Claustrofobia: tratamiento y recomendaciones para superarla

Registrado
3 Jun 2017
Mensajes
53.692
Calificaciones
157.982
Ubicación
España
como-superar-la-claustrofobia-620x350.jpg

Claustrofobia: tratamiento y recomendaciones para superarla


Compartido por
Psicopedia.org



La claustrofobia es un trastorno relacionado con el temor a permanecer en los espacios cerrados, y en particular a las consecuencias catastróficas que el sujeto anticipa en ese tipo de situaciones.

Es muy común en las sociedades desarrolladas y, en los últimos años se han multiplicado los casos diagnosticados. En este artículo te explicamos con más detalle en qué consiste y te damos algunos consejos que te enseñarán cómo superar la claustrofobia.

Contenido del artículo [ocultar]

Qué es la claustrofobia
La claustrofobia se clasifica dentro de la categoría genérica de los trastornos de ansiedad, teniendo la consideración de fobia específica, en particular de tipo situacional. Se da ante espacios cerrados, como una habitación, un ascensor, una cueva, un coche o un vagón de metro, en los que el sujeto anticipa una consecuencia negativa o un malestar físico importante.


Es necesario indicar que cada persona afectada vive la claustrofobia de forma diferente. Algunas personas presentan el miedo cuando se enfrentan a determinados lugares concretos, mientras que para otras personas el miedo es mucho más generalizado, pudiendo llegar a presentarse ansiedad anticipatoria, es decir, previa a la propia exposición.

Para tratar correctamente la claustrofobia, conviene conocer sus causas y la sintomatología asociada porque, en ocasiones, puede confundirse y asociarse con otros trastornos.

Cómo se manifiesta la claustrofobia
La sintomatología asociada a la claustrofobia es variada y muy similar al del resto de fobias específicas. Generalmente se produce una activación fisiológica característica de la ansiedad que incluye la sensación de opresión en el pecho, falta de aire, palpitaciones, náuseas, sudoración fría, temblores, mareos, respiración acelerada y un aumento significativo de las pulsaciones.


Por otra parte, se produce también la típica conducta de evitación, propia del resto de fobias específicas. En este caso se evitan los espacios cerrados, llegándose a situaciones del todo irracionales, como subir diez pisos por la escalera para no utilizar el ascensor, o hacer varios kilómetros a pie para no tomar el tren. Y también conductas de seguridad, como permanecer junto a las puertas de salida, o asegurarse de no entrar solo en un ascensor.

Se trata de una fobia muy común. Según los últimos estudios alrededor del 5% de la población ha padecido claustrofobia en mayor o menor medida, siendo muy característico que, con el tiempo, se vaya produciendo una generalización del miedo desde los espacios inicialmente temidos a otros contextos diferentes.

Causas de la claustrofobia
En la mayoría de los casos, la claustrofobia se manifiesta porque nuestra psique rememora un episodio traumático de estas características. Antes se creía que estas experiencias negativas eran relevantes sólo si se originaban en la infancia, pero la investigación ha demostrado que no es así y que el detonante del trastorno puede darse en cualquier momento del ciclo vital.

Sin embargo, también es perfectamente posible llegar a padecer este trastorno sin experiencias negativas previas, simplemente por imitación o aprendizaje vicario, por predisposición genética o por determinadas características fisiológicas relacionadas con la amígdala.


Tratamiento y recomendaciones
Para establecer el tratamiento de la claustrofobia, es fundamental saber en qué grado se presenta. En los casos de claustrofobia menor es posible que la persona, haciéndose consciente del trastorno y adoptando ciertos hábitos positivos de conducta, supere estos contratiempos. Si no es posible, será necesario recurrir a la psicoterapia y al tratamiento farmacológico como ayuda complementaria.

El tratamiento psicológico de la claustrofobia va a depender de las diferentes corrientes psicológicas desde la que se aborde el problema, siendo las técnicas más habituales las siguientes:

Inundación
Se trata de una forma de tratamiento por exposición, donde la persona está expuesta a su disparador fóbico (en este caso los lugares cerrados) hasta que pasa el ataque de ansiedad. La experiencia de haberse enfrentado a la situación temida sin haber sufrido ningún daño real suele ser una forma poderosa de terapia.

Recomendación: De esta técnica terapéutica puede extraerse una recomendación práctica de efecto inmediato, que consiste en asumir una estrategia constante de enfrentamiento a la situación temida. Si no fuera posible hacerlo de forma directa, puede establecerse una jerarquía de situaciones amenazantes al objeto de enfrentarse a ellas de forma progresiva.

Contracondicionamiento y desensibilización
Si el sujeto tiene demasiado miedo para intentar una inundación, entonces el contracondicionamiento puede ser una opción razonable. A la persona se le enseña a utilizar técnicas específicas de relajación y visualización que debe aplicar en el momento en que experimenta ansiedad relacionada con la fobia.

El desencadenante fóbico (en este caso la situación estresante) se introduce de forma progresiva, mientras la persona se concentra en lograr la relajación física y mental. Se produce con ello un efecto conocido como desensibilización.

Recomendación: De esta proceso podemos extraer una muy útil recomendación, consistente en aplicar técnicas previamente aprendidas de relajación, respiración o visualización antes de enfrentarnos a la situación temida de forma progresiva.

Modelado
El modelado es una técnica terapéutica en la que el sujeto observa a otras personas confrontar el disparador fóbico sin miedo y sin consecuencias, lo que genera una confianza suficiente para imitar la conducta.

Recomendación: Es muy útil iniciar cualquier proceso de extinción del miedo valiéndose de personas de confianza que nos acompañen en los primeros enfrentamientos de las situaciones temidas. También resulta útil simplemente mirar cómo otros afrontan ese tipo de situaciones, ya sea en el contexto real o visualizando escenas previamente grabadas.

Reestructuración cognitiva
Consiste básicamente en la identificación y confrontación de los pensamientos anticipatorios, normalmente irracionales, que provocan los sentimientos de miedo, con el objetivo de cambiarlos por pensamientos más ajustados a la realidad de la experiencia vivida.


Recomendación: Aunque la reestructuración cognitiva es un proceso sistemático que requiere de la supervisión de un terapeuta cualificado, es recomendable intentar identificar los pensamientos que nos impiden enfrentar la situación temida, tratando de buscar otros pensamientos alternativos que los sustituyan.


Tratamiento farmacológico
Como se dijo anteriormente, existen casos en los que es necesario aplicar tratamiento farmacológico, en especial cuando el miedo es tan grande que le impide al paciente realizar sus actividades ordinarias con normalidad.

En general se prescriben ansiolíticos y antidepresivos, que deberían en cualquier caso administrarse al mismo tiempo que se sigue un proceso psicoterapéutico.

Recomendación: En estos casos, la mejor recomendación que podemos darte es que acudas a un médico cualificado y evites siempre automedicarte.

Conclusión
Ahora que conoces estos datos tendrás más herramientas para saber cómo superar la claustrofobia. Este fenómeno es más habitual de lo que parece y simplemente necesitas saber en qué estado te encuentras para realizar el tratamiento adecuado.


A veces, será suficiente con las recomendaciones y pautas de comportamiento que te hemos facilitado, mientras que, en otros casos, necesitarás ayuda profesional.
http://psicopedia.org/7757/claustrofobia-como-superarla/
 
Muy bien por poner la información pero me gustaría leer historias de personas que la padecen, a ver si alguna ha conseguido superar ese miedo...

Empiezo contando la mía.

Cuando era adolescente tuve la mala suerte de quedarme encerrada en un ascensor, fueron muy pocos minutos y ni siquiera hizo falta el servicio técnico ya que después de ese ratito volvió a funcionar con normalidad. No obstante, esos pocos minutos hicieron algo en mi mente que me cambió para siempre. Después de eso, desde la adolescencia hasta antes de la pandemia fui sobrellevando el meterme en los ascensores y aunque sentía ansiedad, conseguía subirme. Sin embargo, como en pandemia pasamos tanto tiempo encerrados y no tuve que enfrentarme a ese miedo, al volver a salir y volver a tener que subirme fui totalmente incapaz. Desde ese tiempo no he podido utilizar ninguno, van ya casi cuatro años.
Entre medias he sido madre, imaginad qué cristo para subir y bajar con el carro, los niños, la compra etc. Es hasta tal punto que llega mi miedo, que prefiero pasar vergüenza con los vecinos. Tb cuando me hicieron la cesárea preferí bajar andando las escaleras al darme el alta... y así tengo un sinfín de anécdotas. Ha llegado un punto que se me ha generalizado el miedo y ya tengo claustrofobia en los autobuses o en los baños de los bares.
Me gustaría buscar remedio porque me siento inútil pero es muy superior a mí.

A alguien más le pasa?? Como lleváis el día a día??

Pd. Una vez leí un artículo que decía que las personas con claustrofobia tienden a medir mal las distancias y por eso son más propensas a padecer la fobia. No sé si era algo neuronal o relacionado con el campo visual. Tiene sentido porque cuando conduzco siempre pienso que no paso por los sitios por los que cabría un tráiler.
 
Muy bien por poner la información pero me gustaría leer historias de personas que la padecen, a ver si alguna ha conseguido superar ese miedo...

Empiezo contando la mía.

Cuando era adolescente tuve la mala suerte de quedarme encerrada en un ascensor, fueron muy pocos minutos y ni siquiera hizo falta el servicio técnico ya que después de ese ratito volvió a funcionar con normalidad. No obstante, esos pocos minutos hicieron algo en mi mente que me cambió para siempre. Después de eso, desde la adolescencia hasta antes de la pandemia fui sobrellevando el meterme en los ascensores y aunque sentía ansiedad, conseguía subirme. Sin embargo, como en pandemia pasamos tanto tiempo encerrados y no tuve que enfrentarme a ese miedo, al volver a salir y volver a tener que subirme fui totalmente incapaz. Desde ese tiempo no he podido utilizar ninguno, van ya casi cuatro años.
Entre medias he sido madre, imaginad qué cristo para subir y bajar con el carro, los niños, la compra etc. Es hasta tal punto que llega mi miedo, que prefiero pasar vergüenza con los vecinos. Tb cuando me hicieron la cesárea preferí bajar andando las escaleras al darme el alta... y así tengo un sinfín de anécdotas. Ha llegado un punto que se me ha generalizado el miedo y ya tengo claustrofobia en los autobuses o en los baños de los bares.
Me gustaría buscar remedio porque me siento inútil pero es muy superior a mí.

A alguien más le pasa?? Como lleváis el día a día??

Pd. Una vez leí un artículo que decía que las personas con claustrofobia tienden a medir mal las distancias y por eso son más propensas a padecer la fobia. No sé si era algo neuronal o relacionado con el campo visual. Tiene sentido porque cuando conduzco siempre pienso que no paso por los sitios por los que cabría un tráiler.
Lamento mucho que te pasara eso y también lo entiendo. A mi de pequeña me encerraron en un baño unas niñas que se metían conmigo y aunque el conserje tardó pocos minutos en sacarme desde entonces sufro al entrar en baños y o habitaciones sin luz solar, como ascensores. También me pasa que sufro mucho cuando no salgo de casa en todo el día.
 
Back