Cada familia es particular. Pero lo malo que te pasa dentro de la familia, si además es cuando eres niño, se amplifica. Precisamente por ese "vínculo de sangre", que se supone debería asegurar el apoyo, cariño, compresión y seguridad necesarios para cualquier ser humano.
Los traumas producidos dentro de la familia son duros de reconocer y de asumir. Te sientes extraño, te culpabilizas y al mismo tiempo vives infeliz y cabreado.
Yo no he encontrado comprensión más que en mi pareja. Tampoco me he permitido hablar de esto con mucha más gente porque en cuanto asomas la patita, me he encontrado con comentarios bastante hirientes, y paso de tener que justificarme ante nadie. Sobre todo porque hay veces que son cosas muy sutiles.
Es decir, si a mí por ejemplo me hace algo gordísimo mi madre, podrán o no creerte, pero todo el mundo estará de acuerdo en que "ese algo gordo" que te ha hecho, estuvo mal. Lo malo es cuando no hay un algo concreto que explicar, sino más bien el devenir de actitudes, comportamientos, ausencia de los mismos en situaciones naturales (dar cariño, por ejemplo, cuando uno está enfermo). Eso cuando lo explicas parece algo más perceptivo tuyo, que un hecho verídico en sí. Tendría que pararme a explicar mi vida desde mi infancia, para que alguien entendiese el alcance de los hechos. Y eso para mí tb es complicado, me hace hasta dudar en ocasiones de mí misma. No estaré exagerando? Será para tanto? Es una forma más de invalidar los sentimientos que tenemos, pero me pasa frecuentemente, el tener que convencerme en no normalizar cosas que no lo son.
Y ahora que llega la Navidad, la verdad es que ojalá cerrar los ojos y despertarme en enero...
Los traumas producidos dentro de la familia son duros de reconocer y de asumir. Te sientes extraño, te culpabilizas y al mismo tiempo vives infeliz y cabreado.
Yo no he encontrado comprensión más que en mi pareja. Tampoco me he permitido hablar de esto con mucha más gente porque en cuanto asomas la patita, me he encontrado con comentarios bastante hirientes, y paso de tener que justificarme ante nadie. Sobre todo porque hay veces que son cosas muy sutiles.
Es decir, si a mí por ejemplo me hace algo gordísimo mi madre, podrán o no creerte, pero todo el mundo estará de acuerdo en que "ese algo gordo" que te ha hecho, estuvo mal. Lo malo es cuando no hay un algo concreto que explicar, sino más bien el devenir de actitudes, comportamientos, ausencia de los mismos en situaciones naturales (dar cariño, por ejemplo, cuando uno está enfermo). Eso cuando lo explicas parece algo más perceptivo tuyo, que un hecho verídico en sí. Tendría que pararme a explicar mi vida desde mi infancia, para que alguien entendiese el alcance de los hechos. Y eso para mí tb es complicado, me hace hasta dudar en ocasiones de mí misma. No estaré exagerando? Será para tanto? Es una forma más de invalidar los sentimientos que tenemos, pero me pasa frecuentemente, el tener que convencerme en no normalizar cosas que no lo son.
Y ahora que llega la Navidad, la verdad es que ojalá cerrar los ojos y despertarme en enero...