Sí, y si tengo que cambiar instalaciones incorporaré el sistema, eso sí, el bidet sequeda ahí, #nosinmibidet. Los despatarres los dejo para la clase de yoga que si me pasa algo por lo menos me pillan con las bragas puestas.
Los que son dignos de ver, y de oír, son los wcs japoneses. Complicadillos porque las explicaciones sólo están en japonés, pero una vez se le ha pillado la tranca una maravilla. Hacen de todo, se elevan, se bajan, mil chorros diferente clientes o fríos, masaje, se autolimpian, hacen ruidos y ponen para acallar el sonido de las propias manifestaciones físicas, desodorante ambiental, hasta calefacción y porque mi japonés es deficitario que si no encontraba hasta la tecla para hacer una mayonesa en el entretiempo.
Uy, yo esos japoneses no los comprendo, ni ellos a mi.
Se me va a olvidar a mi en un hotel, dándole a todos los botones como loca, nada pasaba, y del último salió un chorrazo de ahí que me empapó el flequillo!!
Encima me pilló asomada para ver por donde asomaría aquello