Un juez investiga el intento de asesinato de Josep Maria Mainat por parte de su mujer

POR
Martín
Mucha

18/10/2020

Los ‘chutes’ a Mainat de ‘wonder mami’
La mujer que inyectaba testosterona a Mainat para que cumpliera su sueño de vivir más de 120 años y que lo pudo matar con insulina. Su madre era de Bacares, Almería, y ella casi licenciada en Medicina. Sospechosa de haber querido asesinar a su riquísimo marido diabético, pasó de una vida elegante con el gran productor a alquilar su casa para escorts. Ella ha dicho que le inyectaba de todo: vitamina B12, hormona del crecimiento, testosterona… Tras pasar el Covid la recibieron en casa como ‘wonder mami’











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El viernes 10 de abril de 2020, el millonario creador de Operación Triunfo recibe a su esposa con una pancarta. En ella, Ángela Dobrowolski era una super mujer que había vencido el coronavirus. Una heroína familiar que había sido todo en los últimos años para Josep Maria Mainat. «Wonder Mami», se lee. Sus hijos le habían preparado el recibimiento tras ella haber pasado 26 días de confinamiento y tres días hospitalizada. Mainat admiraba a su esposa: ella era una alemana de origen andaluz, inteligente, de rostro dulce, que se había hecho independentista para complacerle, quien hasta aprendió catalán con rapidez para comunicarse mejor con él… Él le dio todo, le presentó a todos. Hasta que su mundo se rompió. Solo 104 días después, se acusaba a la Dobrowolski de intento de homicidio por sobredosis de insulina.
Es que, la vida reciente de uno los productores más importantes de la televisión europea, la relación entre él y Ángela, se puede resumir en las películas y series que veían juntos. En el capítulo de Metamorfosis, de Star Trek, la saga de ciencia ficción que adoraba Ángela, un hombre resulta rejuvenecido por una clase de energía. La llamaba: «compañera». Lo que sucedía, si él la dejaba, era la muerte. Era una relación parasitaria… Mainat, se cuenta, conoció a Ángela en una clínica de rejuvenecimiento en Suiza. Quedó prendado. En 2009, la convenció de mudarse a Cataluña. A su Cataluña.
Mainat, quien consiguió su mayor éxito con dos programas emitidos en televisión nacional, es independentista. En su primer DNI, su nombre aparece como José María Mainat Castells y, a pesar de que a él le gusta que le recuerden más su época como miembro de La Trinca, es con Crónicas Marcianas, con el programa con el que se hizo millonario. Con Operación Triunfo, multimillonario. Ángela, cuya madre Dionisia Garrido Quesada nació en Bacares (Almería), apenas sabía quien era ese hombre alto, en buena forma para sus entonces 63 años (el próximo sábado cumple 74). Con 26, cayó seducida por su ímpetu y su inteligencia. O eso decía a quien le preguntara. La diferencia de edad: 37 años (Dionisia tiene hoy 62, por cierto). Ángela era la segunda juventud de Mainat cuyo sueño es vivir 120 años.
En la burguesía catalana todos se preguntaban de dónde había salido esa chica que llevaba del brazo a cada gala. Siempre la presentó como alemana, cuando ella tiene ambos pasaportes. Su padre es alemán, de raíces polacas. Tiene dos hermanas menores, Juliane Stephanie y Nadine Carmen. La relación entre ambos cambió sus vidas también. Nadine, de 31 años, y Dionisia se mudaron a 76 metros de distancia del hogar de los Mainat-Dobrowolski. Las tres vivían antes en una sencilla casita de dos plantas en Tijola, a 18 kilómetros de Bacares. De allí a la zona noble de Horta-Guinardó.
Se casaron el 28 de mayo de 2011. Pero quizá el intríngulis de lo sucedido viene de un mes antes. Mainat podía haber dejado a su esposa con el acuerdo de separación de bienes que es lo normal en Cataluña. Pero él firmó un contrato enamorado. Si el divorcio se producía tras más de cinco años hasta una década, tendría derecho a una residencia de un millón de euros. Ello complementado con 5.000 de pensión, más 1.500 por hijo y 500 euros adicionales. Y los gastos extra, a cuenta del productor. Para entonces, la fortuna de él ya superaba los 100 millones de euros.
En 2012, Ángela ya hablaba un catalán «florido y literario», como describía Mainat. Él se asombraba de su inteligencia. Tenía razones. Era su mujer ideal. Una segunda oportunidad para quien se había divorciado de una divina como Rosa María Sardá. Un año más tarde decide presentarla en el prime time de Cataluña. Sale con ella en El convidat, un programa donde han aparecido desde Iniesta a Jordi Pujol. Todos quedaron sorprendidos de la corrección, saber estar y dominio de la lengua de Plá de Ángela.
Era tal la confianza, que Mainat la comenzó a poner en el organigrama de sus empresas. Ángela solo le daba motivos de orgullo: «Mi mujer ha sacado 9,5 en las pruebas de acceso a la universidad… #bienrodeado». Esta es la traducción de un tuit de Josep Maria de mayo de 2014. Dos hijos completaron lo que parecía una absoluta felicidad. Los allegados coinciden en que él con ella se sentía más cerca de los 40 que de los 70.
Disfrutaban de su fortuna. Pero su mansión, con jardín interior y cocina de diseño, como la película coreana Parásitos, ocultaba muertos en vida. Como la serie favorita de ella, The Walking Dead. Zombies de tiempos mejores. Después de recuperarse del Covid-19, él descubrió que Ángela tenía un amante venezolano y le era infiel. Comenzaron los insultos más vulgares. Las vergüenzas de ella, las repasaba él en las cámaras que tenía por toda la casa. El 23 de junio, sucedió el supuesto intento de homicidio por sobredosis de insulina que se analiza, día a día, en televisión.
«No es cierto. Yo pinché a mi marido porque él me pidió. Le pinché hormona del crecimiento, testosterona, vitamina B12 y Saxenda... Se las suministro para su bienestar. Para mantener la fuerza muscular y adelgazar», declaró ante el juez en agosto. Se supo que él tomaba 39 sustancias regularmente. Que durante un fin de semana que debía ser para reconciliarse, ella se las ingenió para humillarle y una de esas noches intimó con el venezolano. Le acusan de miles de euros gastados en gigolós. Y más.
Desatado el escándalo, ella cambió su atuendo. De modosita a femme fatale con diferentes pelucas: negras, rosas, castañas… El hogar-santuario de Mainat salió en un anuncio de prostit*ción: se alquilaba para encuentros sexuales. El miércoles, como si esto lo escribiera un guionista volando en metadona, entraron a la residencia unas damiselas con máscaras de Dalí. Sí, como en La Casa de Papel. Pocos cayeron que una de las pelucas que usa Ángela imita el peinado de Tokio, el personaje más demencial de la banda que triunfa en Netflix... La forma más radical de pegarle un tiro en la frente —y echar las cenizas al río— a la Wonder Mami que enamoró a Mainat. @Mart1nMucha
 
No, no, él no consigue sembrar la duda.....si hay delito o no, lo dirán los jueces...Todo se basa en hechos reales, cámaras,testigos,grabaciones telefónicas,peritajes médicos,partes de hospital, declaraciones de centros de desintoxicación, atestados policias, de mossos d´esquadra.Y maldita la gracia que le hace a Mainat que todo esto salga a la luz....pero lo podría haber matado.Y eso es muy serio.
De hecho creo ue la denuncia la hizo su hijo Pol, no? Yo creo que Mainat no quería todo este circo mediático. Ha tenido 2 separaciones y han sido amistosas, aquí el problema yo creo que ha sido la ambición de Angela.
 
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Martín
Mucha

18/10/2020

Los ‘chutes’ a Mainat de ‘wonder mami’
La mujer que inyectaba testosterona a Mainat para que cumpliera su sueño de vivir más de 120 años y que lo pudo matar con insulina. Su madre era de Bacares, Almería, y ella casi licenciada en Medicina. Sospechosa de haber querido asesinar a su riquísimo marido diabético, pasó de una vida elegante con el gran productor a alquilar su casa para escorts. Ella ha dicho que le inyectaba de todo: vitamina B12, hormona del crecimiento, testosterona… Tras pasar el Covid la recibieron en casa como ‘wonder mami’











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El viernes 10 de abril de 2020, el millonario creador de Operación Triunfo recibe a su esposa con una pancarta. En ella, Ángela Dobrowolski era una super mujer que había vencido el coronavirus. Una heroína familiar que había sido todo en los últimos años para Josep Maria Mainat. «Wonder Mami», se lee. Sus hijos le habían preparado el recibimiento tras ella haber pasado 26 días de confinamiento y tres días hospitalizada. Mainat admiraba a su esposa: ella era una alemana de origen andaluz, inteligente, de rostro dulce, que se había hecho independentista para complacerle, quien hasta aprendió catalán con rapidez para comunicarse mejor con él… Él le dio todo, le presentó a todos. Hasta que su mundo se rompió. Solo 104 días después, se acusaba a la Dobrowolski de intento de homicidio por sobredosis de insulina.
Es que, la vida reciente de uno los productores más importantes de la televisión europea, la relación entre él y Ángela, se puede resumir en las películas y series que veían juntos. En el capítulo de Metamorfosis, de Star Trek, la saga de ciencia ficción que adoraba Ángela, un hombre resulta rejuvenecido por una clase de energía. La llamaba: «compañera». Lo que sucedía, si él la dejaba, era la muerte. Era una relación parasitaria… Mainat, se cuenta, conoció a Ángela en una clínica de rejuvenecimiento en Suiza. Quedó prendado. En 2009, la convenció de mudarse a Cataluña. A su Cataluña.
Mainat, quien consiguió su mayor éxito con dos programas emitidos en televisión nacional, es independentista. En su primer DNI, su nombre aparece como José María Mainat Castells y, a pesar de que a él le gusta que le recuerden más su época como miembro de La Trinca, es con Crónicas Marcianas, con el programa con el que se hizo millonario. Con Operación Triunfo, multimillonario. Ángela, cuya madre Dionisia Garrido Quesada nació en Bacares (Almería), apenas sabía quien era ese hombre alto, en buena forma para sus entonces 63 años (el próximo sábado cumple 74). Con 26, cayó seducida por su ímpetu y su inteligencia. O eso decía a quien le preguntara. La diferencia de edad: 37 años (Dionisia tiene hoy 62, por cierto). Ángela era la segunda juventud de Mainat cuyo sueño es vivir 120 años.
En la burguesía catalana todos se preguntaban de dónde había salido esa chica que llevaba del brazo a cada gala. Siempre la presentó como alemana, cuando ella tiene ambos pasaportes. Su padre es alemán, de raíces polacas. Tiene dos hermanas menores, Juliane Stephanie y Nadine Carmen. La relación entre ambos cambió sus vidas también. Nadine, de 31 años, y Dionisia se mudaron a 76 metros de distancia del hogar de los Mainat-Dobrowolski. Las tres vivían antes en una sencilla casita de dos plantas en Tijola, a 18 kilómetros de Bacares. De allí a la zona noble de Horta-Guinardó.
Se casaron el 28 de mayo de 2011. Pero quizá el intríngulis de lo sucedido viene de un mes antes. Mainat podía haber dejado a su esposa con el acuerdo de separación de bienes que es lo normal en Cataluña. Pero él firmó un contrato enamorado. Si el divorcio se producía tras más de cinco años hasta una década, tendría derecho a una residencia de un millón de euros. Ello complementado con 5.000 de pensión, más 1.500 por hijo y 500 euros adicionales. Y los gastos extra, a cuenta del productor. Para entonces, la fortuna de él ya superaba los 100 millones de euros.
En 2012, Ángela ya hablaba un catalán «florido y literario», como describía Mainat. Él se asombraba de su inteligencia. Tenía razones. Era su mujer ideal. Una segunda oportunidad para quien se había divorciado de una divina como Rosa María Sardá. Un año más tarde decide presentarla en el prime time de Cataluña. Sale con ella en El convidat, un programa donde han aparecido desde Iniesta a Jordi Pujol. Todos quedaron sorprendidos de la corrección, saber estar y dominio de la lengua de Plá de Ángela.
Era tal la confianza, que Mainat la comenzó a poner en el organigrama de sus empresas. Ángela solo le daba motivos de orgullo: «Mi mujer ha sacado 9,5 en las pruebas de acceso a la universidad… #bienrodeado». Esta es la traducción de un tuit de Josep Maria de mayo de 2014. Dos hijos completaron lo que parecía una absoluta felicidad. Los allegados coinciden en que él con ella se sentía más cerca de los 40 que de los 70.
Disfrutaban de su fortuna. Pero su mansión, con jardín interior y cocina de diseño, como la película coreana Parásitos, ocultaba muertos en vida. Como la serie favorita de ella, The Walking Dead. Zombies de tiempos mejores. Después de recuperarse del Covid-19, él descubrió que Ángela tenía un amante venezolano y le era infiel. Comenzaron los insultos más vulgares. Las vergüenzas de ella, las repasaba él en las cámaras que tenía por toda la casa. El 23 de junio, sucedió el supuesto intento de homicidio por sobredosis de insulina que se analiza, día a día, en televisión.
«No es cierto. Yo pinché a mi marido porque él me pidió. Le pinché hormona del crecimiento, testosterona, vitamina B12 y Saxenda... Se las suministro para su bienestar. Para mantener la fuerza muscular y adelgazar», declaró ante el juez en agosto. Se supo que él tomaba 39 sustancias regularmente. Que durante un fin de semana que debía ser para reconciliarse, ella se las ingenió para humillarle y una de esas noches intimó con el venezolano. Le acusan de miles de euros gastados en gigolós. Y más.
Desatado el escándalo, ella cambió su atuendo. De modosita a femme fatale con diferentes pelucas: negras, rosas, castañas… El hogar-santuario de Mainat salió en un anuncio de prostit*ción: se alquilaba para encuentros sexuales. El miércoles, como si esto lo escribiera un guionista volando en metadona, entraron a la residencia unas damiselas con máscaras de Dalí. Sí, como en La Casa de Papel. Pocos cayeron que una de las pelucas que usa Ángela imita el peinado de Tokio, el personaje más demencial de la banda que triunfa en Netflix... La forma más radical de pegarle un tiro en la frente —y echar las cenizas al río— a la Wonder Mami que enamoró a Mainat. @Mart1nMucha
Aquí hubo "salto " a la segunda esposa, por las fechas. Curiosamente el artículo ha omitido su existencia ?

Y yo insisto, que te quedes sentir como si tuvieras 40 o 25 años, pero los demás no "te sienten" joven, te ven flipar
 
En Espejo Público han dicho esta mañana que Mainat tuvo otra bajada fuerte de glucosa después de salir del hospital. Que la tuvo él solo, de manera espontánea, sin la intervención de Ángela.

Pienso que es posible que ella quisiera verlo muerto por las razones ya expuestas, pero también creo que hay gente en esa familia que la quiere ver a ella fuera de la ecuación y que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, en este caso que el abuelo casi se va al otro mundo por una bajada de azucar, pueden haberla acusado en falso y si cuela, cuela. En esta historia no hay nadie inocente, excepto los pobres niños que bastante desgracia tienen ya con esos dos padres lunáticos.
Hombre, los diabéticos pueden tener bajadas de azúcar sin que se las provoque nadie. Pero como justifica las 13 veces que entró y salió de su habitación? Y el ver los niveles bajos de azúcar y no darle gris, o algo dulce? Estudiaba medicina y sabía lo que tenía que hacer. Se quedó quieta esperando a la ambulancia, por si llegaba tarde y así no habría nada que hacer.
 
De hecho creo ue la denuncia la hizo su hijo Pol, no? Yo creo que Mainat no quería todo este circo mediático. Ha tenido 2 separaciones y han sido amistosas, aquí el problema yo creo que ha sido la ambición de Angela.
La denuncia la haría su propio hijo, cuando el padre estaba ingresado y a fin de que pudieran empezar a investigar y que ella no destruyera las pruebas, tenía que ser inmediato.
Y sobre ella,las mentes perversas suelen tener CI muy altos.
 
La denuncia la haría su propio hijo, cuando el padre estaba ingresado y a fin de que pudieran empezar a investigar y que ella no destruyera las pruebas, tenía que ser inmediato.
Y sobre ella,las mentes perversas suelen tener CI muy altos.
Y tambien suelen alardear de ello.
Y creer que les da derecho a despreciar a los demás.
¿O no? ?
 

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