Amantes, Seducción y Sufrimiento

Infidelidad Virtual

Todos hemos visto como los teléfonos celulares y las computadoras han cambiado, en gran parte, nuestra manera de socializar.

Las reuniones, las citas para vernos y tomar un café e incluso las largas charlas a través del teléfono, han sido sustituidas, con frecuencia, por los mails, chats, mensajes, etc.

Independientemente de la manera en cómo se han visto afectadas las relaciones sociales debido a estos medios de comunicación, éstos han repercutido de manera importante en las relaciones de pareja y en ocasiones han llegado a provocar lo que se conoce como infidelidad virtual.

Para poder hablar de infidelidad virtual debemos ponernos de acuerdo en ciertos términos que voy a utilizar.

Voy a hablar de relación real, cuando me refiera a aquella en la que se puede compartir un beso, una caricia y un abrazo, independientemente de que haya relaciones sexuales o no. Es la relación que nos permite caminar juntos, ir al cine y ver la televisión o escuchar la radio sentados uno junto al otro, es decir, aquella que está formada por lo que vamos a llamar una pareja real.

Por otro lado, la relación virtual es aquella que está formada por lo que se conoce como pareja virtual y está formada por dos personas que se encuentran lejos una de la otra y se comunican a través de internet. A pesar de que este tipo de parejas pueden llegar a sentirse muy unidas, tener lo que se conoce como s*x* cibernético e incluso llegar al orgasmo, gracias al lenguaje que utilizan y al uso de la imaginación, no pueden tocarse.

En esta sección vamos a ver, brevemente, qué puede hacer cada uno de los miembros de la pareja real, para salvar su relación cuando se ha dado una infidelidad virtual.

En primer lugar, ambos deben de analizar cuáles son sus metas.

¿Desean salvar y fortalecer su relación real?

¿Están dispuestos a trabajar para lograrlo?

Si tu pareja te está siendo infiel por Internet y estás sufriendo por eso, no estás exagerando, sí se trata de un caso de infidelidad.

Sin embargo, tu relación puede volver a ser buena, si estás dispuest@ a perdonar. Si es así, habla con tu pareja, explícale cómo te sientes y dile que deseas que termine definitivamente con esa relación y con cualquier otra de ese tipo.

Dale a leer este artículo o sugiérele que busque información al respecto.

Trata de entender las razones por las que llegó a esta situación, para poder apoyarlo si la causa es personal, pero no quieras actuar como su terapeuta y sobre todo, no lo ataques utilizando la información que obtengas de él o ella.

Si no pueden manejar ustedes solos la situación, acudan a una terapia de pareja.

Si eres tú quien está siendo infiel por internet, ten en cuenta que el precio que posiblemente vas a tener que pagar por esta situación va a el final de tu relación real y piensa si vale la pena.

Analiza, de las causas antes mencionadas, cuál es la que te llevó a engancharte en este tipo de relación, para que puedas trabajar en ella y solucionarla y así, seas tú quien controle tu vida y y puedas hacer que esta sea más satisfactoria.

Si el problema se debe a una baja autoestima y necesitas sentirte atractiv@, conquistador(a), demostrarte a ti o a los demás que eres muy sexy, etc., es importante que trabajes en fortalecer tu autoestima, ya que este tipo de relaciones aunque aparentemente te ayudan a sentirte mejor, no resuelven el verdadero problema.

Si de alguna manera, consciente o inconscientemente estás buscando la manera de evadir una realidad que es desagradable o muy estresante, la infidelidad virtual tampoco es la solución, ya que si no resuelves las causas que provocan dicho malestar, tus problemas van a continuar e incluso pueden aumentar.

Si esto es lo que está sucediendo, lo que debes hacer es aprender:

--- a manejar, disminuir o eliminar el estrés,

--- técnicas de solución de problemas,

--- establecer prioridades,

--- manejo de tiempo y

--- analizar y reorganizar tus prioridades.

Si el problema está relacionado con aspectos sociales, de comunicación, etc., es importante que desarrolles las habilidades relacionadas con estos aspectos específicos.

Si tienes problemas en el área de tu sexualidad, acude a un terapeuta sexual.

Si lo que te sucede está relacionado con situaciones de tu infancia, no resueltas y te es difícil analizarlas y trabajar sobre ellas, acude a una terapia, ya que los beneficios que obtengas repercutirán, no sólo en los diferentes aspectos de tu vida personal, sino en muchos aspectos de tu vida, en general.



¿Podemos hablar de infidelidad si no existe una relación sexual física?

. Porque independientemente de que las personas estén frente a frente o ase comuniquen a través de un medio electrónico, se considera infidelidad a toda relación que incluye:

1.- La formación de un vínculo emocional,

2.- la mentira,

3.- la traición y

4.- el rompimiento de un compromiso, no escrito, que implica determinada exclusividad en cuanto a ciertos aspectos de intimidad, tiempo y secretos compartidos,

.En este sentido, se ha comprobado que la persona que ha sido engañada sufre igual ante una infidelidad física, real que ante una virtual.

La infidelidad virtual no está relacionada a un solo s*x*, se da tanto en hombres como en mujeres.





Cuando hablamos de infidelidad, las causas pueden ser de dos tipos:

A.- Personales,

B.- Debido a problemas con la pareja.

Entre las primeras encontramos:

1.- Una autoestima baja, en donde existe:

--- Una cierta urgencia por demostrarnos a nosotros mismos y/o a los demás, que somos muy sexys, atractivos, encantadores, etc. y/o

--- un sentimiento inconsciente de inseguridad que nos lleva a tener que competir y obviamente, a ganarles a otras personas que tienen amantes o que son muy conquistadoras.

2.- La necesidad de evadir una realidad que nos es difícil, problemática, aburrida, rutinaria o desagradable ya sea en el trabajo o a nivel , familiar, social o personal, causada por:

--- Problemas en dicha área,

--- un gran perfeccionismo,

--- una actitud muy preocupona,

--- expectativas muy altas, no alcanzadas,

--- crisis psicológicas o emocionales causadas por problemas de la infancia no resueltos, que pueden provocarnos sensación de vacío, soledad, etc.,

--- incapacidad para manejar el estrés de la vida diaria , generado por nuestro estilo de vida o por la ciudad en donde vivimos,

etc



¿Por qué la gente busca una infidelidad por Internet?


En la primera parte vimos las causas de la infidelidad por internet que se refieren al aspecto personal, ahora vamos a referirnos a cuando el problema surge por conflictos en la relación de pareja real.

En este sentido podemos encontrar:

--- Conflictos constantes con la pareja real,

--- distanciamiento emocional entre ambos participantes de la misma y sensación de soledad,

--- monotonía y falta de interés

--- problemas sexuales,

--- etc.

¿Por qué la gente se engancha en una relación por Internet?



Cuando hablamos de las personas que establecen relaciones íntimas por Internet, encontramos a las que desde un principio buscan este tipo de romances y a las que por casualidad o curiosidad simplemente llegan a ellas.

Sin embargo, independientemente de cómo se inician una infidelidad virtual, casi siempre, después de haber estado en contacto unas cuantas veces, a través de Internet, con una persona del s*x* contrario, la persona queda enganchada y le es difícil dejar dicha relación.

¿Por qué?

En primer lugar, porque la novedad y lo prohibido de dicha situación genera una gran cantidad de adrenalina, que hace que la persona tenga emociones muy intensas, en ocasiones, similares a las que se viven durante la etapa del enamoramiento. Dichas emociones son tan agradables que quien las esta viviendo quiere seguir teniéndolas todo el tiempo que le sea posible.

En segundo lugar, la persona que está siendo infiel crea a través de su imaginación, consciente o inconscientemente, una pareja irreal formada únicamente de aquellas cualidades que le gustan, por lo que le es imposible no sentirse fuertemente atraída@por dicha imagen. Esto se ve reforzado, generalmente, debido a que la pareja virtual con la que se está vinculando, sólo va a mostrar o a inventar cualidades y puntos positivos. De hecho, en una relación virtual es muy frecuente que uno o ambos participantes creen una personalidad completamente ficticia.

Por otro lado, es muy fácil “comprender” y sentirse comprendido cuando no se comparten los problemas, malos humores, fricciones y responsabilidades de la vida diaria y sólo se tiene contacto con la pareja virtual cuando ambos están de buen humor y tienen deseos de verse.

De hecho, esta situación ficticia causada por la relación por Internet puede llegar a darle a quien la vive, aparentemente, la sensación de tener un nuevo sentido en la vida, algo nuevo por lo que luchar y esperar; y como la otra persona con la que está contactando a través de la red ,muy probablemente se encuentra en la misma situación, fácilmente pueden ambos caer en una relación de fantasía.


A pesar de que esta situación pueda afectar seriamente la relación con la pareja real, es un problema difícil de solucionar porque la persona que está siendo infiel, no sólo no lo acepta, sino que con frecuencia se enoja y se siente atacada ya que desde su punto de vista, como no hay contacto físico no hay infidelidad, para ella es sólo un juego con el que no le hace daño a nadie.

Sin embargo, esta situación sí puede provocar un problema grave, ya que la persona que se relaciona por Internet puede sentir que ha encontrado a su alma gemela, sin darse cuenta que mientras vive su fantasía, su relación real puede irse deteriorando e incluso finalizar.

Es importante estar conscientes de que el deseo de empezar a mantener una relación por Internet puede servir de llamada de atención para reflexionar sobre lo que está sucediendo tanto en lo personal como en la relación de pareja real y así, poder actuar en cualquiera de estos aspectos si en necesario.



¿Qué puedes hacer?


Si el problema de la infidelidad virtual está en la relación de pareja real, es importante:

1.- Que hablen sobre la situación y sobre cómo se siente cada uno, pero sin caer en discusiones o ataques.

--- Es importante que decidan qué es lo que quieren lograr como relación y qué están dispuestos a hacer cada uno de ustedes para lograrlo, comprometiéndose a ello y especificando detalladamente qué y cómo lo van a hacer.

Por ejemplo: Vamos a hablar sobre nuestros sentimientos y problemas todos los jueves a las 8 pm.

Vamos a ir al cine, a bailar o a tomar juntos clases de… cada…

(Al principio es necesario y puede parecer rígido y difícil hacerlo así, pero después de un tiempo se empieza a dar fácilmente y ya no hay necesidad de establecer horarios).

--- Es necesario que establezcan muy claramente, reglas sobre qué es lo que está permitido y lo qué no lo está, dentro de la su relación.

2.- Si el problema es falta de interés, monotonía o aburrimiento en el área sexual o en cualquier área de la relación, es importante que programen actividades, cambios y juegos en un horario específico y que los lleven a cabo.

--- Aprendan a llevar a cabo sus fantasías sexuales.

3.- Jueguen, cualquier tipo de juegos y rían juntos.

4.- La persona que se siente engañada debe aprender a perdonar a su pareja y posiblemente ésta tenga, también, que perdonar algunos aspectos de aquella..


Si tu pareja está enojada o dolida por tu actitud y la relación que mantienes por Internet, ponte en su lugar y comprende su conducta y sus sentimientos. Piensa sí le has sido infiel y trata de resolver los problemas que esta situación ha provocado y los que existían con anterioridad, pero eviten atacarse o lastimarse.

Si tu pareja es quien tiene la relación, habla con ella, muéstrale este artículo, dile que la apoyas si va a hacer algo para ponerle remedio, ( si así lo sientes) pero no quieras ser tú quien lo “psicoanalise”. Tú estas demasiado involucrad@ para ser objetiv@ y actuar con la calma, empatía y actitud necesaria para ayudarle a solucionar el problema. Con que se puedan comunicar, sin atacarse y sin pelear, estás haciendo lo necesario. Es importante dejar de sentirse culpable o de atacar y culpar al otro.

Es necesario analizar la situación y que cada uno acepte su responsabilidad, sin cargar con la responsabilidad del otro.


Psic. Silvia Russek
Lic. En Psicología Clínica.
Especialidad en Terapia de Pareja.
Especialidad en Terapia Cognitivo Conductual
 
¿Los celos causan infidelidad?

El huevo o la gallina… ¿Son los celos los que provocan las infidelidades o es la posibilidad de una infidelidad la que provoca celos?

Algunas de las razones de las infidelidades:
1) Para escapar de los problemas.
2) Por aburrimiento.
3) Porque estamos desencontrados sexualmente.
4) Porque nos sentimos desatendidos.
5) Porque ya no nos sentimos compatibles.
6) Porque nos enamoramos de otro, sin darnos cuenta…
7) Para evitar el divorcio.
8) Para sostener la actual pareja.
9) Para aumentar nuestro ego.
10) Por la crisis de la mediana edad.
11) Por venganza: “si él lo hizo, yo lo hago”.
12) Por adicción sexual.


• 83 de cada 100 personas niegan ser infieles
• En México 25% de los hombres casados son infieles, mientras que 15% de las mujeres lo han sido en algún momento de su vida

• El 54.9% de los divorcios por adulterio fueron solicitados por mujeres y la ruptura de estas parejas se dio, en su mayoría, durante los primeros 5 años de matrimonio.
• Hombres que admiten haber cometido infidelidad: 57%
• Mujeres que admiten haber cometido infidelidad: 54%
• Hombres y mujeres que admiten haber tenido una aventura con un compañero de trabajo: 36%
• Matrimonios que continúan después de admitir o descubrir infidelidad: 31%

¿Qué es ser infiel?
• 67.11%: Tener relaciones sexuales con alguien que no es tu pareja
• 6.1%: Besar a otro
• 4.4% Mirar a alguien
• 2.7% Pensar en alguien
• 2.4% chatear con alguien en plan sexual o amoroso

Las personas no se involucran en un determinado tipo de relación por casualidad
• Algunas personas crean o buscan relaciones en las que la probabilidad de que se desencadenen los celos es muy baja.
• Otras eligen compañeros y participan en la construcción de relaciones en las que es muy probable que los celos se desencadenen a menudo.

La desconfianza en muchos casos tiene como consecuencia la infidelidad de la pareja
Celos como causa de infidelidad: situaciones especiales donde un miembro de la pareja tiene tan controlado, restringido y oprimido al otro, con un control excesivo creado por la característica desconfianza de los celos, que produce una reacción de escape en la pareja, encontrando su salida por lo general en otra relación menos asfixiante o incluso como una forma de venganza.

Celos normales / celos enfermizos
Los celos “normales” sirven para que uno recuerde la importancia que tiene la pareja en nuestra vida y para permitirnos aumentar las atenciones, caricias y cuidados del ser amado en la búsqueda constante de mantener su amor y su compañía.

Los celos se deberán considerar anormales cuando afecten cualquier parte de nuestra vida íntima, familiar o laboral de manera importante.

• Cuando no tienes como demostrar lo que piensas o cuando pones en duda a tu pareja sin motivos reales
• Cuando te llevan a agredir verbal o físicamente a tu pareja sin haberle demostrado nada concreto o sin que tu pareja confesara nada. Si estás así, debes reconocer que te encuentras “enfermo de celos” y necesitas ayuda profesional.
• Los celos de tu pareja comienzan a ser anormales cuando estos logran que modifiques por fuerza tu conducta
• Pueden producir problemas en la pareja celada, como infidelidad, abandono y agresión.

Curiosamente o paradójicamente, una persona celosa es más propensa a ser infiel, porque sus celos se originan desde su propia inseguridad personal, la cual necesita reafirmar y una reafirmación sexual de alguien que se interesa en él, es lo mejor.

• También son celosos porque ellos mismos se saben débiles con el tema de las tentaciones sexuales externas y piensan inconscientemente que a su pareja le sucede lo mismo, por eso es importantísimo controlar los celos y desarrollar tu seguridad personal y autoestima.

CARACTERÍSTICAS DE LA PERSONA CELOSA
No se comporta como el perfecto amante sino como el perfecto enemigo que desconfía de todo y ve fantasmas allí donde no los hay.
• Son obsesivos al punto de criticar a los amigos de la pareja.
• Baja autoestima, aunque pueda parecer lo contrario.
• Pérdidas afectivas en la infancia ocasionadas por padres muy exigentes poco valorativos de las virtudes de sus hijos y muy críticos.
• Patrones afectivos mal aprendidos, modelos de relación poco funcionales
• Dificultades de comunicación y de empatía
• Problemas emocionales (obsesiones, estrés, depresión…)
Inseguridad y miedo a perder algo que no están seguros que puedan mantener por sí mismos.

Estudio: FACTORES DE RIESGO EN LA CONDUCTA// Instituto Mexicano de Sexología (150 parejas casadas –edad aproximadamente: 35 años) del D.F., San Francisco y Puerto Rico.

• “Expectativas no cumplidas” 57%
• “Problemas de comunicación y factores sociales” 19.6%
• “Rasgos de personalidad” 16.1%
• “Condiciones ético sociales” con 7.1%.



El temor al abandono y la relación de pareja por Myriam Delfini
• El miedo a ser abandonado o dejado es una condición humana.
• En la infancia es un temor entendible. Pero resulta que ahora tengo veinte, treinta, cuarenta o cincuenta y tantos años y sigo viviendo con un gran miedo a ser abandonado.
• Para que no me abandones, entonces, soy capaz de hacer lo que sea para que no te vayas, para que permanezcas conmigo, para que siempre me necesites.
• El temor a la soledad y el abandono distorsiona las relaciones, de tal manera que con frecuencia las personas no saben si actúan por amor o por miedo (celos).

En ciertos individuos la búsqueda está asociada a un profundo temor al abandono y a una hipersensibilidad al rechazo afectivo. Podemos hablar de una profunda huella de traición que casi siempre tiene que ver con el padre del s*x* opuesto.

Se puede perder el amor, se puede perder a la pareja, se puede perder la relación, pero lo que no se puede perder, es la dignidad.
 
¿Infiel sin sombra de culpa?

Más del 20% de los españoles reconoce haber sido infiel (y la mayoría oculta la verdad). Con el paso del tiempo, la pareja estable se pone a prueba. ¿Está en crisis la monogamia?

A un estudiante de cine se le ocurrió analizar la relación de la filmografía de Woody Allen con la infidelidad y descubrió que, además de formar parte del guión de 35 de sus 40 películas realizadas hasta 2010 (87,5%) 'Annie Hall', 'Manhattan' o 'Match Point', entre ellas, estas mostraban 79 parejas infieles y 106 infidelidades. Si tenemos en cuenta que el director neoyorquino pasa por ser uno de los mejores observadores de la sociedad contemporánea, podemos llegar a la conclusión de que las aventuras erótico-sentimentales fuera de la pareja son pan de cada día.

De hecho, ¿quién no tiene numerosos amigos, familiares, conocidos, vecinos o compañeros de trabajo por no hablar de uno mismo ni de la larga lista de famosos que incluye a Bill Clinton, Christine Stewart o Jude Law que han sido o son infieles?

La mitad de los hombres españoles, y casi la misma cantidad de mujeres, admite que sería infiel si tuviera la seguridad de no ser pillado.
No es que sea algo sencillo: si acodarse en la barra de un bar o vestirse con las mejores galas para ir al gimnasio para tratar de ligar puede ser ya una pesadilla, y además ya tienes pareja, hablamos de una actividad de alto riesgo. Para facilitar las cosas, existen portales en internet, como Gleden, Victoria Milano o Ashley Madison, dirigidos a casados. "La vida es corta. Ten una aventura", reza el eslogan de esta última. Aunque tampoco habría que fiarse de su carácter "inofensivo" con el argumento de que "entre casados, las cosas están claras y las relaciones respectivas no corren el riesgo de debilitarse".

Para expertos como el psicólogo Antoni Bolinches, autor de libros como 's*x* sabio' y 'Amor al segundo intento' (Debolsillo), siempre hay riesgo, ya que "más allá del s*x* siempre puede surgir un vínculo emocional", advierte.

El 23% de los españoles ha reconocido haber sido infiel, según un estudio publicado hace dos años por la empresa demoscópica británica YouGov, en el que participaron 10.000 personas. Dinamarca y Finlandia estaban a la cabeza (32%) en Europa, mientras que Francia (22%) y Holanda (15%) con fama de "abiertos", se situaban a la cola. Un porcentaje levemente superior al que reflejó la última encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) sobre hábitos sexuales, en la que se apuntaba que solo el 20% de los españoles, hombres y mujeres, admitía haber mantenido una relación sexual con alguien que no era su pareja en ese momento.

Eso sí, el 50% de ellos y el 40% de ellas afirmaban que tendrían un affaire si supieran que nunca iban a ser descubiertos. Sin embargo, Antoni Bolinches afirma que, en relaciones de unos 10 años de duración, el 60% de hombres y el 40% de mujeres han engañado a su pareja. "Y en el caso de parejas jóvenes, esta es la primera causa de ruptura", añade.

Razón y sinrazón
Lo que resulta imposible de saber es a cuántos de ellos les persiguen los remordimientos y a cuántos no les produce el menor desasosiego haber quebrantado su compromiso de fidelidad. Para Lara Castro, psicóloga y sexóloga del Instituto Gomà de Barcelona, influye mucho el momento que atraviese entonces la relación. "Por ejemplo, si hay un conflicto importante que no se está resolviendo de la forma correcta, una persona puede pensar que, a través de la infidelidad, se está vengando y reparando su honor. O si un miembro de la pareja ha sido infiel, el otro siente que al hacer lo mismo estará en igualdad de condiciones".

Bolinches apela más a la personalidad. "Depende en gran medida de la madurez y estabilidad emocional del individuo, que es inversamente proporcional a la tendencia a la infidelidad. Más maduros, más fieles y coherentes con el compromiso, y viceversa. A nivel psicológico, nuestra personalidad incluye un padre, un adulto y un niño. El padre encarna el deber, el niño desea hacer lo que le da la gana y el adulto trata de mediar entre ambos. Si el niño está muy desarrollado y el padre es muy permisivo seré muy infiel".

El 23%
de los españoles ha reconocido haber sido infiel
¿La sensación de culpa es la misma cuando se trata de una infidelidad ocasional la típica que tiene lugar en viajes de trabajo o en una noche de juerga que cuando se mantienen dos relaciones paralelas? ¿Si la pareja es reciente o está consolidada? ¿Si hay papeles e hijos de por medio? ¿Si no ha ido más allá de un coqueteo virtual?... "Todo depende de cómo lo viva la persona infiel. Hay quien puede haberse enamorado y no se tortura para nada y hay quienes se sienten culpables por un simple coqueteo" argumenta Lara Castro. Hay quien lo asume como la pérdida de un proyecto vital por el que ha luchado durante años, mientras que paraotros el hecho de haber construido una familia no es tan importante".

Si hay consenso entre los terapeutas es en el doble rasero existente a la hora de calificar y aceptar una infidelidad. "Debido a una educación basada en estereotipos de género, algunos hombres sienten menos culpa porque su infidelidad está mejor valorada socialmente, incluso se disculpa por su supuesta naturaleza más sexual", explica Lara Castro. "Actualmente, las mujeres son más coherentes con la fidelidad que prometen y les cuesta aceptar esa diferencia de comportamiento -añade Antoni Bolinches-. Sin embargo, venimos de una cultura sexista en la que el varón, con cuantas más mujeres estaba, más hombre se sentía, y ellas siguen perdonando más".

Prueba de ello es que, en el estudio Fidelidad y compromiso en la relación de pareja, realizado por el psiquiatra Carlos Sirvent en 2011, a la pregunta ¿es más importante la infidelidad sexual o la emocional?, los hombres le dan mucha más importancia al aspecto sexual (24,1% frente al 8,4% de las mujeres).

Las causas que conducen a tener una aventura son muchas y de sobra conocidas. Infelicidad, necesidad de sentirse deseado, deseos de venganza, falta de afecto, monotonía, insatisfacción sexual, reafirmase en una estereotipada masculinidad... Pero en los últimos tiempos el debate se ha centrado en el binomio fidelidad-monogamia... para cuestionarlo. Tal vez porque vivimos la sexualidad de manera más abierta, porque nos hemos dado cuenta de que la vida es demasiado larga como para tener un solo compañero de cama o porque la revolución digital nos lo pone muy fácil, son muchas las voces que cuestionan la "viabilidad" de ser leal hasta el fin de los días. ¿Qué sentido tiene?, ¿es eso lo natural?, ¿no nos pone más bienW en el camino de la insatisfacción?

Tres mitos a punto del derrumbe...

  • Una aventura ayuda a superar una crisis. "Por cada tres infidelidades, solo una pareja sale reforzada porque gestiona bien la situación; otra se separa como consecuencia de la aventura; y el resto se va deteriorando hasta que rompe", explica el psicólogo Antoni Bolinches.
  • Hombres y mujeres son infieles de distinta manera. Para Lara Castro, ambos son infieles por igual y con motivos similares. "Factores como la mayor libertad sexual o la independencia económica actúan como facilitadores de la infidelidad en el caso de que exista una carencia en la pareja o en el bienestar de la mujer".
  • Una infidelidad debe confesarse. "Ni cometerse ni comentarse; al menos, no en un primer momento. Menos para tratar de liberarnos de la culpa", defiende Bolinches. "Antes de confesarlo, habría que preguntarse qué aportará a la relación el hecho de hacerlo", argumenta Castro.
Una verdad incómoda
En el último Congreso Español de Sexología su presidenta, Miren Larrazábal, afirmaba: "Es importante alejarse de la idea de que monogamia y fidelidad son sinónimos. Se trata de buscar alternativas a esa pareja-fusión en las que, dentro del respeto y la libertad, se abran nuevas perspectivas sexuales".

Antoni Bolinches también lo tiene claro. "Somos infieles porque es un instinto primario. No se es monógamo por naturaleza, pero vivimos en una cultura monogámica y hemos solucionado el dilema con una monogamia sucesiva o con episodios puntuales de infidelidad. No hemos encontrado mejor manera de organizar la sociedad que a través de la pareja estable pero esta, aunque puede ser un buen escenario para el amor, no suele serlo para mantener el deseo sexual. La propia dinámica sexual deteriora el deseo porque te habitúas al sujeto erótico, y en el s*x* es fundamental la novedad".

El psicólogo Dietrich Klusmann, de la Universidad de Hamburgo, que realizó el estudio Motivación sexual y duración de la pareja con la participación de 1865 estudiantes de 19 a 32 años comprometidos sentimentalmente, llegó a la misma conclusión: con el paso del tiempo, la actividad y la satisfacción sexual disminuyen en hombres y mujeres con pareja estable. ¿Y qué se puede hacer? "Aprender a manejar de forma más satisfactoria las relaciones y, sobre todo, ¡elegir mejor a la pareja!", sentencia Bolinches.
 
Y ¿por qué tiene que ser la amante la que sufre, la frustrada? Yo pienso que la realmente frustrada debe de ser la esposa.

La esposa sabe que su marido tiene una amante (porque eso se sabe) y espera que esa relación termine y vuelva con ella, negándose a aceptar que su matrimonio está muerto. Al final, cuando el tiempo pasa, cuando todo el entorno lo sabe y empieza la presión sobre ella "Sepárate, mándalo al carajo, ¿por qué sigues aguantando a ese c-a-b-r-ó-n?"...... es ella la que puede sentirse sola y fracasada y pedir el divorcio.

Por otra parte, si la amante vive la relación de forma clandestina hacia su entorno, o sea, si sus amistades y familiares no saben que se relaciona con un casado, eso le evita el problema de sentirse presionada y cuestionada.

El hombre casado tiene que desmontar todo el tinglado que forma el matrimonio (casa, amigos comunes, hijos si los hay, familiares, a veces un negocio en común) y eso es muy complicado. Por otra parte, también puede sentir cariño por su mujer y pena por dejarla sola.

También puede ocurrir que se crucen otras circunstancias en la vida que pongan al hombre en situación de decantarse. Por ejemplo, un problema económico o de salud de algún miembro del matrimonio puede ser el detonante de la separación. A veces alguien no se separa por no disgustar a sus padres, o porque los hijos son menores, o porque se comparte entre ambos un negocio, entonces, si esas circunstancias cambian, si los padres se mueren, o los hijos se independizan o el negocio se cierra, se terminan las circunstancias que mantenían al matrimonio unido y llega la separación.

Si la amante mantiene la cabeza fría y acepta lo que hay, si disfruta del momento, si no cae en el error de los celos, puede disfrutar de lo lindo de su amor; es como un eterno noviazgo, sin compartir facturas ni hipotecas, solo placer. Al fin y al cabo nadie garantiza que una relación sea para toda la vida, ni siquiera en el matrimonio.

Si la vida te da limones, hazte una limonada. Se puede disfrutar más con un buen amante que con un mal marido.
 
Y ¿por qué tiene que ser la amante la que sufre, la frustrada? Yo pienso que la realmente frustrada debe de ser la esposa.

La esposa sabe que su marido tiene una amante (porque eso se sabe) y espera que esa relación termine y vuelva con ella, negándose a aceptar que su matrimonio está muerto. Al final, cuando el tiempo pasa, cuando todo el entorno lo sabe y empieza la presión sobre ella "Sepárate, mándalo al carajo, ¿por qué sigues aguantando a ese c-a-b-r-ó-n?"...... es ella la que puede sentirse sola y fracasada y pedir el divorcio.

Por otra parte, si la amante vive la relación de forma clandestina hacia su entorno, o sea, si sus amistades y familiares no saben que se relaciona con un casado, eso le evita el problema de sentirse presionada y cuestionada.

El hombre casado tiene que desmontar todo el tinglado que forma el matrimonio (casa, amigos comunes, hijos si los hay, familiares, a veces un negocio en común) y eso es muy complicado. Por otra parte, también puede sentir cariño por su mujer y pena por dejarla sola.

También puede ocurrir que se crucen otras circunstancias en la vida que pongan al hombre en situación de decantarse. Por ejemplo, un problema económico o de salud de algún miembro del matrimonio puede ser el detonante de la separación. A veces alguien no se separa por no disgustar a sus padres, o porque los hijos son menores, o porque se comparte entre ambos un negocio, entonces, si esas circunstancias cambian, si los padres se mueren, o los hijos se independizan o el negocio se cierra, se terminan las circunstancias que mantenían al matrimonio unido y llega la separación.

Si la amante mantiene la cabeza fría y acepta lo que hay, si disfruta del momento, si no cae en el error de los celos, puede disfrutar de lo lindo de su amor; es como un eterno noviazgo, sin compartir facturas ni hipotecas, solo placer. Al fin y al cabo nadie garantiza que una relación sea para toda la vida, ni siquiera en el matrimonio.

Si la vida te da limones, hazte una limonada. Se puede disfrutar más con un buen amante que con un mal marido.

Se comprende que hablas por experiencia propia
 
Y ¿por qué tiene que ser la amante la que sufre, la frustrada? Yo pienso que la realmente frustrada debe de ser la esposa.

La esposa sabe que su marido tiene una amante (porque eso se sabe) y espera que esa relación termine y vuelva con ella, negándose a aceptar que su matrimonio está muerto. Al final, cuando el tiempo pasa, cuando todo el entorno lo sabe y empieza la presión sobre ella "Sepárate, mándalo al carajo, ¿por qué sigues aguantando a ese c-a-b-r-ó-n?"...... es ella la que puede sentirse sola y fracasada y pedir el divorcio.

Por otra parte, si la amante vive la relación de forma clandestina hacia su entorno, o sea, si sus amistades y familiares no saben que se relaciona con un casado, eso le evita el problema de sentirse presionada y cuestionada.

El hombre casado tiene que desmontar todo el tinglado que forma el matrimonio (casa, amigos comunes, hijos si los hay, familiares, a veces un negocio en común) y eso es muy complicado. Por otra parte, también puede sentir cariño por su mujer y pena por dejarla sola.

También puede ocurrir que se crucen otras circunstancias en la vida que pongan al hombre en situación de decantarse. Por ejemplo, un problema económico o de salud de algún miembro del matrimonio puede ser el detonante de la separación. A veces alguien no se separa por no disgustar a sus padres, o porque los hijos son menores, o porque se comparte entre ambos un negocio, entonces, si esas circunstancias cambian, si los padres se mueren, o los hijos se independizan o el negocio se cierra, se terminan las circunstancias que mantenían al matrimonio unido y llega la separación.

Si la amante mantiene la cabeza fría y acepta lo que hay, si disfruta del momento, si no cae en el error de los celos, puede disfrutar de lo lindo de su amor; es como un eterno noviazgo, sin compartir facturas ni hipotecas, solo placer. Al fin y al cabo nadie garantiza que una relación sea para toda la vida, ni siquiera en el matrimonio.

Si la vida te da limones, hazte una limonada. Se puede disfrutar más con un buen amante que con un mal marido.

La infidelidad puede ser acepta por la pareja o no, todo va a depender del tipo de "modernidad" que exista en la misma, pero en la mayoria de los casos, sigue siendo un engaño que lastima, que trae problemas a la familia y a los hijos en general.
¿La amante no suele sufrir? Hay casos en que sí y mucho. Es humana, tiene sentimientos, es mujer y ha elegido a una persona comprometida con una otra mujer (que también sufrirá con este engaño) y como dijiste, en muchos casos con hijos y responsabilidades. Él no es una persona libre, una persona que tenga la libertad de ir y venir a su encuentro. No funciona asi, ya quisiera la amante que sí.
El amado no va a despertar todas las mañanas a su lado, ni va a poder viajar todos los fines de semana o estar pendiente de su amante, como estaría si fuera su esposa o pareja.
Todo tendrá que ser adaptado a la vida de su familia, de sus obligaciones y los motivos son varios. Conozco algunos casos e infelizmente la gran parte no ha terminado del todo bien.
Pero lo más curioso es que cuando las amantes pasan a tener el lugar de la exesposa, no permiten que su amado vuelva a tener una nueva amante. ¿Por que será?
 
¿Debemos perdonar la infidelidad crónica o una reincidencia?

Existen varias personas interesadas en el tema de la infidelidad y de su reincidencia, de hecho, a quienes fueron víctimas de una infidelidad lo que más les preocupa es que su cónyuge no lo vuelva a hacer.

Cuando estamos frente a una reincidencia después de haber perdonado una primera infidelidad, los problemas de pareja aumentan considerablemente y la posibilidad de ruptura es inminente. Esta fuerte decisión implica considerar diversos factores, entre los cuales están los hijos, para quienes cualquier decisión de los padres podría convenirles o perjudicarles indistintamente, sin embargo los utilizamos como un factor clave a la hora de decidir, lo cual es un error por que existen factores más importantes en esta decisión y que tienen real influencia sobre el bienestar de ellos.

Como gran parte de los problemas en psicología, este tema no tiene una respuesta tajante frente a la reincidencia, todo depende de muchos aspectos a considerar. Aquí vamos a realizar un completo análisis de los factores involucrados, para ayudar a todos los que se preguntan qué hacer en esta situación, hasta cuando deben soportar y como ponderar correctamente la situación de los hijos.

Empecemos por definir y diferenciar conceptos respecto de los tipos de infieles:

El infiel único: Es aquel que ha cometido sólo una infidelidad en toda su vida y se siente sumamente culpable por ello. Esta infidelidad implica un sólo acto sexual o un sólo momento de besarse con su amante. Este tipo de infiel es aquel que nos da mayores garantías de superar una infidelidad y de recuperar una vida matrimonial más segura y mejor que antes.

El infiel affaire (caso): Es el que ha tenido una aventura o un romance con una sola persona por vez única, pero esa relación ha durado varios encuentros desde meses hasta dos años. Después de ser descubierto por su cónyuge, muestra arrepentimiento genuino y tiene pocas posibilidades se ser reincidente.

El infiel paralelo: Es quien mantiene una segunda vida con otra persona, por más de dos años, incluso puede tener otra casa y hasta hijos, en ocasiones la amante sabe que su pareja es casada pero no le importa. Estos casos se dan entre gente que viaja mucho de una ciudad a otra por su trabajo y así pueden mantener el secreto sin mayores inconvenientes. Si es descubierto por su cónyuge y deciden continuar la relación matrimonial, el infiel tiene grandes probabilidades de ser reincidente con la misma pareja amante.

El infiel reincidente: Es cualquiera de los casos anteriores, que una vez descubierto por su cónyuge, habiendo pasado por un proceso de perdón y reconciliación y luego de pasado un tiempo indefinido, vuelve a cometer un segundo acto de infidelidad con la misma persona o con otra.

El infiel crónico enfermo: Este es el que mantiene relaciones fuera del matrimonio en forma habitual con distintas parejas, pudiendo ser dos o más. Esta es una conducta propia de los enfermos de psicopatía, mientras más parejas tenga y mientras más seguido sea, más grave es el cuadro. Si son descubiertos, sólo reconocerán que han sido infieles una vez, mentirán sin problemas y en forma convincente. En ocasiones estos infieles actúan bajo un consentimiento de resignación de su cónyuge, lo que normalmente ocurre en niveles socioeconómicos muy bajos. Esta conducta también puede encontrarse dentro de otros cuadros psiquiátricos, aunque con otras características. El psicópata en general se ve y aparece como una persona normal.

El infiel crónico adicto: Igual que el anterior, pero aquí se trata de una persona dependiente que genera adicción a los estímulos químicos de la infidelidad como la adrenalina y otros relacionados con emociones pasajeras. La diferencia con el anterior, es que aquél tiene asociadas otros tipos de conductas como agresividad física o verbal y una serie de otros elementos propios del enfermo. En cambio el adicto no, este es percibido como una persona mucho más normal y no es agresivo en ninguna de sus formas.

Habiendo descrito la gama de infieles que pueden existir, sabiendo también que dentro de cada tipo hay matices, es mucho más fácil saber a que atenerse a la hora de tomar una decisión importante.

Lo primero que hay que decir, es que no importa el tipo de infiel al cual nos enfrentemos, todos tendrán justificaciones para lo que hacen y todos pueden ser perdonados si la pareja así lo desea, eso es asunto de cada víctima.

Por definición el infiel único no puede ser reincidente y como aquí estamos hablando de perdonar o no una reincidencia, dejaremos de lado al infiel único.

Cuando tú descubres la infidelidad de tu pareja, puede que no sea fácil saber de que tipo de persona estamos hablando. Ya sabes que si has decidido continuar la relación, debes dejar muy claro que no perdonarás una segunda vez. En este sentido, cuando un infiel affaire se convierte en reincidente puede deberse claramente a la falta de un tratamiento adecuado de superación de la infidelidad, que llevó al matrimonio a mantener el mismo tipo de relación y comunicación de siempre.

Cuando el infiel paralelo se convierte en reincidente, obedece más bien a que existe una cuota similar de sentimientos afectivos tanto hacia su cónyuge como a su amante, por lo tanto no resiste por mucho tiempo la separación de su amante a quien comienza a echar de menos, más aún si hay hijos de por medio, siendo muy probable el término de su relación matrimonial legal.

En ambos casos, nuestra sugerencia es mantener la palabra empeñada “no hay un segundo perdón”, ¿por qué?, claro está que un segundo perdón, rápidamente lo transformará en un infiel crónico. Además si no aprendió, no se motivó y no tomó el peso real del problema, después de haber visto el sufrimiento de su cónyuge, no lo hará nunca. Una segunda oportunidad sólo dará pie a una desvalorización de la víctima lo cual obviamente traerá consigo una tercera infidelidad. El interés de este infiel por permanecer en la relación, sólo se debe a intereses económicos, sociales, familiares, de seguridad y estabilidad por los hijos, pero no por amor genuino hacia su cónyuge.

De acuerdo a lo anterior, debe quedar muy claro que los infieles crónicos sea cual sea su tipo no deben tener oportunidades. La carencia de afecto hacia su cónyuge en estos casos es absoluta y presentan las siguientes características:

1) Una relación con un infiel crónico no es una relación de pareja real, es una relación sin sentido.

2) El infiel crónico carece de toda clase de amor hacia su pareja.

3) El infiel crónico puede ser una persona psicópata o enferma mental y por lo tanto peligrosa.

4) La infidelidad crónica puede implicar otros males como violencia intrafamiliar, alcoholismo y hasta conductas claramente delictivas.

5) La víctima de infidelidad en este caso se expone a contraer enfermedades de transmisión sexual de todo tipo y hasta la muerte por SIDA, Sífilis ó Hepatitis B ó C, si el infiel no se protege.

6) La víctima se expone a ser agredida por el o la amante de su cónyuge por celos pasionales.

7) La víctima pasa la vida sufriendo y luchando contra la corriente.

8 ) La víctima tiene tan lastimada su autoestima, que se produce un círculo vicioso de dependencia de su cónyuge del cual es difícil salir.

Con todo esto, no quiero decir ni recomendarte que te separes o abandones a tu cónyuge, esa es tú decisión, ya que desconocemos otros matices en torno a tu relación de pareja y puede que exista la posibilidad de que continúen juntos en forma exitosa. Sin embargo, en un caso de estos, debes recibir atención profesional de forma directa que te ayude a analizar el problema desde distintos puntos de vista y te permita sopesar cada variable para tomar una decisión responsable e informada. Siempre es bueno mantener el matrimonio, pero a veces hay casos imposibles o bien que no vale la pena ni el esfuerzo continuar.

¿Entonces que debo hacer?

Lo primero es intentar determinar el tipo de infiel que es tu cónyuge, cualquiera de los tres primeros tiene grandes posibilidades de recuperación, los otros tres pueden tener alguna clase de tratamiento psicológico y/o psiquiátrico para superar su problema, pero las posibilidades de éxito no son alentadoras. Considerando que estos tres pueden ser clasificados como “enfermos”, si ves que hay posibilidades de una mejoría real, puedes intentarlo, pero ya sabes a las consecuencias que te estás exponiendo.

Al momento de tomar la decisión de continuar la relación con un infiel REINCIDENTE o CRÓNICO, debes considerar 5 factores principales:

Tu integridad física: Debes considerar los riesgos que corres frente a este problema, como violencia física o contraer enfermedades.

Tu integridad psicológica: Implica como se verá afectada tu mente y tu propio “YO” frente a la decisión de continuar o separarse.

Tu dependencia económica: Es importante considerar cuanto dependes de tu cónyuge económicamente, evaluando todas las posibilidades al respecto en caso de separarse o continuar.

Tu adhesión familiar: Corresponde a la necesidad de permanecer unidos por diferentes ventajas familiares, o de separarse por las desventajas.

Tu integridad emocional: Son todas aquellas cosas que te permiten mantener cierta estabilidad emocional para poder desempeñarte normalmente en la vida diaria.
Y ¿por qué no admitir que el matrimonio con esa persona es un error, que ha encontrado la felicidad con otra persona y romper el vínculo sin dramatismo?
 
La infidelidad puede ser acepta por la pareja o no, todo va a depender del tipo de "modernidad" que exista en la misma, pero en la mayoria de los casos, sigue siendo un engaño que lastima, que trae problemas a la familia y a los hijos en general.
¿La amante no suele sufrir? Hay casos en que sí y mucho. Es humana, tiene sentimientos, es mujer y ha elegido a una persona comprometida con una otra mujer (que también sufrirá con este engaño) y como dijiste, en muchos casos con hijos y responsabilidades. Él no es una persona libre, una persona que tenga la libertad de ir y venir a su encuentro. No funciona asi, ya quisiera la amante que sí.
El amado no va a despertar todas las mañanas a su lado, ni va a poder viajar todos los fines de semana o estar pendiente de su amante, como estaría si fuera su esposa o pareja.
Todo tendrá que ser adaptado a la vida de su familia, de sus obligaciones y los motivos son varios. Conozco algunos casos e infelizmente la gran parte no ha terminado del todo bien.
Pero lo más curioso es que cuando las amantes pasan a tener el lugar de la exesposa, no permiten que su amado vuelva a tener una nueva amante. ¿Por que será?
Quizás la forma de ser feliz no sea el matrimonio, quizás precisamente el matrimonio es la tumba del amor.
¿Qué es eso de que "el no es una persona libre"? Libres somos todos, no existe la esclavitud, el adulterio no es un delito, cada persona adulta puede moverse y relacionarse con quien quiera, y a quien no le guste, pues tiene un problema. Hasta ahí podríamos llegar.
 
Y ¿por qué no admitir que el matrimonio con esa persona es un error, que ha encontrado la felicidad con otra persona y romper el vínculo sin dramatismo?

Pero eso tiene que partir de la pareja Bombilla.
El hombre, en este caso es el infiel (podría ser al revés), tiene que decidir lo que es mejor para él y su familia. Nadie entra en una relación pensando que mañana va a pillar un(a) amante.
Yo creo que cuando entras en una relación, lo haces para que funcione y si él o ella, no asumen que algo falla....hay un problema gordo.
Yo estoy de acuerdo que cuando algo no funciona, tiene que terminar para empezar algo nuevo.
No estoy de acuerdo con la infidelidad, por el daño y la mentira, no la comparto.
Me gustan las cosas claras, pero eso va a depender del triángulo formado. Hay que ser muy maduro para asumir que algo termino y pasar página, pero muchos no quieren perder sus familias por un romance o un hobby.
 
Última edición:
Quizás la forma de ser feliz no sea el matrimonio, quizás precisamente el matrimonio es la tumba del amor.
¿Qué es eso de que "el no es una persona libre"? Libres somos todos, no existe la esclavitud, el adulterio no es un delito, cada persona adulta puede moverse y relacionarse con quien quiera, y a quien no le guste, pues tiene un problema. Hasta ahí podríamos llegar.
Pero ahi tienes que ser maduro y decir......No me quiero casar con nadie, ni voy a asumir ésta responsabilidad y seré libre.

Tengo amigos así y son felices....
No engañan a nadie, pues son claros en su decisión.
 

Temas Similares

2 3
Respuestas
27
Visitas
2K
Back