Yo este tipo de cosas las hacía de niña, ahora ya mi estómago no aguanta esas cosas. Pero por entonces rajaba mi más de media barra de pan, abría el frigorífico y le ponía todo lo que hubiera a mano, los embutidos que hubiera, atún, aceitunas y frutos secos, queso, mayonesa, a veces restos de algo que hubiera quedado tipo tortilla o un filete, y ahora me dá naúseas sólo pensarlo pero el caso es que entonces me encantaba, y más aún cuando hacía la versión dulce del bocadillo con nocilla y con otras cosas como magdalenas a rodajas, flan, galletas o helado. Ay Dios, qué apetitos tenía por entonces, de hecho más de una vez comí un bocata salado y otro dulce de una sentada y tan ricamente oiga
Anécdotas de aberraciones culinarias
- AutorCabraSinMonte
- Fecha de inicio
Jolin, y yo me creia burra comiendo
Lo más guarrindongo que comía era una viena con mantequilla y azúcar, qué rico estaba. Tambien me gustaba meter chocolate entre dos panes. Pero hasta ahí llegoJaja en mi pueblo le llaman "torta bien hecha"
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Una de una amiga mía. Sus tíos viven en el campo y tienen dos o tres perros. Su tía los tiene tan mimados que le compra hígado, vísceras, recortes de carne, etc. al carnicero y les hace comida casera cocinando la carne con verduras y a veces arroz.
Pues bien, un día que la tía estaba fuera de casa haciendo recados, el marido se llevó a un amigo a casa a comer y se comieron un estofado que les supo a gloria. Cuando llega la tía a casa, va a echarles de comer a los perros y se encuentra la olla que acababa de hacer esa mañana casi vacía. Le pregunta al marido y se llevan ambos la sorpresa de que él y el amigo sin darse cuenta se habían comido la comida de los perros. La comida para humanos que había dejado preparada se había quedado intacta en la nevera.
La tía se cabreó porque los pobres perros se habían quedado sin comida y porque ahora el amigo de su marido pensaría que era una pésima cocinera, ya que no le echaba ni sal ni condimentos a la comida de los perros y eso seguro que estaba sosísimo y sin gracia. Y el tío se cabreó porque comió comida hecha para los perros y se la hizo comer a su amigo.
Pues bien, un día que la tía estaba fuera de casa haciendo recados, el marido se llevó a un amigo a casa a comer y se comieron un estofado que les supo a gloria. Cuando llega la tía a casa, va a echarles de comer a los perros y se encuentra la olla que acababa de hacer esa mañana casi vacía. Le pregunta al marido y se llevan ambos la sorpresa de que él y el amigo sin darse cuenta se habían comido la comida de los perros. La comida para humanos que había dejado preparada se había quedado intacta en la nevera.
La tía se cabreó porque los pobres perros se habían quedado sin comida y porque ahora el amigo de su marido pensaría que era una pésima cocinera, ya que no le echaba ni sal ni condimentos a la comida de los perros y eso seguro que estaba sosísimo y sin gracia. Y el tío se cabreó porque comió comida hecha para los perros y se la hizo comer a su amigo.
PRIMAS!! Hace unas semanas conté una aberración con unos espárragos de mi suegra que no me gustaron nada. Resulta que el otro día yo llegué más tarde a su casa con mi pareja y como él es un poco más tiquismiquis nos hizo patatas y huevos. Me preguntó si quería espárragos y yo le dije que ya que me había echo la otra comida me comía esa (pensaba yo que me libraba) pero NO. Cuando voy a comer me dice mi suegro mira échale unos espárragos que los pruebe hombre y menos mal que le dije un cucharón nada más porque si no el plato a rebosar. Primas me comía los espárragos enteros y sin masticar, que mal lo paso por favor! Es que odio la textura de la cebolla en sopa (eran espárragos esparragados) y encima con pan, ajo… mi mayor enemigo. Que mal lo volví a pasar primas. No sé cómo decir que NO QUIERO MÁS ESPARRAGOS
Solo di NO, solo di NO!PRIMAS!! Hace unas semanas conté una aberración con unos espárragos de mi suegra que no me gustaron nada. Resulta que el otro día yo llegué más tarde a su casa con mi pareja y como él es un poco más tiquismiquis nos hizo patatas y huevos. Me preguntó si quería espárragos y yo le dije que ya que me había echo la otra comida me comía esa (pensaba yo que me libraba) pero NO. Cuando voy a comer me dice mi suegro mira échale unos espárragos que los pruebe hombre y menos mal que le dije un cucharón nada más porque si no el plato a rebosar. Primas me comía los espárragos enteros y sin masticar, que mal lo paso por favor! Es que odio la textura de la cebolla en sopa (eran espárragos esparragados) y encima con pan, ajo… mi mayor enemigo. Que mal lo volví a pasar primas. No sé cómo decir que NO QUIERO MÁS ESPARRAGOS
Tengo la frase grabada desde que vi Punky Brewster diciendo no a las drogas.
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Parece una receta de Dirty Closet, azúcar con azúcar, con más azucar... La única diferencia es que ésta se pone guantes y la Dirty no
Me ha dado Diabetes nada más verloParece una receta de Dirty Closet, azúcar con azúcar, con más azucar... La única diferencia es que ésta se pone guantes y la Dirty no
Buenas pris! Mis abuelas eran la noche y el día. La de por parte de mi madre estaba buenísimo todo lo que hacía, cualquier cosa que te hiciera aunque fueran unas salchichas. Mi madre y mis tías sacaron de ella la misma mano para la cocina y da gusto. Pero mi otra abuela, esa era harina de otro costal, yo siempre he creído que era porque era muy muy muy roñosa (y pasta tenía) leyendo el hilo me he acordado que con el cocido hacía lo mismo que comentais algunas, le echaba algún hueso o algo que olía a rancio y un cacho de gallina (ni pollo no fuera que se arruinara). Nunca olvidaré ese olor se te quedaba como pegado a la garganta, sin embargo mi padre cada vez que entraba siempre decía " huele a gloria bendita". Cuando se murió y empezó mi madre a bajarle la comida a mi abuelo al pobre se le saltaban las lágrimas y todo
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No sé vosotras, pero a mí eso de echarle trozos de pepino o frutas al agua para darle sabor me da un asco... Me recuerda a cuando mi madre tuvo una época rata y usaba las botellas de refresco vacías para llenarlas de agua. Odiaba beber agua con sabor a Coca Cola o lo que fuera. Para mí el agua tiene que saber a agua y punto. Como mucho tolero unas rodajas de limón o unas hojas de menta.
Se me olvidó contar lo que me pasó hará unos 25 anos en Bélgica, en la más profunda provincia flamenca. Fui con una amiga de la uni a visitar su país. Nos desplazamos a Knokke que es bastante normal y de allí se le ocurrió ir a visitar a la hermana de su padre. Nos adentramos en la provincia, un pueblo que era una calle. Había avisado que iba con una amiga española. La buena sra no podía ser más amable. Había ido al supermercado a comprar aceitunas que me sirvió con el café, para que me sintiera como en casa. 
