Me duelen las manos de aplaudirte, estoy flipando mucho."Yo les hablo mucho del bullying".
No le sirve de nada que les hables del bullying si luego validas el comportamiento de otros adultos cuando deciden decirle a su hijo que le haga el vacío a un niño de su clase. Así es como los críos se convierten en tiranos con otros niños, teniendo la aprobación de sus padres hacia actitudes que son tiranas. Mucho "hablar" pero poco predicar con el ejemplo.
No olvidemos que tienen cinco años y que todo lo que les enseñes ahora les va a marcar de por vida. Y que el niño se "esconda" para hacer ciertas cosas no me parece turbio, me parece completamente normal, porque están aprendiendo el concepto de intimidad y vergüenza, pero aquí estáis poniendo a un crío de cinco años de abusador sexual y me parece que se os está yendo bastante.
Si queréis quedaros tranquilas, al mediodía le preguntaré a mi marido, que es maestro y psicopedagogo y se ha encontrado muchas cosas. Esta tarde escribo. Y que conste que solo quiero preguntarle en beneficio del pobre crío al que veis bien hacerle el vacío, no por calmaros a las madres inquisidoras, que para mí sois la peste de los grupos de padres, y os lo digo como madre de una niña de cuatro años.
A que juegan los niños???
- AutorAny82
- Fecha de inicio
Me duelen las manos de aplaudirte, estoy flipando mucho.
Lo de las pruebas se ha visto en los coles este último año y no es de extrañar porque hay padres ( muy mal por cierto) que han dejado que sus hijos vean una serie demasiado perturbadora o trocitos de esa serie. De ahí puede venir las pruebas o fases.
El calamar, ahora he caído, claro...
En primer lugar, el descubrimiento de la sexualidad se realizó mediante juegos toda la vida. El típico juego del doctor.
Es cierto que las influencias que tienen los niños hoy día, no son las mismas que tuvimos sus padres. Tampoco son las mismas las maneras de encarar esos juegos por parte de los adultos. Un rechazo total y ver ese juego como algo malo que incluso genera culpa no es adecuado. Por eso no veo productivo eso de apartarse del niño en cuestión. Investigar (sin hacer un mundo del asunto) si es un juego de descubrimiento o una exteriorización de algo que esté afectando a ese niño, sería más razonable.
No hay que confundirlo con bullying tampoco. Los juegos sexuales son de esperarse en niños de esa edad y entre niños de la misma edad; si me dices que uno tiene cinco años y el otro trece o catorce, es evidente que ahí hay un desequilibrio y una gran diferencia de intenciones.
Pero no se puede negar que el cuerpo y la sexualidad inspiran curiosidad, y el niño está sometido a diferentes mensajes (canciones, películas, publicidades, que apelan a la sexualidad y que los propios adultos exhiben). De ahí que, más que sobre bullying, sea necesario conversar sobre otras medidas. Que conozcan las partes de su cuerpo y sus nombres, para que puedan explicar qué le han hecho (si así ha sido; no es lo mismo que un niño diga que le tocaron la cola, refiriéndose a una nalgada, que a otro tipo de tocamiento), que sepa que sus partes íntimas no las puede tocar otra persona, niño o no, que si una situación le resulta incómoda puede decir no y alejarse, que no debe guardar secretos sobre su cuerpo a sus padres, etc.
Es cierto que las influencias que tienen los niños hoy día, no son las mismas que tuvimos sus padres. Tampoco son las mismas las maneras de encarar esos juegos por parte de los adultos. Un rechazo total y ver ese juego como algo malo que incluso genera culpa no es adecuado. Por eso no veo productivo eso de apartarse del niño en cuestión. Investigar (sin hacer un mundo del asunto) si es un juego de descubrimiento o una exteriorización de algo que esté afectando a ese niño, sería más razonable.
No hay que confundirlo con bullying tampoco. Los juegos sexuales son de esperarse en niños de esa edad y entre niños de la misma edad; si me dices que uno tiene cinco años y el otro trece o catorce, es evidente que ahí hay un desequilibrio y una gran diferencia de intenciones.
Pero no se puede negar que el cuerpo y la sexualidad inspiran curiosidad, y el niño está sometido a diferentes mensajes (canciones, películas, publicidades, que apelan a la sexualidad y que los propios adultos exhiben). De ahí que, más que sobre bullying, sea necesario conversar sobre otras medidas. Que conozcan las partes de su cuerpo y sus nombres, para que puedan explicar qué le han hecho (si así ha sido; no es lo mismo que un niño diga que le tocaron la cola, refiriéndose a una nalgada, que a otro tipo de tocamiento), que sepa que sus partes íntimas no las puede tocar otra persona, niño o no, que si una situación le resulta incómoda puede decir no y alejarse, que no debe guardar secretos sobre su cuerpo a sus padres, etc.