Amantes, Seducción y Sufrimiento

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Famosos Amantes de la Historia – Amor Masoquista – Amor, Dolor y Sufrimiento
Leopold von Sacher-Masoch, “el primer masoquista”:
Masoquismo. Psiquiatría 1-. Estado anormal en el que la excitación la satisfacción sexuales dependen en gran parte de los abusos o el dolor físico sufridos por parte de uno mismo o de otra persona. 2a: La obtención del placer por las ofensas, la dominación o algún mal rito sufrido, 2b: La tendencia a buscar estos malos tratos. 3-. La aplicación a uno mismo de cualquier tipo de tendencias destructivas.

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Las primeras memorias de Leopold von Sacher-Masoch fueron las norias tenebrosas y sangrientas que le contaba su nodriza Handschalos cuentos de Iván el Terrible, de la Zarina negra de Halicz, de Casimiro III, llamado el grande y de su tiránica concubina judía Ester—, cuentos repletos de crueldad y de tormentos, en los que casi siempre el torturador era una mujer dominante y lasciva, y el torturado era un hombre víctima de sus sentimientos.

Durante la infancia de Leopold, su padre fue jefe de policía de Lemberg, la capital de Galitzia, y contribuyó a la educación violenta de su hijo con las historias que contaba en casa. Leopold tenía diez años cuando los terratenientes polacos montaron una revuelta armada contra la aristocracia austriaca. Tenía doce años, en 1848, el año de las revoluciones, y pudo contemplarlas en las ensangrentadas calles de Praga, donde había sido trasladado su padre.

Las crueldades despiadadas de su tiempo dieron pábulo a su imaginación, y compuso obras de teatro sobre las revueltas, que luego representaba en su pequeño teatro de marionetas. Sus sueños estaban poblados de escenas de ejecuciones y de martirios en los que se veía a menudo prisionero de algún personaje inexorable y demoníaco.

Su vida se hizo aparentemente más tranquila cuando trasladaron a su padre a Graz, en el sur de Austria. Los Sacher-Masoch se movían entre la mejor sociedad, y Leopold era su orgullo. El muchacho consiguió su doctorado en leyes a los diecinueve años y dio clases de historia en la universidad al año siguiente. Su mayoría de edad coincidió con la publicación de su Rebelión de Gante bajo Carlos V, una historia excelente, severamente ignorada por sus colegas académicos a causa de su facilidad de lectura y porque se sabía que su autor tenía sólo 21 años, le gustaba el teatro y estaba lleno de ideas locas sobre la libertad universal.

A la edad de 25 años, Leopold había abandonado la historia y el derecho en favor de la literatura. Parecía un joven normal de buena familia, considerable encanto y un prestigio literario creciente. Pero su sofisticación europea ocultaba un remolino de emociones primitivas. Su subconsciente no estaba poblado por los austriacos educados y civilizados que veía cada día, sino por los campesinos feroces y medio salvajes de su infancia en Galitzia. La madre de sus sueño1, vividos no era el personaje de madonna perfecta que presidía la cíe gante residencia de Graz, sino la hembra robusta, despiadadamente tiránica, aterrorizante de las montañas de los Cárpatos.

Pero una cosa es soñar y otra muy distinta dar vida a los propios sueños a la luz del día. Leopold empezó precisamente a hacerlo consciente de que sus impulsos sexuales se salían de lo normal, se puso a buscar la realización más próxima posible de su ideal: la zarina dueña que le tiranizaría y humillaría, que llegaría de hecho a dañarle físicamente. Porque Leopold había descubierto que el dolor era el preludio necesario del placer.

La primera amante de Leopold fue la bella Anna von Kortowitz, una mujer unos diez años mayor que él, que abandonó a su marido y a sus hijos para vivir con él, pero que fue perdiendo interés en los látigos y las varas. La relación continuó durante unos cuantos años tormentosos y finalizó cuando el nuevo amante que Leopold le había buscado —porque no podía sentirse satisfecho hasta que ella le traicionara— resultó ser un maleante.

Leopold se había visto obligado a escribir prolíficamente para mantener a Anna en el estilo de vida derrochador que ella exigía. Descubrió que podía cultivar casi todos los géneros (excepto la poesía, que parece no haber ensayado nunca). Publicó muchos cuentos a partir de sus experiencias teatrales (había interpretado profesionalmente algunos papeles), luego una segunda historia y finalmente su primera novela.

Había querido a Anna, pero cogió a Fanny Pistor, su siguiente acompañante, como si contratara a una actriz para una gira limitada. Parte del contrato que firmaron ambos partícipes rezaba así: Don Leopold von Sacher-Masoch da su palabra de honor a la señora Pistor de convertirse en su esclavo y de satisfacer sin reservas durante seis meses todos sus deseos y órdenes.



Por su parte la señora Fanny Pistor no le obligará a cumplir nada contrario a su honor…, le dejará libres también seis horas diarias para llevar a cabo su labor profesional y renunciará a leer su correspondencia o sus composiciones literarias… La señora Pistor, por su parte, se compromete a llevar pieles con la mayor frecuencia posible, especialmente cuando se sienta llena de crueldad…

En un viaje que hicieron a Italia, la señora Pistor viajaba en primera clase, como una baronesa, mientras que Leopold iba en tercera, en calidad de doméstico, y en Venecia, de acuerdo con la fórmula, consiguió engañarle con otro hombre. Demostró que era exactamente la mujer despótica y brutal que había deseado, y la relación fue realmente todo un éxito.

La obra más conocida de Lepold, La Venus de pieles, fue escrita ni esta época y la exposición detallada que contiene de su filosofía sexual le dio bastante notoriedad. El hijo del comisario de policía era objeto de muchos chismorrees y recibió sacos de correspondencia escrita por damas anónimas, jóvenes (y no tan jóvenes).

Conoció su futura esposa bajo una farola de una pequeña calle de Graz; ella había acudido, bajo un velo espeso, a recuperar, previo acuerdo mutuo un paquete de cartas comprometedoras que una amiga suya le había escrito a él. Se hizo llamar Wanda, como la heroína de su última novela, llevaba un largo abrigo de pieles y se hacía la difícil. Unas semanas más tarde, cuando quedaron por fin solos, se le echó encima con un látigo.

Leopoldo quedó fascinado y aceptó casarse, aunque la ceremonia inicial se hizo en privado: él llevaba frac y corbata blancos y ella, desde luego, iba de pieles.

El matrimonio, formalizado más tarde por una ceremonia pública, duró quince años, pero no fue feliz. Wanda, como antes Anna, no sabía exactamente dónde se había metido. Era la hija del criado de un noble y lo único a que aspiraba era al nombre socialmente prominente de Sacher-Masoch y a la vida de esposa de un intelectual, que suponía envidiable.

No había previsto que este intelectual le pediría que le azotara cada día con un látigo con clavos o que se pondría pesado pidiéndole que cogiera un amante. A pesar de estar embarazada la mayor parte del tiempo, su marido continuaba presentándole un rosario de amantes en potencia, con la esperanza siempre optimista de que el último fuera un éxito.

Finalmente, al cabo de los años uno de los candidatos —un tal M. Armond, alias Jacques Ste. Cére, alias Jacob Rosenthal— se la llevó.Mientras tanto, a pesar de todo, Leopold continuaba escribiendo. Aunque hoy en día se le lee poco, fue un personaje prominente de su época, y el 25 aniversario de la publicación de su primera obra se conmemoró de modo formal en Graz, y dio lugar a ceremonias públicas en Lemberg, Praga y Leipzig. Por aquel entonces estaba viviendo con una joven alemana muy de su casa llamada Hulda Meister.

Se casaron después, y ella continuó cuidándole lealmente cuando el delicado equilibrio de su mente empezó a fallar. Al final lo envió calladamente a un manicomio, tras haber sufrido de su parte varios intentos de estrangularla.

Oficialmente había fallecido y se le lloró de modo digno, pero de hecho vivió diez años más, durante los cuales el neurólogo y psiquiatra alemán Richard von Krafft-Ebing se enteró de los pormenores de su vida y llamó al tipo de aberración que el enfermo representaba «masoquismo».

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AMANTES FAMOSOS DE LA HISTORIA ORIGEN DEL SADISMO MARQUES DE SADE

ORIGEN DEL SADISMO – MARQUES DE SADE
EL MARQUES DE SADE: El hombre que nos dio el sadismo
Sadismo. 1. Perversión sexual en la que se obtiene satisfacción infligiendo dolor físico o mental a otros (por ejemplo, a un objeto amado). 2. El gusto de la crueldad.

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Parece ser que, por lo menos físicamente, el conde Donatien Alphonse Francois de Sadefue una bella persona, un hombre pequeño y hermoso de metro sesenta, con ojos azules, pero en definitiva de metro sesenta, como diría un masoquista. De hecho se cuenta con varias descripciones del pequeño aristócrata.

Un autor le atribuye «ojos azules y pelo rubio bien cuidado», otro «un rostro pálido y delirado desde el que miran fieramente dos ojos negros», un tercero dice que «su belleza era tan sorprendente que todas las damas que lo conocían quedaban al momento presas de admiración».

Por desgracia no existe un retrato auténtico de De Sade, pero hay que suponer que este descendiente probable de la Laura que los inmortales poemas amorosos de Petrarca hicieron famosa cuatro siglos antes debía presentar un aspecto interesante.

En todo caso este vástago de la alta nobleza fue criado por su abuela y por su tío, un hombre de letras que le preparó para su ingreso en el Collége Louis le Grand, que entre sus graduados de fama contaba con Maximilien de Robespierre, la Gestapo hecha persona. Siguió a la escuela un considerable período de servicio activo en el Ejército, iniciado cuando tenía sólo catorce años y de donde parece ser que De Sade emergió como un auténtico «fanático del vicio», el Filósofo del Vicio y el professeur du (rime, como le llamaron Michelet y Taine.

Para saber cuándo sucedió esto, y cómo sucedió, se precisaría un equipo médico compuesto de Freud, Jung, Job y el Buda viviente. Uno de los factores fue la educación de De Sade, pero también la época licenciosa que le tocó vivir, sus largos años de estancia en la prisión, y quizás había también algún problema orgánico.

Lo cierto es que no se dispone de suficiente información digna de confianza sobre De Sade —todos sus voluminosos diarios fueron quemados—, y el intento de construir una biografía a base de las novelas de un .nitor está condenado al fracaso. Sabemos que Sade se casó por dinero con Renée-Pelagie de Montreuil, comerciando su título a cambio el medio millón de dólares de su dote.

El conde, que siempre pedía a la gente que le llamaran marqués, se embarcó después en una vida de escandaloso libertinaje, caracterizado por una infidelidad constante y por perversiones sexuales. Están entre ellas el conocido asunto de Rosa Keller, a la que azotó y torturó, y lo que a veces se ha llamado Escándalo de Marsella, una orgía tras la cual se le acusó de sodomía, tortura y de envenenar a los participantes con bombones de cantárida en polvo recubiertos de chocolate.

Su suegra, amargada por el trato que recibía su hija, hizo lo posible para que fuera condenado en este último juicio. Sade había estado ya en prisión, pero el escándalo de Marsella le valió una sentencia de muerte —aunque luego se demostró que en su mayor parte las acusaciones eran falsas—.Huyó a Italia y cuando al cabo de tres años regresó a París, le estaba esperando una celda de presidio no muy confortable.

Aunque las autoridades conmutaron la pena de muerte, Sade pasaría en prisiones o en el manicomio de Charenton, a partir de 1777, trece de los veintisiete años que le quedaban de vida. Fue en la prisión donde empezó a escribir las novelas y obras teatrales que hicieron entrar su nombre en el vocabulario universal. Los 120 días de Sodoma (1785), que pasa revista a 600 variaciones del instinto sexual, Justina o las desgracias de la virtud (1790) y La historia de Juliette, o el vicio recompensado (1792) son algunas de sus obras repletas con mil descripciones de crueldad sexual. Sade, que no fue nunca capaz ni quiso nunca reformarse, murió en 1814 a los 74 años de edad, estando todavía enCharenton, donde escribía y dirigía obras teatrales de moda representadas por los asilados, a muchos de los cuales corrompía de paso. A veces sus visiones eran profundas y notables, pero su mente era, en general, un instrumento desordenado y desquiciado que se reflejó en su vida y en su obra licenciosa.

El «sadismo», la obtención de satisfacciones o de placer infligiendo dolor a los demás, puede ser de naturaleza sexual o derivar de un conjunto de motivos, entre ellos la frustración o el sentimiento de inferioridad. La vida de Sade indica que muchas de estas causas moldearon su retorcida personalidad. Un párrafo de su testamento final reza así: «Que se planten bellotas sobre mi tumba para que desaparezca todo rastro de ella, y de este modo espero que este residuo de mi existencia quede borrado para siempre de la memoria de la humanidad.»

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CASANOVA Y LAS MUJERES GRANDES AMANTES DE LA HISTORIA BIOGRAFIA

Giacomo Casanova, fue, en esencia, un aventurero. Polifacético, en su afán de obtener sus objetivos era capaz de componer de manera brillante roles diversos. Diplomático, soldado, médico, religioso, filósofo y hasta agente secreto. También fue un prolífico escritor. Pero su arma más filosa fue, en cada acto de su vida, la seducción. Cautivó a monarcas, autoridades eclesiásticas, pensadores y burgueses. Aunque su predilección fueron las mujeres, en las que siempre encontró cobijo, cualquiera fuere su orden social: la enorme mayoría sucumbía ante él.

Aquellas conquistas amorosas, las que el propio Giacomo contabilizó con la impactante cifra de 132, llevaron a que su apellido trascendiera a la historia como sinónimo de libertino, dada su obsesión por el s*x* opuesto y los placeres mundanos.

La historia también lo rescata como a un hombre que supo tejer un entramado tan inteligente como efectivo de relaciones. Sus vivencias serían volcadas luego al papel con suma maestría, en una memorable autobiografía titulada La Historia de mi vida, obra celebrada como una genial descripción de su época, aunque, por transgresora, fue censurada hasta pleno siglo XX.

La historia de Giacomo Casanova comenzó en Venecia, cuando esta ciudad ostentaba autonomía. Nació el 2 de abril de 1725, tuvo cuatro hermanos y sus padres fueron actores de teatro de poca relevancia. El propio Giacomo se describió en sus memorias como un niño con pocas luces. Pero a la edad de los 9 años, debió viajar a la vecina Padua a raíz de una enfermedad respiratoria y allí, donde permaneció muchos años, comenzó a ser educado mostrando muy buenos dotes para el aprendizaje, tanto en las materias humanísticas como en las orientadas a la ciencia.

El incomparable Casanova
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Solía comerse cincuenta ostras al desayunar, a menudo en compañía, dentro de una bañera construida para dos. Normalmente seducía a las esposas o hijas de sus amigos, a veces dos a la vez, si hay que darle fe.

Casi siempre jugaba al aventurero: espía condenado a prisión que se evade saltando el muro, amante que lucha en duelo con un marido ultrajado, jugador que consigue varias fortunas y se las gasta en mujeres y en vino. Siempre vivió de su cerebro.

Giovanni Jacopo Casanova de Seingalt fue un hombre de muchos talentos: fue sucesivamente periodista, narrador, soldado, gastrónomo, predicador, filósofo, violinista, alquimista, hombre de negocios, diplomático y amante. La incomparable filosofía que guiaba los pasos de Casanova está expresada en un pasaje poco citado que aparece a la mitad de sus Memorias: «Los instantes en que el hombre se ve obligado a ceder a la desgracia o al sufrimiento son instantes robados a su propia vida; pero multiplica por dos su existencia si tiene el talento de multiplicar sus placeres, de cualquier clase que sean».

Así se comportó Casanova a lo largo de toda su vida, desde la edad de 16 años, cuando le expulsaron por conducta inmoral de un seminario de Venecia, su patria, hasta su muerte en Bohemia —donde era bibliotecario del conde Von Waldstein— en el castillo de Dux, si los 73 años, en 1798.

Entre estas dos fechas hubo más de lo que un otro hombre hubiesen podido escribir. Las célebres memorias de Casanova totalizan aproximadamente 1.500.000 palabras, y sin embargo sólo llegan hasta sus 49 años. Se hizo famoso por primera vez cuando, encarcelado en Venecia, en 1755, por haber actuado de urente secreto, escapó a Francia: la historia indudablemente exagerada de este episodio le convirtió en un héroe romántico en toda Europa. Los franceses le nombraron rápidamente jefe de las loterías nacionales, un cargo que le valió su primera fortuna, pero en lugar de establecerse reemprendió sus viajes.

Florencia le expulsó; aunque parezca raro, el Papa le concedió la orden de la Espuela de Oro; también le expulsaron de Madrid; de 1774 a 1782 fue espía para los inquisidores estatales de Venecia. Allí donde iba no dejaba nunca de buscar nuevos placeres.
Se dice que la famosa autobiografía de Casanova es digna de fe en líneas generales, como un cuadro del siglo XVIII, pero no en sus detalles, aunque actualmente nos parece ya bastante morigerada, y los detalles no son tan licenciosos o picantes como antes parecían.

El ingenio elegante de Casanova, reflejado en estas páginas, le convirtió en el huésped bienvenido de gigantes como Voltaire y Federico el Grande, pero incluso en estos casos no pasaba de ser considerado como un homme a bonnes fortunes. Como es lógico, se le recuerda principalmente como un gran amante, y su nombre sólo es igualado por Don Juan como sinónimo de mujeriego promiscuo.

Dijo que las mujeres eran su cocina, y se dedicó a conocer e inventar toda clase de trucos para atraerlas al banquete de su cama —desde estratagemas como el «juego de las ostras» (él y la probable candidata comían las ostras cada cual de la boca del otro, y a menudo las ostras caían entre dos «globos de alabastro») hasta las historias exageradas de sus proezas en cualquier campo—.

Este famoso amante es un ejemplo típico del seductor neurótico, cuya necesidad de gustar constituye la razón misma de su vida, pero fue tanto un caballero como un sensual, combinación que rara vez se da.

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ANNE DE LENCLOS FAMOSOS AMANTES DE LA HISTORIA VIDAS INSOLITAS

Anne de Lenclos, La maestra del amor
Anne de Lenclos (1616-1705), una cortesana francesa delicadamente atractiva, dio un primer paso en favor de la
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liberación de la mujer. La educó un padre cariñoso que era a la vez un músico con dificultades y un macarra a ratos.

Le enseñó a tocar el arpa, a bailar con gracia desde los 12 años de edad, a pensar por sí misma y a citar los ensayos de Montaigne. Pero, por encima de todo, le enseñó a comprender los instintos hedonistas de hombres… y de mujeres.

Ninon, así le llamaron, desarrolló un ingenio mordaz y un agudo sentido del negocio. Sus padres murieron cuando tenía veinte años, y ella invirtió una pequeña herencia con la habilidad suficiente para disfrutar de una pequeña renta vitalicia. Pronto se vio sitiada por una clientela acomodada, a menudo aristocrática, dispuesta a pagar generosamente por sus favores sexuales.

Pero ella no era una prost*t*ta, y seleccionaba a sus amantes en función de su capacidad para devolverle el calor que ella daba. «Se necesita cien veces más inteligencia para amar adecuadamente que para mandar un ejército», decía, y añadía a menudo: «El amor sin gracia es como un anzuelo sin cebo».

No le costaba mucho llevar a la práctica sus acertadas opiniones sobre el amor. Cuando el conde deChoiseul demostró no estar a la altura en la cama, le despidió con una línea de Corneille: «¡Oh, cielos, cuántas virtudes me hacéis odiar!».

Un abate y un mariscal quedaron sometidos tan fuertemente a su hechizo que ambos reivindicaban el honor de haberla embarazado y tuvieron que decidir el caso recurriendo a los dados. Venció el mili-lar y educó con orgullo a su hijo. Incluso el cardenal Richelieu deseó su cuerpo, aunque ella prefería la mente de él. Ninon prevaleció sobre su amiga y rival, Marión Delorme, y satisfizo al famoso cardenal, pero previo pago de 50.000 coronas.

El «negocio» de Ninon floreció. Dividió a sus amantes en tres clases: «los paganos, los mártires y los favoritos». El filósofo SaintEvremond fue un favorito, y lo propio le cupo al marqués de Sévigué, que le inspiró la siguiente rapsodia de amor:

¡Amor, siento tu furia divina! Mi desazón, mis arrobos, todo anuncia tu presencia. Hoy se levanta para mí un nuevo sol; todo vive, todo tiene alma, todo parece hablarme de mi pasión, todo me invita a darle ánimos… Desde que te amo, mis amigos me son más queridos; me amo más a mí misma; los sones de mi laúd se me antojan más conmovedores, mi voz más armoniosa. Si quiero tocar una pieza se apoderan de mí la pasión y el entusiasmo; los efectos que provocan me obligan a parar a cada momento.

Luego sigue a mi arrobo un ensueño profundo, lleno de delicia. Estás siempre presente; te veo, te hablo, te digo que te quiero… Me felicito y me arrepiento; deseo tenerte y deseo huir de ti; te escribo y rompo a pedazos mis cartas. Leo de nuevo las tuyas; me parecen ahora más galantes, más tiernas, pocas veces apasionadas y siempre demasiado breves. Consulto mis espejos, pregunto a mis sirvientas sobre mis encantos. En definitiva, te quiero; estoy loca; y no sé qué será de mí si no cumples tu promesa esta noche.

Pero el lío de Ninon con el hijo del marqués parece que tuvo el efecto contrario, la actuación del joven caballero en la cama fue tristemente defectuosa. Tenía «un alma de buey hervido», dijo ella, «un cuerpo de papel mojado, con un corazón como una calabaza en un fricasé de nieve».

A la edad de cuarenta años, Ninon de Léñelos tenía la reputación «Dame des Amours», dijo Horace Walpole unos años más tarde. La inteligencia de Ninon comprendió que «la virtud de las mujeres es el mejor invento de los hombres». Al emanciparse, pudo afirmar a menudo que la moralidad de los hombres y de las mujeres era idéntica; que reducir a la mujer al papel de objeto sexual puramente para el placer de los hombres equivalía a excluirla totalmente del cumplimiento de todo lo que era capaz. Ninon trataba de igual a igual a sus clientes y esperaba de ellos la misma consideración.

Tenía también instintos de maestra, y fundó la Escuela de la Galantería. Sus alumnos eran jóvenes aristócratas, cuyas madres querían que aprendieran las artes más sutiles del amor. Ninon, la principal diseñadora, trataba algunos temas básicos: la psicología de las mujeres, el cuidado particular de una amante o de una esposa, las técnicas del galanteo y de la seducción, y la manera de acabar una relación. No faltaba tampoco un curso avanzado sobre la fisiología del s*x*.

Su escuela se convirtió pronto en la locura de todo París. Pero incluso así las clases podían no ser satisfactorias. En este caso Ninon iniciaba con su alumno un programa demostrativo independiente. Se lo llevaba a la cama para educarlo en el arte del juego previo y del coito. Era, como Sócrates, un maestro sorprendente.

También las mujeres acudieron pronto a aprender sus expertos consejos sobre el arte de hacer el amor. En lugar de admitirlas en los mismos cursos que sus alumnos masculinos —el concepto de coeducación sexual parecía, pues, que superaba su comprensión—, les daba consejos en privado. Una mujer le preguntaba, por ejemplo: «¿Cómo han de ser de grandes los pechos de una mujer para atraer a un amante?», y ella contestaba: «Lo bastante grandes para llenar la mano de un hombre honesto».

Sin embargo, sus clases sobre lo que podría llamarse «El trato a una mujer» parecían indicar que consideraba la emancipación de las mujeres como algo reservado a casos como el suyo. «Está muy bien guardar comida para otro día», dijo, «pero hay que tomar el placer como llega… Habla continuamente a tu mujer sobre ella y raramente sobre ti. Ten por supuesto que está cien veces más interesada en los encantos de su propia persona que en toda la gama de tus emociones… Recuerda que hay momentos en los que una mujer prefiere que se la trate con algo de brusquedad y no con un exceso de consideración; los hombres se ven derrotados más a menudo por su propia torpeza que por la virtud de la mujer… Si tú eres el primero en dejar de amar, deja a la mujer la ventaja de romper contigo y de pasar por cruel… Cuando una mujer ha acabado con un hombre lo cambiar por cualquier cosa excepto por otra mujer.»

También llegó en una ocasión la tragedia. Cuando Ninon tenía 65 años la persiguió su hijo natural, el caballero de Villiers. Ella aceptó recibirle si el padre guardaba en secreto su real relación. El muchacho se enamoró tan profundamente de su madre que ella decidió contarle la verdad mientras le abrazaba maternalmente. El salió tambaleándose al jardín, gritó «¡Madre!» y se mató con su espada.

Ninon vivió hasta casi noventa años de edad. El refinado y voluptuoso La Fare escribió lo que podría ser muy bien su epitafio: «Nunca vi a Ninon en la flor de su belleza; pero a la edad de 50 años, e incluso pasados los 60, tenía amantes que la adoraban, y sus amigos eran los hombres más honorables de Francia. La visitó hasta sus 90 años la mejor sociedad de la época. Murió en plena lucidez, y con los encantos de su mente, que eran los mejores y más adorables que haya podido conocer en una mujer».

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"Todas las amantes tienen la esperanza de que el hombre casado deje a su mujer"

Entrevistamos a Marie-Carmen García, autora de un estudio que explica todo lo que siempre quisiste saber y nunca te contaron de las relaciones extramatrimoniales

Hay relaciones extramatrimoniales que duran toda la vida y que solo acabarán con la muerte de un miembro de la pareja. Muchos hombres son bígamos en secreto, otros tienen una amante cada mes y otros son fieles. También hay mujeres adúlteras, pero el número es menor. De ello hemos charlado con la socióloga Marie-Carmen García, autora del libro 'Amours clandestines' (Ed. Pul), quien nos ha alumbrado sobre la naturaleza y durabilidad de los romances clandestinos.

¿Por qué ellos son infieles? ¿Qué buscan en otras mujeres? ¿Es posible que quieran a ambas féminas a la vez? ¿Ellas suelen sufrir siendo 'la otra'? Y si sufren, ¿por qué no cortan con el hombre casado? Estas y otras preguntas nos ha respondido la experta tras analizar treinta casos. Te advertimos de que a partir de ahora mirarás a tu pareja con otros ojos.

PREGUNTA. Normalmente, las relaciones adúlteras se producen entre hombres casados y mujeres solteras. ¿Por qué sucede así? ¿Existe alguna explicación sociológica?

RESPUESTA. A través de mi investigación no puedo demostrar que la mayoría de los romances extramatimoniales se produzcan entre hombres casados y mujeres solteras, ya que no es un estudio cuantitativo. No obstante, esta es la combinación más usual. De hecho, es raro encontrarse con una romance formado por un hombre soltero y una mujer casada.

Todo ello tiene una explicación sociológica. Una de ellas es la tradición. En nuestras sociedades impera la creencia de que un hombre puede tener dos mujeres en su vida: la madre de su hijo, con la que ha construido una familia, y la amante, con quien mantiene una relación erótico-romántica relativamente carente de compromiso. Otra explicación la encontramos en el estereotipo imperante en nuestra sociedad por el cual los hombres tienen más "necesidades sexuales" que las mujeres.

En cuanto a ellas, sucede justo lo contrario: hasta finales del siglo XX el adulterio feminino (y no el masculino) era castigado por la ley; y las mujeres infieles eran juzgadas socialmente. Las féminas son educadas para "ser la mujer de un solo hombre", y esta "virtud" se sigue considerando un valor a tener en cuenta por la sociedad. Por lo tanto, psicológica y socialmente es más difícil que una mujer "esté con dos hombres" a que un hombre "esté con dos mujeres".

. ¿Cómo y por qué acaban acaban este tipo de relaciones extramatrimoniales? ¿Quién suele romper el romance?

R. En general son ellas las que rompen la relación porque están cansadas de esperar a que esta deje de ser clandestina, porque ya no aman al hombre o porque "sufren demasiado" con la situación. No obstante, y por norma general, pasa mucho tiempo hasta que ellas pierden la esperanza de que su relación pueda convertirse en formal, lo que retrasa la aparición del sufrimiento. También hay algunos hombres que deciden terminar con el affaire porque se ha vuelto demasiado "intenso" para ellos, porque de pronto deciden ser fieles a sus esposas, porque desean cambiar de amante o tener más.

P. ¿Cómo es posible que las amantes se enganchen tanto al hombre casado? ¿Acaso piensan que dejará a su esposa? ¿Está relacionado con una especie de adicción o simplemente están sumamente enamoradas?

R. Todas las mujeres que entrevisté esperan –en mayor o menor medida y con mayor o menor inconsciencia– que su amante deje a su esposa por ellas. Incluso cuando el hombre ha dicho claramente que no cortará con su mujer, ellas tienen la esperanza de que finalmente lo haga. Esta ilusión radica en que para las féminas lo más importante es el amor, que está vinculado a la pareja, y por ello no llegan a entender o aceptar por qué un hombre que las ama locamente no quiere compartir su vida con ellas.

El estado de estas mujeres nada tiene que ver con la adicción, ya que no es diferente de lo que sienten en relaciones comunes (no clandestinas). Lo singular en estos casos es el mantenimiento de la esperanza, que a la vez es dolorosa e insoportable.

Por otro lado, los psicólogos explican que la incapacidad de estar con la personas amada despierta la pasión, una emoción mucho más poderosa que la que se sienten las parejas que comienzan una vida en común. Todo ello contribuye a la durabilidad de estas relaciones clandestinas.

P. Un hombre puede estar con su esposa y su amante, y de hecho así mantiene un equilibrio perfecto en su vida. En cambio, una mujer no puede estar con dos hombres a la vez si ama a su amante. ¿Por qué ocurre esto? ¿Las mujeres son incapaces de compartir?

R. Este aspecto de la asimetría entre hombres y mujeres responde a una construcción social. Los hombres han sido educados durante siglos a no "pertenecer a una sola mujer", mientras que las mujeres son educadas para ' pertenecer a un hombre' y encontrar la felicidad en esta exclusividad.

Por otra parte, la sexualidad femenina implantada a través de la educación (familia, escuela, medios de comunicación) se asocia con el amor, y el amor no está diseñado para ser "compartido". Por eso las mujeres tienen problemas para repartir su amor entre varios hombres.

"Los hombres han sido educados para "no pertenecer a una sola mujer" mientras que ellas son enseñadas a "pertenecer a un hombre" y encontrar la felicidad en él"

P. Las amantes clandestinas suelen desarrollar una imagen negativa de sí mismas porque es muy difícil asumir el papel de segunda. ¿Si rompen con la relación es posible volver a recuperar la autoestima? ¿Estar con un hombre casado deja secuelas en las mujeres?

R. Aunque es difícil responder a esta pregunta haciendo uso de mi investigación, ya que había muy pocas mujeres en esta situación, puedo asegurar que, de todas las que he conocido solo arrastran consecuencias negativas aquellas que han mantenido relaciones que duran años. Por supuesto, si la mujer es quien decide cortar con su amante, también romperá con la imagen negativa que tiene de sí misma, recuperará su identidad y, por tanto, la autoestima.

P. Si el hombre casado ama a su esposa, ¿por qué tiene una amante? ¿Acaso no ama de verdad a su mujernbsp;quiere a las dos? ¿Son diferentes formas de amar?

R. Los hombres que aseguran amar a su esposa diferencian el amor conyugal que sienten por alguien que comparte su vida con el amor erótico que sienten por su amante. Los hombres con los que hablé para mi investigación nunca han asegurado que amen apasionadamente a sus esposas.

P. ¿Es posible que un hombre casado deje a su esposa por su amante?

R. Es relativamente frecuente que un hombre deje a su mujer por su amante, pero no cuando la relación clandestina se prolonga durante varios años. La instauración de una 'doble vida' fomenta el desarrollo de habilidades y actitudes en él que le facilitan el mantenimiento de ambas relaciones.

Los hombres encuestados valoran más su matrimonio (que implica una cierta estabilidad de la familia) que su relación clandestina. Sin embargo, eso no quiere decir que prefieran a su esposa en vez de a su amante. La mayoría son conscientes de que su amante no permanecerá para siempre en esta situación (aunque muchos lo esperan), y no dejan a su pareja porque saben que su affaire acabará tarde o temprano.

P. Si la amante deja de tolerar ser 'la segunda' y decide romper la relación, ¿el hombre casado se sentirá triste o le dará igual?

R. Yo diría que ocurre como en cualquier relación convencional, en la que el hombre se queda triste si pareja le deja. De hecho, en mi investigación hay un caso en el que él se queda deprimido después de romper con su amante.

"Los hombres valoran más su matrimonio que su relación clandestina. Sin embargo, eso no quiere decir que prefieran a su esposa en vez de a su amante"

P. ¿Qué impulsa a un hombre casado a mantener una relación secreta con otra mujer? ¿Quizá siente insatisfacción sexual con su esposa? ¿Qué busca en la amante que no tiene en casa?

R. Los hombres entrevistados suelen decir que engañan a sus esposas porque estas no satisfacen por completo su apetito sexual. Sin embargo es necesario recalcar que la satisfacción sexual que ellos sienten con su amante no es lo que perpetúa la relación extramatrimonial, pues entran en juego otra clase de satisfacciones, como las emocionales e intelectuales que 'la otra' les da.

El mantenimiento de una relación fuera del matrimonio responde a la lógica de que ellos buscan ser " buenos padres" y, por otro lado lado, seguir siendo activos sexualmente, incluso a una edad en la que la actividad sexual suele disminuir.

P. ¿Qué consejo le darías a las amantes que mantienen una relación secreta con un hombre casado?

R. Me gustaría aconsejar a las mujeres solteras que eviten meterse en una relación romántica con un hombre casado, ya que la asimetría de las situaciones de ambos suele llevar a la infelicidad.


P. ¿Cómo pueden armarse de valor estas amantes para romper con el hombre casado?

R. Cuando es difícil romper con una relación extramatrimonial es porque ella mantiene la esperanza: el sueño de tener un futuro mejor con su amante prevalece sobre la realidad que vive. Una mujer que no encuentre el valor para romper con su amante debe hacerse la pregunta de cómo es realmente su situación actual y dejar de soñar con el futuro soñado con su amante.

También es recomendable que imagine a su amante como un marido, como un verdadero marido. Otra alternativa pasa por pedir ayuda a un psicólogo, psicoterapeuta o psicoanalista que le deje claro que el amor no lleva implícito el sufrimiento.

P. ¿Las mujeres siempre salen perdiendo en este tipo de relaciones?

R. No, ¡las mujeres no siempre pierden! Estas relaciones clandestinas, igual que todas las relaciones humanas, son caminos de viaje personal en el que las personas pueden aprender mucho. Y, por lo general, no son experiencias negativas. Yo diría que las mujeres solo salen perdiendo cuando abandonan sus proyectos personales (hijos, carrera, una familia ...) para vivir su amor clandestino, o cuando dejan a su marido solo porque tienen un amante.

https://www.elconfidencial.com/alma...que-el-hombre-casado-deje-a-su-mujer_1253747/
 
¿SER O NO SER TU AMANTE EMOCIONAL?

¿Qué ocurre cuando te das cuenta del vínculo tan fuerte que has desarrollado con una persona? ¿Qué pasa cuando sientes que podrías contarle cualquier cosa, que te preguntas en cada momento qué estará haciendo, habláis casi a diario durante horas, no podéis pasar más de unos pocos días sin saber el uno del otro y que cuando te hablan de él/ella te da un vuelco el corazón… pero esa persona NO es tu pareja?

Es más, tú o él/ella o los dos tenéis pareja. En ese momento es cuando te das cuenta:eres o tienes un/a amante emocional.

¿Qué es ser un/a amante emocional?
Todos hemos escuchado alguna vez la palabra “amante” y la hemos relacionado con aventuras sexuales fuera de una pareja o matrimonio. De hecho, así nos lo ha pintado siempre el cine, las series o la literatura: una tercera persona que aporta a uno de los miembros de la pareja el s*x* que dentro de ésta escasea o es inexistente (soliendo acabar ahí su cometido o quizá, en algunos pocos casos, desarrollando una historia de amor consecuentemente tras compartir una serie de encuentros).

Todo se resumiría en eso: relaciones sexuales repetidas aparentemente sin sentimientos ni vida en pareja, pero ¿y si esas relaciones carecen de un carácter puramente sexual? ¿Y si solamente es un vínculo afectivo?

Si mantener relaciones sexuales no es la principal motivación, estaríamos hablando de un/a “amante emocional”, es decir, una persona con la que se establece un fuerte vínculo sentimental sin un objetivo sexual.

Este tipo de relación suele comenzar como una inocente amistad, que nadie vería mal ni como algo obsceno, y que suele derivar a un poco de flirteo o coqueteo que va evolucionando hasta convertirse en un sucedáneo de una relación sin compromisos.

Si no hay s*x*, entonces ¿cómo podemos decir que no se trata solamente de una casta amistad? Principalmente, porque hay evidencias claras de ello.

Por un lado, esta persona “especial” será del género que te atrae (según tu orientación sexual) y lo más seguro es que sea alguien que hayas conocido o entablado amistad relativamente hace no mucho (cuando digo “no mucho” es que no forma parte de tu círculo cercano de amistades de toda la vida).

Por otro, sólo hay que pensar en tu mejor amigo/a y compararlo con esa persona. Seguramente muchos de los comportamientos que tengas con tu mejor amigo/a, los tendrás con él o ella, pero también tendrás otros muchos que no:




    • Hablar casi diariamente (charlas “infinitas”).
    • Desear veros con frecuencia (y, si no lo hacéis, sentiros mal o con cierto “mono”).
    • Realizar confesiones que sólo realizarías a personas muy cercanas (y a esta persona no la conoces desde hace tanto como para contarle algo así).
    • Os mostráis afecto ya sea en persona como por chateo (por ejemplo: mucho contacto físico en persona o muchos iconos de corazones y besitos en WhatsApp).
    • Existe un tonteo visiblemente acusado (incluso llegando a ser percibida tal complicidad por la gente de vuestro alrededor).
    • Es la primera persona a la que contarías una novedad o algo que te ha puesto triste.
    • Te sientes mal por llevar a cabo este tipo de “amistad” (uno de los dos tiene pareja).
    • Consideras que tu o su novio/a estaría molesto/a si pudiera leer vuestras conversaciones o veros cuando estáis juntos.
    • Sentís atracción por el otro y sabéis que es recíproco.
La gran “excusa” o argumento para no sentirse tan culpable o para justificar dicha relación es que no hay s*x* y, por lo tanto… ¿no hay cuernos?

Deberíamos, entonces, pensar dónde empiezan los límites de la infidelidad. Obviamente si las conversaciones que estáis manteniendo no podría verlas tu o su pareja, es por un claro motivo. No hablamos de solamente lo que habláis, sino también de cómo lo hacéis. Si alguno de vosotros siente culpa o intención de ocultar vuestra relación de “amistad” es porque socialmente no estaría bien vista y seguramente sea porque podría considerarse infidelidad. La persona que sabe que solamente es cosa de amigos no sentiría esos remordimientos o no intentaría ocultar la relación públicamente.

Si has llegado hasta aquí es porque sospechas que eres o que tienes un/a amante emocional. Sólo tienes que escoger tu opción y así comprobarlo.

http://psicoterapiaserendipia.com/ser-o-no-ser-tu-amante-emocional/
 
Última edición por un moderador:
Este es el calvario que vive una mujer engañada

La verdad nunca antes contada de las mujeres víctimas de una infidelidad.
No, los hombres infieles no cambian. Te lo digo yo que terminé desecha no por uno, si no por más de 10 engaños. Quizá asegures que fue mi culpa por soportar tanto, tal vez tengas razón, pero en mi defensa te diré que solo estando de este lado, solo así eres capaz de ver las cosas diferentes.

La primera de sus infidelidades sucedió poco después de que nos casamos, él juró con lágrimas en los ojos que jamás lo volvería a hacer, pero 2 años más tarde, lo hizo y no solo fue el engaño, también tuvo un hijo con aquella mujer.

Podrás comentar que no lo atendí, amé o apoyé lo suficiente y por eso él buscó otros brazos, pero no, yo en verdad me desviví por él, lo amaba y siempre tuve fe de que recapacitara. Entre más eran sus fallas, más amor yo le profesaba, tonta de mí creía que así regresaría, que de la noche a la mañana se daría cuenta que su lugar estaba a mi lado, pero ese momento nunca llegó.

Uno a uno de sus demás engaños, me destrozaron, hicieron mi autoestima añicos. La violencia psicológica es más cruel de lo que aparenta ser, te deja sin razones, crees que no vales nada. Me enredé en un túnel sin regreso y hasta aceptó que aquella relación se convirtió para mí en una obsesión, sino no podría explicar cómo aguanté 25 años de mi vida en ella.

Mi ex marido hoy tiene 10 hijos fuera del matrimonio con diferentes mujeres, ellos dan cuenta (sin tener culpa) de sus engaños.

Yo me puede separar de él hace 6 años, pero fue hasta hace dos meses que por fin firmamos el divorcio, si de algo te sirve mi experiencia, lee estas 8 cosas que dan cuenta del calvario que vivimos las mujeres engañadas (y en ocasiones es peor cuando te golpean no solo con sus palabras, si no también con sus puños):

1.- Cuando te enteras de la infidelidad te duelen tan fuerte las entrañas que no ves salida, te caes, te quiebras, te consumes y surge la duda si debes perdonar o seguir sola.

2.- Si la infidelidad sale a la luz (como sucede en la mayoría de los casos) la gente se cree con la suficiente autoridad de opinar. Tonta, es la más bonita de las palabras que te dicen.

3.- Tu autoestima se va al suelo, no es que no quieras dejarlo, es que al final de todo sientes que desapareciste y no tienes control sobre ti. Admiro a las mujeres que realmente pudieron decir basta a la primera.

4.- Las burlas de la amante. Las mujeres somos crueles entre nosotras mismas y las "otras" no casi siempre agachan la cabeza. En mi caso me llegaron a enviar videos teniendo s*x* con mi marido, dejaron sus prendas interiores en mi coche, labiales y hasta recados. La más sin vergüenza llamó y abiertamente me dijo.

"Entíendelo, estás arrugada y fea, él necesita carne fresca. Está contigo por lástima, déjalo".

Hoy verdaderamente lamento no haberle hecho caso, porque aunque su intención fue quedarse con ese hombre, a mí me hubiera hecho el mejor favor de mi vida.

5.- Tienes que soportar que el día que por fin se larga con la amante, tú comenzarás a cruzar la segunda parte del INFIERNO, no solo porque tendrás que reconstruir tu vida sin saber por dónde empezar, sino porque para todo el mundo él, el macho será considerado como un CABRÓN que tiene una nueva mujer.

Pero tu escucharás lo peor, la gente es tan cruel que te enterarás, seguro lo harás de que a ella la trata como a ti nunca te trató, le da todo lo que a ti te negó y que en cuestión de días su familia ya la ve como un nuevo integrante.

6.- Cuando por fin estás lo suficientemente fuerte para ponerte de pie, viene el divorcio. En mi caso como nos casamos por bienes mancomunado, y el hombre no quería repartir nada de lo que con esfuerzo forjamos juntos, me acusó de intento de asesinato, cómo, no lo sé, pero ante las leyes no hay infiel y engañada, solo estamos dos sujetos.

7.- Ver sufrir a tus hijos y cuando peor te va, verlos repetir los patrones familiares. Hoy mi hija mayor tiene más de 30 años y su fobia al matrimonio es enorme, el de en medio ya lleva dos separaciones y el más pequeño siempre me ha recriminado la vida que llevamos porque yo no pude escapar a tiempo. Ellos saben que los amo con toda mi alma, pero la infidelidad también los condenó. A pesar de todo, son chicos buenos, profesionistas y sus fantasmas no les han impedido ser felices.

8.- Tus padres, hermanos y demás familia te ven como la FRACASADA. El divorcio no es bien visto por nadie. Ni que decir para los hombres que te rodean, se lanzan a ti como jauria, parece que la estampa de DIVORCIADA que llevas en la frente les dice que estás URGIDA de s*x* y entonces cualquiera se cree capaz de "ayudarte", eso sí, no habrá relaciones serias, tienes tres hijos y pareciera que no eres digna de volver a amar, ni de que te amen en verdad.

Te cuento todo esto hoy que ya estoy del otro lado, superé el peor reto de mi vida, fue duro, pero he logrado recuperar mi fuerza de mujer, esa que un patán dejó en el suelo, sí porque sin querer se lo permití. Mi hija me ha dicho millones de veces que ahora conoce mi sonrisa, tengo un pequeño negocio, no dependo económicamente de nadie y lo mejor de todo, dejó de importarme lo que dicen los demás, vivo por mí y por mis hijos.

¡Nadie entiende su calvario hasta que lo vives!

https://www.soycarmin.com/buenavida...ue-vive-una-mujer-enganada-20161105-0002.html
 
¿Debemos perdonar la infidelidad crónica o una reincidencia?

Existen varias personas interesadas en el tema de la infidelidad y de su reincidencia, de hecho, a quienes fueron víctimas de una infidelidad lo que más les preocupa es que su cónyuge no lo vuelva a hacer.

Cuando estamos frente a una reincidencia después de haber perdonado una primera infidelidad, los problemas de pareja aumentan considerablemente y la posibilidad de ruptura es inminente. Esta fuerte decisión implica considerar diversos factores, entre los cuales están los hijos, para quienes cualquier decisión de los padres podría convenirles o perjudicarles indistintamente, sin embargo los utilizamos como un factor clave a la hora de decidir, lo cual es un error por que existen factores más importantes en esta decisión y que tienen real influencia sobre el bienestar de ellos.

Como gran parte de los problemas en psicología, este tema no tiene una respuesta tajante frente a la reincidencia, todo depende de muchos aspectos a considerar. Aquí vamos a realizar un completo análisis de los factores involucrados, para ayudar a todos los que se preguntan qué hacer en esta situación, hasta cuando deben soportar y como ponderar correctamente la situación de los hijos.

Empecemos por definir y diferenciar conceptos respecto de los tipos de infieles:

El infiel único: Es aquel que ha cometido sólo una infidelidad en toda su vida y se siente sumamente culpable por ello. Esta infidelidad implica un sólo acto sexual o un sólo momento de besarse con su amante. Este tipo de infiel es aquel que nos da mayores garantías de superar una infidelidad y de recuperar una vida matrimonial más segura y mejor que antes.

El infiel affaire (caso): Es el que ha tenido una aventura o un romance con una sola persona por vez única, pero esa relación ha durado varios encuentros desde meses hasta dos años. Después de ser descubierto por su cónyuge, muestra arrepentimiento genuino y tiene pocas posibilidades se ser reincidente.

El infiel paralelo: Es quien mantiene una segunda vida con otra persona, por más de dos años, incluso puede tener otra casa y hasta hijos, en ocasiones la amante sabe que su pareja es casada pero no le importa. Estos casos se dan entre gente que viaja mucho de una ciudad a otra por su trabajo y así pueden mantener el secreto sin mayores inconvenientes. Si es descubierto por su cónyuge y deciden continuar la relación matrimonial, el infiel tiene grandes probabilidades de ser reincidente con la misma pareja amante.

El infiel reincidente: Es cualquiera de los casos anteriores, que una vez descubierto por su cónyuge, habiendo pasado por un proceso de perdón y reconciliación y luego de pasado un tiempo indefinido, vuelve a cometer un segundo acto de infidelidad con la misma persona o con otra.

El infiel crónico enfermo: Este es el que mantiene relaciones fuera del matrimonio en forma habitual con distintas parejas, pudiendo ser dos o más. Esta es una conducta propia de los enfermos de psicopatía, mientras más parejas tenga y mientras más seguido sea, más grave es el cuadro. Si son descubiertos, sólo reconocerán que han sido infieles una vez, mentirán sin problemas y en forma convincente. En ocasiones estos infieles actúan bajo un consentimiento de resignación de su cónyuge, lo que normalmente ocurre en niveles socioeconómicos muy bajos. Esta conducta también puede encontrarse dentro de otros cuadros psiquiátricos, aunque con otras características. El psicópata en general se ve y aparece como una persona normal.

El infiel crónico adicto: Igual que el anterior, pero aquí se trata de una persona dependiente que genera adicción a los estímulos químicos de la infidelidad como la adrenalina y otros relacionados con emociones pasajeras. La diferencia con el anterior, es que aquél tiene asociadas otros tipos de conductas como agresividad física o verbal y una serie de otros elementos propios del enfermo. En cambio el adicto no, este es percibido como una persona mucho más normal y no es agresivo en ninguna de sus formas.

Habiendo descrito la gama de infieles que pueden existir, sabiendo también que dentro de cada tipo hay matices, es mucho más fácil saber a que atenerse a la hora de tomar una decisión importante.

Lo primero que hay que decir, es que no importa el tipo de infiel al cual nos enfrentemos, todos tendrán justificaciones para lo que hacen y todos pueden ser perdonados si la pareja así lo desea, eso es asunto de cada víctima.

Por definición el infiel único no puede ser reincidente y como aquí estamos hablando de perdonar o no una reincidencia, dejaremos de lado al infiel único.

Cuando tú descubres la infidelidad de tu pareja, puede que no sea fácil saber de que tipo de persona estamos hablando. Ya sabes que si has decidido continuar la relación, debes dejar muy claro que no perdonarás una segunda vez. En este sentido, cuando un infiel affaire se convierte en reincidente puede deberse claramente a la falta de un tratamiento adecuado de superación de la infidelidad, que llevó al matrimonio a mantener el mismo tipo de relación y comunicación de siempre.

Cuando el infiel paralelo se convierte en reincidente, obedece más bien a que existe una cuota similar de sentimientos afectivos tanto hacia su cónyuge como a su amante, por lo tanto no resiste por mucho tiempo la separación de su amante a quien comienza a echar de menos, más aún si hay hijos de por medio, siendo muy probable el término de su relación matrimonial legal.

En ambos casos, nuestra sugerencia es mantener la palabra empeñada “no hay un segundo perdón”, ¿por qué?, claro está que un segundo perdón, rápidamente lo transformará en un infiel crónico. Además si no aprendió, no se motivó y no tomó el peso real del problema, después de haber visto el sufrimiento de su cónyuge, no lo hará nunca. Una segunda oportunidad sólo dará pie a una desvalorización de la víctima lo cual obviamente traerá consigo una tercera infidelidad. El interés de este infiel por permanecer en la relación, sólo se debe a intereses económicos, sociales, familiares, de seguridad y estabilidad por los hijos, pero no por amor genuino hacia su cónyuge.

De acuerdo a lo anterior, debe quedar muy claro que los infieles crónicos sea cual sea su tipo no deben tener oportunidades. La carencia de afecto hacia su cónyuge en estos casos es absoluta y presentan las siguientes características:

1) Una relación con un infiel crónico no es una relación de pareja real, es una relación sin sentido.

2) El infiel crónico carece de toda clase de amor hacia su pareja.

3) El infiel crónico puede ser una persona psicópata o enferma mental y por lo tanto peligrosa.

4) La infidelidad crónica puede implicar otros males como violencia intrafamiliar, alcoholismo y hasta conductas claramente delictivas.

5) La víctima de infidelidad en este caso se expone a contraer enfermedades de transmisión sexual de todo tipo y hasta la muerte por SIDA, Sífilis ó Hepatitis B ó C, si el infiel no se protege.

6) La víctima se expone a ser agredida por el o la amante de su cónyuge por celos pasionales.

7) La víctima pasa la vida sufriendo y luchando contra la corriente.

8 ) La víctima tiene tan lastimada su autoestima, que se produce un círculo vicioso de dependencia de su cónyuge del cual es difícil salir.

Con todo esto, no quiero decir ni recomendarte que te separes o abandones a tu cónyuge, esa es tú decisión, ya que desconocemos otros matices en torno a tu relación de pareja y puede que exista la posibilidad de que continúen juntos en forma exitosa. Sin embargo, en un caso de estos, debes recibir atención profesional de forma directa que te ayude a analizar el problema desde distintos puntos de vista y te permita sopesar cada variable para tomar una decisión responsable e informada. Siempre es bueno mantener el matrimonio, pero a veces hay casos imposibles o bien que no vale la pena ni el esfuerzo continuar.

¿Entonces que debo hacer?

Lo primero es intentar determinar el tipo de infiel que es tu cónyuge, cualquiera de los tres primeros tiene grandes posibilidades de recuperación, los otros tres pueden tener alguna clase de tratamiento psicológico y/o psiquiátrico para superar su problema, pero las posibilidades de éxito no son alentadoras. Considerando que estos tres pueden ser clasificados como “enfermos”, si ves que hay posibilidades de una mejoría real, puedes intentarlo, pero ya sabes a las consecuencias que te estás exponiendo.

Al momento de tomar la decisión de continuar la relación con un infiel REINCIDENTE o CRÓNICO, debes considerar 5 factores principales:

Tu integridad física: Debes considerar los riesgos que corres frente a este problema, como violencia física o contraer enfermedades.

Tu integridad psicológica: Implica como se verá afectada tu mente y tu propio “YO” frente a la decisión de continuar o separarse.

Tu dependencia económica: Es importante considerar cuanto dependes de tu cónyuge económicamente, evaluando todas las posibilidades al respecto en caso de separarse o continuar.

Tu adhesión familiar: Corresponde a la necesidad de permanecer unidos por diferentes ventajas familiares, o de separarse por las desventajas.

Tu integridad emocional: Son todas aquellas cosas que te permiten mantener cierta estabilidad emocional para poder desempeñarte normalmente en la vida diaria.
 
Las excusas más populares que usan los infieles para salir con su amante

Ashley Madison, el sitio líder en citas para infieles por internet, hizo una encuesta a sus miembros con el fin de saber las excusas más comunes que usan al planear una visita a su pareja extra marital.


Según los datos recabados, 32% de las mujeres y 40% de los hombres se ponen creativos al inventar varias excusas para ver a su amorío. Dentro de las excusas listadas, el 31% de los hombres le dicen a sus parejas que van a trabajar hasta tarde, mientras que el 27% de las mujeres inventan que saldrán con amigas.


Para ambos, mujeres y hombres, salir con amigos y trabajar hasta tarde son las dos excusas más usadas al tener un amorío. Tal vez esto se debe a que son las dos situaciones más reales y su pareja lo creerá.


Las dos excusas permitirán más tiempo fuera de casa, a comparación de otras opciones comunes como ir al gimnasio o un viaje de trabajo, las cuales no podrían suceder tan seguido para la mayoría de las personas, además de que requiere elementos extra como una maleta, mochila de gimnasio, o hacer compras.


Top excusas de las mujeres:

- Otro – 32%

- Salir con amigas - 21%

- Trabajar hasta tarde - 11%

- Una amiga me cubre y dice que estuve con ella - 11%

- Salir de compras - 10%

- Ir al gimnasio - 8%

- Salir con compañeros de trabajo - 8%


Top excusas de los hombres:

- Otro – 40%

- Trabajar hasta tarde - 31%

- Salir con amigos - 23%

- Viaje de negocios - 15%

- Salir con compañeros de trabajo - 15%

- Ir al gimnasio - 9%

- Un amigo me cubre y dice que estuve con él - 7%

Es claro que estas excusas no pueden usarse en exceso porque la pareja resultará sospechosa. Según los resultados, el 50% dice que solo ocasionalmente cambian de excusa para despistar a sus parejas. Del resto de los encuestados, el 23% dijo que siempre usan la misma excusa y el otro 27% dijo que nunca usan la misma excusa.


Parece ser que la mayoría de los infieles son lo suficientemente estratégicos al ponerse creativos cuando se trata de enredos extra maritales.


Los hombres parecen usar la estereotípica excusa de Don Drapper sobre trabajar tarde, como se muestra en varias series de televisión y películas. Y así como dice el dicho “si no está roto, no lo arregles”.


Por otro lado, las mujeres fingen salir con sus amigas cuando realmente están bajo las sábanas de su pareja extramarital, empezando como una noche fuera con las chicas y terminando como una noche fuera de su matrimonio.


INFORMACIÓN DE: ASHLEY MADISON
 
"He sido infiel y no me arrepiento de nada": cuatro mujeres confiesan sus escarceos
Las infidelidades no siempre son amargas. Si no que se lo digan a estas féminas, que lejos de arrepentirse de poner engañar a sus parejas están superorgullosas de ello. Tienen sus razones

M. PALMERO

TIEMPO DE LECTURA5 min
28.01.2017 – 05:00 H.
Las razones que pueden llevan a alguien a ser infiel son muchas. Falta de interés por parte de la pareja, deseo de probar cosas nuevas, insatisfacción sexual, y un largo etcétera. Hoy nos vamos a centrar en lo que ocurre tras el engaño. ¿Todo el mundo se arrepiente? ¿Es bueno o malo para la pareja? Cuatro mujeres aseguran que ser infiel a sus parejas es lo mejor que podían haber hecho. Leemos sus historias:

"Después quería más a mi novio"
La infidelidad es más probable que suceda en relaciones a distancia que en parejas que viven juntas y comparten su vida bajo el mismo techo. Cuando los miembros del dúo no se ven a menudo, es más que posible que aparezcan amantes por alguno de los dos lados. Esto es lo que sucedió a Jennifer, quien lo cuenta en 'Cosmopolitan'.

Ella y su novio tenían una relación a distancia. Al principio lo llevó bien, pero al poco tiempo se dio cuenta de que estaba mejor sola. "Estaba feliz sin él", asegura. No tenía planeado ser infiel, pero una noche estaba en un bar y conoció a un tipo. Ella estaba un poco ebria. Se fue a su casa y lo hicieron. "Luego me desperté a las 4 de la mañana, disgustada conmigo misma. Salí del apartamento, con la ropa en la mano, y vagué desorientada hasta que conseguí un taxi para volver a mi casa", cuenta.

Jennifer y su novio tenían una relación a distancia. Al principio lo llevó bien, pero al poco tiempo se dio cuenta de que estaba mejor sola.

Al principio, Jennifer se arrepintió de haberle sido infiel a su novio, pero más tarde lo pensó mejor y se dijo a sí misma que era lo mejor que podía haber hecho, ya que antes de los cuernos ella no quería seguir con la relación. Después de acostarse con aquel desconocido, se dio cuenta de todo lo que quería a su pareja. "Desde esa noche, he estado agradecida por tener a mi novio. Además, ahora nos entendemos mejor. Si no le hubiera engañado estoy segura que nuestra relación no habría sobrevivido".

"Me hizo darme cuenta de las cosas"
Como en el caso anterior, esta infidelidad le hizo a la protagonista darse cuenta de las cosas. Tras ponerle los cuernos a su pareja, se percató de que su novio no la apreciaba lo suficiente. La protagonista es Ally, quien cuenta su historia en el mencionado portal. "El engaño me hizo darme cuenta de que yo no le importaba nada. Él solo quería estar con sus amigos. Yo comencé a salir con gente, y parecía que no le importaba nada. Me decía 'diviértete'. Parecía como si no le importase que existiera la posibilidad de que estuviera saliendo con alguien más", cuenta.

Le llegó a informar incluso de que se iba de viaje con un chico, a Canadá. Obvio, se acostó con él. Al enterarse de la escapadita, su novio no le recriminó nada, le dijo que vale, que se lo pasara bien. "Ahí es cuando empecé a pensar que necesitaba un cambio", asegura. Tras darse cuenta de la indiferencia de su pareja, le dejó.

"El cuerpo me lo pedía"
La tercera historia la protagoniza Denise. Ella también fue infiel, y no se arrepiente. La joven se dio un tiempo con su novio, entonces comenzó una relación con otro chico. Luego volvieron, pero ella sentía que lo había traicionado. No obstante, le hizo darse cuenta de lo que apreciaba a su pareja. "Estaba segura de que me casaría con él. Pero creo que necesitaba estar con otro hombre para darme cuenta".

"Me abrió los ojos"
La cuarta protagonista, Noelia, nos ha contado su historia. Ella comenzó a verse con otro hombre cuando aún estaba con su novio. Después de un tiempo, decidió dejar su relación anterior. No se arrepiente ni un poco, y asegura que ese affaire le hizo darse cuenta de que realmente no quería estar con su pareja. "Teníamos un proyecto de vida juntos, nos íbamos a ir a vivir... pero yo fui infiel y no me arrepentí". La ausencia de sentimientos de culpabilidad hizo que se planteara cortar su relación. Ahora tiene otro novio, también le es infiel, y tampoco le preocupa. "Es raro, pero me siento mejor si no pertenezco a uno solo", comenta.

"El engaño me hizo darme cuenta de que yo no le importaba nada. Me fui de viaje con un chico y no le importó. Cuando volví le dejé", cuenta Ally

¿Y si mi mujer me engaña?
Aunque aquí presentemos la infidelidad como algo que acompaña cosas positivas, no siempre es así. Quizá el que engaña se siente bien, pero si el engañado descubre el pastel no creemos que le alegre lo más mínimo. No obstante, hay diversos estudios que aseguran que las personas a las que les han puesto los cuernos lo tienen mejor que las que los ponen. ¿La razón? Son capaces de detectar futuros engaños.

Una de estas investigaciones es 'Intersexual Mate Competition and Breakups: Who Really Wins?', publicada en 'The Oxford Handbook of Women and Competition', la cual determinó que las personas cornudas suelen mostrar una mejor capacidad a la hora de detectar los comportamientos sospechosos, como señala la encuesta realizada con 5.906 participantes en 96 países.

Pero si uno es primerizo, no puede darse cuenta de que su mujer se la está pegando con otro. Una vez descubierto el engaño y pasado el tiempo de reflexión, el 'cornudo' debe reflexionar acerca de seguir con la relación o dejarlo. Todos aquellos que lo piensan, deben hacerse las siguientes preguntas:

  1. ¿Te gustaría seguir con la otra persona si lograras volver a confiar en ella?
  2. ¿Has dejado atrás la ira y el resentimiento y estás listo para avanzar?
  3. ¿Hay una actitud positiva del otro?
  4. ¿Te imaginas siendo feliz con él o ella?
  5. ¿Puedes perdonar lo sucedido?
La última es la clave. Si eres capaz de perdonar, de verdad, adelante. Y si no, no te preocupes, hay más peces en el mar.


 
Estas son las 6 maneras más habituales en que se ponen los cuernos

La mayoría de personas siguen entendiendo el amor como algo exclusivo, por lo que la búsqueda de pasión fuera de la pareja no se considera una opción a tener en cuenta... salvo en estos casos

ÁLVARO GARCÍA RUIZ
24.04.2015 – 05:00 H. - ACTUALIZADO: 24.04.2015 - 13:00H.
Nos podrá gustar más o menos, pero el adulterio está a la orden del día y aunque desde pequeños se nos haya educado con la idea de la existencia de un amor único, verdadero e irrompible, todos tenemos a nuestro alrededor varios casos de parejas en los que se han sucedido las infidelidades por parte de alguno de los miembros e incluso ambos.

Que existan estos casos no tiene por qué significar que todas las relaciones vayan a tener este tipo de comportamientos adúlteros. Y tampoco tiene por qué estar siempre visto como una traición. En estos últimos años ha aumentado el número de adeptos a las relaciones abiertas y el poliamor. Sin embargo, la mayoría de personas siguen entendiendo el amor como cosa de dos, por lo que la búsqueda de pasión fuera de la pareja no se considera una opción beneficiosa a tener en cuenta, aunque a veces se caiga en ella.

Antes o después, las chispas saltan, se libera la tensión acumulada y se tienen esos explosivos encuentros sexuales que tanto se deseaban.

Cuando los cuernos aparecen, uno nunca acaba de entender por qué se ha llegado hasta tal situación. Es lógico la inexistencia de entendimiento, pues las relaciones humanas son tremendamente complejas, pero eso no impide que existan determinados patrones de actuación que sirvan para responder algunas de las preguntas que rodean estas actuaciones. El psicólogo Douglas LaBier explica en Psychology Today algunas de las aventuras amorosas fuera de la pareja más comunes.

1. Es solo deseo

Esta es una de las más habituales. Se produce cuando se conoce a una persona con la que se tiene una fuerte atracción física que es recíproca. Antes o después, las chispas saltan, se libera toda esa tensión acumulada y se acaban teniendo esos explosivos encuentros sexuales que tanto se deseaban. Este tipo de aventuras suele estar relacionado solamente con el ámbito sexual, por lo que lo más lógico es que se termine en el momento en el que la pasión se acaba o cuando se descubre que no hay nada más detrás de esta.

Las bromas, comentarios con doble sentido o guiños con un hermano, primo, mejor amigo, etc. son continuas y al final se termina cayendo en la tentación

2. Se necesita cariño

Cuando una relación es insatisfactoria, el otro miembro no se preocupa ni es cariñoso, es muy posible que se busque una alternativa fuera de la pareja para llenar todas esas carencias o para, directamente, vengarse por la falta de afecto recibido. Esta idea puede provocar, según algunos de los casos estudiados por LaBier, que se acabe teniendo una aventura con la primera persona que muestre un mínimo interés, aunque esta solamente sea en apariencia. En este tipo de situaciones es preferible solucionar los propios traumas antes que intentar algo con otra persona.

3. La aventura sin s*x*

¿Solo existen cuernos si se consuma la relación sexual? Existen casos en los que la conexión no conlleva contacto físico, pero es realmente profunda. LaBier pone como ejemplo el de Paul y Linda, que nunca llegaron a consumar su relación por el miedo a romper su relación 'oficial', ni estropear la mutua conexión que tenían. Pese a ello, hablaban continuamente y la relación que tenían iba un paso más allá de lo que puede considerarse amistad.

4. La de todo queda en familia

Las bromas, comentarios con doble sentido o guiños con un hermano, primo, mejor amigo, etc. son continuas y al final se termina cayendo en la tentación. Esta quizá sea la infidelidad más peligrosa porque siempre se cree que la alta improbabilidad de que ocurra, así como la confianza existente permitirá que no se destape el pastel. Pero, en caso de ser descubierto, se abrirá la caja de los truenos y se vivirán todo tipo de problemas personales y familiares.

5. La aventura que no iba a ser solo una aventura

Los humanos somos expertos en el autoengaño, más aún cuando de una relación se trata. Raro es que no conozcamos o no hayamos vivido en nuestra propia piel una aventura en la que la otra persona continuamente afirmaba que abandonaría a su actual pareja, pese a que ambos sabían que eso no iba a ocurrir. En este tipo de ocasiones es muy posible que se hayan tenido otras tantas relaciones en las que se aseguraba lo mismo.

6. En la que existe una conexión mente-cuerpo

Esta es posiblemente la que más peligros conlleva ya que es muy posible que todo se tambalee cuando se encuentra a una persona con la que existe un poderoso vínculo no sólo en el campo sexual, sino también en la faceta mental. Ante esta situación, lo más probable es que acabe con una separación o divorcio, según LaBier, ya que el vínculo con la, hasta entonces, aventura es mucho más fuerte que con la anterior relación, pese al cariño adquirido en los años de convivencia.
 
Rafael Santandreu: "Ser infiel es la cosa más normal del mundo"

Xavi Freixes
Foto: Javier Torres-Bachetta
Barcelona. Domingo, 19 de marzo de 2017
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Rafael Santandreu (Barcelona, 1969), psicólogo y autor de Ser feliz en Alaska nos da las claves de la felicidad y nos advierte que no estamos hechos para tener pareja. Asegura que el 50% de las parejas jóvenes no duran más de 10 años y que las separaciones en la generación de nuestros hijos llegarán al 90%. También nos cuenta que el deseo sexual desaparece al cabo de tres años y que ser infiel es la cosa más normal del mundo. De hecho, el 50% de los hombres y el 33% de las mujeres son infieles varias veces a lo largo de una relación.

Cuanto más tengas, más infeliz serás

¿Qué tanto por ciento de la población tiene problemas emocionales?
El 30%. Cada vez hay más. Hace 30 años, afectaban al 10% de la población. Actualmente, los sufren 3 de cada 10 personas y siguen aumentando.

¿Por qué? ¿Qué hacemos peor ahora que hace 30 años para que aumenten tanto los casos?
El problema es que la sociedad es cada vez más exigente y eso hace que todos seamos más autoexigentes. Esta es la raíz de la enfermedad emocional, llegar a un nivel de autoexigencia desmesurado que no tiene ningún sentido.

¿Cuáles son los trastornos emocionales más habituales?
Ansiedad y depresión. Piensa que las sociedades más ricas son más infelices. A medida que nos incorporamos al mundo de la abundancia, somos menos felices.

El problema es convertir los deseos en necesidades absolutas. Nada es tan importante

¿Por lo tanto, cuanto más tienes, más infeliz eres?
¡Totalmente! El problema es la cantidad de oportunidades que tienes. Cuantas más oportunidades tienes, los humanos cometemos el error innato de convertirlas en necesidades absolutas. Entonces te cargas de obligaciones, necesidades, imposiciones y tensiones. Este es el problema. Cuanto más rica es una sociedad, más educación emocional necesita para no convertir los deseos, que son una cosa normal y legítima, en necesidades absolutas.

Nos volvemos locos porque damos demasiada importancia a todo

¿Qué tenemos que hacer para ser felices?
No exagerar los problemas de la vida, nos volvemos locos porque damos demasiada importancia a todo. La clave del éxito está en controlar tu pensamiento. Tenemos que aprender que nada es tan importante. Una sociedad muy rica es como un Ferrari, que necesita frenos y volante. Por ejemplo, damos demasiada importancia al éxito (como si fuera esencial), a las notas de los hijos o a la pareja... En psicología cognitiva, que es la que yo practico, decimos que tenemos que desarrollar una mente de preferencias en lugar de una mente de exigencias. Por ejemplo, es muy común exigir a las personas queridas que sean buenas en todo.

En tu último libro Ser feliz en Alaska, dices que tienes los mejores amigos del mundo...
Sí, los tengo porque utilizo un truco: a cada amigo sólo le pido lo que me puede dar. Por ejemplo, al amigo que un día lo deja todo a las 3 de la madrugada para venirme a consolar porque me ha dejado la novia, no le pido que se acuerde de mi cumpleaños. Y al revés, al que se acuerda de mi cumpleaños, no le pido que lo deje todo a las tres de la madrugada. Cada amigo o familiar te tiene que aportar una parte de los beneficios de la amistad y así, con diferentes piezas, tienes un gran cuadro. El error más habitual es exigirlo todo a cada uno de nuestros amigos. El problema es que les consideramos tan amigos o tan importantes que les exigimos que tengan todas las cualidades de la amistad y eso es imposible porque ni tú las tienes todas. Si actúas así, te quedarás sin amigos porque te enfadarás cada vez que te fallen en una de las cosas que les pidas. Se tiene que aplicar la flexibilidad al mundo de la amistad.

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No estamos hechos para vivir en pareja

Ya que pones el ejemplo del amigo que te viene a consolar a las tres de la madrugada cuando te deja la pareja, explícanos cómo se puede superar una ruptura de pareja sin sufrir la habitual depresión por abandono...
Cuando te deja la pareja, sólo te cae el mundo encima si te dices a ti mismo que necesitas una pareja para ser muy feliz. La depresión por abandono es la enfermedad emocional número 1, la que hace acudir a más personas al psicólogo y viene dada por la creencia irracional muy extendida en nuestra sociedad de que necesitamos pareja para estar bien. Y la verdad es que somos más felices sin pareja que en pareja. No sólo no la necesitamos sino que es más fácil ser feliz sin ella.

Cuando te creas una necesidad inventada como es tener pareja, ya la has pifiado

Muchos, sin embargo, aseguran que son más felices en pareja...
De acuerdo pero en ningún caso necesitamos pareja para ser felices. A eso yo le digo tener necesititis de pareja y, cuando tú te creas una necesidad inventada como es tener pareja, ya la has pifiado. Por dos razones: porque si no la encuentras o la pierdes te haces un desgraciado a ti mismo y porque si la tienes también te haces un desgraciado porque no te dará la felicidad que tú mismo te has dicho que te daría. Estarás decepcionado, confundido y en crisis. Pedirás cosas a tu pareja que no está capacitada para darte. A los que sufren depresión por abandono les demuestro que nunca han necesitado pareja para ser felices y cuando lo entienden les desaparece la depresión.

Explícanoslo.
Mira, hay una pregunta estándar para valorar la gravedad de cualquier adversidad, también cuando te deja la pareja. Pregúntate en qué medida, lo que ha pasado, te impide hacer cosas valiosas para ti y para los otros. ¡En este caso, la respuesta es en ningún caso! Por lo tanto, la realidad es que es una adversidad minúscula. Lo que pasa es que, absurdamente, nos decimos lo contrario sin ningún fundamento.

¿Qué aconsejas a los que tienen pareja para evitar la ruptura?
No exigirle nunca nada aunque tengas razón. La exigencia es el factor mataparejas número 1. Todo se tiene que expresar en clave de sugerencia. Por ejemplo, diciéndole: "cariño, eres la persona más maravillosa del mundo, te pondría un 10 de nota, pero sería matrícula de honor si hicieras eso o aquello otro". Y sobre todo dile: "si no puedes evitarlo, si no puedes hacerlo, te amaré siempre igual". Este es un diseño de una expresión de sugerencia que quiere decir que tú no das tanta importancia a la problemática X, y que puedes renunciar a ello. Tu pareja tiene la opción de no hacerlo. Esta es la clave de la relación de pareja.

La exigencia es el factor mataparejas número 1

Es evidente que el problema de muchas parejas es que, a menudo, utilizan la exigencia...
De hecho, estamos acostumbrados a utilizar la exigencia diciendo al otro: "lo tienes que hacer porque si no no lo soporto". Eso provoca que el otro no tenga ganas de darnos lo que le pedimos y que también se ponga a exigir. Así, perdemos la capacidad de persuasión y lo hacemos muy difícil porque pasaremos a exigirnos mutuamente y se creará un círculo vicioso y malicioso. Estas parejas se acaban exigiendo cada vez más, se quejan más y se dan menos. ¡Es un círculo nefasto! Ninguno de los dos quiere dar nada al otro y nos centramos en la queja constante.

A pesar de todo todavía hay parejas que celebran las bodas de oro...
Cada vez que veo una pareja de abuelos cogidos de la mano, que hay pocas, les pregunto: cuál es el secreto de su relación. La mayoría se miran, sonríen y me dicen que el secreto es "aguantar mucho". Eso quiere decir que han tenido una relación de sugerencias, no de exigencias.

¿Por qué hay más separaciones ahora que antes?
Porque antes las relaciones eran imposiciones del hombre sobre la mujer. Eran uniones artificiales, no libres. Cuando las uniones son libres, ya no quieren estar juntos mucho tiempo. La historia de los matrimonios ha sido la de la compra de las mujeres por parte del hombre, una forma de esclavismo. No tenían libertad.

Tienes claro que los humanos no estamos hechos para estar muchos años en pareja...
Es así y por lo tanto no nos tiene que extrañar nada que las parejas se separen al cabo del tiempo. Es una tendencia que irá a más. Es normal. De hecho, haríamos bien en separarnos porque, en realidad, el ser humano no está hecho para estar en pareja mucho tiempo.

Tener pareja es aburrido, muy pesado y mata el deseo sexual

¿Según tú, cuántos años puede durar una pareja?
Los menos posibles. La pareja es una cosa artificial. El ser humano en libertad nunca ha sido en pareja hombre-mujer, ha estado en formaciones de tribus, pero no en pareja hombre-mujer. De hecho, no lo hace ningún mamífero eso. Es una cosa muy extraña. Para las personas es aburrido, cansado y muy pesado estar en pareja. Mata el deseo sexual.

El deseo sexual desaparece a los 3 años y al cabo de 5 años ya estamos cansados de la pareja

¿Al cabo de cuántos años desaparece el deseo sexual?
Está demostrado que disminuye casi del todo al cabo de tres años. Y el cansancio personal suele llegar cuando llevamos cinco años. Lo mejor sería no aparejarse nunca.

No tienes ninguna posibilidad de reenamorarte de tu pareja ni de recuperar el deseo sexual

¿Qué aconsejas para volver a enamorarte de tu pareja o para recuperar el deseo sexual?
¡No hay nada que hacer!

Nooo!?
¡No! Ya puedes buscar a otra persona porque ni te volverás a enamorar ni aumentarás el deseo sexual.

¿No hay ninguna posibilidad de ser feliz en pareja?
Te puedes adaptar a todo pero no es lo normal. Uno de los mensajes que los psicólogos tenemos que dar a la gente que se separa es que es normalísimo. Es importante que no vean la separación como un fracaso personal o como que el otro le ha hecho una putada. Es lo más natural y razonable. Es importante subrayar este mensaje porque si no la gente se separa con una sensación de pérdida y de fracaso cuando lo que ha pasado es lo más normal del mundo.

El 50% de las parejas jóvenes no duran más de 10 años

¿Qué tanto por ciento de las parejas se separan?
El 50% de las parejas jóvenes no aguantan más de 10 años y la tendencia irá claramente al alza.

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Dentro de 20 años, se separará el 90% de las parejas

Muchas parejas dicen que no se separan por los hijos...
El problema no es la separación sino separarse mal. Lo que provoca problemas es el rencor y las peleas. Si te separas con naturalidad, amor y con plena colaboración, los niños estarán estupendamente bien. Además, los entrenarás para cuando sean grandes y se separen de su pareja. Piensa que, dentro de 20 o 30 años, se separarán el 90% de las parejas. Es mentira que una separación bien hecha sea un problema para los hijos. El problema es cuando los padres se ponen histéricos por el sentimiento de culpa y fracaso que experimentan cuando, en realidad, es la cosa más normal del mundo. Lo que tienen que hacer es darse las gracias por el tiempo que han estado juntos y prometerse una relación de amor y amistad para siempre.

De hecho, explicas en tu libro que el día que dejaste la relación con tu última pareja, le regalaste un anillo de compromiso...
¡Sí señor! Este anillo quería decir que mi compromiso es que seamos los mejores amigos hasta la muerte. No la dejé, sólo cambié el concepto de nuestra relación. Es absurdo perder a alguien que has amado y conoces tan bien, es una pérdida que no tenemos porqué tener.

Las segundas relaciones tienen más posibilidades de ir bien

¿Tiene más posibilidades de ir bien una segunda relación o es tropezar dos veces con la misma piedra?
Las segundas relaciones tienen muchas más posibilidades de ir bien que las primeras. En primer lugar, porque te queda menos tiempo de vida. Es más fácil que sea satisfactoria. La estadística demuestra que las parejas que se juntan a edades más adelantadas funcionan mucho mejor. No solemos exigir tanto y es más probable que la segunda pareja te dure de por vida.

¿Qué me dices de las infidelidades?
Esta pretensión de los humanos de ser fieles es muy irracional porque es una represión bastante inadecuada de los deseos normales del ser humano, tanto de la mujer como del hombre.

Ser infiel es una necesidad como beber agua para hidratarse

¿Me estás diciendo que ser infiel es la cosa más normal del mundo?
Sí, piensa que los mamíferos no somos monógamos, somos promiscuos, muy promiscuos.... Muchos están condenados a una vida sexual muy pobre debido a esta imposición de fidelidad. Hay mucha infelicidad provocada por el descubrimiento de la infidelidad del otro cuando, en realidad, es la cosa más normal del mundo. Es como si nos enfadáramos mucho y tuviéramos una crisis con nuestra pareja cuando la pillamos hidratándose, bebiendo una cantidad correcta de agua al día. ¿Verdad que no tiene sentido porque es normal hidratarse porque nos lo pide el cuerpo? ¡Pues la infidelidad es exactamente lo mismo! No hay nada más racional en el mundo. ¡Es de cajón!

El 50% de los hombres y el 33% de las mujeres son infieles

¿Lo normal no sería avisar y dejar la pareja antes de serle infiel?
No recomiendo hacerlo. Lo ideal sería establecer relaciones abiertas de manera consensuada pero yo apruebo la infidelidad, el engaño. Aunque lo ideal sería no engañar, piensa que nos vemos forzados a hacerlo porque la gente racional piensa que la promiscuidad está superbién y no puede desarrollar lo que es racional porque la sociedad lo castigaría de manera tal que le sería muy difícil encontrar pareja. ¡Entonces, tiene que mentir! Este sin sentido respecto de la sexualidad, hace que la salida menos mala sea la infidelidad. Por eso es tan habitual.

¿Qué tanto por ciento de hombres y mujeres son infieles?
El 50% de los hombres y el 33% de las mujeres son infieles varias veces a lo largo de su relación. Y aquí no contamos a los que querrían serlo pero no lo hacen porque no tienen ocasión o no se atreven. Si los contáramos a todos, serían muchos más.
 
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