El vestido en sí era el gran protagonisma, por eso los complementos debían ser discretos. En esta ocasión se decantó por una cartera de mano en charol negro de Burberry que tiene desde hace bastantes años. Además de unos salones de la firma Magrit, con ligera puntera y realizados en charol negro.
Las joyas eran importantes, debían ser elegantes y acordes al vestido pero sin llamar demasiado la atención. Es por eso que rescató de su joyero los pendientes de forma vertical y realizados en oro blanco de la firma Laura Márquez. Como bien recordaréis, son unas piezas que Letizia compró cuando aún era periodista y las guarda desde entonces con mucho cariño.
Me gustaría destacar el sencillo pero llamativo peinado que eligió. Dejarse la melena suelta fue todo un acierto, pero engominar el pelo hacia atrás dando volumen en la parte anterior dio el toque exacto para que el look fuera acorde. El maquillaje resaltando los ojos en tonos negros y morados era de lo más adecuado.
Me gusta que arriesgue y apueste por estas piezas un tanto "atrevidas". Está muy bien que veamos a la Reina con trajes formales y elegantes. Esos trajes "de Reina" que debe llevar en numerosos actos y que el protocolo exige, pero también que en estas ocasiones donde puede lucirse más lo haga. Estaba guapísima y ella puede lucirlo así que desde aquí la animo a que siga así.
FUENTE LETIZIADEPRINCESAAREINA.