Me he identificado mucho con esto. Yo hasta hace un año también tenía una amistad con una persona que siempre nos contaba los mismos problemas una y otra vez (aunque no hubiese novedades), cada vez que nos veíamos contaba lo mismo, incluso llamaba por tlf y sin preguntar si nos venía bien hablar en ese momento nos tenía muchísimo tiempo (veces de incluso más de una hora) contando sus problemas o lo que ella consideraba problemas (si no los tenía, ya se los generaba ella), nos pedía consejos aunque sabíamos que no nos iba a hacer caso, pero ahí estábamos con ella... El grupo de amigas la escuchábamos, hacíamos lo posible por que se sintiese comprendida, acompañada, casi siempre disponibles para ella (para que os hagáis una idea, incluso alguna amiga suya que nos presentó porque se conocían de más tiempo y tenían más confianza nos llegó a decir delante de ella que cómo la aguantábamos, que era muy repetitiva e indecisa).Yo dejé hace poco una relación de amistad así, no cambian, van a peor. La gente no cambia porque sí, la gente cambia actitudes cuando hace un ejercicio de introspección y se esfuerza en mejorar, por ejemplo yendo a terapia.
En el caso de mi ex amiga TODO era un drama, además su drama SIEMPRE era peor que el tuyo, hasta el punto de que era más importante que a ella le hubiese dejado de contestar un tío de Tinder al que había visto un día que que te hubiera dejado tu pareja de años.
Son como dementores porque al final te esfuerzas durante años por sacarles del pozo, pero tienen un nivel de egocentrismo tan grande que cuando te pasa algo a ti, no están a la altura.
Yo tendí mi mano muuuuchas veces, te hablo de tirarme más de 5 años escuchando quejas continuas, no de una mala racha puntual. Le recomendamos varias amigas ir a terapia (tiene dinero de sobra) y nada, dice que ella es así y no quiere cambiar.
Ya al final encima pasó a los malos modos, contestaciones fuera de lugar y escenitas...así que, puerta.
Total, así estuvimos un par de años, con mucha paciencia e intentando apoyarla porque era una persona prácticamente sin familia, con alguna "amistad", pero en el día a día estaba sola. Al final, por darle un dedo se cogió el brazo entero y su actitud con nosotras, en lugar de ser de amiga y de agradecimiento, pasó a ser altiva, nunca interesándose por las demás, exigiéndonos hacer siempre sus planes porque lo que proponíamos el resto le parecía todo mal, hablándonos y tratándonos con desprecio, menospreciándonos explícitamente, etc. Pensamos que, al final, nuestro amistad le hizo "crecerse de más" y sus frustraciones e inseguridades empezó a camuflarlas tratando de mostrarse superior a nosotras. Todo eso fue lo que hizo que, finalmente, nuestra actitud con ella cambiase y ya se perdiese el contacto con ella.
Pero, si no fuese por la actitud cada vez más de desprecio hacia nosotras, habríamos seguido tratando de escucharla y ayudarla cuando lo hubiese necesitado.