Yo lo puedo entender todo siempre que las partes lo lleven bien: juntos, separados, juntos pero no revueltos, pareja abierta, lo que sea siempre que todas las partes lo lleven bien y estén de acuerdo. Lo que no entiendo es cuando una de las partes quiere imponer sus condiciones a la otra. Por ejemplo "No tenemos s*x* porque a mi no me apetece pero no voy a consentir que tu lo tengas con otro/a"Bueno, una pareja puede dormir en habitaciones separadas sin que haya crisis entre ellos. Hay muchos motivos: los ronquidos el principal (¡la de parejas que conozco con esa problemática que no han encontrado más remedio que dormir separadas!), hay gente que no soporta compartir la cama y no pega ojo si tiene a alguien ahí, hay parejas que practican el LAT (living apart together)... y hay parejas que no practican el s*x* y tan felices están. El s*x* no lo es todo para todo el mundo. Y después habría que diferenciar entre tipos de pareja. Por ejemplo, la abierta: en esos casos, tienen un acuerdo de no exclusividad sexual y, lógicamente, el fin de la relación no viene por tener relaciones sexuales fuera del matrimonio. Pero vaya, que entiendo lo que dices: una cosa es una cana al aire y la otra es una doble vida, tener un/a amante de muchísimo tiempo, lo que vendría a ser una relación paralela y que la otra persona lo sepa. Ya he dicho alguna vez que conozco algún caso. Curiosamente siempre habían hecho gala de lo ideales que eran, parecía que eso de los cuernos sólo les pasaba a otros, oye, y ellos decían que tenían el acuerdo de que si se ponían los cuernos se acabaría el matrimonio. Pues oye, les pasa y ahí siguen, y los motivos que te dan siempre son los mismos: que no quieren estar solos y que la comodidad y seguridad que les da la rutina con su pareja lo compensa todo. Y después está el qué dirán, claro: son gente que se pegaría un tiro antes que admitir lo que ellos consideran un fracaso. Las apariencias por encima de todo: dientes, dientes que eso es lo que les jode.
O saber que ella otro/a tiene un amante y pretender a toda costa que esa relación se rompa. Si tu pareja está con otro/a, pues lo aceptas y te callas o pides el divorcio, pero no sirve de nada que intentes romper esa relación, ni echar la culpa a un/a tercero/a que nada tiene que ver con los problemas de tu matrimonio.
Desde luego, si mi pareja me dice que no quiere s*x* conmigo, le digo que para todo lo demás ya tengo amigas, amigos, primos, parientes y demás y le doy puerta.