Posado de verano 2020.

Estado
Cerrado para nuevas respuestas
Las revistas sólo reflejan cierto “humor” respecto del tema. Si se la insulta en las redes, en los foros, etc, la revista sólo transmite ese mensaje. Un horror.
Realmente, la revista dice que tiene talla grande, o “curvi”, que es la verdad: ese vestido es talla grande. Y para afinarlo, dicen que está orgullosa de ello, cosa que no parece verdad. Pero esa portada es de talla grande, bo hay más.
 
Y de las niñas españolas lo que hay que leer...
Muy mal . No hay que hablar así de un niño sea cual sea su nacionalidad y contextura física. Igual sería importante que hicieras este justo reclamo, que apoyo totalmente, en el foro en que son vitupereadas.
Y agrego que tambien he leído barbaridades sobre la infanta Elena desde hace añares sin ningun fundamento. Lo dice uno y lo repiten todos. Parece que con todos se hace leña
 
Última edición:
No deberían meterse con una chica tan joven, no todos nacimos con cuerpo de Barbie, lo que importa es lo que llevamos dentro, lo de afuera no dura para siempre, deberían pensar un poco antes de atacar a una persona por su físico.
 
Muy mal . No hay que hablar así de un niño sea cual sea su nacionalidad y contextura física. Igual sería importante que hicieras este justo reclamo, que apoyo totalmente, en el foro en que son vitupereadas.
Y agrego que tambien he leído barbaridades sobre la infanta Elena desde hace añares sin ningun fundamento. Lo dice uno y lo repiten todos. Parece que con todos se hace leña

Ya lo hice hace mucho. Nada cambia.
 
Eso pasa cuando te inundan con fotos photoshopeadas y de repente te ponen una sin photoshop. Más que criticar el peso de Amalia, se crítica la dejadez de los padres que teniendo todos los medios disponibles a su alcanze, se hayan descuidado de esa forma con su niña.
Seguro que no la han descuidado, esta niña ha sido gordita desde siempre, sus rasgos de cara, sus huesos, su constitución es de ser ancha y muy alta. Además es de pecho grande. Nadie niega que le pueden sobrar unos kilos, pero si la miramos bien, debajo de ese vestido tan desfavorecedor
hay un cuerpo bastante acorde con su altura. Sobrepeso tiene, pero ninguna exageración como muchas afirman.
 
Yo compre la revista. Nunca.Nunca . compro ciado sale máxima. Porq me resulta repugnante (soy argentina y conozco un poquitin de su historia) y adentro les aseguro q.las fotos q hay son 10 veces peores q las de la tapa.
Desconozco si al no haber photoShop la mostraron tal cual es.
Decir q una persona es gorda-fea-anorexica o negra no es sinónimo de insulto.
Acá se ha dicho de meghan (me incluyo) de kate, de letizia y de leonor absolutamente de todo pero cuando se habla de la orange solo se dice que si, buen, tiene unos kilitos de más.
No, la chica tiene un proble ma al.igual q lo tiene letizia con su anorexia o como lo tuvo victoria de Suecia y no es ni un delito ni un pecado tenerlo.
Pero hay q mirarlos a todos con los mismos ojos sino resulta injusto.
Amalia de cara (en mi.opinión, es fea fea) y el problema de sobrepeso lo tiene y ya si es de constitución grandeza más es donde hay q poner el foco para q el problema no se agrave porq.aun todavía es una adolescente y tiene tiempo de corregirlo. Otra cosa es si máxima no querrá q su hija caiga en la misma q su hermana q fue anorexica muchos años.
Después subo algunas fotos del interior de la revista
 
El descargo de la directora de la revista Caras por la polémica tapa sobre la hija de Máxima Zorreguieta
La publicación obtuvo un gran repudio por marcar en el título que la princesa Amalia lucía "con orgullo su look ‘plus size’". Liliana Castaño publicó una columna editorial al respecto
23 de Julio de 2020



La última edición de la revista Caras, y la tapa de la discordia
La última edición de la revista Caras, y la tapa de la discordia
En su última edición la revista Caras eligió como protagonistas a Máxima Zorreguieta, la Reina de Holanda, y su hija mayor, Amalia, de 16 años. La tapa recibió fuertes críticas por el foco que eligió a la hora de titular, centrándose en la imagen de la adolescente y sin destacar ninguna otra característica sobre su vida.

“La hija mayor de Máxima luce con orgullo su look ‘plus size’”, fue el título de la portada, cuya bajada agrega: “Amalia (16), la heredera al trono de Holanda, víctima del bullying, enfrenta las críticas con fortaleza y el incondicional apoyo de sus padres. Una princesa que vive su adolescencia sin tabúes y defiende su figura de ‘mujer real’”.

Ante la oleada de críticas, la directora de la revista, Liliana Castaño, publicó una columna editorial en las redes sociales oficiales de Caras. “Amalia, la tapa de Caras y una historia de superación”, titula Castaño su columna, que acompaña con la imagen de una nota -publicada en el sitio- que hace alusión a la gran repercusión obtenida. “Quisimos mostrar el gran momento de una princesa que vive su adolescencia sin tabúes y defiende su figura de ‘mujer real’, pero no pudimos evitar la polémica. Abolir la perfección que nos esclaviza. Rescatar una historia de superación. Ese fue el objetivo de nuestra última tapa”, argumenta la periodista.


Liliana Castaño, directora de revista Caras
Liliana Castaño, directora de revista Caras

Castaño menciona a Oriana Sabatini y el video que superó las ocho millones de reproducciones. “Harta de la idealización y con ganas de andar más liviana y no de kilos, le pintó exhibir lo que menos le gusta de su cuerpo y escribió en su Instagram qué es lo que le hubiera gustado ver cuando era adolescente, porque la hubiera ayudado mucho. Después de 10 años de convivir con trastornos alimenticios y de su último atracón, la hija de Cathy Fulop liberó sus fantasmas y los de millones de almas”, considera la directora periodística.

De inmediato trae a colación a la protagonista de la última tapa. “La princesa Catalina Amalia, princesa de Orange, princesa de los Países Bajos, heredera al trono por ser la hija mayor del rey Guillermo y de Máxima Zorreguieta, con todos sus títulos reales no pudo esquivar el bullying y su historia puede resultar inspiradora. Su fortaleza, cómo sobrellevó ser la princesa ‘plus size', cómo la llamaban en Holanda y el apoyo de su familia, es lo que revela la nota”.

La columna editorial de la directora de revista Caras, Liliana Castaño, salió desde la cuenta oficial de la publicación
La columna editorial de la directora de revista Caras, Liliana Castaño, salió desde la cuenta oficial de la publicación
Luego, invita a “leer todo el texto”: ”Ayudará mucho a un debate constructivo”, dice. “La fugacidad de quedarse sólo con la lectura del título puede ser mezquino o quizá alcance para ejecutar la dosis de sentencia diaria”.


Nuestra tapa es a favor de tirar por la borda todo aquello que nos esclaviza y estigmatiza. Nuestra intención, a lo largo de casi 28 años de vida, ha sido rescatar lo que inspira, visibilizar la inclusión y darle voz a los que muchas veces no tienen el merecido espacio”, agrega casi repitiendo las palabras que horas antes había utilizado el subdirector de la revista, Héctor Maugeri, para promocionar su última edición. “Quizás si el protocolo real no le hubiera prohibido el uso de las redes sociales, Catalina Amalia hubiera likeado el posteo de Oriana”, especula Liliana Castaño al concluir su descargo.

Las críticas en las redes no tardaron en llegar apenas la revista anunció su tapa desde sus cuentas oficiales. “Caras luce con orgullo en tapa su eterna y violenta estupidez. No importa cuándo leas esto”, escribió la ex diputada Juliana di Tullio. La periodista Mariana Carbajal indicó: “Qué bajeza esta tapa de Caras escrutando el cuerpo de una adolescente y poniendo el eje en que es ‘plus size’. Déjense de joder con esa lupa sobre cuerpos femeninos, y marcando parámetros de supuesta ‘normalidad’ o belleza. ¿Podrán aprender a respetarnos? #Hartas”. La comunicadora y feminista Ana Correa también criticó la publicación, definiéndola como “violenta”. Brenda Mato, por su parte, corrigió la tapa y escribió un título alternativo.


¿Qué es un look ‘plus size’? ¿El nuevo eufemismo para decir ‘gorda’? –cuestionó Lala Pasquinelli, directora de Mujeres que no fueron tapa, en diálogo con Teleshow–. ¿Por qué se usa como una categoría estigmatizante? ¿Desde cuándo dejamos que nos nombren por el talle que usamos? ¿No es bullying señalar en la tapa de una revista el cuerpo de una adolescente indicando que ‘se sale de la norma’ porque es ‘plus size’? ¿Críticas por qué? ¿Por tener un cuerpo? ¿Por no ser una princesa delgada? ¿De qué se tiene que defender?”.

infobae-image



infobae-image




infobae-image



infobae-image



 
El descargo de la directora de la revista Caras por la polémica tapa sobre la hija de Máxima Zorreguieta
La publicación obtuvo un gran repudio por marcar en el título que la princesa Amalia lucía "con orgullo su look ‘plus size’". Liliana Castaño publicó una columna editorial al respecto
23 de Julio de 2020



La última edición de la revista Caras, y la tapa de la discordia
La última edición de la revista Caras, y la tapa de la discordia
En su última edición la revista Caras eligió como protagonistas a Máxima Zorreguieta, la Reina de Holanda, y su hija mayor, Amalia, de 16 años. La tapa recibió fuertes críticas por el foco que eligió a la hora de titular, centrándose en la imagen de la adolescente y sin destacar ninguna otra característica sobre su vida.

“La hija mayor de Máxima luce con orgullo su look ‘plus size’”, fue el título de la portada, cuya bajada agrega: “Amalia (16), la heredera al trono de Holanda, víctima del bullying, enfrenta las críticas con fortaleza y el incondicional apoyo de sus padres. Una princesa que vive su adolescencia sin tabúes y defiende su figura de ‘mujer real’”.

Ante la oleada de críticas, la directora de la revista, Liliana Castaño, publicó una columna editorial en las redes sociales oficiales de Caras. “Amalia, la tapa de Caras y una historia de superación”, titula Castaño su columna, que acompaña con la imagen de una nota -publicada en el sitio- que hace alusión a la gran repercusión obtenida. “Quisimos mostrar el gran momento de una princesa que vive su adolescencia sin tabúes y defiende su figura de ‘mujer real’, pero no pudimos evitar la polémica. Abolir la perfección que nos esclaviza. Rescatar una historia de superación. Ese fue el objetivo de nuestra última tapa”, argumenta la periodista.


Liliana Castaño, directora de revista Caras
Liliana Castaño, directora de revista Caras

Castaño menciona a Oriana Sabatini y el video que superó las ocho millones de reproducciones. “Harta de la idealización y con ganas de andar más liviana y no de kilos, le pintó exhibir lo que menos le gusta de su cuerpo y escribió en su Instagram qué es lo que le hubiera gustado ver cuando era adolescente, porque la hubiera ayudado mucho. Después de 10 años de convivir con trastornos alimenticios y de su último atracón, la hija de Cathy Fulop liberó sus fantasmas y los de millones de almas”, considera la directora periodística.

De inmediato trae a colación a la protagonista de la última tapa. “La princesa Catalina Amalia, princesa de Orange, princesa de los Países Bajos, heredera al trono por ser la hija mayor del rey Guillermo y de Máxima Zorreguieta, con todos sus títulos reales no pudo esquivar el bullying y su historia puede resultar inspiradora. Su fortaleza, cómo sobrellevó ser la princesa ‘plus size', cómo la llamaban en Holanda y el apoyo de su familia, es lo que revela la nota”.

La columna editorial de la directora de revista Caras, Liliana Castaño, salió desde la cuenta oficial de la publicación
La columna editorial de la directora de revista Caras, Liliana Castaño, salió desde la cuenta oficial de la publicación
Luego, invita a “leer todo el texto”: ”Ayudará mucho a un debate constructivo”, dice. “La fugacidad de quedarse sólo con la lectura del título puede ser mezquino o quizá alcance para ejecutar la dosis de sentencia diaria”.


Nuestra tapa es a favor de tirar por la borda todo aquello que nos esclaviza y estigmatiza. Nuestra intención, a lo largo de casi 28 años de vida, ha sido rescatar lo que inspira, visibilizar la inclusión y darle voz a los que muchas veces no tienen el merecido espacio”, agrega casi repitiendo las palabras que horas antes había utilizado el subdirector de la revista, Héctor Maugeri, para promocionar su última edición. “Quizás si el protocolo real no le hubiera prohibido el uso de las redes sociales, Catalina Amalia hubiera likeado el posteo de Oriana”, especula Liliana Castaño al concluir su descargo.

Las críticas en las redes no tardaron en llegar apenas la revista anunció su tapa desde sus cuentas oficiales. “Caras luce con orgullo en tapa su eterna y violenta estupidez. No importa cuándo leas esto”, escribió la ex diputada Juliana di Tullio. La periodista Mariana Carbajal indicó: “Qué bajeza esta tapa de Caras escrutando el cuerpo de una adolescente y poniendo el eje en que es ‘plus size’. Déjense de joder con esa lupa sobre cuerpos femeninos, y marcando parámetros de supuesta ‘normalidad’ o belleza. ¿Podrán aprender a respetarnos? #Hartas”. La comunicadora y feminista Ana Correa también criticó la publicación, definiéndola como “violenta”. Brenda Mato, por su parte, corrigió la tapa y escribió un título alternativo.


¿Qué es un look ‘plus size’? ¿El nuevo eufemismo para decir ‘gorda’? –cuestionó Lala Pasquinelli, directora de Mujeres que no fueron tapa, en diálogo con Teleshow–. ¿Por qué se usa como una categoría estigmatizante? ¿Desde cuándo dejamos que nos nombren por el talle que usamos? ¿No es bullying señalar en la tapa de una revista el cuerpo de una adolescente indicando que ‘se sale de la norma’ porque es ‘plus size’? ¿Críticas por qué? ¿Por tener un cuerpo? ¿Por no ser una princesa delgada? ¿De qué se tiene que defender?”.

infobae-image



infobae-image




infobae-image



infobae-image



Esta mujer no sabe còmo justificar el desastre que armaron.
Con sòlo ver a Amalia se nota claramente que no està en absoluto còmoda con su cuerpo.
Inadmisible el argumento que utilizan de que està feliz con su talla.
Ha sido un horror lo heco por esta revista, deberìan tener la nobleza de pedir disculpas por el horro cometido.
 
“El sobrepeso y la obesidad saludables no existen”: la mirada médica sobre la tapa de Caras y la princesa de Holanda
Tras la ola de críticas por la publicación de Amalia junto a la reina Máxima y el título: "La hija mayor de Máxima luce con orgullo su look ‘plus size’”, expertos en medicina explicaron a Infobae la estigmatización que ocurrió y el error de considerar esta enfermedad como algo bueno cuando el 60% de los argentinos tiene sobrepeso u obesidad

Por Víctor Ingrassia
23 de Julio de 2020
vingrassia@infobae.com


Maxima Zorreguieta y su hija Amalia en la tapa de Caras

Maxima Zorreguieta y su hija Amalia en la tapa de Caras

Una ola de críticas en las redes sociales y varios medios de comunicación levantó la última edición la revista Caras que eligió como protagonistas a Máxima Zorreguieta, la Reina de Holanda, y su hija mayor, Amalia, de 16 años, ya que a la hora de titular, se centró en la imagen de la adolescente afirmando: “La hija mayor de Máxima luce con orgullo su look ‘plus size’”.

Y en la bajada agrega: “Amalia (16), la heredera al trono de Holanda, víctima del bullying, enfrenta las críticas con fortaleza y el incondicional apoyo de sus padres. Una princesa que vive su adolescencia sin tabúes y defiende su figura de ‘mujer real’”.

Más allá del revuelo generado, la tendencia en las redes sociales y la defensa de los editores de la publicación, era necesaria la mirada de los profesionales de la salud, quienes también opinaron sobre la portada y remarcaron “los serios errores que se deben evitar al abordar estas patologías que afectan al 60% de la población argentina”, al igual que la estigmatización y la discriminación, que siguen siendo problemas vigentes que son necesarios afrontar.


El rey Guillermo de Holanda, junto a su hija, la princesa Amalia (Reuters)

El rey Guillermo de Holanda, junto a su hija, la princesa Amalia (Reuters)

“Mostrar a las personas con sobrepeso u obesidad en actitudes placenteras, como es el caso de la tapa de la revista Caras, donde se ve a una mamá paseando con su hija, contentas, me parece bien. Pero el título no es adecuado porque se está hablando de una persona en función de su talle. Tendríamos que acostumbrarnos, de una vez por todas, a no señalar a las personas por su cuerpo ni por ninguna otra condición”, destacó a Infobae la doctora Ana María Cappelletti, médica especializada en endocrinología y obesidad, directora de posgrados en Obesidad de la Universidad Favaloro.

La experta hizo hincapié en que la obesidad es una enfermedad, que no es reconocida como tal por el sistema de salud, incluso por muchos profesionales de la salud y tampoco por los pacientes, que enfermos de obesidad, sienten culpa por padecerla o por no poder hacer tratamientos de manera efectiva en el largo plazo y agregó: “La obesidad no es consecuencia de falta de voluntad de las personas y no se trata simplemente de obligarse a comer menos y moverse más. Es una problemática que tiene múltiples causas, compleja, y de complejo tratamiento”.

El doctor Pedro Martínez Duartez, flamante presidente de la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad (SACO), precisó que “existen más de 100 componentes que causan esta enfermedad, que incluyen factores genéticos, ambientales, psicológicos, sociales, económicos y políticos”. “Diabetes tipo 2, hipertensión arterial, dislipemia, apnea del sueño, enfermedades cardíacas son algunas de las principales enfermedades metabólicas asociadas a la obesidad”, agregó Martínez Duartez.

Según Caras, Máxima también sufrió de chica por el tema de obesidad (Shutterstock)

Según Caras, Máxima también sufrió de chica por el tema de obesidad (Shutterstock)

En tanto, la licenciada Marcela Casabella, psicóloga y coordinadora de la comisión de Salud Mental de SACO afirmó que “Limitar la característica humana a través de un juego de imagen desde lo esperable o no esperable por un parámetro social arbitrario, es minimizar a una persona y generar un nuevo bullying, en este caso sociabilizado a través de la tapa de una revista, que en sí misma es una nueva forma de discriminación”.

En nuestro país, 6 de cada 10 personas tienen algún grado de sobrepeso, mientras una de cada cuatro padece obesidad. “Por lo tanto, una minoría con peso normal discrimina a una mayoría que no lo tiene. Es una suerte de paradoja”, advirtió la doctora Cappelletti. “Por otro lado, no está bien internalizar la idea de que el sobrepeso y la obesidad forman parte de la normalidad. Ya desde el momento en que se sufre sobrepeso aumenta el riesgo de que la obesidad se asocie a otras enfermedades que hacen a la calidad y a la expectativa de vida de las personas”, remarca la médica.


No hay obesidad saludable

Los especialistas afirman que no existe la obesidad saludable (Shutterstock.com)

Los especialistas afirman que no existe la obesidad saludable (Shutterstock.com)

Los especialistas recordaron que la obesidad “saludable” no existe porque la evidencia científica muestra que “las personas que tienen un grado de sobrepeso u obesidad y que son metabólicamente saludables, la mayoría evoluciona a tener complicaciones metabólicas con el paso del tiempo”.


Respecto de los riesgos vinculados con el sobrepeso y la obesidad en la adolescencia, Cappelletti sostuvo que se trata de una situación que debiera preocupar porque condiciona la salud futura. “Además, las obesidades que se presentan desde la infancia, cuando los chicos crecen y atraviesan el periodo de pubertad con exceso de peso, son de más difícil tratamiento”, añadió.

Datos del INADI muestran que entre las personas que dicen percibirse “estigmatizadas”, la obesidad figura como el segundo motivo más frecuente, solamente superada por la pobreza. Cuando se tiene en cuenta quiénes experimentaron el estigma, es decir quiénes fueron abiertamente diferenciados, discriminados, la obesidad ocupa el quinto lugar. Sin embargo, entre las denuncias que se realizan en INADI por discriminación, la obesidad se ubica en el puesto 14º. “Esto quiere decir que las personas con obesidad internalizan el estigma. Porque además de existir el estigma a nivel social, la discriminación social, las personas con obesidad se autodiscriminan”, evalúa Cappelletti, quien agrega que “hay una especie de juicio social al que se suma el propio juicio moral”.

Consejos obesidad - Hospital Universitario Austral

Consejos obesidad - Hospital Universitario Austral

Los especialistas lamentaron que esta situación suele ser reforzada cuando los profesionales de la salud le dicen al paciente “Tenés que bajar 30 kilos”, “Hasta que no bajes 30 kilos no se te van a curar esas rodillas”. Y, cuando el paciente pregunta cómo hace, le dicen “Y, bueno, cerrá la boca”.

El estigma crea un círculo vicioso. Las personas que reportan haber experimentado un estigma de peso tienen más probabilidades de aumentar de peso en el futuro y alcanzar un IMC (índice de masa corporal) categorizado como obeso. La evidencia es muy clara de que el estigma de la obesidad no motiva a las personas con obesidad a perder peso. De hecho, se observa que participan menos en la actividad física. Es más, el estrés asociado con la estigmatización puede desencadenar un incremento en la alimentación, una disminución de la autorregulación del cortisol que lleve a su aumento, lo que contribuye a un mayor aumento de peso”, destaca Martínez Duartez quien manifiesta además que el estigma por el peso puede llevar a no buscar atención médica adecuada, y esta falta de tratamiento conduce al aumento de riesgo o continuación de enfermedades relacionadas a la obesidad, con un incremento en la mortalidad. “El estigma también propicia la aparición de trastornos de la alimentación, como el trastorno por atracón, bulimia o anorexia”, agregó el presidente de SACO.


En esa línea, Casabella comentó que uno de los efectos más graves de la estigmatización sobre la persona con la obesidad es la “pérdida de su identidad”. “Generalmente la persona con obesidad cede su identidad, lo más profundo de sí misma, a lo que el medio, la circunstancia, el entorno le permite, como una forma de ser aceptada, querida, de ser contenida y permitida en la estructura social donde tiene que insertarse. Buena parte de su vida vive una especie de vida prestada, que es lo que el entorno le habilita para sentir que pertenece. El obeso no tiene nombre, es “el gordo”, ahora “plus size””, reflexiona la psicóloga.

6 de cada 10 argentinos tiene sobrepeso u obesidad

6 de cada 10 argentinos tiene sobrepeso u obesidad

El rol de los medios

En opinión de Cappelletti, los medios de comunicación también contribuyen a reforzar muchas veces conceptos erróneos en torno a la obesidad. “Si bien hay algo que está cambiando y que tiene que ver con la bandera en contra de la discriminación y a favor de la inclusión, todavía queda mucho por hacer”.

Y, en ese sentido, expertos enfatizaron la importancia de dejar de mostrar a las personas con obesidad en actitudes de glotonería o como personas vagas, tiradas en un sillón. “Empecemos a mostrarlas en la vida real. Con ese objetivo se han creado bancos de imágenes gratuitos, en contra del estigma, porque las personas con sobrepeso y obesidad también se divierten, también van a pasear, muchas hacen actividad física, y tienen el derecho de disfrutar de la comida y comer por placer”, sugirieron.

“En todo caso, hay muchas acciones que se deben implementar para cambiar el medio obesogénico, que hace que cada vez haya más personas enfermas. Necesitamos firmemente desde los gobiernos, desde las autoridades sanitarias, desde los profesionales de la salud, instalar la idea de que la obesidad es una enfermedad”, concluyeron.

Las princesas de Holanda, Alexia, Amalia y Ariane. REUTERS/Piroschka van de Wouw/Pool

Las princesas de Holanda, Alexia, Amalia y Ariane. REUTERS/Piroschka van de Wouw/Pool

Claves contra el estigma

Para abordar la epidemia de obesidad, debemos abordar la epidemia paralela del estigma del peso. Para ello, se debe:

· Abstenerse de utilizar un lenguaje, imágenes y narraciones estereotipadas que describen de manera injusta e inexacta a las personas con sobrepeso y obesidad como perezosos, glotones y faltos de fuerza de voluntad o autodisciplina. Reconocer el estigma de la obesidad en todos los aspectos de la vida.

· Alentar y apoyar las iniciativas educativas, especialmente en los profesionales de la salud, destinadas a erradicar los prejuicios sobre el peso mediante la difusión de los conocimientos actuales sobre la obesidad y la regulación del peso corporal.

· Cambiar los comportamientos y las actitudes de quienes estigmatizan. Alentar y apoyar las iniciativas destinadas a prevenir la discriminación de peso en el lugar de trabajo, la educación y los centros de salud

· Utilizar el lenguaje: primero la persona. Esto no es nuevo, se usó para otras enfermedades crónicas como las enfermedades mentales y la diabetes. El objetivo es poner primero el sujeto «hay muchas personas afectadas por obesidad», en lugar de «hay muchos obesos».

· El compromiso como sociedad es indispensable para combatir el estigma en la obesidad y ayudar a quienes la padecen en un entorno de respeto, dignidad y empatía, tomando en cuenta que la obesidad es una consecuencia de múltiples causas complejas en el contexto de factores incontrolables, y sin culpar a las personas de esta enfermedad.

· Los líderes de opinión, periodistas y usuarios de redes sociales que informan sobre temas relacionados con la obesidad pueden usar contenido visual equilibrado y sensible, que representan retratos no estigmatizantes de personas con obesidad.

· Las campañas contra la obesidad deben dejar de utilizar la culpa y la vergüenza y, por otro lado, deben enfocarse en el cuidado respetuoso del cuerpo entero, lo que permita a las personas realizar cambios que promueven la salud, al enfatizar las conductas modificables (como un aumento en la ingesta de frutas, verduras y realizar actividad física), mejorar los patrones de sueño y reducir el estrés. Así mejorarán la salud para todos, sin importar su peso.

 
“El sobrepeso y la obesidad saludables no existen”: la mirada médica sobre la tapa de Caras y la princesa de Holanda
Tras la ola de críticas por la publicación de Amalia junto a la reina Máxima y el título: "La hija mayor de Máxima luce con orgullo su look ‘plus size’”, expertos en medicina explicaron a Infobae la estigmatización que ocurrió y el error de considerar esta enfermedad como algo bueno cuando el 60% de los argentinos tiene sobrepeso u obesidad

Por Víctor Ingrassia
23 de Julio de 2020
vingrassia@infobae.com


Maxima Zorreguieta y su hija Amalia en la tapa de Caras

Maxima Zorreguieta y su hija Amalia en la tapa de Caras

Una ola de críticas en las redes sociales y varios medios de comunicación levantó la última edición la revista Caras que eligió como protagonistas a Máxima Zorreguieta, la Reina de Holanda, y su hija mayor, Amalia, de 16 años, ya que a la hora de titular, se centró en la imagen de la adolescente afirmando: “La hija mayor de Máxima luce con orgullo su look ‘plus size’”.

Y en la bajada agrega: “Amalia (16), la heredera al trono de Holanda, víctima del bullying, enfrenta las críticas con fortaleza y el incondicional apoyo de sus padres. Una princesa que vive su adolescencia sin tabúes y defiende su figura de ‘mujer real’”.

Más allá del revuelo generado, la tendencia en las redes sociales y la defensa de los editores de la publicación, era necesaria la mirada de los profesionales de la salud, quienes también opinaron sobre la portada y remarcaron “los serios errores que se deben evitar al abordar estas patologías que afectan al 60% de la población argentina”, al igual que la estigmatización y la discriminación, que siguen siendo problemas vigentes que son necesarios afrontar.


El rey Guillermo de Holanda, junto a su hija, la princesa Amalia (Reuters)

El rey Guillermo de Holanda, junto a su hija, la princesa Amalia (Reuters)

“Mostrar a las personas con sobrepeso u obesidad en actitudes placenteras, como es el caso de la tapa de la revista Caras, donde se ve a una mamá paseando con su hija, contentas, me parece bien. Pero el título no es adecuado porque se está hablando de una persona en función de su talle. Tendríamos que acostumbrarnos, de una vez por todas, a no señalar a las personas por su cuerpo ni por ninguna otra condición”, destacó a Infobae la doctora Ana María Cappelletti, médica especializada en endocrinología y obesidad, directora de posgrados en Obesidad de la Universidad Favaloro.

La experta hizo hincapié en que la obesidad es una enfermedad, que no es reconocida como tal por el sistema de salud, incluso por muchos profesionales de la salud y tampoco por los pacientes, que enfermos de obesidad, sienten culpa por padecerla o por no poder hacer tratamientos de manera efectiva en el largo plazo y agregó: “La obesidad no es consecuencia de falta de voluntad de las personas y no se trata simplemente de obligarse a comer menos y moverse más. Es una problemática que tiene múltiples causas, compleja, y de complejo tratamiento”.

El doctor Pedro Martínez Duartez, flamante presidente de la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad (SACO), precisó que “existen más de 100 componentes que causan esta enfermedad, que incluyen factores genéticos, ambientales, psicológicos, sociales, económicos y políticos”. “Diabetes tipo 2, hipertensión arterial, dislipemia, apnea del sueño, enfermedades cardíacas son algunas de las principales enfermedades metabólicas asociadas a la obesidad”, agregó Martínez Duartez.

Según Caras, Máxima también sufrió de chica por el tema de obesidad (Shutterstock)

Según Caras, Máxima también sufrió de chica por el tema de obesidad (Shutterstock)

En tanto, la licenciada Marcela Casabella, psicóloga y coordinadora de la comisión de Salud Mental de SACO afirmó que “Limitar la característica humana a través de un juego de imagen desde lo esperable o no esperable por un parámetro social arbitrario, es minimizar a una persona y generar un nuevo bullying, en este caso sociabilizado a través de la tapa de una revista, que en sí misma es una nueva forma de discriminación”.

En nuestro país, 6 de cada 10 personas tienen algún grado de sobrepeso, mientras una de cada cuatro padece obesidad. “Por lo tanto, una minoría con peso normal discrimina a una mayoría que no lo tiene. Es una suerte de paradoja”, advirtió la doctora Cappelletti. “Por otro lado, no está bien internalizar la idea de que el sobrepeso y la obesidad forman parte de la normalidad. Ya desde el momento en que se sufre sobrepeso aumenta el riesgo de que la obesidad se asocie a otras enfermedades que hacen a la calidad y a la expectativa de vida de las personas”, remarca la médica.


No hay obesidad saludable

Los especialistas afirman que no existe la obesidad saludable (Shutterstock.com)

Los especialistas afirman que no existe la obesidad saludable (Shutterstock.com)

Los especialistas recordaron que la obesidad “saludable” no existe porque la evidencia científica muestra que “las personas que tienen un grado de sobrepeso u obesidad y que son metabólicamente saludables, la mayoría evoluciona a tener complicaciones metabólicas con el paso del tiempo”.


Respecto de los riesgos vinculados con el sobrepeso y la obesidad en la adolescencia, Cappelletti sostuvo que se trata de una situación que debiera preocupar porque condiciona la salud futura. “Además, las obesidades que se presentan desde la infancia, cuando los chicos crecen y atraviesan el periodo de pubertad con exceso de peso, son de más difícil tratamiento”, añadió.

Datos del INADI muestran que entre las personas que dicen percibirse “estigmatizadas”, la obesidad figura como el segundo motivo más frecuente, solamente superada por la pobreza. Cuando se tiene en cuenta quiénes experimentaron el estigma, es decir quiénes fueron abiertamente diferenciados, discriminados, la obesidad ocupa el quinto lugar. Sin embargo, entre las denuncias que se realizan en INADI por discriminación, la obesidad se ubica en el puesto 14º. “Esto quiere decir que las personas con obesidad internalizan el estigma. Porque además de existir el estigma a nivel social, la discriminación social, las personas con obesidad se autodiscriminan”, evalúa Cappelletti, quien agrega que “hay una especie de juicio social al que se suma el propio juicio moral”.

Consejos obesidad - Hospital Universitario Austral

Consejos obesidad - Hospital Universitario Austral

Los especialistas lamentaron que esta situación suele ser reforzada cuando los profesionales de la salud le dicen al paciente “Tenés que bajar 30 kilos”, “Hasta que no bajes 30 kilos no se te van a curar esas rodillas”. Y, cuando el paciente pregunta cómo hace, le dicen “Y, bueno, cerrá la boca”.

El estigma crea un círculo vicioso. Las personas que reportan haber experimentado un estigma de peso tienen más probabilidades de aumentar de peso en el futuro y alcanzar un IMC (índice de masa corporal) categorizado como obeso. La evidencia es muy clara de que el estigma de la obesidad no motiva a las personas con obesidad a perder peso. De hecho, se observa que participan menos en la actividad física. Es más, el estrés asociado con la estigmatización puede desencadenar un incremento en la alimentación, una disminución de la autorregulación del cortisol que lleve a su aumento, lo que contribuye a un mayor aumento de peso”, destaca Martínez Duartez quien manifiesta además que el estigma por el peso puede llevar a no buscar atención médica adecuada, y esta falta de tratamiento conduce al aumento de riesgo o continuación de enfermedades relacionadas a la obesidad, con un incremento en la mortalidad. “El estigma también propicia la aparición de trastornos de la alimentación, como el trastorno por atracón, bulimia o anorexia”, agregó el presidente de SACO.


En esa línea, Casabella comentó que uno de los efectos más graves de la estigmatización sobre la persona con la obesidad es la “pérdida de su identidad”. “Generalmente la persona con obesidad cede su identidad, lo más profundo de sí misma, a lo que el medio, la circunstancia, el entorno le permite, como una forma de ser aceptada, querida, de ser contenida y permitida en la estructura social donde tiene que insertarse. Buena parte de su vida vive una especie de vida prestada, que es lo que el entorno le habilita para sentir que pertenece. El obeso no tiene nombre, es “el gordo”, ahora “plus size””, reflexiona la psicóloga.

6 de cada 10 argentinos tiene sobrepeso u obesidad

6 de cada 10 argentinos tiene sobrepeso u obesidad

El rol de los medios

En opinión de Cappelletti, los medios de comunicación también contribuyen a reforzar muchas veces conceptos erróneos en torno a la obesidad. “Si bien hay algo que está cambiando y que tiene que ver con la bandera en contra de la discriminación y a favor de la inclusión, todavía queda mucho por hacer”.

Y, en ese sentido, expertos enfatizaron la importancia de dejar de mostrar a las personas con obesidad en actitudes de glotonería o como personas vagas, tiradas en un sillón. “Empecemos a mostrarlas en la vida real. Con ese objetivo se han creado bancos de imágenes gratuitos, en contra del estigma, porque las personas con sobrepeso y obesidad también se divierten, también van a pasear, muchas hacen actividad física, y tienen el derecho de disfrutar de la comida y comer por placer”, sugirieron.

“En todo caso, hay muchas acciones que se deben implementar para cambiar el medio obesogénico, que hace que cada vez haya más personas enfermas. Necesitamos firmemente desde los gobiernos, desde las autoridades sanitarias, desde los profesionales de la salud, instalar la idea de que la obesidad es una enfermedad”, concluyeron.

Las princesas de Holanda, Alexia, Amalia y Ariane. REUTERS/Piroschka van de Wouw/Pool

Las princesas de Holanda, Alexia, Amalia y Ariane. REUTERS/Piroschka van de Wouw/Pool

Claves contra el estigma

Para abordar la epidemia de obesidad, debemos abordar la epidemia paralela del estigma del peso. Para ello, se debe:

· Abstenerse de utilizar un lenguaje, imágenes y narraciones estereotipadas que describen de manera injusta e inexacta a las personas con sobrepeso y obesidad como perezosos, glotones y faltos de fuerza de voluntad o autodisciplina. Reconocer el estigma de la obesidad en todos los aspectos de la vida.

· Alentar y apoyar las iniciativas educativas, especialmente en los profesionales de la salud, destinadas a erradicar los prejuicios sobre el peso mediante la difusión de los conocimientos actuales sobre la obesidad y la regulación del peso corporal.

· Cambiar los comportamientos y las actitudes de quienes estigmatizan. Alentar y apoyar las iniciativas destinadas a prevenir la discriminación de peso en el lugar de trabajo, la educación y los centros de salud

· Utilizar el lenguaje: primero la persona. Esto no es nuevo, se usó para otras enfermedades crónicas como las enfermedades mentales y la diabetes. El objetivo es poner primero el sujeto «hay muchas personas afectadas por obesidad», en lugar de «hay muchos obesos».

· El compromiso como sociedad es indispensable para combatir el estigma en la obesidad y ayudar a quienes la padecen en un entorno de respeto, dignidad y empatía, tomando en cuenta que la obesidad es una consecuencia de múltiples causas complejas en el contexto de factores incontrolables, y sin culpar a las personas de esta enfermedad.

· Los líderes de opinión, periodistas y usuarios de redes sociales que informan sobre temas relacionados con la obesidad pueden usar contenido visual equilibrado y sensible, que representan retratos no estigmatizantes de personas con obesidad.

· Las campañas contra la obesidad deben dejar de utilizar la culpa y la vergüenza y, por otro lado, deben enfocarse en el cuidado respetuoso del cuerpo entero, lo que permita a las personas realizar cambios que promueven la salud, al enfatizar las conductas modificables (como un aumento en la ingesta de frutas, verduras y realizar actividad física), mejorar los patrones de sueño y reducir el estrés. Así mejorarán la salud para todos, sin importar su peso.

Máxima es una una Mujer muy elegante......Pero debemos tener en cuenta que su Hija es Teutona, y los genes se heredan.-
 
Pero cómo saber si los padres se han descuidado con la chica? Es de contextura grande, de estructura ósea grande... y le viene de herencia. Y a saber si hay un problema de metabolismo, glandular, hormonal, que por tener 16 años recién no pueda regularse. Siempre va a ser robusta, su complexión es así.
Maxima no era obesa, tenía unos kilos de más, Guillermo era delgado, los padres de maxima eran delgados, el padre de guillermo también delgado Beatriz de joven tampoco era obesa, así que no veo donde esta la herencia de obesidad a la que te refieres, y se sabe desde bebe con los controles médicos que deben tener los niños, minimo los primeros 10 o 12 años de su vida, donde el doctor te dice si esta bien en su peso, esta bajo su peso o está con sobrepeso.
 
Última edición:
Estado
Cerrado para nuevas respuestas
Back