Solo "tapas". De bares, mesones y terrazas.

BABA GANOUSH DE BERENJENAS ASADAS AL FUEGO

Para untar sin parar



Este aperitivo típico de Mediterráneo árabe mejora su sabor cuando lo preparamos directamente a la llama, tiene infinitas aplicaciones y está tan bueno que lo adoptarás como fondo de nevera.


MÒNICA ESCUDERO
20/05/2020


¿Deberían ser los aperitivos árabes patrimonio de la humanidad? Si has gritado “¡claro que sí” igual de fuerte que yo, la receta de hoy te va a gustar. Prepararemos baba ganoush o baba ganuj, un plato a base de berenjenas ahumadas a la brasa muy típico de la cocina árabe del mediterráneo, también conocido en otras zonas como mutabal Betinjan. La particularidad de esta versión casera es que reproduce muy bien la textura y el sabor de la original, gracias a su cocción directa a la llama de la cocina.


¿Qué ventajas tiene?

Al cocinarse al fuego, se ahúman y se deshidratan más, consiguiendo un plato de sabor muy potente y concentrado. No tiene nada que ver con la versión al horno, y se puede hacer tal cual sobre el fuego o con una sartén castañera (con la limitación de espacio que supone la sartén frente a los fogones).


Me has convencido, ¿qué necesito?

Para 5 berenjenas medianas
  • Ajo al gusto (yo uso dos dientes medianos sin el germen)
  • Tahini (yo le pongo dos cucharadas soperas)
  • Zumo de limón (yo le pongo unas seis u ocho cucharadas)
  • Un pellizco de comino (yo le pongo la punta de una cucharadita)
  • Aceite (yo le pongo seis cucharadas)
  • Sal

Es que no tengo tahini
Coge unos 100 g de sésamo, crudo o tostado y tritúralos hasta que se conviertan en una pastita. Si te cuesta muchísimo procesarlos, puedes añadir una cucharada de algún aceite neutro o de agua para que sea más fácil. Ya lo tienes .

¿Cómo preparo el plato?
Lava las berenjenas y ten a mano una pinza metálica o algún instrumento que permita ir moviéndolas. Pon el fuego a potencia media, enciende el extractor y deposita las berenjenas sobre los quemadores, apoyándolas en las parrillas y dándoles la vuelta a medida que se vayan haciendo para que se cocinen por todas partes. El tiempo final puede variar bastante, no solo en función del tamaño de la berenjena, sino también de su frescura (las más frescas tienen más agua y tardan más). Sabremos que están listas cuando estén blandas por todas partes y con la piel ennegrecida: se pueden abrir y desmoronar durante el proceso; no pasa nada, simplemente acomódalas bien de nuevo y sigue con la cocción.

A medida que vayan estando listas, las pasamos a una fuente y dejamos que se enfríen. Cuando ya podamos manipularlas sin quemarnos, las pelaremos con mimo para no dejar trozos de piel calcinada. Pasamos a un bol, y añadimos el aceite, la tahini, el comino, el zumo de limón, sal y el ajo picado muy, muy fino o machacado. Usando las manos, aplastaremos y romperemos la berenjena, a la vez que mezclamos todos los ingredientes: coger un puñado de berenjena y estrujarlo entre los dedos va bastante bien, ya que deja una textura desmigada. En algunas zonas le añaden melaza de granada, si la tienes a mano y quieres probar, puedes hacerlo; rematarlo con unos granos de granada fresca también es una buena opción.

Me da asco hacerlo con las manos
Yo no te recomiendo hacerlo con una batidora de mano, ni mucho menos de vaso. Pero si eres tan finolis que es eso o nada, desmiga la mitad de la berenjena con dos tenedores y tritura la otra mitad con los aderezos, para que no sea todo una pasta. Otra opción, mucho más recomendable, es madurar de una puñetera vez y asumir que para cocinar hay que mancharse las manos.

Me ha sobrado tahini de esa que me has obligado a hacer
Puedes hacer hummus, untarla en tostadas sobre las que vayas a poner verduras asadas o mezclarlo con cacao en polvo y un poco de azúcar o miel para tomar en el desayuno (también sobre tostadas).

¿Cómo limpio los fogones?
Yo uso un estropajo metálico y el mismo limpiador que de costumbre. No suelo esperar demasiado para hacerlo, así que no sé qué tal se limpia si lo dejas durante dos días (me gustaría pensar que no sois tan relajados de costumbres). Después de unos 20 minutos -lo que tarda en enfriarse, no seáis agonías porque os podéis quemar- saco las hornillas de su sitio y las pongo en agua con un poco de lavavajillas durante unos cinco minutos. Mientras, limpio los hierros en los que se apoyan los cacharros de cocina con el estropajo metálico y el limpiador. Los pongo a secar y, con el mismo estropajo, limpio los hornillos y a secar: la operación completa no suele llevarme más de tres o cuatro minutos, sin ningún drama añadido.

¿Puedo asar así otras verduras?
Sí: cualquier cosa a la que puedas quitarle la piel quemada para quedarte con el sabor del ahumado. Prueba a hacer unos pimientos, unas cabezas de ajo o unas cebollas (enteras, con piel), y conseguirás la escalivada más sabrosa que puedes preparar en casa. La semana pasada ya te contamos todas las maravillas que podrías hacer con esos ajos, así que no hay excusa para no lanzarse a ello, y con las cebollas cocinadas puedes dar más sabor a cremas, estofados y guisos. Si cocinas así los pimientos, pélalos y ponlos en un recipiente con ajo y aceite: en un par de días tendrán un sabor estratosférico, y solo necesitarán una puntita de sal y pimienta para ir a parar a ensaladas, tostadas o aperitivos.

Es que tengo vitrocerámica
Yo no lo he probado nunca, porque no tengo, pero me contó un fuente muy fiable -concretamente el gurú del pan y todo lo que fermenta, Ibán Yarza- que se podía hacer igualmente. Prueba con el fuego a media potencia y súbelo un poco si es necesario.

Creo que no me atrevo a hacerlo al fuego
Usa el horno. El sabor será menos potente, pero hay una manera de mejorarlo un poco respecto a la berenjena asada normal a 180 grados: empieza horneando a esa temperatura y, pasados 30 minutos en los que la berenjena ya habrá empezado a ponerse blandita, sube el fuego a 200 para que la piel se vaya tostando mientras el interior se cocina. Cuando esté blanda por dentro y con la piel socarrada, estará lista.

¿Qué puedo hacer con el baba ganush?
Lo normal es tomarlo como aperitivo -mezze-, combinado con otros platillos y untado en pan de pita o cualquier otro pan plano tostado. Es importante que esté a temperatura ambiente, porque directamente de la nevera tiene mucho menos sabor: a mí me gusta servirlo con un chorrito de aceite encima y un poco de sésamo espolvoreado.

Pero en casa le damos muchísimas otras salidas; untado en las tostadas del desayuno está buenísimo -hay quien se lo pone sobre una capa de queso fundido y se le ponen los ojos en blanco- o como relleno para un bocadillo de caballa o cualquier pescado de lata en aceite (bonus si te has acordado de poner un poco de cebolla en agua y vinagre para darle el toque fresco, ácido y crujiente del encurtido).

 
Calzoni fritos de sardinas y quesos


Otra forma de comer sardinillas. Foto: shutterstock.



  • 12 círculos para empanadillas o masa elaborada en casa para empanadillas
  • 1 lata de sardinillas (12 unidades, unos 120-125 g)
  • 4 lonchas grandes de queso fresco de cabra u oveja (estilo manchego fresco)
  • 6-8 tomates secos en aceite
  • Hojas de orégano
  • Tomillo
Así se hace: Abrir la lata de sardinillas y escurrir en un colador el aceite sobre un cazo. Tirar el aceite a la basura —no hacerlo nunca sobre el fregadero, para que el aceite no contamine el agua-. Cortar las lonchas de queso en cuatro trozos, del tamaño adecuado para que quepan en las empanadillas. Colocar una loncha en cada rodal de masa, esparcir un poco de pimienta, orégano y tomillo y poner encima una sardinilla y ½ tomate seco. Cerrar la empanadilla y repetir la operación hasta acabar con todos los ingredientes. Freír en aceite bien caliente
 
TODO LO QUE PUEDES HACER CON TAHINI ADEMÁS DE HUMMUS


Hummus y mucho más




Llegó a nuestra cocina por el hummus, pero podemos sacarle partido como ingrediente en salsas, galletas, brochetas de pollo o cordero, verduras asadas o batidos, además de prepararlo en casa desde cero.



MÒNICA ESCUDERO 25/05/2020


El tahini o tahina es una pasta a base de sésamo que se usa en muchas recetas típicas de Oriente Próximo y ha llegado a muchos hogares del mundo por ser uno de los ingredientes necesarios para preparar el omnipresente -y con motivo- hummus. Pero hay muchas otras cosas que puedes hacer con este condimento; desde el tahini en si desde cero hasta infinitas aplicaciones en recetas saladas, dulces, frías, calientes y tan sencillas o complicadas como quieras. Vamos a darle un repaso a este ingrediente, para sacarlo de la balda de la nevera en la que vive desde aquel día en el que la pereza ganó la batalla y decidiste que para qué darle a la batidora, si ya lo hacía por ti Mercadona.


Los ingredientes

El único ingrediente necesario para hacer tahini son las semillas de sésamo; podemos usarlas crudas -el resultado tiene un punto de amargura, suave pero que no gusta a todo el mundo- o tostadas. Yo, si tengo la opción y el tiempo, prefiero tostarlas en casa: no lleva más que cinco minutos en una sartén a fuego medio-bajo, removiendo muy a menudo para que no se quemen. Sabremos que están listas cuando tengan un color dorado y huelan bien.

También se le puede añadir un poco de aceite, no para darle sabor -es mejor escoger los más neutros, como el de girasol, porque queremos que sepa a sésamo- si no para hacerle la vida más fácil a la máquina con la que lo vayamos a preparar. Por ejemplo, una batidora de vaso -tipo americana- no procesará el sésamo si no hay un poco de líquido. Una batidora de mano sí lo hará, pero si no es muy potente un poco de aceite puede ayudarle en el proceso; y si vais a usar un robot con bastante potencia no será necesario. El aceite tiene otro efecto colateral: hace que el tahini se quede menos mazacote con el frío, lo que puede ser una ventaja si quieres que tenga la máxima untuosidad desde la nevera,


La receta
Ingredientes (para unos 200 g)
  • 150 g de sésamo tostado
  • 50 ml de aceite neutro (opcional, si creemos que la máquina lo necesita)

La preparación
Poner el sésamo -y, si es necesario, también el aceite- en un vaso, batidora americana o robot de cocina y triturar, empezando por una velocidad media durante 30 segundos y subiendo hasta el máximo a medida que empieza a convertirse en una pasta. Estará listo cuando esté cremoso y emulsionado: solo queda pasarlo a un tarro con tapa y guardarlo en la nevera.


El hummus
Los tenemos para todos los gustos y de todos los colores; desde el canónico -con muchísimos trucos para conseguir los mejores sabor y textura- que desgranamos en el vídeo de abajo hasta el de remolacha con hierbabuena, el de zanahoria asada con pimentón o el de judías con setas salteadas. ¿Necesitas más variedad? Prueba añadiéndole olivada, pimientos asados o morrones o aguacate.


El baba ganoush

Os lo contamos todo sobre este delicioso untable en este artículo, con un montón de trucos para conseguir el característico sabor ahumado de la receta original, como quemar las berenjenas a la llama en los fogones de casa. Lo único que podemos añadir es la receta de un delicioso pan de pita en el que untarlo: también tenemos una (con el sello de calidad del divulgador panarra Ibán Yarza).

Otros patés de verduras

Puedes ponerle un par de cucharadas de tahini -quitando un poco del aceite de la receta original para que no quede demasiado graso- a este paté de verduras asadas que también puede funcionar como salsa, uno con alcachofas y dátiles o el de setas (este de aguacate y cebolla asada ya lo lleva de serie). ¿Qué conseguiremos con esto? Un sabor más profundo y una textura más untuosa, que no es poco.

Tahinomelo

No, no se trata de tahini con melón, sino con miel. Una receta de origen griego que sirve igual para alegrar una tostada en el desayuno o merienda que un yogur a cualquier hora del día. La proporción entre ambos ingredientes dependerá del gusto por el dulce que tenga quien lo vaya a tomar: para mí, que no soy nada golosa, está ideal con dos partes de tahini por una de miel. La dulzura de la miel va muy bien con la astringencia del tahini, y a ambas les va genial combinarse con frutas como las fresas o la sandía; es importante no pasarse: un simple chorrito o hilito bien fino será suficiente.

Un untable con cacao y avellanas

Si trituras tres cucharadas generosas de tahini con 75 g de avellanas tostadas y peladas y una cucharada generosa de cacao puro, conseguirás un untable chocolateado sano y delicioso. Puedes añadirle el endulzante que quieras, siempre en pequeñas cantidades (porque añadir siempre se puede, pero quitar no).

Salsa de tahini

Pon en el vaso de la batidora cuatro cucharadas generosas de tahini, dos dientes de ajo sin el germen, unos 75 ml de zumo de limón y una cucharadita rasa de sal; tritura bien durante aproximadamente un minuto y ya tienes la salsa. Suelo tener un tarrito en la nevera, y lo añado a salteados de verduras, arroz, etc, ensaladas de tomate o de patata fría y hortalizas asadas, y también es perfecto para brochetas de pollo: si las combinas con hortalizas como tomates cherry, trozos de cebolla y calabacín quedarán más frescas y completas nutricionalmente. También es uno de los acompañamientos habituales del shawarma: pruébala con otros platos a base de cordero, la combinación es espectacular.



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A este ‘döner kebab’ también puede irle muy bien esta salsa. CLARA PÉREZ VILLALÓN



Enriquecer batidos

La receta más sencilla: ponle una cucharada de tahini a tu batido de cabecera. La fruta camufla la parte más agreste de esta salsa y se beneficia de su fondo tostado; además, es sanísimo.

Galletas

Hay infinidad de galletas con tahini, que van desde las opciones más sencillas y austeras -veganas, sin gluten, sin azúcar- hasta auténticas odas a la decadencia pastelera más lujuriosa y azucarada. De las primeras he probado las de The Simple Life, que solo con cinco ingredientes consigue una agradable textura y un punto de dulzura nada invasivo (incluso si no te gusta demasiado este sabor). Si lo prefieres, en lugar de canela se puede usar parte de las semillas de una vaina de vainilla, y si no tienes sésamo para rebozarlas o no quieres usarlo, puedes ponerles encima unos trocitos de chocolate o algún fruto seco como avellana o pistacho. De la segunda vertiente, la verdad es que no he preparado nunca ningunas; pero estas de David Lebovitz tienen todos los números para satisfacer a los golosos de la escuela clásica.

Una opción sin batidora ni robot de cocina

Igual que para hacer tortilla hay que romper huevos, para hacer tahini hay que triturar; aunque si tienes muchísima paciencia y un buen bíceps podrías emulsionarlo en un mortero. Pero lo más parecido al tahini que puedes hacer sin dejarte el brazo en el proceso es gomasio, una mezcla de sésamo y sal marina de origen japonés. Añade al sésamo tostado una cucharada generosa de sal marina y dale al mortero solo durante un par de minutos: en este aderezo solo algunas de las semillas de sésamo deben hacerse polvo, mientras las demás quedan enteras. Puedes guardarlo en un tarro cerrado -en un lugar fresco y seco- y usarlo como topping para cremas y purés de verdura, para aliñar ensaladas, chips de verdura, pollo o pescado. ¿Quieres añadirle algo más? Prueba con pimienta molida o alga nori tostada en copos.

 
Rin rán de bacalao


Receta de Rin ran murciano de bacalao



Pocos ingredientes humildes, nombre curioso, orígenes difusos y variedad de recetas y autorías: así es el rin ran o rin-ran, un plato del que existen muchas versiones y del que yo traigo hoy una de las variantes murcianas. Porque incluso dentro de la Región de Murcia podemos encontrar recetas distintas; es algo muy común en los platos tradicionales, y ahí radica parte de su encanto.

Diría que el rin ran de Jaén o Cazorla es el más popular -y que traeremos por aquí-, aunque también encontramos variantes muy distintas en otras regiones de España. Esta receta parte de solo tres ingredientes clave, bacalao, cebolla y ñoras, que con un buen aliño crean un plato perfecto para servir de picoteo tanto caliente como frío.


Para 4 personas

  • Cebolla blanca o dulce grande1
  • Ñora o pimiento choricero seco4
  • Bacalao desalado limpio300 g
  • Limón 1
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Dificultad: Fácil

  • Tiempo total40 m
  • Elaboración10 m
  • Cocción30 m
Partimos ya de bacalao seco desalado, limpio y desmigado. En caso contrario, habrá que desalarlo adecuadamente con al menos 24 horas de antelación, cambiando el agua fría cada 4-6 horas. Retirar la piel y las espinas.
Pelar la cebolla y cortar en cubos pequeños. Colocar en un recipiente con agua fría y un poco de sal, y dejar a remojo unos minutos para que pierda fuerza. Después, escurrir bien.

Mientras tanto, tostar las ñoras en una sartén con un poco de aceite o sin nada, o usar el horno. Deben oscurecerse pero sin quemarse, inflándose un poco y adquiriendo la piel una textura más tierna. Retirar, enfriar y picar, desechando las semillas.

En la misma sartén tostar el bacalao a fuego vivo para que pierda el agua que pueda tener. Añadir las ñoras y cocinar el conjunto unos 5 minutos. Incorporar la cebolla, remover bien y cocinar unos 5-10 minutos más.
Mezclar con abundante aceite de oliva y zumo de limón y probar el punto de sal. Se puede añadir también un pimiento seco picante o una pizca de pimentón picante, para hacer una variante picajosa del plato.

Me gusta servir esta versión del rin ran simplemente con pan tostado para tomar de picoteo o como tapa, a temperatura ambiente. Se puede dejar listo con antelación en la nevera, procurando atemperarlo un poco antes de servir. También se puede repartir en cazuelitas para tomar como ensalada, o mojando pan, acompañado de unas aceitunas o huevo.
 
SUYA, EL APERITIVO CALLEJERO MÁS POPULAR EN NIGERIA


Con esta versión de la suya no te pringas las manos al comerla; es lo suyo



Este tentempié es una brocheta de ternera asada y cortada en tiras que se sazona con dos condimentos: 'kuli kuli' y una mezcla de especias. Aquí te proponemos una versión casera y con ingredientes fáciles de encontrar.


MIREIA FONT 02/06/2020 - 12:13 CEST
En las calles peruanas se venden brochetas de anticuchos -corazón de res-; en las filipinas, de isaw, intestinos de cerdo o pollo; en las brasileñas, espetinhos (todo tipo de carne y marisco), y en las nigerianas, de suya. En las despensas marroquíes hay botes de ras-el-hanout; en las chinas, de polvo de cinco especias; en las indias, de garam masala, y en las nigerianas, de suya. ¿Pero qué es suya? Pues ni más ni menos que el tentempié callejero número uno de Nigeria, pinchos especiados de tiras finas de ternera asada, y la mezcla de especias que se usa para sazonarla; ambos reciben el mismo nombre.

A medio camino entre el satay indonesio y el shish kebab de Oriente Medio y muy popular en varias zonas de África Occidental, se cree que su autoría pertenece al pueblo hausa del norte de Nigeria. Existen tantas versiones de la mixtura de especias como petróleo debajo de su tierra, pero el cacahuete es el ingrediente estrella indiscutible. La receta original lleva dos condimentos difíciles de encontrar por nuestros lares; kuli kuli -polvo seco de cacahuetes tostados- y pimienta Selim, que se combinan con pimentón, jengibre, ajo y cebolla molida. Hay quien también le añade clavo, pimienta de Jamaica o una pastilla de caldo para potenciar todavía más el sabor. Para nuestra versión libre, simplificada y adaptada, hemos sustituido el kuli kuli por cacahuetes tostados enteros que picaremos y la pimienta Selim por una mezcla de pimienta blanca y negra. Los hay que la reemplazan por pimienta de Sichuan. Los alérgicos a los cacahuetes pueden usar anacardos, almendras o semillas de calabaza, por ejemplo. Asimismo, se puede sustituir la ternera por pollo, cerdo o pescado.

Como desgraciadamente no estamos de paseo por las calles de Lagos, hemos modificado el formato original de la receta, en brocheta para ser consumida de pie, para adaptarla a nuestra realidad y entorno, en plato para ser comida en la mesa. De callejera a casera. Así, de paso, nos ahorramos el tiempo de sumergir los pinchos de madera en agua. A falta de barbacoa, nuestro freestyle suya requiere de plancha, pero también se podría hacer en la sartén o al horno. De acompañamiento, rodajas de tomate y tiras de cebolla roja aliñadas con un chorrito de aceite de oliva y zumo de lima y con unas hojas de cilantro esparcidas por encima. Si hacéis mezcla de suya en cantidad, aprovechadla para rebozados, salsas, vinagretas y platos de curry con base de leche de coco.



Dificultad
Más fácil que encontrar petróleo.


Ingredientes
Para 2 personas
Para unos 40 g de mezcla de especias
  • 2 solomillos de ternera de 5 mm de espesor
  • 2 cucharadas de cacahuetes tostados sin sal (unos 30 gr)
  • 1/2 cucharada de jengibre en polvo
  • 1 cucharadita de pimentón ahumado en polvo
  • 1 cucharadita de pimentón picante en polvo
  • 1 cucharadita de cebolla en polvo
  • 1/2 cucharadita de ajo en polvo
  • 1 pizca de pimienta blanca en polvo
  • 1 pizca de pimienta negra en polvo
  • 3 cucharadas de aceite de girasol (o cualquier otro aceite de sabor neutro)

De acompañamiento
  • Tomate
  • Cebolla roja
  • 1/2 lima
  • Hojas de cilantro
  • Aceite de oliva
  • Pimienta negra
  • Sal

Preparación
  1. En un mortero o en una picadora eléctrica, picar los cacahuetes hasta que queden como migas finas, pero sin que lleguen a convertirse en un polvo pastoso. En un cuenco, mezclar los cacahuetes con el jengibre, el pimentón ahumado y picante, la cebolla, el ajo, la pimienta negra y blanca y el aceite y remover bien.
  2. Agregar la carne en el cuenco y empaparla de la marinada. Meter todo en una bolsa de plástico de cierre hermético, esparcir la marinada homogéneamente y cerrarla bien. Dejar marinar en la nevera un mínimo de dos horas o toda la noche.
  3. Sacar la bolsa con los solomillos de la nevera una hora antes de cocinarlos. Si no se dispone de tanto tiempo de antelación, sumergir la bolsa totalmente cerrada dentro de un bol con agua templada durante unos minutos.
  4. Transcurrida la hora o los minutos de atemperación, sacar la carne de la bolsa y quitar el exceso de marinada con los dedos.
  5. Calentar la plancha a fuego fuerte. Mientras se calienta la plancha, cortar el tomate en rodajas y la cebolla en tiras. Colocarlos en un plato, salpimentar, aliñar con aceite de oliva y zumo de lima y esparcir las hojas de cilantro por encima.
  6. Cuando la plancha ya esté muy caliente, meter los solomillos. Para que se hagan al punto, freír un minuto o un minuto y medio por cada lado dando la vuelta solo una vez. Emplatar junto con la ensalada, echar una pizca de sal a la carne y servir inmediatamente.
 
CALABACINES EN VINAGRE


Calabacines en vinagre





Ingredientes

Para 4 personas

  • 750 gr. de calabacines
  • 2 dientes de ajo
  • 1 manojo de albahaca fresca
  • 1 manojo de perejil
  • 1 cucharada de orégano seco (opcional)
  • 4 cucharadas de vinagre blanco de calidad
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta negra recién molida

Preparación

1. Cortar los calabacines en diagonal, intentando sacar rodajas finas y largas. Salarlas y dejarlas sobre un escurridor una hora para que pierdan líquido.

2. Secar los calabacines con un trapo o papel de cocina. Freírlos en abundante aceite de oliva hasta que estén bien dorados. Sacarlos y dejarlos reposar sobre más papel para que pierdan el exceso de grasa. Probarlos, y si están sosos, salarlos ligeramente. Pimentarlos.

3. Disponer una capa de calabacines fritos en una fuente o tupper. Poner encima unos pocos trocitos de ajo picado en grande para que al comerlo se pueda retirar. Repartir albahaca, perejil y orégano, si se quiere, por encima. Cubrir con otra capa de calabacines y repetir el proceso.

4. Mojar con el vinagre. Terminar cubriendo de aceite y dejar reposar en la nevera un mínimo de 12 horas.


 
NAPOLITANAS DE ESPINACAS Y RICOTA


Queso y hojaldre, qué puede ir mal



El placer de morder una masa de hojaldre se une a un relleno cremoso gracias al queso, con la frescura de las espinacas como añadido y un toque cítrico y especiado para rematar.




RAQUEL BERNÁCER
09/06/2020

Cualquier cosa hecha con hojaldre debería tener una calle o una plaza, porque vaya gustazo morder las finas láminas de un croissant o un milhojas con un hojaldre bien hecho. Hacer hojaldre en casa es algo trabajoso y, con las temperaturas veraniegas que nos empezamos a gastar, una utopía a no ser que vivas en el círculo polar ártico. Como supongo que no es el caso, si quieres hacer napolitanas -o cualquier receta con hojaldre- en casa, una masa de hojaldre de supermercado de mantequilla y sin grasas rarunas te puede hacer un apaño muy digno para suplir el antojo.

Antes de seguir, un mensaje para los enemigos de las etiquetas con más de cinco ingredientes: relájense, que les veo venir. Esta receta no va de hacer apología de los ultraprocesados: si ustedes son capaces de hacer hojaldre casero, mis dieses y adelante. Pero como yo no tengo por costumbre basar mi alimentación en hojaldres varios y ya me bastó con hacer hojaldre casero una vez en mi vida, prefiero comprar uno digno ya hecho y aquí paz, y en el cielo gloria.

Volviendo al tema que nos ocupa, las napolitanas, puedes prepararlas con rellenos dulces o salados. Las puedes hacer grandes, para llevarte de picnic o a la playa, o pequeñitas que sirvan de aperitivo. Además de ricota y espinacas, las puedes rellenar de pisto con atún y huevo duro, con verduras asadas y hummus o con una bechamel bien espesita con pollo asado, al estilo croquetil: lo importante es que la masa del relleno esté bien espesa para que no se te desparrame al manejar la napolitana.


Otro consejo importante es que la masa de hojaldre esté lo más fría posible cuando vayas a trabajarla. Por eso, te recomiendo que la dejes en la nevera y la saques solo en el momento justo en el que vayas a hacer las napolitanas. Cuando la masa de hojaldre coge temperatura se vuelve bastante difícil de manejar, pues se pega y estira en exceso. Para terminar, mi topping favorito para las napolitanas saladas es el queso, pero puedes poner también frutos secos picados o semillas varias para darle un toque crocante. Que las disfrutes.


Dificultad
Apto para todos los públicos.


Ingredientes
Para 6 napolitanas
  • 200 g de espinacas
  • 1 cucharada sopera de aceite de oliva
  • 500 g de ricota
  • 50 g de queso rallado para fundir (y un poco más para decorar)
  • La ralladura de medio limón pequeño
  • Sal al gusto
  • Nuez moscada al gusto
  • 1 lámina de masa de hojaldre, muy fría
  • 1 huevo batido

Preparación
  1. Calentar el horno a 200ºC (o a la temperatura que indique el envase de la masa de hojaldre).
  2. Picar las espinacas y reservar. Calentar el aceite de oliva en una sartén y añadir las espinacas. Apagar el fuego y dejar que se hagan con el calor residual, removiendo hasta que hayan reducido su volumen.
  3. Pasar las espinacas a un colador y retirar el exceso de agua apretándolas bien con la ayuda de una cuchara.
  4. Poner la ricota en un bol y añadir las espinacas, los 50 g de queso para fundir, la ralladura de limón, una pizca de sal y nuez moscada al gusto. Mezclar bien, probar y rectificar la sazón si fuese necesario.
  5. Sacar la lámina de hojaldre de la nevera y cortarla en 6 rectángulos que sean más o menos iguales si queremos hacer napolitanas grandes. Para hacer mini napolitanas, cortar tiras de dos dedos de ancho más o menos por un dedo de largo.
  6. Distribuir el relleno de forma generosa -si te sobra, úsalo en un plato de pasta- en el centro de cada rectángulo. Cubrir el relleno con un extremo de la masa y pintarlo con huevo. Cerrar la napolitana levantando el otro extremo y uniéndolo a la parte que lleva el huevo.
  7. Darles la vuelta a las napolitanas y colocarlas en una bandeja de horno con papel sulfurizado. Pintar el exterior con más huevo batido. Hornear a 200ºC (o la temperatura que indique el envase de la masa de hojaldre) durante 15 minutos.
  8. Sacar del horno con cuidado, volver a pincelar con un poco de huevo batido y añadir el queso extra por encima. Devolver al horno y terminar de cocer otros 5 minutos más o hasta que el queso de encima se funda. Dejar que repose y se atempere, preferiblemente sobre una rejilla, antes de servirlas.

 
Hummus de aguacate







El hummus es una crema de garbanzos los cuales se trituran hasta conseguir un puré suave, eso acompañado de algunas semillas y especias, pero en esta ocasión es algo diferente ya que el principal ingrediente es el aguacate, lo que hace de este hummus una crema con un sabor muy original, saludable y con un sabor único.

La elaboración es idéntica al hummus de garbanzos, incluso lleva la misma salsa tahini, que es la del principio del vídeo y que tan solo lleva semillas de sésamo tostadas, aceite, sal y un poco de agua, se tritura bien y listo. como te decía el preparado lleva también garbanzos para que le de consistencia de crema y algunos ingredientes mas para potenciar el sabor de los aguacates.

Pues con todo esto y de forma muy fácil puedes conseguir una salsa, crema, puré como quieras llamarlo ideal para dipear, vamos picar, o simplemente como salsa al centro de la mesa y mojar con unas tostas crujientes, tiene un sabor único e insuperable.



(4 personas)

INGREDIENTES

Para la salsa tahini
  • 4 Cda de semillas de sésamo tostadas
  • 4 Cda de aceite suave
  • 4 Cda de agua
  • Una pizca de sal

Para el humus
  • 280 g de garbanzos cocidos
  • 1 Diente de ajo
  • 2 Aguacates maduros
  • Zumo de medio limón
  • 1 Cda pequeña de comino en polvo
  • 100 ml de agua
  • 2 Cda de la salsa tahini
  • Sal al gusto
 
'BRUSCHETTA' DE ALCACHOFAS CONFITADAS


Una bomba de sabor alcachofero


Confitamos unas alcachofas en aceite aromatizado con ajo, menta y limón -hirviéndolas un poco previamente para facilitar el trabajo- y las servimos sobre una tostada, al estilo de los 'antipasti' italianos.




CARLOS ROMÁN


Ingredientes

Para 4 bruschettas

  • 8 alcachofas
  • Dos tiras de piel de un limón
  • 3 dientes de ajo
  • 1 rama de menta fresca
  • 8-10 granos de pimienta negra
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Flor de sal

Preparación
  1. Limpiar bien las alcachofas retirando todas las hojas exteriores hasta que el color cambie de verde a blanco. Retirar la punta, pelar el tallo y cortarlas por la mitad. Con un cuchillo, quitar la vellosidad interior.
  2. Cocerlas en agua hirviendo con sal hasta que al pincharlas con un cuchillo empiecen a estar tiernas (no demasiado blandas, pero tampoco duras, más bien tersas, alrededor de 15 minutos).
  3. Escurrirlas y secarlas bien.
  4. Calentar en una cazuelita unos 4 dedos de aceite de oliva virgen extra a fuego suave junto con los ajos y la piel de limón. Cuando empiece a burbujear levemente, añadir las alcachofas, la pimienta y la menta y confitarlas durante 15 minutos. Apagar el fuego y dejarlas reposar en el aceite aromatizado toda la noche.
  5. Tostar las rebanadas de pan, untarlas con un poco de ajo crudo (opcional) y servir las alcachofas por encima junto con un poco del aceite. Salar ligeramente y servir.

 
APERITIVO FÁCIL, RÁPIDO y FRÍO ¡sólo 4 ingredientes! | Las María Cocinillas

¡Hola cocinillas! Hoy les enseño a hacer un aperitivo fácil, rápido y frío con sólo 4 ingredientes. Un aperitivo en vasito para las cenas o comidas de navidad o verano. Para sorprender a tus invitados con un canapé diferente para fiestas. Lleva salmorejo, aguacate, salmón ahumado y kikos.


 
TAPAS VARIADAS (CENA DE UNA NOCHE DE VERANO) | Con Terecetario

tapas para una CENA DE UNA NOCHE DE VERANO, junto a mi hermana Tere, del blog TERECETARIO. Recetas fáciles y rápidas de hacer, ideal para una comida informal con invitados: Flamenquines de pollo, Chirlas al limón, Huevos "emborrizaos" típicos de Jaén y Patatas bravas by MJ.



 
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