Asesinato sin resolver de una profesora madrileña en Santander: María Natividad Garayo

a santander, en coche con hermana y sobrino; pero se alojó en casa de tio
de casa de tio a lugar de ceremonia,parece que andando, eran 40 minutos

Estuvo a punto de no asistir a la boda. Su marido no podía acompañarla porque los hijos viajaban a Irlanda en esos días. Finalmente, decidió ir a pesar de todo y puso rumbo a Santander en coche, con su hermano y su sobrina, el viernes 5 de julio. Estuvieron a punto de dar marcha atrás porque encontraron un gran atasco en la carretera, pero aguantaron la infernal salida de Madrid y continuaron. Una vez en Santander, Natividad se quedó en casa de un tío, magistrado, que vivía cerca del Ayuntamiento. Su hermano y su sobrina siguieron hacia Quijas, a unos 35 kilómetros de la capital.


La mañana del sábado pasó sin sobresaltos. Natividad fue a comprar el regalo de bodas y atravesó después a pie la ciudad, del centro al final de la playa del Sardinero. Ida y vuelta. Estaba en una forma física extraordinaria y le gustaba andar. Por la tarde se arregló para la ceremonia. Se enfundó un elegante traje beis con lentejuelas, se calzó unos zapatos de tacón bajo, metió el móvil y algo de maquillaje en un pequeño bolso dorado y se dirigió a la iglesia. El banquete de bodas se celebró en la Real Sociedad de Tenis, junto al palacio de la Magdalena, un exclusivo club para socios con amplias terrazas, restaurante y canchas de tenis.



El club de tenis no quedaba cerca de la casa en la que se alojaba Natividad. Estaba a unos 40 minutos caminando a buen paso. Era tarde, pero quizá pensó que sería agradable dar un largo paseo después de la comilona, y se echó a andar
Ya lo hemos comentado por aquí los que conocemos bastante la ciudad.

No suele ser corriente ir de madrugada andando por la zona, y menos a esa distancia.

Además, en esa época aparte de gente joven de botellón en la playa solía haber homeless bebiendo y alguna que otra vez había tenido que ir la policía.

Aunque la playa esté algo concurrida en verano, lo que es en el paseo (encima) no suele haber casi nadie más que algún coche (te hablo de a las 3 de la madrugada).

Su intención no era en principio ir andando, sino pedir un taxi, pero en el último momento cambió de opinión.
 
No tiene nada que ver con el paseo de la Concha, por ejemplo, que es más "abierto" por decirlo de alguna manera y sí es normal encontrarte en verano a gente volviendo a casa a esas horas.

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Su intención no era en principio ir andando, sino pedir un taxi, pero en el último momento cambió de opinión
puede ser
dicen que le gustaba andar y hacia buena noche

quiza pidió dinero, luego se atrevió a ir andando y al fin y al cabo disponia de los 20 euros por si decidia cambiar de idea en cierto momento y acabar regresando en coche

es raro que le siguiera alguien de la boda pues no se vio salir a nadie mas
una cita previa,se investigó su movil y no arrojó luz


playa solía haber homeless bebiendo y
quiza un altercado con algun homeless, algunos de ellos son suspicaces o tienen tara mental o van borrachos

relamente ninguna de las teorias barajadas parece convincente del todo

en este articulo cita varias hipotesis, supongo ya se habra puesto pero no esta de mas recordar dado ademas que parece el hilo cuenta cn recien incorporaciones


La ruta que recorrió Natalia. Como puede observarse, a un paso normal, debió caminar entre 10 y 15 minutos, lo cual señala que debió ser agredida entre las 3:10 y las 3:20 de la madrugada. Alrededor de veinte minutos antes de que su cadáver fuera localizado.

Hipótesis para un absurdo

La víctima no tiene la ropa desgarrada ni muestra signos de haber sido agredida sexualmente. El pequeño bolso dorado, con todo su contenido -incluidos los veinte euros-, está junto al cuerpo. Aún porta consigo las golosas joyas valoradas en unos 18.000 euros que nadie ha tocado… Así que el robo tampoco es una opción plausible. De modo que los agentes asignados al caso, ante la enorme violencia ante-mortem desplegada sobre la víctima -ensañamiento- que asumen como manifestación de pasiones desatadas,

piensan inmediatamente en un móvil de género. Tan convencidos están de que esta es la opción buena que lo primero que hacen es escarbar en el matrimonio de Natalia. Es cierto que el marido estaba en Madrid y con ello su coartada era poco menos que perfecta, pero piensan, dada la excelente condición económica de la familia, que bien podría tratarse de un crimen por encargo. Sin embargo, esta hipótesis se va a desmoronar muy pronto: si bien el propio hermano de la mujer desechó por completo la idea desde el primer momento, la policía, harta de encontrarse con cosas que no son lo que parecen, siguió adelante con esta teoría que, por supuesto, no daría resultado alguno. Se trataba de un matrimonio de postal.

Este es el acceso a la Playa de los Peligros. El cuerpo de Natalia apareció en la acera, a unos tres metros del acceso a la escalera.
La entrada a la escalera (a la izquierda) junto a la que se encontró el cuerpo. Como puede verse, el tráfico a pleno día es incesante. De noche se reduce notablemente, pero no se detiene del todo. La idea de que el agresor (o agresores) de Natalia llegó en coche al lugar en el que fue agredida tiene sentido. Este punto de la ruta, además, se encuentra especialmente aislado (véase el muro a la derecha).


Segunda línea de acción: el teléfono móvil. Igual había alguna infidelidad en ciernes, o bien Natalia había quedado en encontrarse con alguien en aquel lugar por cualquier motivo. Se estudiaron profusamente todas las llamadas salientes y entrantes de los seis meses previos al suceso, se triangularon los movimientos de la mujer en la noche de autos. Nada. Todo tan normal como quepa imaginar porque Natalia, y así eran las cosas, era una mujer con poco que esconder. Ni números desconocidos u ocultos, ni contactos dudosos, ni relaciones inusuales.

Molestaba un poco que el caso fuera tan terriblemente simple y que, en efecto, como todo parecía indicar, algún desconocido la abordara durante su paseo nocturno simplemente porque sí, pero todo apuntaba en esa dirección. Sobre todo cuando, tras interrogar a todos los que pudieron mantener algún contacto con Natalia durante aquella tarde-noche de boda, no hubo manera de sacar nada en claro. La vida de la profesora estaba limpia como una patena.

Tercera línea: quizá se trataba de alguna clase de venganza retorcida. Quién sabe. Algún alumno suspenso que no había digerido bien el fracaso. Algún enemigo de la familia que había aprovechado la ocasión. Incluso, por qué no, dada la estrecha vinculación de los allegados de Natalia con el mundo del Derecho podría tratarse de un ajuste de cuentas urdido por algún enemigo del pasado… Pero tampoco salieron temas turbios a flote por este lado, y habría carecido de cualquier sentido que un viejo rival de la parentela de la mujer hubiera decidido volcar sus iras precisamente en ella. Es cierto que todo el mundo tiene alrededor a alguien que, por algún motivo, tal vez ridículo, le tiene manía, pero si lo había en relación a Natalia, o a su familia, lo cierto es que la policía no fue capaz de encontrarlo por parte alguna. Además, este planteamiento tampoco tenía mucho fuste por cuanto la mujer había decidido acudir a la boda en el último momento, casi de un día para otro, y era poca la gente que estaba al corriente de ello. Cualquier agresor que buscara una oportunidad propicia habría tenido que actuar con enorme precipitación y, literalmente, perseguirla de improviso hasta Santander. No, decididamente tampoco iban por aquí los tiros.

Cuarta línea de trabajo: un viandante encontró una camisa ensangrentada depositada en una papelera en las cercanías de la escena del crimen, y la policía pensó que ya estaba. Que ese era el error del criminal que estaban esperando para cambiar las tornas. Se peinaron parques y jardines de toda la ciudad en busca de más pistas, e incluso se removió por completo la arena de la playa en busca de algún indicio perdido. Pero tampoco. Resultó que la sangre no era de Natalia, sino del propietario de la camisa que, tras una pelea a puñetazos con otro tipo, decidió despojarse de ella. Se comprobó esta historia punto por punto, y resultó que era cierta.

Quinta línea: podría ser que un vagabundo oculto por la maleza y pasado de rosca se topara con Natalia y empezara a molestarla. Ella habría respondido airadamente y la cosa habría terminado en altercado. Pero tampoco era plausible aunque se intentó tirar de esta teoría, más que nada, por no dejar el camino sin explorar. La policía santanderina investigó a todos los indigentes -no muchos- que pululaban por la ciudad sin éxito. Además, sucedía que las jugosas posesiones de la maestra habrían supuesto una tentación muy grande para alguien sin recursos como para abandonarlas sin más.

Sexta línea: tres años antes, en Madrid, en lo que luego sería difundido por los medios de comunicación hasta la saciedad -y con no poca mala baba, por cierto- bajo el sobrenombre de Crimen del Rol,
 
Natividad lo hizo a las 3 de la madrugada, después de que su hermano le prestara 20 euros para que pudiera tomar un taxi que la llevase a la casa del familiar donde se alojaba.
 
puede ser
dicen que le gustaba andar y hacia buena noche

quiza pidió dinero, luego se atrevió a ir andando y al fin y al cabo disponia de los 20 euros por si decidia cambiar de idea en cierto momento y acabar regresando en coche

es raro que le siguiera alguien de la boda pues no se vio salir a nadie mas
una cita previa,se investigó su movil y no arrojó luz



quiza un altercado con algun homeless, algunos de ellos son suspicaces o tienen tara mental o van borrachos

relamente ninguna de las teorias barajadas parece convincente del todo

en este articulo cita varias hipotesis, supongo ya se habra puesto pero no esta de mas recordar dado ademas que parece el hilo cuenta cn recien incorporaciones


La ruta que recorrió Natalia. Como puede observarse, a un paso normal, debió caminar entre 10 y 15 minutos, lo cual señala que debió ser agredida entre las 3:10 y las 3:20 de la madrugada. Alrededor de veinte minutos antes de que su cadáver fuera localizado.

Hipótesis para un absurdo

La víctima no tiene la ropa desgarrada ni muestra signos de haber sido agredida sexualmente. El pequeño bolso dorado, con todo su contenido -incluidos los veinte euros-, está junto al cuerpo. Aún porta consigo las golosas joyas valoradas en unos 18.000 euros que nadie ha tocado… Así que el robo tampoco es una opción plausible. De modo que los agentes asignados al caso, ante la enorme violencia ante-mortem desplegada sobre la víctima -ensañamiento- que asumen como manifestación de pasiones desatadas,

piensan inmediatamente en un móvil de género. Tan convencidos están de que esta es la opción buena que lo primero que hacen es escarbar en el matrimonio de Natalia. Es cierto que el marido estaba en Madrid y con ello su coartada era poco menos que perfecta, pero piensan, dada la excelente condición económica de la familia, que bien podría tratarse de un crimen por encargo. Sin embargo, esta hipótesis se va a desmoronar muy pronto: si bien el propio hermano de la mujer desechó por completo la idea desde el primer momento, la policía, harta de encontrarse con cosas que no son lo que parecen, siguió adelante con esta teoría que, por supuesto, no daría resultado alguno. Se trataba de un matrimonio de postal.

Este es el acceso a la Playa de los Peligros. El cuerpo de Natalia apareció en la acera, a unos tres metros del acceso a la escalera.
La entrada a la escalera (a la izquierda) junto a la que se encontró el cuerpo. Como puede verse, el tráfico a pleno día es incesante. De noche se reduce notablemente, pero no se detiene del todo. La idea de que el agresor (o agresores) de Natalia llegó en coche al lugar en el que fue agredida tiene sentido. Este punto de la ruta, además, se encuentra especialmente aislado (véase el muro a la derecha).


Segunda línea de acción: el teléfono móvil. Igual había alguna infidelidad en ciernes, o bien Natalia había quedado en encontrarse con alguien en aquel lugar por cualquier motivo. Se estudiaron profusamente todas las llamadas salientes y entrantes de los seis meses previos al suceso, se triangularon los movimientos de la mujer en la noche de autos. Nada. Todo tan normal como quepa imaginar porque Natalia, y así eran las cosas, era una mujer con poco que esconder. Ni números desconocidos u ocultos, ni contactos dudosos, ni relaciones inusuales.

Molestaba un poco que el caso fuera tan terriblemente simple y que, en efecto, como todo parecía indicar, algún desconocido la abordara durante su paseo nocturno simplemente porque sí, pero todo apuntaba en esa dirección. Sobre todo cuando, tras interrogar a todos los que pudieron mantener algún contacto con Natalia durante aquella tarde-noche de boda, no hubo manera de sacar nada en claro. La vida de la profesora estaba limpia como una patena.

Tercera línea: quizá se trataba de alguna clase de venganza retorcida. Quién sabe. Algún alumno suspenso que no había digerido bien el fracaso. Algún enemigo de la familia que había aprovechado la ocasión. Incluso, por qué no, dada la estrecha vinculación de los allegados de Natalia con el mundo del Derecho podría tratarse de un ajuste de cuentas urdido por algún enemigo del pasado… Pero tampoco salieron temas turbios a flote por este lado, y habría carecido de cualquier sentido que un viejo rival de la parentela de la mujer hubiera decidido volcar sus iras precisamente en ella. Es cierto que todo el mundo tiene alrededor a alguien que, por algún motivo, tal vez ridículo, le tiene manía, pero si lo había en relación a Natalia, o a su familia, lo cierto es que la policía no fue capaz de encontrarlo por parte alguna. Además, este planteamiento tampoco tenía mucho fuste por cuanto la mujer había decidido acudir a la boda en el último momento, casi de un día para otro, y era poca la gente que estaba al corriente de ello. Cualquier agresor que buscara una oportunidad propicia habría tenido que actuar con enorme precipitación y, literalmente, perseguirla de improviso hasta Santander. No, decididamente tampoco iban por aquí los tiros.

Cuarta línea de trabajo: un viandante encontró una camisa ensangrentada depositada en una papelera en las cercanías de la escena del crimen, y la policía pensó que ya estaba. Que ese era el error del criminal que estaban esperando para cambiar las tornas. Se peinaron parques y jardines de toda la ciudad en busca de más pistas, e incluso se removió por completo la arena de la playa en busca de algún indicio perdido. Pero tampoco. Resultó que la sangre no era de Natalia, sino del propietario de la camisa que, tras una pelea a puñetazos con otro tipo, decidió despojarse de ella. Se comprobó esta historia punto por punto, y resultó que era cierta.

Quinta línea: podría ser que un vagabundo oculto por la maleza y pasado de rosca se topara con Natalia y empezara a molestarla. Ella habría respondido airadamente y la cosa habría terminado en altercado. Pero tampoco era plausible aunque se intentó tirar de esta teoría, más que nada, por no dejar el camino sin explorar. La policía santanderina investigó a todos los indigentes -no muchos- que pululaban por la ciudad sin éxito. Además, sucedía que las jugosas posesiones de la maestra habrían supuesto una tentación muy grande para alguien sin recursos como para abandonarlas sin más.

Sexta línea: tres años antes, en Madrid, en lo que luego sería difundido por los medios de comunicación hasta la saciedad -y con no poca mala baba, por cierto- bajo el sobrenombre de Crimen del Rol,
El tema de los invitados no se debió investigar mucho en base a lo que contó el forero.

En caso de que fuese un o unos homeless es extraño que no se llevasen ni el bolso ni las joyas (al parecer de mucho valor).
 
Pulsera, perdón:

La Policía constató que el móvil del crimen no había sido sexual ni tampoco el robo. La víctima no había sido forzada, y conservaba el dinero, el teléfono móvil y una pulsera de oro de gran valor.
 
Lo de los vagabundos en la playa donde lo habéis leído?
Como os he dicho soy de Santander, he ido al colegio muy cerca de donde se produjo el asesinato y lo de los vagabundos no lo he oído nunca, me sorprende.
 
Un suponer, que creo que habéis comentado por aquí.

¿Y si quedó con algún conocido en la boda, y decidió no comunicarlo por el qué dirán (no hablo de infidelidad, sino de algún viejo conocido con el que se quisiese poner al día de sus vidas)?

- ¿Qué te parece si te acompaño a casa de tu tío, y así hablamos? Aunque igual es mejor no decir nada, no vayan a pensar mal, salgo yo 20 minutos antes.

El portero tuvo que ver entrar y salir a mucha gente antes de que Natividad saliese del club de tenis.

No me parece improbable.
 
Lo de los vagabundos en la playa donde lo habéis leído?
Como os he dicho soy de Santander, he ido al colegio muy cerca de donde se produjo el asesinato y lo de los vagabundos no lo he oído nunca, me sorprende.
Porque mi familia es de allí y estuve casi un año viviendo en Santander.

Se lo he oído comentar hace muchos años a mi tía, que estaba de fiesta y oyó cómo la policía había intervenido en una pelea entre dos vagabundos.
 

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