Solo "tapas". De bares, mesones y terrazas.

Tartines, una delicia de la 'cuisine' francesa para la cuarentena
Una copa de vino acompañada por estas exquisitas tostas te trasladarán a una de las típicas terrazas de cualquier café o bistró francés. Durante unos minutos olvidarás el confinamiento. Oh là là!



Foto: Foto: Tartine Cap Nord.



Por
A. Gómez

22/04/2020

Cocinar se ha convertido en una tabla de salvación en estas semanas de confinamiento. Los datos no dejan margen para las dudas: escribir ‘cocina confinamiento’ en la barra de búsqueda de Google arroja un resultado de 52.600.000 reseñas. Está claro que la cocina es una de las actividades preferidas.

Si examinamos los hábitos de consumo de estos días, comprobamos (y también vivimos en primera persona) que nuestras compras son, sobre todo, en alimentación, no ya solo por la necesidad física de comer sino por emplear el tiempo encerrados en nuestras casas. Como publicó El Confidencial hace unos días, a medida que pasan las semanas vamos rebajando el interés por cocinar, al menos es lo que se deduce del aumento de productos precocinados.
En compensación, se ha disparado el entusiasmo por hacer bizcochos y panes, por lo que se puede aprovechar esa 'vocación' panadera para no conformarse con preparaciones clásicas y buscar otras más chic.

¿Qué tal probar con las ‘tartine’? Las deliciosas tostas francesas, muy recomendables como aperitivo o como tentempié antes de cenar.
Maison Mélie, restaurante boutique francés ubicado en Madrid, conocido por ofrecer un concepto especial gastronómico que combina una 'boulangerie' y una 'pâtisserie' dentro de su restaurante, propone para estos días tres exquisitas tostas francesas, una auténtica explosión de gusto para el paladar.


Tartine Wall Street

Foto: Tartine Wall Street.


Foto: Tartine Wall Street.


Ingredientes:


  • 1 rebanada de pan de masa madre
  • 3 lonchas finas de pastrami
  • 1 lata de malossol (no es lo mismo, pero puedes sustituirlo por un sucedáneo de caviar)
  • 20 g de lechuga romana
  • 5 g de mostaza
  • 5 g de salsa de soja
  • 10 ml de aceite oliva
  • Miel
Preparación de la salsa:
  • Mezclar la mostaza, la salsa de soja, el aceite de oliva, la miel y dejar reposar.
  • Batir de nuevo antes de montar la tartine.
Preparación:
  • Tostar el pan con un tostador.
  • Colocar la lechuga y poner por encima las lonchas de pastrami y el caviar.
  • Finalizar con toques de salsa mostaza.

Tartine Mont Blanc

Foto: Tartine Mont Blanc.


Foto: Tartine Mont Blanc.


Ingredientes:
  • 1 rebanada de pan
  • 3 lonchas de queso de cabra
  • Miel
  • 10 g de nueces
  • 20 g de rúcula
  • Cebollino
Preparación:
  • Tostar el pan con un tostador.
  • Colocar la rúcula, el queso, las nueces y la miel. Tostar 5 minutos con el grill del horno.
  • Finalizar con el cebollino picado.

Tartine Cap Nord

Ingredientes:


  • 1 rebanada de pan
  • 50 g de trucha ahumada
  • 30 g de nata
  • Zumo de limón
  • 1 pepino pequeño
  • Sal
  • Eneldo
Preparación:
  • Tostar el pan con un tostador.
  • En un bol, mezclar la nata, la sal, el eneldo, el zumo de limón. Cortar el pepino por la mitad a lo largo, retirar las semillas y cortar en tiras finas.
  • Colocar todos los ingredientes sobre el pan y acabar la decoración con puntas de eneldo.

 
Deditos de Queso |Cheese sticks | Receta rapida de hacer


Ingredientes:

- Queso blanco para freír o queso mozzarella
- Pan molido
- Harina de trigo
- 1 huevo


 
PATÉ DE AGUACATE, CEBOLLA ASADA Y ALMENDRAS


Paté de aguacate, cebolla asada y almendras



Un plato que en el nombre lleva casi toda la lista de ingredientes, se prepara en un pispás y es perfecto tanto para un aperitivo como para un desayuno. Disfrutarlo es obligatorio, subir la foto a Instagram, casi.



MÒNICA ESCUDERO

Creo que no estoy inventado el choripán si vaticino que la extinción de los aguacates será por culpa de Instagram, esa red social dedicada casi por completo a las fotos de tostadas mañaneras acompañadas de este fruto en diferentes formatos, los pies con playa de fondo y cualquier imagen bucólica acompañada del texto “aquí, sufriendo”.

En esta aportación para el apocalipsis aguacatero usé esta mantequilla vegetal para una receta de reciclaje, con un resto de cebolla asada al horno. Si no tienes restos cebolleros y no te apetece encender el horno o no tienes uno a mano, puedes dorarla o caramelizarla en una sartén, dependiendo del punto de textura que busques (está bien que la cebolla dé una cierta resistencia al mordisco para que no sea una pastufli sin contrastes, por eso mismo también es importante que se noten los trozos de almendra).

Si no tenéis tahini -pasta de sésamo- podéis usar unas semillas tostadas del mismo enteras o pasadas por el mortero. Un poco de aceite de sésamo también servirá, aunque hay que tener cuidado porque su sabor suele ser más intenso que la semilla entera: lo suyo sería añadirlo muy poco a poco y probar hasta que encontremos el punto que nos guste.



Dificultad
La de encontrar un aguacate decente.
Ingredientes
Para 4 personas (como aperitivo o desayuno)
  • 1 aguacate maduro
  • ½ cebolla asada
  • 1 cucharada rasa de tahini o sésamo tostado
  • 20 almendras
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta
  • Zumo de limón
  • Pimentón rojo dulce o picante (yo usé ¼ de cucharadita)
  • Tostadas, picos o regañás para acompañar
Preparación
  1. Cortar la cebolla en daditos. Abrir el aguacate, vaciarlo y mezclar con la cebolla, un poco de sal, pimienta y pimentón –como la mitad del que usemos en total, el resto será para decorar–, el limón y el aceite de oliva.
  2. Picar en un mortero o con un cuchillo 15 de las almendras, dejando el resto enteras para decorar. Añadirlas a la mezcla anterior.
  3. Servir inmediatamente, decorado con las almendras reservadas y un poco de pimentón y acompañado de pan tostado, picos, regañás, crackers o cualquier cosa crujiente que lo acompañe y aporte un contraste de textura.
 
Cómo hacer patatas Paj* caseras - Karlos Arguiñano

Las patatas Paj* son patatas fritas que se llaman así debido a su parecido con la Paj* de trigo cuando ya están fritas.

Las patatas Paj* se pueden preparar con patatas peladas o con piel. En el caso de que se deje la piel de la patata, se deben limpiar bien, cepillándolas debado del grifo para eliminar todas las impurezas que puedan tener.


 
Croquetas de morcilla muy cremosas


INGREDIENTES

  • 100 g de morcilla
  • 500 ml de leche entera fría
  • 70 g de harina de trigo
  • 80 g de mantequilla
  • Una pizca de nuez moscada
  • 2 Huevos
  • 100 g de pan rallado
  • Abundante aceite para freír
  • Sal y pimienta al gusto
(20 Croquetas aprox.)


 
Receta fácil de croquetas de espinacas

No dejes de probar estas croquetas de espinacas tan fáciles de elaborar, muy sabrosas y con una textura muy cremosa.


Ingredientes
  • 100 g de espinacas
  • 1 Cebolla
  • 70 g de harina de trigo
  • 70 g de mantequilla
  • 500 ml de leche entera
  • 2 Huevos
  • 100 g de pan rallado
  • Aceite para freír
  • Sal y pimienta molida al gusto

 
MEJILLONES A LA CREMA CON PATATAS FRITAS


Mejillones a la crema con patatas fritas



Los puristas de estos bivalvos sólo los preparan al vapor, pero queremos abrir un poco sus branquias glotonas con una salsa para mojar pan (o patatas).



Los mejillones son unos bivalvos tan agradecidos –no son caros y prometen mucho placer mientras acumulas sus valvas vacías en el plato– que lo único que nos piden es que les prestemos un poco de atención, maqueándolos para dejarlos presentables, sin barbas –que se llaman biso o byssus– ni restos de pequeños crustáceos o anélidos. Ese ratillo trajinando bajo el grifo tiene su recompensa, que compartir una bandeja de mejillones une y reconforta, te lo digo yo.

Me rodea una panda de puristas del mejillón que siempre me repite: “A mí dámelos al vapor, sin cosas raras”, de manera que, para hacer la contra y abrir un poco sus branquias glotonas, los he cocinado a la crema. Y prometo seguir probando con otras “cosas raras”hasta que acepten la diversidad recetera del mejillón.

A lo mejor te parece que un kilo de mejillones para dos raciones es un poco demasiado, pero te aseguro que se acaban enseguida –que son todo concha– y, si los pones de primer plato, no te sobrarán.

Para hacer la cosa más aparente y divertida, los he acompañado de unas patatas fritas chips caseras que son muy fáciles de hacer. Me dirás que si puedes usarlas de bolsa, y yo te diré que allá tú, que vale y que mejor si son buenas, pero alguna vez en la vida hay que probar a marcarse unas chips caseras en el currículum de cocinillas doméstico.

Para epatar por completo he usado patata monalisa y patata violeta, que lucen mucho mezcladas. En los mercados y algunas grandes superficies no es difícil encontrar las patatas vitelotte. Reserva algunas para el final, ese momento en el que ya te has comido toda la mejillonada y en la bandeja queda la crema, y ataca recogiendo puchitos de salsa con las patatas hasta que ya no quede nada que rebañar.

Cuidado con la sal; prueba siempre al final y añade solo si es necesaria, los mejillones ya aportan sal suficiente y podrías arruinar el plato si te entra la alegría salando a lo loco.
Si cuando los mejillones están ya cocidos y abiertos observas que hay demasiado líquido, aparta una parte a un vaso y guarda el caldo congelado: será un tesoro que podrás utilizar cuando vayas a cocinar arroz de pescado o marisco.


Dificultad
Para gente que sabe ir y volver de la pescadería.

Ingredientes
Para 2 personas:
  • 1 kilo de mejillones
  • 100 ml de vino blanco
  • 1 chalota
  • 200 ml de nata
  • Cebollino o perejil fresco picado
  • Pimienta blanca recién molida
  • 1 patata monalisa mediana
  • 3 patatas vitelotte o violeta
  • Aceite de oliva
  • Sal
Elaboración
  1. Limpiar los mejillones rascando las conchas y eliminar las barbas usando un cuchillo. Desechar los que vengan rotos. Enjuagar las conchas, secar y reservar.
  2. Pelar la patata, lavarla y cortarla en láminas muy finas con una mandolina o un cortador.
  3. Poner las patatas en un recipiente y llenarlo con agua fría. Dejar reposar 15 minutos y enjuagar hasta que el agua salga limpia y clara.
  4. Colocar las patatas sobre un paño de rizo y cubrir con otro paño para secarlas por completo.
  5. Calentar un cazo hondo con abundante aceite. Cuando el aceite esté muy caliente, echar las patatas por tandas; en cada tanda debe haber pocas patatas, tienen que bailar en el aceite. Mover las patatas con una espumadera para que se hagan por igual.
  6. Sacar las patatas fritas a un plato cubierto con papel de cocina y reservar. Cuando cada tanda se haya enfriado y escurrido, pasarlas a un plato, añadir un poco de sal y reservar. Si algunas patatas han quedado blandas, reservarlas y dar un golpe de fritura al final.
  7. Calentar una cazuela con dos cucharadas de aceite de oliva. Cuando el aceite esté muy caliente, añadir la chalota picada y dejar que se poche durante varios minutos hasta que empiece a estar más blanda.
  8. Añadir los mejillones, mover y dejar que tomen calor. Bañar con el vino blanco, colocar una tapa y dejar que se cocinen durante 5 minutos o hasta que estén abiertos.
  9. Retirar la tapa y eliminar los mejillones que hayan quedado cerrados.
  10. Añadir la nata, mover y cocinar durante 2 minutos.
  11. Colocar los mejillones, que deben estar completamente abiertos, en una fuente y dejar que la salsa que haya quedado en la cazuela se reduzca a fuego fuerte hasta que tenga textura de crema. Probar la salsa y rectificar de sal si es necesario.
  12. Verter la crema sobre los mejillones, espolvorear con pimienta blanca recién molida y cebollino o perejil picado, y colocar las patatas fritas encima. Puedes reservar la mitad de las patatas para mojarlas en la crema al final, cuando ya no queden mejillones en la fuente.

 
GALLETAS DE QUESO, TOMATE SECO Y ORÉGANO


Galletas de queso, tomate seco y orégano



Saben a Italia, a verano, a días felices, a mantequilla y a queso, y mientras se cocinan en el horno son el mejor ambientador del mundo. ¿Necesitas más motivos para probar estas galletas?


Mónica Escudero


Yo no le añado sal a la masa porque con sensación del queso y el tomate ya me llega, pero si os gustan las cosas muy saladas podéis añadirle un poco, o poner unas escamas de sal Maldon por encima de la masa cuando esté estirada y presionar con el rodillo. Si en lugar de unas galletas con tropezoncitos de tomate preferiís una masa un poco roja y uniforme, solo tenéis que triturarlo con un robot de cocina antes de incorporarlo a la masa.

Por supuesto, podéis cambiar el orégano por vuestra hierba o especia favorita –con tomillo, romero o albahaca también quedan muy bien– y cambiar los tomates por aceitunas (o añadirlas). Solo tenéis que tener en cuenta que los ingredientes que pongáis no aporten humedad a la masa, o se volverá muy líquida y difícil de manejar.

La parte en la que estiramos la masa entre dos papeles de horno y la dejamos reposar antes de cortarla es de primero de galletas: si tenéis un poco de práctica, siendo una masa con un alto porcentaje de grasa podéis cortar las galletas directamente con el rodillo y un poco de harina sobre la mesa, usando un cuchillo –y un poco de delicadeza– para ayudarnos a separarlas y ponerlas en la bandeja de horno.

Cocinamos estas galletas durante bastante tiempo a una temperatura baja porque así conseguimos que queden crujientes, pero por la cantidad de grasa que tiene la masa tenderán a ablandarse en horas: si las pones en una lata o un táper hermético, les alargarás un poco la vida (aunque, si hay más de dos personas en casa, tampoco van a durar demasiado).


Dificultad

Bueno, hay que amasar. Y estirar. Y cortar.


Ingredientes

  • 80 g de Grana Padano (o Parmesano, o Pecorino) rallados
  • 200 g de harina de trigo
  • 120 g de mantequilla en pomada
  • 1 cucharadita rasa de levadura
  • 1 cucharadita rasa de orégano
  • 50 g de tomates secos

Preparación

  1. Remojar en agua tibia los tomates durante media hora, secarlos bien y picarlos finos con un cuchillo bien afilado.
  2. Poner la mantequilla con la harina tamizada, la levadura, el tomate y el queso en un bol y amasar hasta que se integren y quede una masa elástica y que no se pega en las manos (si tenéis un robot de cocina, podéis dejarle esta parte del trabajo).
  3. Estirar la masa entre dos papeles de horno hasta que tenga un grosor de unos 3 mm aproximadamente. Ponerla en la nevera unos 30 minutos para que sea más fácil de cortar.
  4. Con un cortapastas –o un cuchillo, o un vaso– cortarlas con la forma deseada y disponer en una bandeja para hornear, que meteremos en el horno calentado a 160 grados centígrados con calor arriba y abajo.
  5. Hornear las galletas unos 25 minutos o hasta que estén doradas y apetitosas, dándole la vuelta a la bandeja –lo de delante, atrás– más o menos a los 15 minutos para una cocción más uniforme. Lo ideal sería vigilarlas a partir de los 20 minutos, por aquello de que cada horno es un mundo.
  6. Cuando estén hechas, sacarlas del horno, dejar enfriar y comer o guardar en un recipiente hermético.
 
Aceitunas rebozadas, el delicioso aperitivo que no te esperas
Original, agradecido y lleno de propiedades saludables. Comparte tu mesa aprendiendo esta novedosa receta que seguro asombra a todo el mundo. La idea la tuvieron los italianos


Foto: Las aceitunas tienen muchas propiedades. (iStock)



Por
Alimente
19/04/2020


Dentro de los aperitivos originales que podrás ver en una mesa están, sin duda, las aceitunas rebozadas. Parece una contradicción: algo tan fresco como una aceituna pasada por aceite hirviendo, pero es una gran idea que inventaron los italianos y cuya versión original las encontramos en las denominadas 'olive all'ascolana'.

Todos los enamorados de los fritos van a quedar encantados con esta receta. Se trata de uno de los aperitivos fáciles con los que sorprender a todo el mundo y que merece la pena probar. Aunque la receta italiana original se realiza con una variedad concreta de aceitunas (denominada gordal), lo cierto es que lo puedes hacer con cualquiera que encuentres en el supermercado.



Foto: iStock.


Foto: iStock.



Tiempo de preparación: 20 minutos. Dificultad: Fácil Coste: Económico Comensales: 4


Ingredientes

Elaboración
  1. El primer paso es el más importante y es escurrir bien las aceitunas, para ello tiraremos el agua y las pondremos unos minutos sobre un papel de cocina absorbente. Antes de dar el siguiente paso tenemos que comprobar que estén bien secas porque si no, no quedarán tan crujientes como deseamos al final.
  2. A continuación prepararemos el rebozado. Puede hacerse simple o doble, aconsejamos este último para que el resultado final sea más rico y consistente. Para ello, pasaremos cada aceituna primero por harina, luego por huevo y después por pan rallado. Después, repetiremos estas dos últimas acciones: las pasamos por huevo de nuevo y por pan rallado.
  3. Colocamos la sartén en el fuego con abundante aceite y, cuando esté bien caliente, pondremos una a una las aceitunas rebozadas. Les iremos dando vueltas para que se hagan por todos los lados. Esto también se puede hacer con una freidora.
  4. Cuando estén bien doraditas, pondremos las aceitunas sobre papel absorbente para que se quite el exceso de grasa y se sirven calientes. Frías también pueden comerse y estarán igual de ricas.

Truco final
Dada la variedad de aceitunas que existen, puedes hacer tantas recetas como quieras, incluso utilizando aceitunas negras, rellenas de anchoas o de pimientos. Además, puedes echar varios aderezos para potenciar su sabor. Por ejemplo, el tomillo y el orégano son dos hierbas que casan muy bien con las aceitunas frescas, por lo que serán el complemento ideal cuando las frías. Simplemente, añade un pellizco antes de pasarlas por la harina.
Otro truco es acompañar a las aceitunas con salsa de tomate casero o con mayonesa. La receta italiana ya incluye tomate en la elaboración de esta receta, por eso se trata del complemento perfecto para el aperitivo. Trata de no mojar mucho la aceituna si optas por ponerles salsas, ya que perdería su sabor.
Los aperitivos originales y fáciles de hacer son siempre una buena opción cuando tienes invitados en casa o para ir abriendo boca antes del plato principal. Esta receta es, además, muy económica y puede ser acompañada de carne o pescado.

 
UNTABLE DE BERENJENA, ANACARDO Y TOMATES SECOS


Untable de berenjena, anacardo y tomates secos




Si usamos frutos secos crudos y previamente hidratados, podremos conseguir un paté untuoso sin usar grasas añadidas. Unas berenjenas asadas, hierbas y tomate deshidratado le ponen el extra de sabor.



Mònica Escudero


Ingredientes


Para 6-8 personas (como aperitivo)

  • 2 berenjenas medianas
  • 100 g de anacardos
  • 40 g de tomates secos
  • 1 limón
  • 1 chalota (o ajo al gusto)
  • 1/2 cucharadita de hierbas de Provenza
  • Perejil al gusto
  • Sal
  • Pimienta
  • Tostadas, picos o bastoncillos de verduras para acompañar

Preparación

  1. El día antes hidratar los anacardos en agua fría y en la nevera, durante unas 12-24 horas cambiando el agua un par de veces.
  2. Hornear las berenjenas enteras a 180 grados durante una hora aproximadamente, o hasta que la carne esté blanda y la piel bien tostada. Mientras, hidratar en agua tibia los tomates secos durante una media hora (y guardar un poco del agua al escurrirlos).
  3. Cuando saquemos la berenjena del horno, desgarrarla con un tenedor y ponerla sobre un colador para que vaya soltando el jugo. Una vez fría, pelarla y picarla a cuchillo.
  4. Rallar la piel del limón –solo la parte amarilla– y sacarle el jugo. Triturar con una batidora o robot de cocina los anacardos escurridos con el zumo de limón, la chalota, los tomates hidratados, las hierbas provenzales, pimienta y sal (hay que contar con el sabor que aportará el tomate, mejor quedarse corto y ajustar después). Si a la batidora le cuesta procesar la pasta, añadir dos o tres cucharadas del agua de hidratar el tomate.
  5. Picar el perejil a mano y mezclarlo con la crema de anacardo y la berenjena, que no hemos triturado para que mantenga la textura. Servir con picos, regañás, crudités o el acompañamiento deseado.
 
HAZ HUMMUS, NO CEMENTO DE GARBANZOS

El hummus es tan popular en España que hasta lo vende Mercadona. ¿Pero sabemos prepararlo bien en casa? Aquí tienes los secretos para alcanzar el éxtasis con este aperitivo de Oriente Próximo.



 
LACTONESA, LA MAYONESA SIN RIESGO DE SALMONELLA


Con patatas está buenísima



Se prepara con leche en lugar de huevo, tiene menos cantidad de aceite y también se puede tunear con cítricos, especias, picante, ajo u otras salsas: con esta mayonesa todo son ventajas.


MÒNICA ESCUDERO 18/05/2020


¿Te gusta la mayonesa pero evitas prepararla porque te aterra la posibilidad de coger salmonelosis o alguna otra enfermedad asociada con el consumo de huevo crudo? La lactonesa acude rauda al rescate: esta emulsión a base de leche y aceite tiene una textura muy similar a la de huevo -aunque un poco más dura, con más cuerpo-, algo menos de grasa y es bastante más segura; especialmente cuando empieza a hacer calor.

Quiero prepararla, ¿qué necesito?


Para unos 300 g
  • 100 ml de leche entera a temperatura ambiente
  • 200 ml de aceite suave (oliva suave o girasol)
  • Sal al gusto
  • Zumo de limón o vinagre al gusto

¿Cómo la preparo?
Pon la leche en el vaso de la batidora o en un tarro; si usas uno de cristal con tapadera, puedes guardarlo directamente allí. Bate la leche durante un minuto y medio aproximadamente, a velocidad media (si quieres ponerle ajo, levanta el brazo y añádelo al fondo ahora, justo antes de empezar). Empieza añadiendo el aceite a hilo -tampoco hace falta que sea muy fino- sin mover la batidora del fondo; puedes inclinar un poco el vaso para ver mejor el cambio de textura, de líquido a emulsión. Cuando esté bien emulsionado ya podemos añadir la sal, el limón o el vinagre y el aceite en mayor cantidad, subiendo y bajando la batidora para emulsionar y mezclar toda la lactonesa.

Mi leche está fría y la necesito ya
No hace falta que la metas en el microondas ni ensucies un cazo (tampoco queremos que se caliente demasiado). Si la bates a potencia media durante un par de minutos o tres, su temperatura subirá por la fricción de las cuchillas.

No emulsiona
Dale un poco más de tiempo, tarda más en hacerse que su prima a base de huevo.

Se me ha cortado
Es difícil, pero puede pasar. En este caso lava y seca bien la batidora, coge otro vaso de batidora o recipiente alto también limpio y seco y añade un dedo y medio o dos de leche. Mete la batidora y ponla a velocidad media hasta que la leche quede bien espumada; cuando lo esté, añade poco a poco la lactonesa cortada, primero a hilo y después, cuando empiece a emulsionar, ya con un poco menos de cuidado.

Soy intolerante a la lactosa
Puedes hacerla con leche sin lactosa.

Y vegano
También puedes hacerla con bebida vegetal de soja sin endulzar, quedará algo menos espesa que la de leche de vaca al principio, pero si la pones en la nevera coge más cuerpo. Lo he probado con bebida de avena y almendra y el resultado no me gustó demasiado, así que no lo recomendaría.

¿Puedo tunearla?
Por supuesto. Puedes ponerle ajo y convertirla en una ajonesa -ajolactonesa, concretamente-, para una fideuà, patatas al horno o hervidas, carnes o pescados a la brasa; si el ajo crudo te sienta mal puedes ponerlo asado. También puedes ponerle un buen chorro de tu picante favorito; a mí me gusta especialmente con sriracha o con chipotle, un chile que le da un toque ahumado y ralladura de lima, naranja o limón para un extra de perfume cítrico -la de naranja va estupenda con langostinos-, además de cebollino picado.

Si le añades el zumo y la ralladura de media naranja, tres cucharadas de ketchup, una cucharadita de brandy, un golpe generoso de salsa Perrins y tabasco al gusto tienes una salsa rosa la mar de digna, y con 75 g de pepinillos, la misma cantidad de alcaparras y cebolleta, además de un huevo duro -todo bien picado- y mostaza de Dijon al gusto, una deliciosa tártara. Si a la tártara le añadimos anchoas, estragón, perejil y cebollino, una remoulade.

Partiendo de nuevo de la mayonesa base, con una cucharadita de orégano, harissa -o un pimiento del piquillo y pimentón picante- y mostaza al gusto, una cebolleta picada y dos cucharadas de tomate concentrado conseguiremos una salsa andaluza, típica de Bélgica y deliciosa para tomar con patatas fritas o pescado; a mí me encanta con mejillones. También puedes añadir al vaso mezclador aceitunas, hierbas aromáticas al gusto, cualquier tipo de picante, una parte de yogur natural o quark para que quede más ligera (ideal para hacer salsa para ensaladas de pasta).

¿Qué más puedo hacer con ella?
Cualquier cosa que puedas hacer con una mayonesa normal: si le pones un diente de ajo y la pones encima de un filete de pescado, puedes gratinarla y conseguirás una costra crujiente, además de que el sabor del ajo se suavice. Como queda bastante dura -sobre todo si lleva mayor proporción de aceite- es perfecta para esas ocasiones en las que la mayonesa sirve como amalgama, por ejemplo en un viejuno y delicioso pastel de tortillas. Por lo demás, podemos usarla exactamente en las mismas ocasiones que la otra: ensaladillas, huevos rellenos, bocadillos, ensaladas de pasta o patata y cualquier cosa que se te ocurra.

Me ha sobrado, ¿cómo la guardo?
En un bote cerrado en la parte de arriba de la nevera -la más fría-, puedes guardarla un máximo de cinco días.


 
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