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Mi madre era/es igual. Suerte que cuando no teníamos comedor escolar nos cocinaba nuestra cocinera...Mi madre la pobre, no tenía mano para la cocina:
Acompañaba los cocidos con una carne con hueso que le vendían nunca supe quién era la hijaputa de la carnicería donde la compraba, pero era para denunciar a Sanidad, que dejaba los cocidos con sabor RANCIO, es que nunca me gustaron los cocidos que hacía mi madre.
Y encima, a ella le parecía la bomba y un día me enjaretó una pila de aquellas perlas, "que sí, que sí, que daban muchísimo sabor", que fueron casi directamente a la basura...me intentaba dar clases de cocina (a mis 30s por ejemplo), y yo intentando explicarle que sus cocidos sabían fatal por esa pu.ta carne que era para echar a las gallinas y poco más (y ahora ni eso, los animalistas se me echarían encima).
Y nunca se me olvidará la JARRADA de vinagre que le echaba a las lentejas, que les mataba el sabor.
Se salvaban sus fabas con almejas, que al ser con molusco se salvaban del trozo de carne rancio que la pobre mujer siempre pensó que le daban un extra de sabor.
También la pobre, siempre se pasó con el aceite...todo encharcado de aceite, dichas fabas a veces se libraban (no todas). Y su arroz con pollo no quedaba mal, pero siempre se le iba la mano con el aceite...Todavía recuerdo los chorros que le echaba.
Es que como en cualquier sitio (incluso lo poco que yo cocino), y todo me sabe mejor que lo que me cocinaba ella.