Desaparecen dos hermanos en Córdoba de dos y seis añitos. Caso Breton. TODO AQUI.

ANTONIO AGRAZ FERNÁNDEZ, PSICÓLOGO DEL INSTITUTO ANDALUZ DE LA MUJER


"Bretón ha derivado su violencia hacia sus hijos para matar a Ruth"


M.J. RAYA 31/08/2012
José Bretón, tras la puerta, custodiado por la policía, el pasado martes en la finca de Las Quemadas. En primer plano, una de las pintadas de la casa familiar.JUAN MANUEL VACAS
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Desde que comenzó la investigación por la desaparición de los niños Ruth y José (hijos de José Bretón y Ruth Ortiz), la Plataforma Cordobesa contra la Violencia a las Mujeres solicitó al Instituto Andaluz de la Mujer de la Junta en Córdoba apoyo psicológico para Ruth, la madre de los pequeños y otros dos familiares. Fue ahí cuando Antonio Agraz Fernández, psicólogo del Instituto Andaluz de la Mujer y presidente de la delegación cordobesa del Colegio de Psicología de Andalucía Occidental, comenzó a prestar apoyo psicológico a Ruth y su familia. Coincidiendo con los nuevos acontecimientos, dos informes que apuntan a que los restos óseos hallados en la finca de las Quemadillas (propiedad de la familia Bretón) pueden corresponder a dos menores de las edades de Ruth y José, cuando en un principio se descartó esa hipótesis al creer que eran residuos animales, este periódico ha querido conocer la opinión de este experto, para que exprese cómo puede estar encarando el entorno familiar de los niños la posible muerte de los menores y un proceso que comenzó después de su desaparición hace casi 11 meses.
--La desaparición de los niños Ruth y José ha sido un suceso que ha conmocionado a toda España y que incluso ha traspasado fronteras. ¿Qué análisis psicológico general puede hacer usted del caso Bretón (llamado así porque hasta el momento el único detenido ha sido el padre de los pequeños)? Informes psicológicos encargados por el juez de instrucción del caso indican que Bretón no tiene ningún tipo de trastorno mental. ¿Qué perfil psicológico puede tener una persona que presuntamente asesina a sus hijos y con esta acción pretende hacer daño a una esposa que había mostrado su intención de no querer seguir su relación con él?
--Cuando se analiza este tema, nos lleva por todas partes a un caso de violencia de género y del uso que se hace de los hijos. Este sería un caso extremo, por el posible asesinato de Ruth y José. Cuando se habla del perfil del maltratador, sabemos que no existe y que esta situación no pasa por problemas psicopatológicos o trastornos mentales, sino que el objetivo es el mantenimiento del sometimiento de la mujer en cualquier caso. No conozco el perfil psicológico de José Bretón, ni me constan los informes periciales, ni la labor de un psicólogo o de una psicóloga es emitir juicios de valor en este sentido. Sin embargo, a la luz de estos últimos acontecimientos invito a reflexionar a los hombres y a que nos hagamos preguntas sobre cuál es la relación de pareja que tengo o qué relación mantengo con mis hijos. Porque hay niños y niñas que no salen en los periódicos y que están destrozados psicológicamente e incluso físicamente por tener un padre maltratador.

--¿Cree que ha sido muy importante resaltar el trasfondo de la violencia de género en esta investigación?
--Pienso que la labor y la apuesta que ha hecho en todo momento la Plataforma Cordobesa contra la Violencia a las Mujeres de Córdoba ha sido la correcta y la posición al lado de Ruth como mujer ha sido valiente, señalando este caso como de violencia de género.

--¿Cómo piensa que ha podido afrontar tanto la familia materna como la paterna de Ruth y José el proceso abierto desde que desaparecieron? ¿Y cómo cree que afrontará tanto la madre de los pequeños como el padre (único imputado por su pérdida) el nuevo camino que se abre ahora tras las útimas pesquisas y con la posibilidad de que se le imputen más cargos a José Bretón e incluso con vistas a un futuro juicio?
--Las personas que sufren un dolor tan grande por la pérdida de unos seres queridos en circunstancias traumáticas se enfrentan a consecuencias psicológicas importantes y crónicas. Esto no es una cosa que se pueda olvidar, es un dolor con el que se tiene que vivir y que puede dar sentido o no a nuestra vida. Sí da sentido a nuestra vida vamos gestionando nuestro duelo y nuestra razón de ser en muerte y vida y aun así las secuelas psicológicas son importantes, del tipo pensamientos recurrentes, depresión, ansiedad, insomnio, sentimiento de culpabilidad, entre otros.

--¿Los familiares de Ruth y José necesitarán apoyo psicológico de por vida?
--Siempre es importante e, incluso yo me atrevería a decir que en estos casos para toda la vida, contar con un apoyo psicológico para ir resolviendo en cada momento las crisis que se puedan presentar y las secuelas psicológicas. Los psicólogos hacemos predicciones sobre los casos que llevamos, porque vemos y conocemos en profundidad al usuario o usuaria que tenemos en frente. Pero no me atrevo a pronosticar nada en este caso como psicólogo, porque no llevo el día a día de ninguno de sus actores. Solo les aconsejaría que busquen o que tengan apoyo psicológico, porque sin él no van a saber gestionar las emociones los sentimientos y las secuelas psicológicas por las que están pasando y por las que van a pasar. Me consta que los padres de José Bretón recibieron apoyo psicológico en un primer momento, cuando el Ayuntamiento activó el protocolo de actuación que tenemos firmado el Colegio de Psicología Andalucía Occidental con el 112 de la Junta de Andalucía. El apoyo fue realizado por el Grupo de Emergencias de Córdoba del Colegio de Psicología de Andalucía Occidental. Por otro lado, Ruth Ortiz y sus familiares, en concreto su madre y su hermano, reciben apoyo psicológico por parte del Instituto Andaluz de la Mujer donde trabajo, mediante la petición que hizo la Plataforma Cordobesa contra la Violencia hacia las Mujeres a nuestro centro.

--¿Cree que Ruth Ortiz descansará algún día de todo esto?
--De una secuencia como la que está viviendo Ruth no podrá descansar jamás. Podrá vivir con ella, así como gestionar todas las acciones de su vida, desarrollar sentimientos apropiados y pensamientos razonables para poder normalizar su vida, siempre con un apoyo psicológico. Insisto en el apoyo psicológico, porque normalmente no se le da la importancia que en realidad tiene. La primera ayuda psicológica tiene una influencia positiva sobre las reacciones de la víctima, ayudándole a recuperar el equilibrio roto por la situación, favoreciendo la resolución de las secuelas, facilitando el control de la situación y, por tanto, el control de sus propias reacciones. Me consta que Ruth recibió ese apoyo. Por lo que se extrae de los medios de comunicación, Ruth ha gestionado muy bien sus emociones y ha estado en el momento que ella ha querido estar. El proceso que se le abre es bastante tortuoso, con respecto a un hipotético juicio y a las expectativas que pueda tener de la justicia. Hay muchas mujeres que se quiebran en ese proceso porque no consiguen de la justicia lo que se espera de ella.

--¿En su larga experiencia como psicólogo del Instituto Andaluz de la Mujer en Córdoba y como testigo o asesor en muchos juicios ha conocido algún caso de asesinato cruel a unos hijos cometido por un padre o madre?
--Gracias a Dios son casos excepcionales. No he asistido a juicios en este sentido. He asesorado a las personas que han intervenido en esos juicios.

--¿Cuál es la misión de un psicólogo en un suceso de características más excepcionales?
--La labor que desarrollo como profesional de la psicología es callada, un trabajo individual con hijos/as, familiares,..., incluso con las personas implicadas en estos casos. En este sentido agradezco a los medios de comunicación el respeto que me han tenido cuando me he personado en algún proceso de apoyo, al dejarme desarrollar mi labor. El psicólogo en esos momentos aborda y reduce sintomatologías que producen ansiedad y aplica técnicas de afrontamiento del duelo complicado y patológico. Todo este proceso es muy complejo, ya que la labor que se realiza es a niveles muy profundos del otro, donde el psicólogo es un gran desconocido y en un corto espacio de tiempo entra en el mundo psicológico y emocional del afectado/a. En este sentido se opta a reducir el sufrimiento de la víctima. Esto requiere un esfuerzo emocional del propio psicólogo muy importante. En otros casos mi labor se ha desarrollado en apoyo y sesiones continuadas en el tiempo.

--Sobre el caso de Ruth y José se ha pronunciado el forense Miguel Lorente, ex delegado del Gobierno para la Violencia de Género en la etapa de Zapatero. Lorente señala que los crímenes por violencia de género tienen un carácter moral, ya que el maltratador busca mantener sus ideas y principios sobre la mujer y por ello un 75% de los homicidas se entrega voluntariamente y un 17% se suicida. Para este forense, Bretón no estaría en esos porcentajes, ya que se enmarcaría más bien en el perfil de un maltratador que como es padre dirige su violencia hacia los hijos para herir a la madre. Otros expertos manifiestan que, aunque Bretón sufre algún problema de tipo psicológico, no es un enfermo mental, ya que ha perseguido el dolor que ha causado. ¿Comparte esos planteamientos?
--Estoy de acuerdo con Miguel Lorente. Pienso que es un referente a la hora de luchar contra la violencia hacia las mujeres. El maltratador siempre tiene una intencionalidad que es el sometimiento de la mujer. Para ello, utiliza estrategias coercitivas y estrategias de control y, entre ellas, están las amenazas que hacen que la mujer se paralice. Por este motivo, algunas no se deciden el dar el paso hacia la separación, porque las amenazas van desde lo que puedo hacer hoy hasta lo que puede hacer después de la separación y una de ellas es la utilización de los hijos. Esto es así y, en la mayoría de los casos de separación, después de la sentencia de separación, la utilización de los hijos es brutal. Los hijos le importan muy poco. Lo que le importa es el sometimiento de la mujer y el control que hace a través de ellos. En este caso el padre ha conseguido mantener el sometimiento y control de la mujer a través de la utilización que ha hecho de sus hijos, ya que en todo momento ha mantenido que devolvería a los hijos si Ruth viviera con él. En el caso Bretón, el vuelco que ha dado la investigación nos demuestra una vez más que la violencia del maltratador (José) la deriva hacia otras personas para dañar y matar a la madre (Ruth) de algún modo. A Ruth la ha matado a través de sus hijos.

http://www.cotilleando.com/editpost.php?p=1576626&do=editpost

 
este animal merece que le quemen vivo en una hoguera. tal cual.
 
http://psicologoszaragoza.blogspot.com.es/2012/08/jose-breton-psicotico-o-psicopata.html

José Bretón. ¿Psicótico o Psicópata?

Nadie ha quedado indiferente ante los últimos resultados de la investigación en el caso de los niños Ruth y José. Toda España ha quedado conmocionada, ante el hecho de que lo más probable sea, que José Bretón matara y quemara a sus hijos en un intento de venganza hacia su mujer. Solo queda, que el último informe en curso lo confirme. Y ante esto, quedamos estupefactos pensando que mente perversa puede acabar con la vida de sus propios hijos, elaborar semejante trama y no perder los papeles en estos últimos 10 meses en ningún momento, manteniendo una escalofriante frialdad, sin ningún resto de sentimiento y acompañada de una actitud un tanto desafiante.

Pues bien, algunos profesionales de la salud mental, abogan por la existencia de una enfermedad mental, la cual sumerge al sujeto en un delirio lejos de la realidad. Una psicosis, donde José Bretón tiene montado su mundo delirante, y donde la paranoia entre otras cosas, le ha llevado a cometer semejante acto. Por el contrario, otros profesionales de la psiquiatría o la psicología, creen que todo esto es debido a un conjunto de desordenes mentales donde el narcisismo, los rasgos antisociales y la paranoia, se suman con algún otro resto de patología mental, para dar como resultado este tipo de locura manifiesta, en donde un padre acaba de semejante manera con la vida de sus hijos.

Es entonces, cuando yo me pregunto, si después de tantas revisiones de manuales de criterios diagnósticos, del CIE-10 y el último DSM-V, de tanto cambio de etiqueta que nos ha hecho pasar del trastorno maniaco depresivo al trastorno bipolar, o del trastorno múltiple de personalidad al trastorno de identidad disociativo, si a pesar de todo, de verdad es tan importante el nombre. Porque sinceramente, creo que la maldad como tal existe, al igual que el odio, el rencor, los celos o la ira, todas ellas emociones negativas que en un momento dado perdiendo el control te pueden llevar a matar, a vengarte, o a cometer cualquier otro tipo de acto irracional y despiadado.

¿Qué diferencia hay entre este hombre y otro, que los hay por desgracia en abundancia, que maltrata a su mujer hasta decir basta y que ante la idea de perderla la mata a ella o mata a sus hijos? Porque, creo que todos sabemos de casos muy parecidos.

Puede que la diferencia, esté en los diez meses de angustia de esa madre, o en las patrañas elaboradas por José Bretón para despistar a la policía, o en su maquiavélico plan tan elaborado y planificado, no lo sé, y es aquí cuando quiero recordar algo para los que apuestan por lo psicótico, siendo ahora cuando “me mojo”, y es que éstos suelen ser asesinos desorganizados, cosa que no parece haberse puesto aquí de manifiesto, sino que más bien, parece acercarse a lo que sería un asesino organizado, lo cual encajaría más con un asesino psicopático. Y debo admitir, que como ser humano que soy puedo estar equivocada, pero no puedo evitar poner de manifiesto mis pensamientos, y es que no me parece un psicótico que viva preso de su mundo delirante o de su paranoia, ¿O acaso era parte de sus delirios llamar a diferentes agencias de adopción para despistar a la policía?, por decir algo.

Así pues, en un principio, podríamos tal vez hablar de un caso más de violencia de género, en donde ante la pérdida de su mujer, José Bretón decide vengarse de ella de la forma más cruel y miserable, si no fuera, por lo que desde mi humilde opinión, creo que marca la diferencia, la maldad. Una maldad, dirigida por una mente perversa, llena de odio, fría y calculadora. Una maldad, acompañada de una crueldad infinita, que se pone de manifiesto en un homicidio perfectamente premeditado y donde en todo momento se es consciente de lo que uno está haciendo, intentado controlar todas las variables posibles, y todo ello con una absoluta falta de expresión o de sentimiento.

No deberíamos caer en psiquiatrizar algo que ha existido, existe y seguirá siempre existiendo, la maldad en su estado más puro.

Marisa Hernández Torrijo.
Psicóloga Clínica.
 
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SALUD MENTAL
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[h=3]José Carlos Fuertes[/h]Médico psiquiatra


miércoles, 29 de agosto de 2012, 20:07
José Bretón: la locura razonante


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Todos dicen que José Bretón es simplemente un individuo malo, un sujeto deleznable, cruel, despiadado. Todos dicen que supo lo que hizo y que lo hizo consciente y fríamente. Todos dicen, incluso algunos expertos, que es un salvaje, un asesino, un psicópata desalmado, un monstruo capaz de matar a sus propios hijos y después quemarlos para hacerlos desaparecer, o al menos intentarlo.
Un servidor de ustedes discrepa, con prudencia y cautela, pero también con firmeza de todas estas opiniones. El escritor Ionesco dijo: “Ir en contra de los tiempos es heroico, decirlo una locura”, quizá sea esa mi posición, pero tengo que ser coherente y honesto. Desde hace tiempo, en público y en privado, la vengo defendiendo: Bretón es un enfermo mental como la copa de un pino.
José Bretón, si todo lo que sabemos de él se confirma, es un enfermo mental grave, un sujeto desequilibrado en su personalidad y con untrastorno psíquico, que no por ser de difícil diagnóstico y objetivación, es inexistente. Además, es una persona retorcida, malévola, cutre, fracasado, probablemente acomplejado y claramente infeliz. Pero todo ello pertenece al campo de la moral y del subjetivismo de los que un psiquiatra debe huir, y que para nada son incongruentes con el diagnóstico que he tenido la osadía de hacer 'en contra de viento y marea'.
José Bretón es, al menos para mi, un 'presunto' psicótico, un 'presunto' paranoico, con una ideación delirante de venganza. 'Se la han hecho y se la van a pagar', su mujer, 'ese ser deleznable y desagradecido va a saber por fin quien es él'. 'Ahora se va a enterar de lo que es sufrir'. Eso, además de maldad, de venganza, de odio, es una idea enfermiza y patológica de revancha. Es un pensamiento distorsionado, con una fuerte carga pasional, irrebatible a cualquier racionamiento lógico y que domina y controla toda la vida del sujeto. Ese pensamiento anómalo del que está firmemente convencido le impulsa a actuar y sobreactuar contra toda lógica y sentido común. A eso se le ha llamado desde hace muchos años en psiquiatría paranoia o locura razonante.
La idea que le ronda le esclaviza, invade su psiquismo y domina su conducta. Tiene que vengarse a cualquier precio, aunque ese precio sea la destrucción de sus hijos y su propia destrucción. Raramente un psicópata actuaría de esta forma tan negativa para él, tan necia. Difícilmente se inmolaría como él lo ha hecho. ¿Qué beneficio ha obtenido Bretón de su acción? ¿Qué ha ganado con este repugnante crimen? Sólo una cosa:perpetrar su venganza, perdiendo todo lo demás.
Esa conducta es propia de un paranoico, el se considera el 'vengador justiciero', el 'perseguidor perseguido'. A lo mejor cuando mejore, si es que llega a ello, cuando se le trate, además de con la merecida privación de libertad, con los fármacos adecuados, entonces sí será capaz de darse cuenta de su atrocidad, criticarla y volver a la realidad de la que hace tiempo se ha ido.
El psicópata de verdad, no el que nos cuentan en los medios televisivos, es un sujeto mucho más astuto, todavía mas frío, insensible, incapacidad de aprender de la experiencia, incorregible por el castigo, con unatrayectoria antisocial desde la infancia que sigue durante toda la vida del sujeto, y que solo aplacará algo el paso del tiempo y el desgaste vital. Además un psicópata se mueve por una ganancia primaria, no por vengar una 'absurda y fantástica' ofensa. El psicópata elude la acción de la justicia e intenta que otro haga el trabajo sucio para salir él bien parado. Y si lo cogen, pacta con tal de salir beneficiado o lo menos perjudicado posible, pero no se empecina en mantenerla y no enmendarla, esa rigidez y obstinación solo es propia de un paranoico.
Bretón es un enfermo psíquico, pero sabe lo que ha hecho. Es consciente de la ilicitud de su conducta, tiene capacidad de comprender y entender. Sabe discernir y separar el bien del mal, no me cabe duda de ello. De lo que no estoy tan seguro es que sea realmente libre para obrar. Mejor dicho, estoy convencido que su voluntad esta mediatizada por sus pensamientos delirantes. Sus afectos distorsionan gravemente la realidad. El árbol no solo le deja ver el bosque, sino que además ha creado un nuevo bosque, irreal para todos menos para él.
Cuando toda la sociedad alarmada clama venganza -que no justicia-, hablar como lo estoy haciendo es duro, arriesgado, difícil, incluso peligroso, pero creo que es mi obligación. Me repugna el sujeto, pero me da pena su dolencia. Me da asco su conducta, pero debo entenderla y valorarla sin prejuicios ni pasión. Rechazo su actitud, pero no soy juez sino médico, y además médico psiquiatra, entrenado, preparado y formado para acercarme al misterio de la mente humana enferma, por nauseabundo que pueda parecerme.
José Bretón debe ser castigado, pero con justicia, con equidad, sin estridencias, ni mucho menos buscando la ejemplaridad. Debe recibir su merecido pero con todas las posibilidades de defensa que la ley le permite. Bretón, si se demuestra su culpabilidad en el proceso, debe pagar la deuda que ha contraído. Sólo la madre de los niños estaría legitimada, moralmente al menos, para la venganza, pero la sociedad no solo no tiene esa posibilidad, sino que debe dar muestras de que los tiempos de ley del Talión ya pasaron, y que la grandeza del derecho debe imperar siempre por mucho que nos duela, y a veces, aunque se nos parta el alma.

http://www.lavozlibre.com/noticias/blog_opiniones/39/632507/jose-breton-la-locura-razonante/1

 
Sí, hay unos cuantos, y una de las cosas con las que cuentan a su favor es que decir que hay psicópatas es razón suficiente pa que te llamen exagerado en el mejor de los casos, cuando no te lo acaban llamando a tí jajajaj por decirlo

eso y la idea de psicótapa y la plantilla de lo que se supone hacen, que pasa por atestarte con un hierro en la cabeza y meter los restos en en congelador. si no, no psicópata

y después que afortunadamente no todo el mundo ha tenído la gran oportunidad de tratar a uno

yo me hago el harakiri al ver a lo que deben de ser psicópatas, muy de manual y a los perjudicados en mayor o menor grado escucharles decir que "es un poco raro" "es mu malo porque me tiene envidia" "es que tiene mal genio"

y todo esto cuando ya era obvio y les salpicaba. por supuesto si las chifladuras y el comportamiento tóxico en extremo no les perjudica, nada. así es todo. un clásico

Exacto, Helen.
Ahí es cuando en la "sabiduría popular" se mezclan los conceptos "psicópata" y "enajenado mental" y ahí también es cuando yerran... La mayoría de la gente confunde el estar pá allá, el irse de la pinza, el que igual baila y canta una jota en un entierro o se corta las venas en una boda, con un psicópata... Craso error. Nada que ver. El verdadero no monta numeritos, es muy coherente cuando habla con terceros, inteligente, alguno con una vida casi ejemplar.. un primor, vaya. Pero en algún momento los que los conocen de cerca ven algo anormal, algo que no cuadra. No sabía muy bien como describirlo. Voy a poner un ejemplo muy simple: Toda la vida un supuesto psicópata ha afirmado que un determinado jersey es de color gris, y lo ha afirmado rotundamente incluso delante de terceros, un día esta persona me dice que es negro. ¿¿Como?? ¿Pero si decías que era gris? Y yo veo que es gris. Y el mundo ve que es gris, además él en un determinado momento lo afirmó categóricamente... Pero tratará de convencerte de que, por no ser blanco el jersey es negro. Y encima es negro porque tú un día hiciste una lavadora con ropa negra y tiñó, aunque al jersey no le haya pasado absolutamente nada. Y no dudes por un momento que te lo hará creer, de un modo más o menos inteligente, o de un modo más o menos violento... Por tu culpa, el color gris ni existe. Y le da igual que trates de convencerlo, llores, que te arrodilles o que te hagas un Harakiri porque sepas que tienes razón y él ¿miente?... Un psicópata no tiene sentimientos. No empatiza. Yo siempre digo que un psicópata actúa como un jugador de ajedrez a la hora de jugar (con todo mi cariño a los jugadores de ajedrez y salvando las claras distancias que hay), pero sí, tiene mantiene una actitud fría y muy estratega. Si es inteligente y malvado en grado superlativo, será maquiavélico.

Y entrando en el caso, hay una cosa que veo muy clara en el tiparraco éste de Bretón: sus ojos. Inquietos, demasiado inquietos. Su mirada es demasiado inquieta, no concuerda con su lenguaje corporal, con sus gestos... ¿Alguien sabe su fecha de nacimiento, por casualidad? Es para confirmarme una sospecha...

Bueno, y ahora pido perdón por mis rollos macabeos de psicología de cuarta. Pero con los años conoces gente y ves en algunos de ellos muchos nexos de unión con el comportamiento de éste tipo y como dices Helen, esas cosas no puedes expresarlas cara a cara porque al final la psicópata eres tú. :a33:
 
Exacto, EVASANUM, la gran mayoría de psicópatas viven perfectamente integrados en la sociedad, pagan sus impuestos, saludan a su vecino, salen con amigos, trabajan, hacen deporte, pero no tienen sentimientos, solo los disimulan para parecer normales y como parecen personas normales nadie piensa que puedan ser psicópatas. Dicen que muchos políticos, policías y militares son psicópatas y que nadie se lo tome como un insulto. Es una forma de ser, una personalidad diferente a la de las personas que sí tienen sentimientos y son capaces de ponerse en el lugar de otra persona.

CENICIENTA, es muy posible que este monstruo de Bretón también tuviese otras patologías además de su falta de sentimientos.
 
SOYHELENA Sí, hay unos cuantos, y una de las cosas con las que cuentan a su favor es que decir que hay psicópatas es razón suficiente pa que te llamen exagerado en el mejor de los casos, cuando no te lo acaban llamando a tí jajajaj por decirlo

eso y la idea de psicótapa y la plantilla de lo que se supone hacen, que pasa por atestarte con un hierro en la cabeza y meter los restos en en congelador. si no, no ps

en este caso la única certeza es la incompetencia/dejadez de la ciencia forense que no es capaz de determinar tan siquiera el adn de unos huesos ó hacer un perfil a los sospechosos involucrados en el mismo, algo que debiera quedar sujeto y descartado el primer dia de investigación.

todos los ingresos generados por el sensacionalismo tan insistente de la cadena basura telecinco bien podían haberlos dedicado a contratar algún experto que de forma independiente despejara dudas, dado que el gobierno español a través de sus instituciones no es capaz de resolver ni tan siquiera algo tan nimio como diferenciar huesos humanos ó de animales, hete aquí que montan debates con todologos que no aportan nada concreto e incluso psiquiatras especializados escriben artículos suponiendo ó presuponiendo diagnósticos a tenor de cualquier dato incierto y contradictorio que difunde telecinco.

lamentable que se reduzca a eso, a los intereses del medio berlusconi.
 
AHORA MISMO ESTÁN PASANDO EN "EL GRAN DEBATE" UNA ENTREVISTA QUE LE HICIERAN HACE 5 AÑOS A LA FORENSE QUE COMETIÓ ERROR JOSEFINA

El caso Ruth y José, paso a paso


Diez meses después de la desaparición de los niños, el caso podría estar a punto de resolverse






MANUEL J. ALBERT Córdoba 27 AGO 2012 - 05:00 CET68
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Policías y personal del juzgado en la finca de Las Quemadillas (Córdoba) en junio. / F. J. VARGAS



Casi 11 meses después de la desaparición de Ruth y José en Córdoba, el caso podría estar a punto de resolverse de forma sorprendente y fatal. A pesar de que su padre, José Bretón, sigue manteniendo que perdió a los chiquillos en un parque de la ciudad, un nuevo análisis de los restos óseos que se encontraron en una finca familiar en los primeros momentos de la investigación y que se atribuyeron a roedores, podrían pertenecer en realidad a los dos niños de seis y dos años desaparecidos el 8 de octubre de 2011. La madre de los niños, Ruth Ortiz, siempre ha creído que su marido asesinó a sus hijos como venganza por su intención de separarse de él. Este es el relato de los hechos, basado en los autos judiciales, las pesquisas policiales y las informaciones publicadas.

La separación


En su auto de instrucción el juez escribe que la tarde del jueves 15 de septiembre, Ruth Ortiz le dijo a su marido "que ya no le quería y que ya no estaba bien con su relación". Una vez instalado en casa de sus padres en Córdoba, José accedió al régimen de fines de semanas alternos como fórmula de visitas a sus hijos. La primera vez que fue a por los hermanos —del 23 al 25 de septiembre— les lleva a una vivienda no determinada de Córdoba. El escrito señala que Bretón "les comentó que era una sorpresa y que allí iría a vivir toda la familia, incluida la madre".

La venganza


A pesar de estos extraños planes, el juez considera que Bretón seguía gestando una represalia en caso de que las intenciones de divorciarse de Ruth siguiesen. Ese es el principal móvil que plantea Lainz. En varias conversaciones con su familia más cercana, el procesado llega a demostrar una actitud de venganza "siendo especialmente significativo el episodio acontecido en el cumpleaños de la niña [Ruth], donde da a entender a familiares del entorno de la esposa que tenía intención de causar un grave daño a su mujer", dice el auto.

El plan


El juez recalca que Bretón, "obsesionado por el hecho de haber visto romperse su esquema de vida familiar, comenzó a idear la posibilidad de causar un daño grave a su esposa como represalia a su decisión". El lugar donde trazaría sus planes "durante noches enteras" es la finca que los padres del procesado tienen en Las Quemadillas, una urbanización a las afueras de Córdoba. El magistrado señala que Bretón va al lugar al menos 11 veces entre "el 15 de septiembre y el fin de semana del 7 al 9 de octubre". Un vecino testificó que varias noches vio luz encendida en la casa de Las Quemadillas. "Estuvo ideando la estrategia para, aprovechando que estaban sus hijos en su compañía, hacerlos desaparecer, bien solo, bien con la posible participación no comprobada de terceras personas".

El experimento


Paralelamente, el encartado realiza un morboso experimento con sus sobrinos, el 6 de octubre, para saber "cuál sería la actitud de dos niños a quienes se dejara solos durante un determinado espacio de tiempo(...) incorporando esta experiencia a la actitud que tendría que representar la tarde del sábado 8 de octubre", destaca Lainz. Bretón también le preguntó a un policía amigo suyo sobre las medidas de seguridad con las que contaba la Ciudad de los Niños. En esa conversación no salió a relucir una cámara de seguridad a la entrada del centro lúdico. Dicha cámara es la que, según el juez, terminaría por dar al traste con la coartada que Bretón iba a tratar de urdir.

El viaje


El padre de los niños "se obceca" en recogerlos el 7 de octubre
, a pesar de que Ruth le había propuesto cambiar la fecha para que Bretón pudiese asistir a la boda de su mejor amigo y al bautizo de su sobrino. Así, el viernes 7 de octubre, Bretón recogió a sus hijos en la casa de la abuela materna en Huelva. Entonces, hizo algo raro: puso sus maletas en el asiento delantero derecho. Según el juez, "para que la abuela no pudiera ver que en el interior, el encartado portaba una serie de objetos no determinados, entre ellos posiblemente más sábanas de las encontradas posteriormente en el coche, destinados a dar cumplimiento a su fatal designio". "La razón de la ocultación no puede ser otra que llevaba dentro todo el dispositivo de objetos destinados a dar cumplimiento a su atroz designio criminal".

Las flores

Aprovechando su estancia en Huelva, Bretón decidió redactar una extensa carta a su esposa en la que trataba a toda costa de solicitarle la reanudación de la relación. Se la entregó la víspera de la desaparición de sus hijos, junto a unas flores. Aconsejada por su psicólogo, Ruth no respondió.

La exnovia


De regreso en Córdoba, Bretón deja a sus hijos en casa de su hermana y, sin se sepa por qué, acude de nuevo a Las Quemadillas. Allí hará una de las cosas más extrañas. Justo cuando espera respuesta de Ruth, decide llamar a una exnovia. Para el juez, "no puede determinarse exactamente si dedicó todo el tiempo que estuvo allí a preparar su propósito del día siguiente"

La coartada


De regreso en Córdoba, el juez mantiene que Bretón plantea a sus hermanos una visita para el día siguiente —sábado— al área recreativa la Ciudad de los Niños, afirmando que antes había quedado para comer con unos amigos, "pese a que no había quedado con nadie ni tenía intención de hacerlo", añade Lainz. Según Lainz, Bretón quiere "hacerse ilocalizable durante todo el mediodía y la tarde, facilitando la preparación y ocultación de su plan; mientras que daba forma al lugar elegido para simular la pérdida de sus hijos: la Ciudad de los Niños".

Un desconocido


La mañana de autos, Bretón lleva a sus hijos a casa de su hermana y se hace con las llaves de su coche Kia Picanto. Se marcha con este a Las Quemadillas. Del vehículo "sale aparentemente junto a otra persona cuya identidad no ha podido ser determinada". Tampoco se sabe por qué fue allí "pero muy probablemente estuviera directamente relacionado con su propósito de hacer desaparecer a sus hijos", asegura el escrito judicial.

A la carrera


A su vuelta, Bretón y sus hijos regresan brevemente a la casa de los abuelos paternos. Tras cuatro minutos, se marchan en el coche de Bretón rumbo a la parcela. Es la última vez que se ve a los pequeños. En el camino, Bretón comprueba que ha desconectado la localización de su iPhone Latitude. Dos minutos después de cerrar la cancela llama por última vez a su esposa. Ella no responde. El juez no descarta que para entonces ya se hubiese deshecho de los niños, pero lo ve poco probable.

La desaparición


En Las Quemadillas, Bretón desactivó las aplicaciones vía Internet de su móvil para no ser localizado. Entre las 13.48 y 17.30 no hay constancia de que saliera con su coche de la parcela. El magistrado contempla que Bretón aprovechara el lapso para plagar de pistas falsas el escenario; y el posterior trayecto hacia la Ciudad de los Niños "para lograr deshacerse" de Ruth y José.

Las pesquisas


Desde la Ciudad de los Niños, Bretón llamó a las 18.41 al servicio de emergencias, alertando de la desaparición de sus hijos. Antes, ha cruzado numerosas y confusas llamadas con sus dos hermanos y una con su madre -que ambos niegan-. 90 minutos después, denuncia la pérdida de sus hijos en comisaría. Será interrogado numerosas veces.

Los primeros rastreos


El parque es rastreado las primeras horas. Pero pronto queda claro que los niños no están allí. Desde los primeros días, las pesquisas se centran en la finca de Las Quemadillas, en el extrarradio. Los efectivos de la policía aumentan con refuerzos de especialistas en Homicidios provenientes de Sevilla y Madrid, que entran y salen de la finca. Finalmente, se hace cargo de las investigaciones la Unidad de delincuencia Especializada y Violenta (UDEV). También se rastrea una zona próxima del Guadalquivir. En esa primera semana tras la pérdida de los pequeños, todavía no hay ni imputados ni detenidos.

Frío y distante


A los investigadores, que llevan días interrogando a Bretón sin resultado, les sorprende la frialdad y distanciamiento con que el padre afronta la angustiosa desaparición de sus hijos. Se muestra impasible en las largas jornadas en que se busca a los chiquillos en la finca de Las Quemadillas. La inconsistencia de su versión y las contradicciones en las que cae al enfrentarse con los registros de sus llamadas y las cámaras de vídeo vigilancia que le registran ese día hacen que, finalmente, Bretón sea detenido.

La detención de Bretón


Veinte días después de la pérdida de Ruth y José, la policía detiene a su padre. Los investigadores consideran a Bretón sospechoso de esta extraña desaparición y creen que los menores podrían estar muertos y enterrados en la finca familiar de Las Quemadillas. La policía nunca ha confiado en su versión y ha detectado sombras en el relato del padre, sobre quien han centrado todas las pesquisas. Cámaras de vigilancia situadas en los alrededores de la finca y en el parque mismo, no recogen imágenes de los niños. Tampoco hay testigos que sitúen al padre con sus hijos allí. La policía cree que Ruth y José nunca llegaron allí.

De la reconstrucción a la prisión

Para aclarar sobre el terreno la versión de Bretón, el juez de instrucción José Luis Rodríguez Lainz decide el 21 de octubre hacer una reconstrucción en el parque Cruz Conde con el propio Bretón. El hecho se convierte en un circo, con decenas de periodistas registrando el momento y vecinos insultando al detenido. Por primera vez, Bretón aparece en público. Está tranquilo y sereno. Solo unos cuantos policías les separan de cámaras y público. Finalmente, Lainz envía a prisión incondicional al padre de Ruth y José, acusado de detención ilegal cualificada por desaparición de menores (secuestro) y simulación de delito.

Las Quemadillas


Casi desde el primer momento, la policía centra su búsqueda en la finca familiar de Las Quemadillas y su entorno. La casa de los abuelos paternos, en la capital y algunas graveras y canteras también son rastreadas. Pero las pesquisas se centran en las dos casa y la huerta de los padres de Bretón. La prospección se realiza con perros adiestrados y un georradar, que permite radiografiar el inmueble sin necesidad de tirar tabiques o levantar el suelo.

¿Huesos de animal o de humano?


Los perros detectaron los primeros días restos orgánicos calcinados en una fogata reciente. Se teme lo peor. Pero los informes señalan que los huesos no son humanos. La fogata sigue obsesionando al juez. En sus pesquisas descubrirá que Bretón compró días antes de la desaparición de sus hijos 140 litros de gasoil poco antes de la desaparición. Además, también se hizo con dos cajas de pastillas relajantes Orfidal y Motiván, cuyo uso nunca quedó claro, aunque se sospechó que pudiese haberlos usado contra sus hijos.

Sin resultado


La búsqueda de georradar se repite varios días sin avances. Hasta enero, la policía regresará periódicamente a la finca y a los alrededores para buscar en colectores de la zona, en las alcantarillas y en la orilla del Guadalquivir a su paso por la zona. Cinco meses después de la detención, analizan de nuevo el coche de Bretón y se lo llevan para nuevas reconstrucciones. No parece que haya avances en la investigación en cuanto a la localización de los pequeños, pero sí le queda claro al juez que la versión de Bretón es inconsistente. En julio, los investigadores regresan a la parcela. Siguen abriendo la casa y los huertos en busca de un zulo donde Bretón pudiese haber escondido a los pequeños. No se encuentra nada.

Los tiempos no cuadran


La discordancia de tiempos y de hechos se repite en varios episodios, pero en su auto del 17 de febrero, Rodríguez Lainz destaca uno. Cuando Bretón, tras salir de la parcela —donde había hecho una fogata inmensa mientras sus hijos, afirma Bretón, dormían durante horas sin haber comido todavía— se dirige al parque sin llamar a su hermano, con el cual, en principio, había quedado. El móvil registra un mensaje del hermano de Bretón a las 18.08. El acusado afirma que en ese momento estaba en su coche —con sus hijos— aparcado en la avenida Pintor Espinosa, junto al parque Cruz Conde. A las 18.18 es él quien llama a su hermano para decir que está cerca la Ciudad de los Niños (un parque adyacente al primero) y que ha perdido a sus hijos. Habrían recorrido los tres a paso rápido un gran trecho para salvar ambos puntos. "Las distancias son tan largas para niños de tan corta edad [dos y seis años], que el tiempo pasado debería ser más bien el indicado por el mismo de al menos unos 20 minutos. “El tiempo, simplemente, no cuadra", zanja el juez.

Un manipulador


En esas fechas, el juez permite el acceso a la defensa los distintos informes psicológicos que se le han practicado al padre de los niños. En estos informes se ponía de manifiesto que no padece ningún trastorno mental, tiene un coeficiente superior a la media y una personalidad marcada por “rasgos excesivos de manipulación”.

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/08/27/actualidad/1346036457_915653.html




 
El error de Josefina

Albert Castillón | 31/08/2012
Los periodistas no inventamos noticias, pero sí repetimos conceptos aprendidos en el argot profesional sin ponerlos en duda y en ocasiones pueden no ser ciertos. Entre los compañeros de la crónica negra uno de esos conceptos es que en nuestro país tenemos una de las mejores policías del mundo. Josefina, un médico que realizó un curso de especialización de medicina forense y que entró en la policía científica en 1996, ha puesto en duda con su error de diagnóstico, la veracidad de esa afirmación.Fue Josefina quien confundió los huesos de los niños de Córdoba con los de un roedor y un perro, algo que a cualquier forense no le hubiese sucedido con un análisis a simple vista. La opinión pública indignada pide dimisiones y que Josefina sea expulsada del cuerpo. Han sido nueve meses de incertidumbre para la madre de los niños, nueve meses buscando restos ya encontrados con la tecnología más avanzada, miles de euros mal gastados y mucho sufrimiento que se podrían haber evitado simplemente con un trabajo bien hecho. Pero ¿cómo recogió y analizó las muestras Josefina? Aquel día en la finca de los abuelos, se encontraba junto a los restos de la hoguera José Bretón mientras la forense analizaba y recogía sin saberlo, los restos óseos de sus hijos en el jardín. Bretón, que sí sabía qué huesos estaba recogiendo, lejos de sentirse presionado o conmovido por la escena, bromeabacon la policía, incluso se ofreció para repartir unas botellas de vino entre los presentes, como si quisiera celebrar el hallazgo de los huesos de sus hijos. Su actitud era tal que Josefina no podía creer que su hallazgo era algo importante. Además Josefina meses antes había analizado huesos de animales cuyos restos eran aparentemente iguales a los encontrados. Todo ello le llevó a equivocarse, aunque lo que más influyó en su grave error fue la presión recibida por sus mandos policiales. Cuando una investigación policial se sigue a diario en todas las cadenas de televisión, se convierte en un espectáculo que atrapa la atención del ciudadano, éste presiona al político responsable de los cuerpos policiales buscando al culpable y el político aprieta las tuercas a los mandos policiales. Para los medios de comunicación la búsqueda de estos dos niños se convirtió en una suerte de “serial” televisivo con todos los componentes: divorcio, malos tratos, envidias, amantes, dinero, amor y odio entre dos familias rotasy dos niños usados por un padre psicótico. Josefina es la pieza fundamental del error, pero no la única pieza de un rompecabezas que ahora nos hace dudar de otros análisis de la policía científica que certifican la prisión o la libertad de un sospechoso y la vida o la muerte de una víctima. Descansen en paz los niños de Córdoba y también las presiones y la falta de medios de los cuerpos policiales en España.

http://blogs.lavanguardia.com/el-dardo/el-error-de-josefina/

 
Saber que es un psicópata es muy fácil. Sirve leer cualquier página de Inernet. Es una definición muy clara. Las otras enfermedades mentales son mas discutidas.
La Josefina ésta debe ser expulsada de su trabajo, el error es demasiado grande. Por lo dmeas, basta de morbo, por favor !!!!!

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No haber querido tener hijos, no haber querido casarse no abre la posibilidad a NINGÚN SER HUMANO SANO maltratar a unos niños. Es estúpido echar la culpa a la madre, es de mala leche.
 
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