Situaciones incómodas, anécdotas de “Tierra trágame” e historietas varias.

Esto me pasó cuando tenía 12 ó 13 años, en plena edad del pavo.

Todos los años íbamos la familia unos días a finales de agosto a pasarlos a un hostal de un pueblo de la sierra después de los días de playa. En ese hostal siempre nos juntábamos los mismos, así que ya nos conocíamos, por lo que ya habíamos hecho pandi los chicos y chicas que veraneábamos allí todos los años y nos dedicábamos a hacer el tonto todo lo que podíamos.

Resulta que ese año apareció un familia nueva. Eran un matrimonio con 2 hijos gemelos de unos 25-30 años muy poco agraciados y que encima tenían orejas de soplillo. Para nosotros fue maravilloso. Ya teníamos novedad y entretenimiento. Les pusimos el mote de "los orejones", pero para que no se dieran cuenta de que hablábamos de ellos yo decidí que les llamáramos "los oréganos". Y cada vez que los veíamos, en el hostal o en alguno de los sitios en los que solíamos coincidir los veraneantes, como por ejemplo las piscinas naturales del río, ya teníamos tema de conversación y cachondeíto: que si "los oréganos" tal, "los oréganos" lo otro, venga a rajar de de los pobres chicos y venga a reírnos.

Una noche estabamos sentados fuera del hostal tomando el fresco los padres y gente mayor que se alojaban en el hostal en tumbonas que sacaban fuera y la chavalería enfrente, sobre un murete. También estaban "los oréganos" y sus padres. Nosotros, como de costumbre, cuchicheando, mirándolos y riéndonos. En esto que se levanta el padre, se viene hacia nosotros como una furia y empieza a preguntarnos que por qué siempre nos estamos riendo de sus hijos. Nos callamos todos, avergonzados, mirando al suelo y con cara de culpabilidad. El padre seguía preguntándonos y se empiezan a acercar otros padres preguntando qué pasa. Por fin una de las niñas del grupo, que tendría por aquel entonces unos 9 ó 10 años, rompe el silencio y cuenta que es que tienen las orejas como Dumbo y que les llamamos "los oréganos" para que no se den cuenta que les llamamos "los orejones" y que lo de "los oréganos" se me había ocurrido a mí. Y va el padre, me agarra de una oreja, me empieza a tirar de ella, me tengo que levantar del muro y me dice que vaya donde sus hijos y les pida perdón. Mis padres mirando asombrados sin enterarse de nada de lo que pasaba, la niña volviendo a contar la historia a gritos a ver si los mayores se enteraban. Les pedí perdón a los chicos y por fin el padre me soltó la oreja. Y después me tocó aguantar la bronca de mis padres delante de todo el mundo, pero, aunque pasé una vergüenza tremenda aquello me vino muy bien porque me quitó mucho la tontería. A partir de ese día, cuando volvía a ver a los chicos ya no me reía, sino que los saludaba, agachaba la cabeza y me iba rápidamente.
Si a mi un señor me tira de una oreja para defender a sus hijos de 25-30 años te aseguro que mi padre no se queda quieto. Qué es eso de dar un tirón de una oreja a un niño?
 
Ayer mismo , en un grupo de watsap, me pongo a escribir tan campante lo nerviosa y alterada que me pone una de las integrantes, sin darme cuenta de que lo estaba escribiendo ahí, EN ESE GRUPO y no en el que yo quería colocarlo. Como estaba interactuando en varios grupos de watsap a la vez, de repente leo y me suena extraño lo que estoy leyendo y , además, compruebo que la interesada TAMBIÉN HABÍA LEÍDO MI VERDADERA OPINIÓN SOBRE ELLA teniendo en cuenta que media hora después íbamos a encontrarnos ...Ya iba yo con mi batería de argumentos preparada por si la susodicha hacía referencia al mensajito de marras. Al final estuvo calmada, yo la miraba cada poco por el rabillo del ojo, moderada y no dijo ni pío. Mejor.
 
Si a mi un señor me tira de una oreja para defender a sus hijos de 25-30 años te aseguro que mi padre no se queda quieto. Qué es eso de dar un tirón de una oreja a un niño?

Yo es que esa parte no la he entendido bien... no he aclarado si “los oréganos” tenían 25-30 años (es lo que he leído, pero no me explico cómo dos tiarrones se van a un hostal con sus padres y se dejan amedrentar por la chiquillería estacional) o si eran sus padres los que tenían 25-30 años, con lo cual “los oréganos” serían niños más pequeños que la prima y sus amigos (y los padres “oreganeros” bastante precoces).
O es que la resaca me nubla el entendimiento?
 
En el internado teníamos una compañera que todas las noches se tiraba pedos, no sé si voluntariamente o no, y cuando nos quejábamos el resto de chicas decía su frase-sentencia. "Mis pedos son sonoros pero no olorosos". Nunca lo supe porque metía mi cabeza bajo mis sábanas de la risa y el asco que me daba.
Esto me ha recordado a una amiga que se tiraba unos pedos letales, y un dia dijo que: “sus pedetes eran de princesa”, a lo que otra le contestó: “sí.. de princesa muerta” :ROFLMAO:
 
Ayer mismo , en un grupo de watsap, me pongo a escribir tan campante lo nerviosa y alterada que me pone una de las integrantes, sin darme cuenta de que lo estaba escribiendo ahí, EN ESE GRUPO y no en el que yo quería colocarlo.

Ains, me has recordado una situación igual.
Tuve una compañera de trabajo, muy conflictiva y entre los demás compis teníamos que cubrirla prácticamente todo el año.
Estábamos organizando como hacer su trabajo (whatsapp) y comentando lo que nos irritaba su actitud y sus cambios de ultima hora.
Voy yo de lista y le mando el mensaje a ella.
Hasta el sol de hoy me tiene bloqueada en el móvil. (han pasado 10 años)
 
Yo es que esa parte no la he entendido bien... no he aclarado si “los oréganos” tenían 25-30 años (es lo que he leído, pero no me explico cómo dos tiarrones se van a un hostal con sus padres y se dejan amedrentar por la chiquillería estacional) o si eran sus padres los que tenían 25-30 años, con lo cual “los oréganos” serían niños más pequeños que la prima y sus amigos (y los padres “oreganeros” bastante precoces).
O es que la resaca me nubla el entendimiento?

Eran "los oréganos" los que tenían 25-30 años. 2 chicos mellizos o gemelos muy apocados, probablemente dominados por sus padres y seguramente acomplejados por su físico, con pocas habilidades sociales e incapaces de enfrentarse a una chiquillería que se reía de ellos.
 
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Si a mi un señor me tira de una oreja para defender a sus hijos de 25-30 años te aseguro que mi padre no se queda quieto. Qué es eso de dar un tirón de una oreja a un niño?

Naranja, eran otros tiempos. Visto con la distancia que da el tiempo, la verdad es que me vino bien. Yo era un poco gamberra y demasiado contestona. Lo peor para mí no fue el tirón de oreja y la bronca posterior de mis padres, sino que fuera delante de todo el mundo.
 
Vivo con miedo de que no me pase a una clase de yoga. Le ha pasado a más de una y una, pobre fue descomunal. No ha vuelto más

A una compañera de trabajo le pasó justo al ir a sentarse a la mesa cuando estábamos empezando a comer y, por si alguien no se había coscado, soltó "perdón, lo siento".
 
Esto me pasó cuando tenía 12 ó 13 años, en plena edad del pavo.

Todos los años íbamos la familia unos días a finales de agosto a pasarlos a un hostal de un pueblo de la sierra después de los días de playa. En ese hostal siempre nos juntábamos los mismos, así que ya nos conocíamos, por lo que ya habíamos hecho pandi los chicos y chicas que veraneábamos allí todos los años y nos dedicábamos a hacer el tonto todo lo que podíamos.

Resulta que ese año apareció un familia nueva. Eran un matrimonio con 2 hijos gemelos de unos 25-30 años muy poco agraciados y que encima tenían orejas de soplillo. Para nosotros fue maravilloso. Ya teníamos novedad y entretenimiento. Les pusimos el mote de "los orejones", pero para que no se dieran cuenta de que hablábamos de ellos yo decidí que les llamáramos "los oréganos". Y cada vez que los veíamos, en el hostal o en alguno de los sitios en los que solíamos coincidir los veraneantes, como por ejemplo las piscinas naturales del río, ya teníamos tema de conversación y cachondeíto: que si "los oréganos" tal, "los oréganos" lo otro, venga a rajar de de los pobres chicos y venga a reírnos.

Una noche estabamos sentados fuera del hostal tomando el fresco los padres y gente mayor que se alojaban en el hostal en tumbonas que sacaban fuera y la chavalería enfrente, sobre un murete. También estaban "los oréganos" y sus padres. Nosotros, como de costumbre, cuchicheando, mirándolos y riéndonos. En esto que se levanta el padre, se viene hacia nosotros como una furia y empieza a preguntarnos que por qué siempre nos estamos riendo de sus hijos. Nos callamos todos, avergonzados, mirando al suelo y con cara de culpabilidad. El padre seguía preguntándonos y se empiezan a acercar otros padres preguntando qué pasa. Por fin una de las niñas del grupo, que tendría por aquel entonces unos 9 ó 10 años, rompe el silencio y cuenta que es que tienen las orejas como Dumbo y que les llamamos "los oréganos" para que no se den cuenta que les llamamos "los orejones" y que lo de "los oréganos" se me había ocurrido a mí. Y va el padre, me agarra de una oreja, me empieza a tirar de ella, me tengo que levantar del muro y me dice que vaya donde sus hijos y les pida perdón. Mis padres mirando asombrados sin enterarse de nada de lo que pasaba, la niña volviendo a contar la historia a gritos a ver si los mayores se enteraban. Les pedí perdón a los chicos y por fin el padre me soltó la oreja. Y después me tocó aguantar la bronca de mis padres delante de todo el mundo, pero, aunque pasé una vergüenza tremenda aquello me vino muy bien porque me quitó mucho la tontería. A partir de ese día, cuando volvía a ver a los chicos ya no me reía, sino que los saludaba, agachaba la cabeza y me iba rápidamente.
Si te sirve de consuelo (que no creo) hay una leyenda inverosímil que atribuye el nombre del estado de Oregón a los orejones, una tribu exótica catalogada desde Plinio. Podrías haberla usado en tu defensa mostrando esta imagen:

1580680633624.png
 
Yo trabajo de cara al público. Media jornada en 2 empresas diferentes.
En ambos trabajos, cada vez que atiendes a alguien, debes dejar constancia en el ordenador y en un papel impreso que se lleva la persona atendida.

Un día viene una señora, con un papel de esos.
Empieza a decirme que venía a este sitio, porque en otro en el que había estado, todos eran unos mangantes.
Particular queja hacia la persona que la había atendido. Una incompetente, borde, antipática y maleducada.

Cuando me entrega el papel, veo mi nombre, con el logotipo del otro trabajo. Mis compis se acercaron y lo vieron también. Todo el mundo en tensión.
Puse mi cara de poker número 5. Le dije a la señora que la atendía inmediatamente.
Mi único temor, era que cuando imprimiese su resguardo, vería mis datos de nuevo.:rolleyes:
Lo leyó y me dijo: menuda casualidad, tu nombre es muy parecido al de la otra pécora. Solo que eres rubia (me había hecho mechas) y no te pareces en nada a la otra.
Mis compañeras tuvieron que esconderse para aguantar la carcajada.
 

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