- Registrado
- 11 May 2019
- Mensajes
- 999
- Calificaciones
- 6.221
Primo, tú quizá ahora no lo veas, pero qué favor te ha hecho la vida quintándotela del medio...
Me he quedado anonada, te tenía completamente manipulado. A veces me sorprendo del poder que puede tener una persona sobre otra...
Todo el relato me ha dejado sin palabras, pero algunas cosas más que otras...
Lo dicho... Anulación máxima.
Anulación al cuadrado. Desaparece durante un mes y a la vuelta le vas a hacer de chófer al aeropuerto? De verdad?
Primo, palmas con las orejas deberías dar por haberte librado de un ser así.
La vida te ha dado una 2a oportunidad. Aprovéchala.
Creo que algo en mi mente me decía que la relación se estaba estropeando cuando volvimos de viaje después de pasar casi tres semanas en navidad en casa de mis padres y viajando.
Ella volvió poniendo su cabeza en mi durante parte del viaje en avión. Al llegar aquí donde vivimos, pasamos la noche en mi casa y al día siguiente se fue a buscar a su hijo al que llevaba semanas sin verlo y yo me fui al trabajo. Ella posteriormente iba a su casa.
Después de eso, se comportó de forma rara las siguientes semanas, no quería verme los fines de semana, quería estar sola. Yo aplaudo que la pareja tiene su espacio propio pero no lo veía normal cuando se mostraba siempre con mucho apego a mi etc. Incluso un día la invité a tomar algo porque pasaba por su casa y no quería.
Algo en mi me decía que esto no iba bien, que me iba a dejar de nuevo. Le pregunté si le pasaba algo que estaba desaparecida y me respondió que ya se le pasaría.
Y se le pasó, volvió como un tornado de apego y demandandome cariño de modo exagerado, e incluso se lo comentó a su psicóloga. ahí empezaron sus celos imaginádose que yo hablaba con otras chicas extranjeras porque escribía mal palabras en whatsapp debido a que no había cambiado la configuración del idioma del teléfono. Así fue varios días seguidos por la mañana en la oficina. Yo la llamaba porque quería evitar dejarlo pasar y crear un problema. Y me agotaba emocionalmente.
Y así más cosas.
Cuando se fue en semana santa lo sentí como una necesidad de que todo se tranquilizara, de respirar un poco y que ella volviera con las energías renovadas, pero no.
Se despidió de mi echandome la culpa de que me dejara y me hizo sentir mal un tiempo y valorando si pude haberme comportado mejor. Sé que eso no es así, porque mucha gente me lo ha dicho