A mí este hombre me parecía tan guapote de más joven como teatrero desde su muy publicitada conversión.
Lo vi y lo escuché en una de sus giras piadosas por España en una charla a la que me acerqué por pura curiosidad cotilla. Y solo puedo decir que me dio mala espina porque resultaba demasiado teatral, no sé, demasiado impostado y exhibicionista. Si una persona mundana experimenta una iluminación religiosa, pues yo me imagino que lo primero que ocurre es que deja de ser mundana y exhibicionista ¿no? Y no parecía el caso de este chico, que hacía exhibición de santidad, le gustaba mucho la cámara y usaba su conversión para codearse con gente importante y hacer negocio.
Sin embargo, deducir de una presencia en el avión presidencial que es amante del presidente parece un poco excesivo.
¿Y la esposa del presidente ahí como si tal cosa?
De siempre se ha dicho que el matrimonio de Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera es impostado, que ella fue contratada para representar el papel de primera dama, hasta han salido libros documentados sobre esa situación. Tan así que al parecer, ya están en trámites de divorcio. Él deja el cargo en diciembre.