Qué elegante la Señora del pantalón amarillo. Se ha comido a la torpe advenediza
La del pantalón amarillo la acompaña siempre, no sé quién es, pero va siempre vestida como un Cristo, con gusto ninguno, y hoy con esos pantalones de cintura alta estilo Cachuli que los lleva subidos hasta el colodrillo, va igualmente de terror.