Azul y Rosa,Jaime Peñafiel.Sábado 11 de Noviembre de 2023.

Registrado
4 Dic 2012
Mensajes
14.493
Calificaciones
111.228
El Mundo Orbyt.
MI SEMANA
JAIME PEÑAFIEL
11/11/2023

CHSSS...
LA CORBATA COMO SEÑA DE IDENTIDAD
YA VUELVE LETIZIA DONDE SOLÍA
MES DE CUMPLEAÑOS​


Descubra Orbyt
  • Disminuye el tamaño del texto
  • Aumenta el tamaño del texto
  • Imprimir documento
  • Comparte esta noticia
  • twitter
Aunque es difícil superar la columna del compañero Ángel Antonio Herrera en ABC con el título La corbata iba por dentro, lo voy a intentar escribiendo hoy, no sobre las corbatas del desaparecido Carrascal “psicodélicas o lisérgicas”, según Ignacio Camacho, sino clásicas y como una de las señales de identidad de mi vida desde que tenía cinco años. A causa de ellas tuve que afrontar, que no sufrir, bullying en el colegio de los Maristas de Granada donde estudiaba. Cierto es que ver a un niño encorbatado a esa edad no era normal sino repelente. Pero heredé esta costumbre de mi padre, que era un gran señor amén de un magnífico ingeniero y a quien nunca vi sin corbata. La llevaba puesta incluso en casa. Yo le copié hasta la forma de hacer el nudo. Nada que ver con el vulgar y clásico windsor. Es tan original que incluso le sedujo al Rey Juan Carlos cuando, en uno de los numerosos viajes por el extranjero en los que le acompañé, me pidió se lo hiciera.
Confieso que, al igual que mi padre, yo salgo todos los días del cuarto de baño con la corbata ya puesta. Y en el campo también la llevo. De no hacerlo me siento desnudo. Soy consciente de que voy a contra corriente. Porque cada vez que entro en un restaurante, no solo de cinco tenedores, sino medio, la única corbata que veo es la mía. En esos momentos, me acuerdo de Horcher, un emblemático y lujoso restaurante madrileño de la aristocrática calle Alfonso XII, donde no solo la americana era obligada, sino que también exigían corbata. En caso de no llevarla te la facilitaban de un amplio surtido que para estas ocasiones tenían.
Pero las normas en cuanto al código en el vestir están en extinción. Aunque el llamado dress code existe, hoy las corbatas han dejado de ser una seña de identidad social, posiblemente se debe a una dismorfia corporal o defecto en la apariencia y baja estima personal a la hora de vestir. Y aunque no existe ningún código y se puede utilizar cualquier indumentaria con la que te sientas cómodo, no puedo por menos recordar las palabras que sobre el particular escribía Charles Dickens: “Cualquiera puede estar lleno de animación y de buen humor cuando va bien vestido. No es ningún mérito”.
Fue el 14 de mayo de 2004, cuando Felipe y Letizia, siendo todavía novios, viajaron a Dinamarca para asistir a la boda del príncipe heredero, que todavía lo sigue siendo, Federico y Mary Donaldson. La reina Margarita, de 82 años, es la única mujer en el trono después de que la reina Isabel de Inglaterra falleciera el 8 de septiembre de 2022, a los 96 años, tres meses después de celebrar su 70 aniversario en el trono, frente a los casi 52 de la reina danesa que lo es desde el 15 de enero de 1972. Aquel viaje será recordado no solo por ser la puesta de largo de Letizia ante el mundo, como escribía Olga Pérez en Semana, sino, sobre todo, ante el mundo de la realeza y por el fabuloso y espectacular vestido rojo marcando su figura que supuso la consagración internacional del gran modisto Lorenzo Caprile. Con aquel modelo Letizia tal parecía una estrella de Hollywood y el color del vestido fue conocido desde entonces con el nombre rojo Caprile.
Peinada con un moño de ondas al agua y con unas joyas de altura prestadas por la Reina Sofía: un juego de pendientes de rubíes y sendos broches de brillantes prendidos a ambos lados del sensual escote. Pero no fue el único de Caprile que lució. Para el concierto previo a la boda de los príncipes daneses Letizia llevó un maravilloso corpiño con gran escote bañera que resaltaban los hombros que ya gustaba de lucir.
Ignoro si Letizia se habrá sentido cómoda en esta visita, que ha coincidido con la publicación en Lecturas de las polémicas fotos de Federico de Dinamarca y Genoveva Casanova juntos en Madrid. Según Mábel Galaz, autora del libro Letizia real, a la Consorte española “no le gusta relacionarse con la realeza. Le interesa más la política que las tiaras”. Ella está completamente fuera del club de las llamadas royals, pero bien que le ha gustado lucir las joyas más importantes de la Casa Real española. Ni quiere estar ni le interesa. Aunque dicen que con quien mejor comunica es con la reina Máxima de los Países Bajos. Y con la que peor, con Victoria de Suecia, olvidando que tanto Mary de Dinamarca como Mette-Marit de Noruega, al igual que la reina holandesa, son todas ellas de origen plebeyo, palabra que no me gusta utilizar por ser demasiado clasista.
El presente mes de octubre pasará al recuerdo como el mes de los cumpleaños. En pocos días, por no decir horas, se celebraron dos aniversarios en la actual Familia Real española: el 18 de la heredera Leonor y el 85 de la Reina Sofía, los mismos que el Rey Juan Carlos (sí, el Rey), que nacieron en el mismo año. Aunque con una diferencia a favor de Sofía: ella los cumple el 2 de noviembre de 1938 y él, el 5 de enero del mismo año: once meses de diferencia a favor de la Emérita. ¿Dónde pasará nuestro Rey errante su aniversario?
Con todo lo que está pasando en España, sobraba el viaje a Dinamarca. (...) Y yo, también, con todo lo que está pasando, hablando de corbatas… (...) La Leti del anuncio de hamburguesas de una cadena tiene un sorprendente parecido con la Consorte real. Para eso lo han hecho. (...) Hay quien piensa que es de mal gusto utilizar a quien tanto se parece, para un anuncio. A mí no. Hasta lo hicieron de la reina de Inglaterra. (...) La primogénita y heredera de una monarquía nórdica abandona el palacio real para vivir, sola, en un apartamento de 40 metros cuadrados. ¿Lo hubiera hecho en España Leonor? (...) El soberano reinante acepta que el hijo que tuvo fuera de su matrimonio con la azafata de color se convierta en el embajador global de su país. ¡Cosas veredes! (...) Lo que faltaba: la Kardashian reivindica el pezón femenino lanzando un modelo de sujetador con pezón incluido ¿Qué hará para promocionar el coxx que tanto le gusta insinuar? (...) Recientemente coincidí en el palacio de Liria con quien fuera vicepresidenta del gobierno de Sánchez. Me hubiera gustado preguntarle si es cierto que ella diera la orden para exigirle al Emérito que se exiliara. Al menos eso le dijo mi tocayo de la Zarzuela en presencia del hijo. (...) No solo prohibió que Él pernoctara en Zarzuela, también impidió que lo hicieran los sobrinos.
m
 
Con todo lo que está pasando en España, sobraba el viaje a Dinamarca. (...)

De Felipe VI y la consorte

Y yo, también, con todo lo que está pasando, hablando de corbatas… (...)

Lo ha dicho

La Leti del anuncio de hamburguesas de una cadena tiene un sorprendente parecido con la Consorte real. Para eso lo han hecho. (...)

Aida de Sàrraga, actriz

Hay quien piensa que es de mal gusto utilizar a quien tanto se parece, para un anuncio. A mí no. Hasta lo hicieron de la reina de Inglaterra. (...)

Lo ha dicho

La primogénita y heredera de una monarquía nórdica abandona el palacio real para vivir, sola, en un apartamento de 40 metros cuadrados. ¿Lo hubiera hecho en España Leonor? (...)

Ingrid de Noruega, se ha independizado, a un apartamento en Oslo

El soberano reinante acepta que el hijo que tuvo fuera de su matrimonio con la azafata de color se convierta en el embajador global de su país. ¡Cosas veredes! (...)

Alberto de Mónaco

Lo que faltaba: la Kardashian reivindica el pezón femenino lanzando un modelo de sujetador con pezón incluido ¿Qué hará para promocionar el coxx que tanto le gusta insinuar? (...)

Ya lo veremos

Recientemente coincidí en el palacio de Liria con quien fuera vicepresidenta del gobierno de Sánchez. Me hubiera gustado preguntarle si es cierto que ella diera la orden para exigirle al Emérito que se exiliara. Al menos eso le dijo mi tocayo de la Zarzuela en presencia del hijo. (...)

Carmen Calvo Poyato, la de Cabra, Córdoba

No solo prohibió que Él pernoctara en Zarzuela, también impidió que lo hicieran los sobrinos.

La anterior
 
El Mundo Orbyt.
MI SEMANA
JAIME PEÑAFIEL
11/11/2023

CHSSS...​

LA CORBATA COMO SEÑA DE IDENTIDAD​

YA VUELVE LETIZIA DONDE SOLÍA​

MES DE CUMPLEAÑOS​


Descubra Orbyt
  • Disminuye el tamaño del texto
  • Aumenta el tamaño del texto
  • Imprimir documento
  • Comparte esta noticia
  • twitter
Aunque es difícil superar la columna del compañero Ángel Antonio Herrera en ABC con el título La corbata iba por dentro, lo voy a intentar escribiendo hoy, no sobre las corbatas del desaparecido Carrascal “psicodélicas o lisérgicas”, según Ignacio Camacho, sino clásicas y como una de las señales de identidad de mi vida desde que tenía cinco años. A causa de ellas tuve que afrontar, que no sufrir, bullying en el colegio de los Maristas de Granada donde estudiaba. Cierto es que ver a un niño encorbatado a esa edad no era normal sino repelente. Pero heredé esta costumbre de mi padre, que era un gran señor amén de un magnífico ingeniero y a quien nunca vi sin corbata. La llevaba puesta incluso en casa. Yo le copié hasta la forma de hacer el nudo. Nada que ver con el vulgar y clásico windsor. Es tan original que incluso le sedujo al Rey Juan Carlos cuando, en uno de los numerosos viajes por el extranjero en los que le acompañé, me pidió se lo hiciera.
Confieso que, al igual que mi padre, yo salgo todos los días del cuarto de baño con la corbata ya puesta. Y en el campo también la llevo. De no hacerlo me siento desnudo. Soy consciente de que voy a contra corriente. Porque cada vez que entro en un restaurante, no solo de cinco tenedores, sino medio, la única corbata que veo es la mía. En esos momentos, me acuerdo de Horcher, un emblemático y lujoso restaurante madrileño de la aristocrática calle Alfonso XII, donde no solo la americana era obligada, sino que también exigían corbata. En caso de no llevarla te la facilitaban de un amplio surtido que para estas ocasiones tenían.
Pero las normas en cuanto al código en el vestir están en extinción. Aunque el llamado dress code existe, hoy las corbatas han dejado de ser una seña de identidad social, posiblemente se debe a una dismorfia corporal o defecto en la apariencia y baja estima personal a la hora de vestir. Y aunque no existe ningún código y se puede utilizar cualquier indumentaria con la que te sientas cómodo, no puedo por menos recordar las palabras que sobre el particular escribía Charles Dickens: “Cualquiera puede estar lleno de animación y de buen humor cuando va bien vestido. No es ningún mérito”.
Fue el 14 de mayo de 2004, cuando Felipe y Letizia, siendo todavía novios, viajaron a Dinamarca para asistir a la boda del príncipe heredero, que todavía lo sigue siendo, Federico y Mary Donaldson. La reina Margarita, de 82 años, es la única mujer en el trono después de que la reina Isabel de Inglaterra falleciera el 8 de septiembre de 2022, a los 96 años, tres meses después de celebrar su 70 aniversario en el trono, frente a los casi 52 de la reina danesa que lo es desde el 15 de enero de 1972. Aquel viaje será recordado no solo por ser la puesta de largo de Letizia ante el mundo, como escribía Olga Pérez en Semana, sino, sobre todo, ante el mundo de la realeza y por el fabuloso y espectacular vestido rojo marcando su figura que supuso la consagración internacional del gran modisto Lorenzo Caprile. Con aquel modelo Letizia tal parecía una estrella de Hollywood y el color del vestido fue conocido desde entonces con el nombre rojo Caprile.
Peinada con un moño de ondas al agua y con unas joyas de altura prestadas por la Reina Sofía: un juego de pendientes de rubíes y sendos broches de brillantes prendidos a ambos lados del sensual escote. Pero no fue el único de Caprile que lució. Para el concierto previo a la boda de los príncipes daneses Letizia llevó un maravilloso corpiño con gran escote bañera que resaltaban los hombros que ya gustaba de lucir.
Ignoro si Letizia se habrá sentido cómoda en esta visita, que ha coincidido con la publicación en Lecturas de las polémicas fotos de Federico de Dinamarca y Genoveva Casanova juntos en Madrid. Según Mábel Galaz, autora del libro Letizia real, a la Consorte española “no le gusta relacionarse con la realeza. Le interesa más la política que las tiaras”. Ella está completamente fuera del club de las llamadas royals, pero bien que le ha gustado lucir las joyas más importantes de la Casa Real española. Ni quiere estar ni le interesa. Aunque dicen que con quien mejor comunica es con la reina Máxima de los Países Bajos. Y con la que peor, con Victoria de Suecia, olvidando que tanto Mary de Dinamarca como Mette-Marit de Noruega, al igual que la reina holandesa, son todas ellas de origen plebeyo, palabra que no me gusta utilizar por ser demasiado clasista.
El presente mes de octubre pasará al recuerdo como el mes de los cumpleaños. En pocos días, por no decir horas, se celebraron dos aniversarios en la actual Familia Real española: el 18 de la heredera Leonor y el 85 de la Reina Sofía, los mismos que el Rey Juan Carlos (sí, el Rey), que nacieron en el mismo año. Aunque con una diferencia a favor de Sofía: ella los cumple el 2 de noviembre de 1938 y él, el 5 de enero del mismo año: once meses de diferencia a favor de la Emérita. ¿Dónde pasará nuestro Rey errante su aniversario?
Con todo lo que está pasando en España, sobraba el viaje a Dinamarca. (...) Y yo, también, con todo lo que está pasando, hablando de corbatas… (...) La Leti del anuncio de hamburguesas de una cadena tiene un sorprendente parecido con la Consorte real. Para eso lo han hecho. (...) Hay quien piensa que es de mal gusto utilizar a quien tanto se parece, para un anuncio. A mí no. Hasta lo hicieron de la reina de Inglaterra. (...) La primogénita y heredera de una monarquía nórdica abandona el palacio real para vivir, sola, en un apartamento de 40 metros cuadrados. ¿Lo hubiera hecho en España Leonor? (...) El soberano reinante acepta que el hijo que tuvo fuera de su matrimonio con la azafata de color se convierta en el embajador global de su país. ¡Cosas veredes! (...) Lo que faltaba: la Kardashian reivindica el pezón femenino lanzando un modelo de sujetador con pezón incluido ¿Qué hará para promocionar el coxx que tanto le gusta insinuar? (...) Recientemente coincidí en el palacio de Liria con quien fuera vicepresidenta del gobierno de Sánchez. Me hubiera gustado preguntarle si es cierto que ella diera la orden para exigirle al Emérito que se exiliara. Al menos eso le dijo mi tocayo de la Zarzuela en presencia del hijo. (...) No solo prohibió que Él pernoctara en Zarzuela, también impidió que lo hicieran los sobrinos.
m
Hoy, en cuanto he empezado a leer a D. Peñazo me ha venido a la memoria este soneto de Quevedo comparando, la nariz de Góngora con su nudo de corbata... 😂😂😂

Érase un hombre a una nariz pegado,
Érase una nariz superlativa,
Érase una alquitara medio viva,
Érase un peje espada mal barbado;

Era un reloj de sol mal encarado.
Érase un elefante boca arriba,
Érase una nariz sayón y escriba,
Un Ovidio Nasón mal narigado.

Érase el espolón de una galera,
Érase una pirámide de Egito,
Los doce tribus de narices era;

Érase un naricísimo infinito,
Frisón archinariz, caratulera,
Sabañón garrafal morado y frito.

Fotografia-Jaime-Penafiel-e1614801153669-849x550.jpgimages (18).jpeg
images (19).jpeg
images (16).jpeg1042817821_4.jpg
Semejante nudo tocho, dudo que le gustara a D. Juan Carlos.

En cuanto al bullying a los cinco años por llevar corbata, le obligaría a prescindir de ella?
1042817821.jpg Se le olvida que prescindía de ella en algunas ocasiones...
14389676914982.jpg
A estas alturas, el que sufre de dismorfia corporal es el al pensar que no se puede ir bien vestido sin llevar corbata.

Y ya el remate, 🤦🤦🤦es decir que no le gusta utilizar plebeyo por ser demasiado clasista.
 
Hoy, en cuanto he empezado a leer a D. Peñazo me ha venido a la memoria este soneto de Quevedo comparando, la nariz de Góngora con su nudo de corbata... 😂😂😂

Érase un hombre a una nariz pegado,
Érase una nariz superlativa,
Érase una alquitara medio viva,
Érase un peje espada mal barbado;

Era un reloj de sol mal encarado.
Érase un elefante boca arriba,
Érase una nariz sayón y escriba,
Un Ovidio Nasón mal narigado.

Érase el espolón de una galera,
Érase una pirámide de Egito,
Los doce tribus de narices era;

Érase un naricísimo infinito,
Frisón archinariz, caratulera,
Sabañón garrafal morado y frito.

Ver el archivo adjunto 3297129Ver el archivo adjunto 3297127
Ver el archivo adjunto 3297130
Ver el archivo adjunto 3297131Ver el archivo adjunto 3297132
Semejante nudo tocho, dudo que le gustara a D. Juan Carlos.

En cuanto al bullying a los cinco años por llevar corbata, le obligaría a prescindir de ella?
Ver el archivo adjunto 3297136 Se le olvida que prescindía de ella en algunas ocasiones...
Ver el archivo adjunto 3297139
A estas alturas, el que sufre de dismorfia corporal es el al pensar que no se puede ir bien vestido sin llevar corbata.

Y ya el remate, 🤦🤦🤦es decir que no le gusta utilizar plebeyo por ser demasiado clasista.
Dismorfia corporal porque le gusta usar corbata????????

En fin.....
 
Pero donde ha dicho el eso?

No dice si no se utiliza, sino el hecho de que haya dejado de ser una seña de identidad social. Es muy distinto.
Aunque el llamado dress code existe, hoy las corbatas han dejado de ser una seña de identidad social, posiblemente se debe a una dismorfia corporal o defecto en la apariencia y baja estima personal a la hora de vestir.
 
Pregunto porque desconozco totalmente temas de política española
Pero me llama la atención que una señora que fue vicepresidente pueda impedir que el rey reciba a sus sobrinos a dormir?!
En España en estos momentos todo es posible. Boboncio tiene que acatar lo que el gobierno decide no tiene ningún apoyo
 
Back