte está caracterizada por influencias belgas y se sirve de la patata, de la carne de cerdo, de judìas y de la cerveza;
  • la cocina del este, caracterizada por influencias alemanas, se sirve del tocino, las salchichas, la cerveza y el sauerkraut.

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Historia de la gastronomía francesa

El inicio de su desarrollo se remonta a la Edad Media, época en que los franceses trataron de desarrollar platos más elaborados.

En esta época, los banquetes terminaban con un “issue de table”, que con el tiempo evolucionó hasta convertirse en el postre actual.

El chef de cocina más importante de este periodo es Guillaume Tirel (también conocido como Taillevent), quien alcanzaría el título de Maestre de las guarniciones de cocina del Rey. Su obra “Le Viandier” constituye el primer libro de recetas que se aparta de la cocina romana.



Posteriormente, durante el Antiguo Régimen, se van incorporando al acervo culinario los productos traídos de América como las alubias, con las que se empieza a elaborar el cassoulet.

Más tarde, durante el Siglo XVII, es cuando se sientan las bases del auge culinario que conocemos actualmente. El padre de este cambio es el cocinero François Pierre La Varenne, autor del libro “Cuisinier François”, que supone una auténtica revolución en materia culinaria. Su obra se trata del primer recetario donde los platos aparecen clasificados por orden alfabético.

la gastronomía francesa

Cassoulet un platillo de típico del suroeste de Francia



Luego, durante el periodo de la Revolución francesa, aparece Marie-Antoine Carème, cuyo legado es la denominación de unos fondos o salsas a partir de las cuales llega a crear un amplísimo repertorio.
Se trata de las salsas: española, velouté , bechamel, holandesa y de tomate.
Los métodos y usos culinarios franceses sufrieron una revisión en las últimas décadas del siglo XIX, tras la aparición del chef Georges Auguste Escoffier, quien creó un sistema de división del trabajo en equipos llamados brigades de cuisine.


De esta forma cada plato, en vez de ser preparado íntegramente por un único cocinero, lo es por un grupo de ellos donde cada uno se encarga únicamente de la parte en la que está especializado.
Durante el siglo XX surgen nuevas tendencias, en especial aquellas que tratan de simplificar la forma de cocinar.
Se hace hincapié en salsas y caldos más livianos y condimentados con hierbas y especias más finas.


Por un lado se simplifica el servicio presentando los platos ya preparados desde la cocina y por otro se trata de potenciar los cinco sentidos en el emplatado del alimento con colores, olores y formas vistosas e innovadoras.
También se reducen las raciones y en algunos casos se aumenta el número de platos por menú.


Además de estas cinco grandes zonas regionales, existen también otras cocinas locales como la cocina del valle de Loira (famosa por sus pescados al vino blanco), la cocina vasca (caracterizada por el abundante uso del tomate y el pimiento de Espelette), la cocina de Rosellòn (muy cercana de la cocina catalana) o la cocina del centro con su caza, su pâté de Pâcques, sus patatas (Creuse) o sus vinos y sus pescados de agua dulce (en Brenne).

Algunas cocinas exóticas como la china y la vietnamita, junto con algunos platos de las ex colonias magrebìes (con el cuscus a la cabeza), también se han ido incorporando al elenco.

Fuentes:
Wikipedia
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Felicitaciones por obsequiarnos con este Hilo compañera @Coti7495 .- Los amantes de la cocina te estaremos eternamente agradecidos.-
Un Abrazo y muchas gracias.-
 
Merluza al beurre blanc
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Ingredientes para 4 personas
Receta paso a paso

  1. Pelar y cortar las cebollas.
  2. Derretir la mantequilla en una sartén a fuego medio.
  3. Pochar la cebolla picada en la sartén junto con el vinagre y el vino.
  4. Cuando se evapore añadimos la crema de leche, reduciendo la mezcla hasta que tenga una textura de salsa.
  5. Salpimentar la merluza y cocinarla a fuego medio en otra sartén con aceite de oliva hasta que esté hecha.
  6. Preparar las patatas para la guarnición al gusto (hervidas o asadas en el horno).
  7. Servir la merluza con la salsa y las patatas.
Receta completa
La estrella de este plato es sin duda su salsa, la beurre blanc es una salsa francesa creada en la región de Bretaña. Concretamente fue creada por error por la cocinera francesa Clémence Lefeuvre cuando estaba intentado hacer una salsa bearnesa (una salsa emulsionada a base de mantequilla y yema de huevo, condimentada con estragón, chalotas y perejil cocinados en vino y vinagre) en su restaurante 'La Buvette de la Marine', situado en el pueblo de Saint-Julien-de-Concelles, a la que se le olvidó echar huevo. Hecha a base de mantequilla con una reducción de vino blanco y acompañada por cebollas, la beurre blanc es el acompañamiento perfecto para pescados, mariscos y verduras. En este caso, vamos a elaborar una receta en la que esta deliciosa salsa va a acompañar unos lomos de merluza acompañados con patatas.

Elaboración de la merluza al beurre blanc

Como lo más importante de este plato es la salsa, va a ser lo primero que vamos a elaborar. Para comenzar a preparar la beurre blanc hay que pelar las cebollas y cortarlas en trocitos muy pequeños. A continuación ponemos una sartén al fuego medio y derretimos la mantequilla, cuando la mantequilla esté derretida incorporamos la cebolla picada para pocharla junto con el vinagre y el vino blanco. Removemos de vez en cuando hasta que el líquido se evapore y en ese punto se añade la crema de leche y movemos la mezcla hasta que reduzca y tenga una textura de salsa. Una vez que la salsa esté terminada es conveniente probarla para comprobar si le falta sal, en ese caso, añadimos un poco de sal y removemos bien.

Cuando la salsa esté lista hay que prepara la merluza y para ello simplemente hay que salpimentar los lomos y los cocinamos a fuego lento en una sartén con aceite de oliva hasta que estén bien hechos. Mientras la merluza se va haciendo podemos ir preparando la guarnición que en este caso serán patatas, asadas o cocidas, como se prefiera:
  • Si se prefiere acompañar la merluza al beurre blanc con patatas cocidas simplemente hacen falta las patatas, aceite de oliva, sal y agua. Lavamos las patatas y las ponemos enteras y sin pelar en un cacerola y echamos agua hasta que cubra las patatas. Calentamos la cacerola a fue alto hasta que empiece a hervir y dejamos las patatas durante 15 o 20 minutos. Es conveniente ir pinchando las patatas con un tenedor para comprobar si están blandas o no. Cuando las patatas estén cocidas, es decir, estén blandas, se sacan de la cacerola, las dejamos enfrías y las abrimos por la mitad. Añadimos sal y aceite del oliva al gusto encima de cada mitad y la colocamos junto a la merluza.
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Por otro lado, si se prefiere acompañar la merluza al beurre blanc con patatas asadas al horno simplemente hay que lavar muy bien las patatas y cortarlas por la mitad. Hacemos unos cortes en cada mitad sin llegar a cortar del todo, para que se hagan bien por dentro. Colocamos las mitades en una rejilla para horno y les echamos por encima aceite de oliva, sal, pimienta y las especias que se prefiera, nosotros optamos por el orégano y el romero. Precalentamos el horno a 200º y cuando esté listo introducimos las patatas y las horneamos a 180º durante 25 o 30 minutos. Para saber si las patatas están hechas podemos ir pinchando con un palillo. Cuando estén listas se sirven junto a la merluza y la salsa.

 
Merluza al beurre blanc
Ver el archivo adjunto 1371773
Ingredientes para 4 personas
Receta paso a paso

  1. Pelar y cortar las cebollas.
  2. Derretir la mantequilla en una sartén a fuego medio.
  3. Pochar la cebolla picada en la sartén junto con el vinagre y el vino.
  4. Cuando se evapore añadimos la crema de leche, reduciendo la mezcla hasta que tenga una textura de salsa.
  5. Salpimentar la merluza y cocinarla a fuego medio en otra sartén con aceite de oliva hasta que esté hecha.
  6. Preparar las patatas para la guarnición al gusto (hervidas o asadas en el horno).
  7. Servir la merluza con la salsa y las patatas.
Receta completa
La estrella de este plato es sin duda su salsa, la beurre blanc es una salsa francesa creada en la región de Bretaña. Concretamente fue creada por error por la cocinera francesa Clémence Lefeuvre cuando estaba intentado hacer una salsa bearnesa (una salsa emulsionada a base de mantequilla y yema de huevo, condimentada con estragón, chalotas y perejil cocinados en vino y vinagre) en su restaurante 'La Buvette de la Marine', situado en el pueblo de Saint-Julien-de-Concelles, a la que se le olvidó echar huevo. Hecha a base de mantequilla con una reducción de vino blanco y acompañada por cebollas, la beurre blanc es el acompañamiento perfecto para pescados, mariscos y verduras. En este caso, vamos a elaborar una receta en la que esta deliciosa salsa va a acompañar unos lomos de merluza acompañados con patatas.

Elaboración de la merluza al beurre blanc

Como lo más importante de este plato es la salsa, va a ser lo primero que vamos a elaborar. Para comenzar a preparar la beurre blanc hay que pelar las cebollas y cortarlas en trocitos muy pequeños. A continuación ponemos una sartén al fuego medio y derretimos la mantequilla, cuando la mantequilla esté derretida incorporamos la cebolla picada para pocharla junto con el vinagre y el vino blanco. Removemos de vez en cuando hasta que el líquido se evapore y en ese punto se añade la crema de leche y movemos la mezcla hasta que reduzca y tenga una textura de salsa. Una vez que la salsa esté terminada es conveniente probarla para comprobar si le falta sal, en ese caso, añadimos un poco de sal y removemos bien.

Cuando la salsa esté lista hay que prepara la merluza y para ello simplemente hay que salpimentar los lomos y los cocinamos a fuego lento en una sartén con aceite de oliva hasta que estén bien hechos. Mientras la merluza se va haciendo podemos ir preparando la guarnición que en este caso serán patatas, asadas o cocidas, como se prefiera:
  • Si se prefiere acompañar la merluza al beurre blanc con patatas cocidas simplemente hacen falta las patatas, aceite de oliva, sal y agua. Lavamos las patatas y las ponemos enteras y sin pelar en un cacerola y echamos agua hasta que cubra las patatas. Calentamos la cacerola a fue alto hasta que empiece a hervir y dejamos las patatas durante 15 o 20 minutos. Es conveniente ir pinchando las patatas con un tenedor para comprobar si están blandas o no. Cuando las patatas estén cocidas, es decir, estén blandas, se sacan de la cacerola, las dejamos enfrías y las abrimos por la mitad. Añadimos sal y aceite del oliva al gusto encima de cada mitad y la colocamos junto a la merluza.
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Por otro lado, si se prefiere acompañar la merluza al beurre blanc con patatas asadas al horno simplemente hay que lavar muy bien las patatas y cortarlas por la mitad. Hacemos unos cortes en cada mitad sin llegar a cortar del todo, para que se hagan bien por dentro. Colocamos las mitades en una rejilla para horno y les echamos por encima aceite de oliva, sal, pimienta y las especias que se prefiera, nosotros optamos por el orégano y el romero. Precalentamos el horno a 200º y cuando esté listo introducimos las patatas y las horneamos a 180º durante 25 o 30 minutos. Para saber si las patatas están hechas podemos ir pinchando con un palillo. Cuando estén listas se sirven junto a la merluza y la salsa.

Muchas gracias @michelle por tus aportaciones tan interesantes a este Hilo.- Decirte al tiempo que la mayor parte de la Merluza que se consume en España es de procedencia Argentina. (Hay tratados), solo un pequeño porcentaje es lo que llaman "de pincho", pescada a anzuelo en costas próximas.-
Gracias por tu aporte y un saludo muy cordial.-
 
Vichyssoise

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Ingredientes


>4 puerros medianos (sólo utilizaremos la parte blanca)

>1 cebolla mediana

>3 patatas medianas

>Caldo de ave, vegetal o agua (la opción que más os guste)

>Aceite de oliva o una nuez de mantequilla

>Sal

>100 ml de nata o leche


Elaboración


1. Limpiamos bien los puerros, si lo hacemos bajo el chorro de agua templada la tierra se irá mejor. Cortamos el blanco del puerro (la parte verde podemos reservarla para algún caldo, así tiramos lo mínimo y aprovechamos los ingredientes al máximo).

2. Limpiamos y cortamos la cebolla y las patatas.

3. Rehogamos el blanco del puerro y la cebolla con un poco de aceite y sal a fuego bajo. Cuando el puerro y la cebolla estén blanditas añadimos las patatas cortadas y rehogamos en conjunto.

4. Añadimos el caldo de ave (o de verduras o el agua) hasta cubrirlo todo y dejamos cocer durante 20 minutos.

5. Cuando esté cocido, retiramos parte del caldo y lo reservamos por si nos hace falta más tarde para dar la consistencia que más nos guste.

6. Trituramos el conjunto y por último, echamos la nata o a leche, y removemos. En función del espesor que obtengamos, le añadiremos parte del caldo que teníamos reservado, sazonamos al gusto y guardamos la vichyssoise en la nevera.

Consejos:

Podemos servir la vichyssoise con un poco de cebollino cortado.

Para hacer la vichyssoise más ligera podemos sustituir la nata por leche desnatada.

Aunque hay puerros durante todo el año, los de verano son más tiernos y de un sabor más suave.

 
Cómo hacer una Quiche Lorraine
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Ingredientes
  • 1 base de masa quebrada o masa brisa de aprox. de 23 cm de diámetro (200 gr.)
  • 500 g. de crème fraîche (nata fresca o crema de leche). Si no la encontramos podemos usar nata 35% Materia Grasa (nata para montar)
  • 200 g. de panceta ahumada en lonchas o bacon
  • 3 huevos
  • Nuez moscada y pimienta negra recién molida (al gusto)
  • Papel para horno
Preparación de la masa quebrada. Base de la Quiche Lorraine
  1. Colocamos la masa en un molde bajo sin quitarle el papel que la acompaña en el paquete. Es papel sulfurizado y nos evitará tener que untar el molde con mantequilla para que la masa no se pegue. Presionamos ligeramente por todo el borde para darle forma.
  2. Con un tenedor pinchamos bien toda la base para evitar que la masa crezca en exceso durante el horneado.
  3. Ponemos encima unas legumbres crudas (para evitar que se formen burbujas debajo).
  4. Precalentamos el horno a 180º C.
  5. Horneamos a 180º C en la bandeja del medio con calor arriba y abajo. Hacemos una media cocción de la masa durante aproximadamente 10-15 minutos, hasta que se tueste un poco.
  6. Esta cocción previa es muy importante para evitar que se rompa la quiche debido al peso del relleno en el desmoldado final. Así te saldrá perfecta.
Preparación de la Quiche Lorraine
  1. Cortamos la panceta en tiritas y la salteamos en una sartén.
  2. No es necesario añadir ni aceite ni mantequilla ya que la panceta tiene bastante grasa y la irá soltando a medida que se vaya cocinando. No es necesario tostarla demasiado, simplemente la doramos un poco y reservamos.
  3. En un bol echamos las crème freîche o la nata y los huevos previamente batidos y mezclamos bien.
  4. Añadimos una pizca de nuez moscada y otra de pimienta negra molida, batimos.
  5. Cuando vemos que la panceta está lista la añadimos al bol y removemos para integrar.
  6. Vertemos la mezcla sobre la masa prehorneada. Metemos al horno ya caliente a 200º C unos 20 o 25 minutos, hasta que veamos que el huevo está cuajado.
  7. Comprobamos que la quiche está horneada pinchándola con un palillo. Si sale seco es que ya está.
  8. La podemos tomar tanto fría como caliente, pero yo opino que recién salida del horno está en su plenitud. Simplemente de rechupete.
Consejos para una quicue Lorraine de rechupete
  • Puedes ayudar a que tu quiche tenga más sabor y un toque distinto añadiendo un puerro grande. Utiliza sólo la parte blanca en trozos muy pequeños y sofríelo, una vez pochado en un poco de aceite de oliva puedes añadirlo a la crema del relleno.
  • Si no encuentras puerro lo puedes sustituir por cebolla o incluso mezclar ambos ingredientes.
  • La crème fraîche es una crema fresca tradicional de la gastronomía francesa, de textura suave y aterciopelada, ligeramente ácida y con un sutil sabor a nuez.
  • Es bastante fácil de conseguir en cualquier supermercado o gran superficie. Aunque si no la encontráis podéis sustituir la crème fraîche por nata para cocinar con 35% de materia grasa o nata para montar.
  • Si te sientes creativo puedes probar otras combinaciones para tu quiche. Podéis prepararla con jamón en vez de bacon, con espinacas y piñones… Si no encuentras panceta puedes usar bacon o si prefieres una versión más ligera también puedes hacerla con tacos de pavo o jamón cocido. ¡Échale imaginación!


 
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