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Me quejaba de que en julio no había pasado del "Hola, ¿qué tal, bien?" y hasta más ver, pero se ve que agosto se presenta movidito.
Ayer me encuentro con otro tío, este parecía majo e hicimos un par de bromas al principio. La cosa comenzó a chirriarme cuando me di cuenta de que teníamos los mismos gustos: no nos gustaba la playa, nos gustaban los libros de fantasía y los cómics, ver pelis y series... Lo cual no sería raro de no ser porque la que sacaba los gustos siempre era yo. "No me gusta la playa", "A mí tampoco", "Me gusta mi casa", "A mí también". Al lío, el tío ni me preguntó qué cosas me gustaban ni si mis estudios estaban bien (al menos otros han tenido esa cortesía). Sólo se dedicaba a preguntarme que si le iba a enseñar una foto mía, que la personalidad era lo más importante, pero quería verme. Entonces le pasé una caricatura que me hice (me dedico al arte) y va y me suelta que según su idea debo ser muy guapa, y le respondo que no, que soy del montón bajo. Y entonces me dice algo en plan Disney de que en los montones siempre están escondidas las mayores bellezas, que a él sólo le interesa mi personalidad, pero quiere verme para tener una idea cerebral. Ahí se ha quedado esperando. Igual pensé mal, pero me temo que no le parecía tan hermosa y quería una foto de verdad para reírse.
Ayer me encuentro con otro tío, este parecía majo e hicimos un par de bromas al principio. La cosa comenzó a chirriarme cuando me di cuenta de que teníamos los mismos gustos: no nos gustaba la playa, nos gustaban los libros de fantasía y los cómics, ver pelis y series... Lo cual no sería raro de no ser porque la que sacaba los gustos siempre era yo. "No me gusta la playa", "A mí tampoco", "Me gusta mi casa", "A mí también". Al lío, el tío ni me preguntó qué cosas me gustaban ni si mis estudios estaban bien (al menos otros han tenido esa cortesía). Sólo se dedicaba a preguntarme que si le iba a enseñar una foto mía, que la personalidad era lo más importante, pero quería verme. Entonces le pasé una caricatura que me hice (me dedico al arte) y va y me suelta que según su idea debo ser muy guapa, y le respondo que no, que soy del montón bajo. Y entonces me dice algo en plan Disney de que en los montones siempre están escondidas las mayores bellezas, que a él sólo le interesa mi personalidad, pero quiere verme para tener una idea cerebral. Ahí se ha quedado esperando. Igual pensé mal, pero me temo que no le parecía tan hermosa y quería una foto de verdad para reírse.
