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Hola, se me ha ocurrido esta idea al recordar una barbacoa en la que estuve invitada hace años. Los anfitriones compraron pollo, pero no muslos ni cuartos traseros como se suele hacer normalmente en las barbacoas, sino PECHUGAS. Pechugas a la brasa, más secas que el ojo de un tuerto, no hubo cerveza ni refresco suficientes para hacer bajar aquello.
Me he acordado también de la madre de mi cuñado, muy buena mujer pero una de las peores cocineras que he conocido en mi vida. Cuando mi cuñado empezó a salir con mi hermana y fue invitado por primera vez a comer en casa de mis padres me pareció un pelota y un falso porque no paraba de alabar y decir maravillas de la comida que había preparado mi madre, que a la mujer la dejó con el ego por la estratosfera. Hasta que un día probé la cocina de su madre y lo entendí todo. Cuando llevas toda tu vida comiendo comida seca, sin gracia y mal preparada, el día que comes comida rica y bien hecha tiene que ser una experiencia que te vuele la cabeza.
Ejemplos de la culinaria de esta mujer: pollo asado sin la piel, más seco que la mojama. Paella sin azafrán ni colorante y hecha con mejillones congelados, he chupado cubitos de hielo con más sabor que eso. Un "flan" deconstruido que más bien parecía una fuente de vómito porque lo desmoldó caliente y antes de tiempo y se desintegró todo. Una quiche que cocinó demasiado poco tiempo y estaba cruda por dentro. En fin, un show, la pobre le pone toda la buena intención pero no hay manera, no le sale.
Otro día os cuento sobre las guarradas que llegaba yo a comer cuando era pequeña.
Me he acordado también de la madre de mi cuñado, muy buena mujer pero una de las peores cocineras que he conocido en mi vida. Cuando mi cuñado empezó a salir con mi hermana y fue invitado por primera vez a comer en casa de mis padres me pareció un pelota y un falso porque no paraba de alabar y decir maravillas de la comida que había preparado mi madre, que a la mujer la dejó con el ego por la estratosfera. Hasta que un día probé la cocina de su madre y lo entendí todo. Cuando llevas toda tu vida comiendo comida seca, sin gracia y mal preparada, el día que comes comida rica y bien hecha tiene que ser una experiencia que te vuele la cabeza.
Ejemplos de la culinaria de esta mujer: pollo asado sin la piel, más seco que la mojama. Paella sin azafrán ni colorante y hecha con mejillones congelados, he chupado cubitos de hielo con más sabor que eso. Un "flan" deconstruido que más bien parecía una fuente de vómito porque lo desmoldó caliente y antes de tiempo y se desintegró todo. Una quiche que cocinó demasiado poco tiempo y estaba cruda por dentro. En fin, un show, la pobre le pone toda la buena intención pero no hay manera, no le sale.
Otro día os cuento sobre las guarradas que llegaba yo a comer cuando era pequeña.