Div@, Lo que preguntas de si nuestras madres han sido así siempre me parece una pregunta muy interesante, ya que en mi caso si ha habido una evolución pero creo que ella siempre ha sido la misma persona.
No se ha vuelto más narcisista, simplemente lo es en esencia y ha reaccionado según los acontecimientos, pero eso se lleva dentro, no creo que nazca en un momento determinado.
Cuando yo era pequeña mi madre era una mujer muy fría y nada cariñosa , no recuerdo que me agrediese como lo hizo más tarde pero tampoco se ocupaba mucho de mí.
No me daba nunca besos ni abrazos ni me decía nunca que me quería ni nada de eso.
Cubría mis necesidades más básicas y me dedicaba poquísimo tiempo.
Ella decía estar ocupada y yo lo aceptaba aunque me daba bastante envidia la relación de otras niñas y sus madres.
Nunca iba a las reuniones del colegio, cumpleaños etc pero si acudía a las de mi hermano.
Recuerdo que a muy temprana edad ya me exponía a sus problemas, me contaba cosas de adultos, discusiones que había tenido etc y me estresaba un montón.
También me hablaba mal de la gente y esperaba que le diese mi aprobación y le dijese que tenía razón o vete a saber que.
Yo me acuerdo quedarme escuchando sin saber que hacer mientras ella me escrutaba en busca de reacciones, era una cosa muy desagradable y violenta.
También hacía ver su preferencia por su hijo mayor siempre que podía y disfrutaba restregándomelo para hacérmelo pasar mal.
Cuando yo crecí y empecé a mostrar mis opiniones, mis gustos y a tener un criterio claro sobre más o menos todo ( hacia los 7 o 8 años) es cuando todo se empezó a torcer de forma muy peligrosa.
Yo ya le empecé a decir claramente que no me interesaban sus discusiones, que esos problemas eran suyos y que yo era una niña.
Que no sé que quería de mí y ya me convertí en diana de su ira.
Observaba siempre mis reacciones y si sentía que no estaba de acuerdo con ella se ponía como una fiera y me menospreciaba y humillaba.
Hablaba horas y horas de sus cualidades, de lo buena madre que era, de lo buena persona y de la desgracia que era yo para ella ( por no darle mi aprobación ni tener sus gustos supongo).
En este periodo fué también cuando empezó a romperme objetos personales, a empujarme al pasar, a no llamarme por mi nombre y todas esas cosas.
Mi hermano por su parte me ignoraba y hacía su vida como si fuese hijo único.
Ni me hablaba si no era para burlarse y pasaba completamente de mi con la aprobación de ella.
Si me intentaba acercar ne empujaba y me decía que no quería jugar o hablar conmigo, que era una pesada y que le aburría.
Cuando se lo decía a mi madre todo esto le parecía normal y hasta le hacía gracia.
Me decía que no sabía " de dónde había salido yo " tan distinta a ellos, que era una niña muy problemática y se encargaban de amargarme todos los días haciéndome sentir inadecuada.
De aquí en adelante ya todo degeneró horriblemente, pero noté una subida espectacular de hostilidad alrededor de los 15 años.
Ahí ya digamos que se lució... Me dejó de comprar ropa para que no me podría poner guapa, no me dejaba maquillarme, me decía que no me arreglase, que no me depilase, se ofendía cuando me duchaba ( decía que lo hacía en exceso , y que pretendía "engañar y mentir" a la gente con tanta higiene, que yo era sucia y que nadie me iba a querer etc, que si me miraban era porque no me conocían).
Yo obviamente seguía arreglándome y si por la calle me miraban ella se ponía muy furiosa.
Me empezó a revolver mis cosas, a robar las cremas y las cositas que me compraba con el dinero que me daban en los cumpleaños.
Se reía de mis aficiones ( la lectura, los animales) y decía que era un bicho raro en el que nadie se iba a fijar porque no salía casi de noche
Le molestaba todo de mi y decía que yo no podía presumir de nada, que todo lo bueno que yo tenía era gracias a ella y le fastidiaba un montón que en la escuela me iría bien sin su ayuda y que a su hijo no.
Me decía que si encontraba algún día un novio serio me iba a dejar enseguida, que iba a descubir mi forma de ser real y no me iba a querer y demás historias que nunca se materializaron para su gran pesar.
Después de esta fase llegó otra aún peor.
Cuando encontré a los 20 años al que es ahora mi marido y nos hizo toda clase de maldades y perrerías que ya pasaré a contar en otra ocasión para no monopolizar el tema.
Ya os podréis imaginar que hizo de todo por separarnos y incluso intento sabotear nuestra boda.
Tampoco quería que tuviésemos hijos, quería elegir nuestos trabajos, decidir todo y malmeter a todas horas pero nunca le funcionó y empezó a mostrarse cada vez más agresiva y hostil con el.
Ya lo he dicho antes pero nos ha llegado a pinchar las ruedas del coche, rayarlo, acusarnos de todo tipo de cosas falsas etc...
En resumen... Si no te entregas a los narcisistas y les haces amos de tu vida y destino se vuelven violentos y peligrosos.
Supongo que de muy niños no nos atacan activamente por no saber aún expresarnos.
No nos ven como un problema.
Pero si al crecer no les adulas estás perdido.
No se ha vuelto más narcisista, simplemente lo es en esencia y ha reaccionado según los acontecimientos, pero eso se lleva dentro, no creo que nazca en un momento determinado.
Cuando yo era pequeña mi madre era una mujer muy fría y nada cariñosa , no recuerdo que me agrediese como lo hizo más tarde pero tampoco se ocupaba mucho de mí.
No me daba nunca besos ni abrazos ni me decía nunca que me quería ni nada de eso.
Cubría mis necesidades más básicas y me dedicaba poquísimo tiempo.
Ella decía estar ocupada y yo lo aceptaba aunque me daba bastante envidia la relación de otras niñas y sus madres.
Nunca iba a las reuniones del colegio, cumpleaños etc pero si acudía a las de mi hermano.
Recuerdo que a muy temprana edad ya me exponía a sus problemas, me contaba cosas de adultos, discusiones que había tenido etc y me estresaba un montón.
También me hablaba mal de la gente y esperaba que le diese mi aprobación y le dijese que tenía razón o vete a saber que.
Yo me acuerdo quedarme escuchando sin saber que hacer mientras ella me escrutaba en busca de reacciones, era una cosa muy desagradable y violenta.
También hacía ver su preferencia por su hijo mayor siempre que podía y disfrutaba restregándomelo para hacérmelo pasar mal.
Cuando yo crecí y empecé a mostrar mis opiniones, mis gustos y a tener un criterio claro sobre más o menos todo ( hacia los 7 o 8 años) es cuando todo se empezó a torcer de forma muy peligrosa.
Yo ya le empecé a decir claramente que no me interesaban sus discusiones, que esos problemas eran suyos y que yo era una niña.
Que no sé que quería de mí y ya me convertí en diana de su ira.
Observaba siempre mis reacciones y si sentía que no estaba de acuerdo con ella se ponía como una fiera y me menospreciaba y humillaba.
Hablaba horas y horas de sus cualidades, de lo buena madre que era, de lo buena persona y de la desgracia que era yo para ella ( por no darle mi aprobación ni tener sus gustos supongo).
En este periodo fué también cuando empezó a romperme objetos personales, a empujarme al pasar, a no llamarme por mi nombre y todas esas cosas.
Mi hermano por su parte me ignoraba y hacía su vida como si fuese hijo único.
Ni me hablaba si no era para burlarse y pasaba completamente de mi con la aprobación de ella.
Si me intentaba acercar ne empujaba y me decía que no quería jugar o hablar conmigo, que era una pesada y que le aburría.
Cuando se lo decía a mi madre todo esto le parecía normal y hasta le hacía gracia.
Me decía que no sabía " de dónde había salido yo " tan distinta a ellos, que era una niña muy problemática y se encargaban de amargarme todos los días haciéndome sentir inadecuada.
De aquí en adelante ya todo degeneró horriblemente, pero noté una subida espectacular de hostilidad alrededor de los 15 años.
Ahí ya digamos que se lució... Me dejó de comprar ropa para que no me podría poner guapa, no me dejaba maquillarme, me decía que no me arreglase, que no me depilase, se ofendía cuando me duchaba ( decía que lo hacía en exceso , y que pretendía "engañar y mentir" a la gente con tanta higiene, que yo era sucia y que nadie me iba a querer etc, que si me miraban era porque no me conocían).
Yo obviamente seguía arreglándome y si por la calle me miraban ella se ponía muy furiosa.
Me empezó a revolver mis cosas, a robar las cremas y las cositas que me compraba con el dinero que me daban en los cumpleaños.
Se reía de mis aficiones ( la lectura, los animales) y decía que era un bicho raro en el que nadie se iba a fijar porque no salía casi de noche
Le molestaba todo de mi y decía que yo no podía presumir de nada, que todo lo bueno que yo tenía era gracias a ella y le fastidiaba un montón que en la escuela me iría bien sin su ayuda y que a su hijo no.
Me decía que si encontraba algún día un novio serio me iba a dejar enseguida, que iba a descubir mi forma de ser real y no me iba a querer y demás historias que nunca se materializaron para su gran pesar.
Después de esta fase llegó otra aún peor.
Cuando encontré a los 20 años al que es ahora mi marido y nos hizo toda clase de maldades y perrerías que ya pasaré a contar en otra ocasión para no monopolizar el tema.
Ya os podréis imaginar que hizo de todo por separarnos y incluso intento sabotear nuestra boda.
Tampoco quería que tuviésemos hijos, quería elegir nuestos trabajos, decidir todo y malmeter a todas horas pero nunca le funcionó y empezó a mostrarse cada vez más agresiva y hostil con el.
Ya lo he dicho antes pero nos ha llegado a pinchar las ruedas del coche, rayarlo, acusarnos de todo tipo de cosas falsas etc...
En resumen... Si no te entregas a los narcisistas y les haces amos de tu vida y destino se vuelven violentos y peligrosos.
Supongo que de muy niños no nos atacan activamente por no saber aún expresarnos.
No nos ven como un problema.
Pero si al crecer no les adulas estás perdido.