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He tenido que salir de un grupo de WhatsApp porque no era normal la cantidad de:
-mensajes al día, teniendo en cuenta que muchas personas del grupo tienen hijos, trabajo y una casa que llevar.
¿De dónde sacan el tiempo para que yo, que no tengo hijos, ni el jaleo que ellos, me encuentre con cientos de mensajes sin leer todos los putos días?
-los mensajes eran todos de desgracias. Cuando no están de médicos, tienen x drama, problemas, movidas, cuentan si vida al minuto, y eso era imposible.
Cuentan su vida al minuto, el mínimo problema, desde que alguien les ha mirado mal hasta el minuto y resultado de su visita al ambulatorio porque el niño tiene mocos (es invierno, es normal, Mari), la receta de cocina, que si ahora ese tío no me llama, pues mira mi compañera de trabajo...es una conversación chat no stop lleno de dramas. Silenciado el grupo, entraba se noche y ahí habían cientos de mensajes para ponerme al día.
Yo ya veía las notificaciones y miraba por curiosidad...boom!: médicos, mi niño no me come, mi cuñada es muy mala, pues mi marido es que esto y lo otro, todo está muy mal, que invierno más raro, vamos a morir y no sabemos la que se nos viene encima...me daba ya ansiedad ver las notificaciones del dramón y el juicio final.
Creo que realmente mucho hablar en chats pero luego creo que la gente no tiene amigos de verdad para contarles sus mierdas.
A tomar por culo el chat.
Igual estoy prejuzgando pero a esto le sumo la gente que manda audios. Lo tengo comprobado, liantes todos. Salvo que sea una persona muy mayor con problemas de vista o que no se aclare con el teclado del móvil, si envía audio es drama queen al canto
El segundo párrafo es tal cual.A todas nos ocurre, siendo mujeres empáticas, introvertidas, que tendemos a escuchar o a preguntar en vez de hablar sobre nosotras. Si en vez de prestar atención, validar emocionalmente, aconsejar o agradecer la confidencia, empiezas a interrumpir, a cambiar de tema, poner cara de desconcierto desagrado o a hablar sobre tí, se van a molestar a otra gente, comprobado.
En otras ocasiones opera una extorsión de la confianza narcisista, te hacen confidencias truculentas forzándote a lo mismo para sentirte deuda y contarles secretos que luego utilizarán en tu contra.
Hay que poner límites a esta gente porque te minan la moral y te drenan la energía.