OP
pilou12
Guest
64
Hizo de ama de casa durante tardes entera sque dedicó a ordenar de forma en absoluto sistemática la sauna que era su cocina:
-Dice José que cocino mejor que el Colony. La verdad, ¿cómo hubiese nadie podido adivinar que yo poseía ese talento natural? Hace un mes ni siquiera era capaz de hacer unos huevos revueltos.
Y, si vamos a eso, seguía siendo incapaz de hacerlos. Los platos más sencillos, un bisté, una ensalada como Dios manda, estaban fuera de su alcance. En lugar de eso solía servirle a José, y también a mí algunas veces, sopas outré (tortuga negra al brandy servida en cortezas de aguacate), fantasías neronianas (faisán asado, relleno de granada y placaminero), y otras equívocas innovaciones (pollo y arroz al azafrán servidos con salsa de chocolate:«Es un clásico caribeño, cariño»). El racionamiento bélico del azúcar y la crema de leche suponían un estorbo para su imaginación a la hora de preparar postres; no obstante, una vez consiguió hacer una cosa llamada tapioca de tabaco; mejor será no describirlo.
Ni describir tampoco sus intentos de aprender portugués, una ordalía tan tediosa para ella como para mí, ya que siempre que iba a verla tenía girando en el gramófono uno de los discos de la Lingua phone. En esa época, además, no empleaba casi ninguna frase que no empezara por «Cuando ya estemos casados..., o bien «Cuando vivamos en Río.... Y eso a pesar de que José no había hablado nunca de matrimonio. Cosa que ella reconocía.
-Pero, al fin y al cabo, él sabe que estoy embarazada. Sí, guapo, lo estoy. Seis semanas. No entiendo por qué tiene que sorprenderte una cosa así . A mí no me ha sorprendido. Ni un peu. Estoy encantada. Quiero tener nueve, como mínimo. Estoy segura de que habrá unos cuantos que saldrán bastante morenos, José tiene algo de le nègre, ya lo habrás adivinado, ¿no?
Desayuno en Tiffany's - Truman Capote
Hizo de ama de casa durante tardes entera sque dedicó a ordenar de forma en absoluto sistemática la sauna que era su cocina:
-Dice José que cocino mejor que el Colony. La verdad, ¿cómo hubiese nadie podido adivinar que yo poseía ese talento natural? Hace un mes ni siquiera era capaz de hacer unos huevos revueltos.
Y, si vamos a eso, seguía siendo incapaz de hacerlos. Los platos más sencillos, un bisté, una ensalada como Dios manda, estaban fuera de su alcance. En lugar de eso solía servirle a José, y también a mí algunas veces, sopas outré (tortuga negra al brandy servida en cortezas de aguacate), fantasías neronianas (faisán asado, relleno de granada y placaminero), y otras equívocas innovaciones (pollo y arroz al azafrán servidos con salsa de chocolate:«Es un clásico caribeño, cariño»). El racionamiento bélico del azúcar y la crema de leche suponían un estorbo para su imaginación a la hora de preparar postres; no obstante, una vez consiguió hacer una cosa llamada tapioca de tabaco; mejor será no describirlo.
Ni describir tampoco sus intentos de aprender portugués, una ordalía tan tediosa para ella como para mí, ya que siempre que iba a verla tenía girando en el gramófono uno de los discos de la Lingua phone. En esa época, además, no empleaba casi ninguna frase que no empezara por «Cuando ya estemos casados..., o bien «Cuando vivamos en Río.... Y eso a pesar de que José no había hablado nunca de matrimonio. Cosa que ella reconocía.
-Pero, al fin y al cabo, él sabe que estoy embarazada. Sí, guapo, lo estoy. Seis semanas. No entiendo por qué tiene que sorprenderte una cosa así . A mí no me ha sorprendido. Ni un peu. Estoy encantada. Quiero tener nueve, como mínimo. Estoy segura de que habrá unos cuantos que saldrán bastante morenos, José tiene algo de le nègre, ya lo habrás adivinado, ¿no?
Desayuno en Tiffany's - Truman Capote