Hasta el que dió por muerto a dios (Nietzsche), tuvo que rebuscar alguna otra solución ante la muerte. Optó por el "eterno retorno".
Si nos ponemos filosóficos, todas las creencias son cuestionables. Hasta el ateísmo, que es solo una creencia más.
Si nos ponemos filosóficos, todas las creencias son cuestionables. Hasta el ateísmo, que es solo una creencia más.