A mí me da muy mal rollo esa gente con la q coincides una o dos veces y dice que te quiere, o que te conoce, en plan dices q te gusta algo y dice "ay si, es muy tu!" O "sabía q ibas a decir eso" y mierdas así. Huyo como alma q lleva el diablo
Este tipo de personas que muestran mucha intensidad con otra persona, como dices, como si se repente te conocieran de toda la vida, es porque de te quieren arrimar por algo y ser amiguísimos, y hay que andarse con ojo porque son hasta peligrosas.
O la gente que se te pega mucho sin apenas conocerte en el trabajo o en el gimnasio. Así rollo "Un loco a domicilio"
Nah, esto no existe. Nadie se te puede arrimar mucho si tu no lo permites, y si se te quieren arrimar es porque necesitan quieren algo de ti.
Se pegan por algo, normalmente son gente que no tiene amigos o te quieren sacar algo, y han empezando a arrollarte con la intensidad. Aclaro, que estoy de acuerdo con @MariposaCosmica en que ahí ya depende de una y si se arriman, es porque se les permite.
En mi grupo de amigos hemos vivido recientemente un "secuestro" hacia otro amigo, y todo empezó con un gilipollas diciendo ese tipo de frases y arrimándose poco a poco cual perseguidor enfermizo a este amigo, diciendo "es que esto es tan propio de ti", y empezaron a ser amigos hace escasos seis meses.
Os cuento el caso de mi amigo Félix, claro que Félix no ha sido capaz de ver las banderas rojas, que eran evidentes y muy claras.
Félix tiene poder de convocatoria porque todo el mundo quiere a Félix, se hace querer y le puedes contar de todo, es amigo del barrio de toda la vida, en serio, es muy carismático, pero sucede una cosa, que no pone límites y se le arrima todo tipo de pelaje, al no decir "no".
Sucede que al vivir en el mismo barrio desde hace décadas, tenemos la costumbre de la infancia: si baja uno al parque y se sienta en un banco, el resto miramos por las terrazas y nos vamos uniendo, bajo, yo, luego baja María, luego bajan Almudena y Julio, etc...así hasta que nos reunimos la cuadrilla del barrio de toda la vida.
Bueno, pues en el barrio ha estado siempre un personaje llamado Rodrigo que es la contrapartida, cae mal a todo el mundo por méritos propios, nadie quiere estar con él y es capaz de cargarse un ambiente con su sola presencia y dar las buenas tardes; por esa mierda de carácter que tiene de egocéntrico y horrible necesidad de llamar la atención, le queremos lejos todos. A Rodrigo le ha querido todo el mundo lejos, porque además, ha sido mala persona. Además que no puede estar sin llamar la atención ni un minuto, es algo que drena y provoca dolor de cabeza: imaginad una persona que necesita ser el centro de atención de tal forma que si hay personas dispersas entre varios grupos cerca hablando de sus cosas cada uno, pega voces para que todo el mundo deje de hablar y él sea el único que pueda hablar y así acaparar. Es una cosa que provoca ya mucho malestar.
Sucede que Rodrigo al no tener amigos propios, está más solo que la una, hasta que empezó a merodear a Félix, atraído por su popularidad. ¿Cómo?, Persiguiendole, se enteró de en qué bares tomaba café, mirando por las ventanas, iba detrás, se hacía el encontradizo, y así acababa coincidiendo todos los días en el bar con Félix, nunca fueron amigos realmente aunque se conocían de vista, pero Rodrigo veía los grupos de gente que llegaba a convocar Félix por ser tan campechano, que parecía que quería ir a chuparle la sangre a ver si él acababa contagiándose o algo, por necesidad total de llamar la atención.
Sabiendo que a Félix le gustan los bares, empezó todos los días yendo con él haciendo como que se lo encontraba, y llegó Navidad y ese día se acabaron pillando una cogorza juntos, lo que le faltaba a Rodrigo: se pasó semanas después hablando de "menuda juerga, ay la que liamos", hablando como si fueran batallitas de viejos amigos, siempre por supuesto, cuando estábamos delante los demás, porque tenía que recordarnos que habían tenido un día genial de jarana, y venga con él "que bien lo pasamos", como si se conocieran desde la mili.
Desde entonces, Rodrigo se empezó a arrimar diariamente a Félix, continuando con su acoso y derribo vigilándole a qué hora iba al bar a tomar el reglamentario café, y ha llegado un momento en el que ya no puedes pararte a hablar con Félix como antes, que la cuadrilla podía echar una tarde entera con el sencillo plan de sentados en el parque, porque el puto Rodrigo ha secuestrado a Félix a un punto de que lo ha acaparado de tal forma, que ya no le puedes hablar a él porque te contesta directamente Rodrigo.
Como con el gilipollas de Rodrigo no te puedes quedar mucho ya que te explota la cabeza y te drena la energía con su afán de acaparar y ser el centro de atención, al final ya la gente pasa de quedar con Félix porque este viene con un complemento: Rodrigo, que está pegado a él todo el día, en cuanto empieza su tiempo libre.
A Rodrigo hace poco le dije literalmente que me parecía un cansino y que repetía el monotema de siempre con respecto a Félix "es que tú yo, como somos", "es que nos dicen que somos uña y carne", y empezaron a ser amigos a raíz de la Navidad pasada, ojo, no habían sido amigos antes. No especifiqué pero le dije "hablas muy fuerte y siempre estás diciendo lo mismo, te repites mucho", ese día yo ya estaba harta porque era imposible mantener una conversación con Félix sin tener que ver cómo el otro saltaba o contestaba por otra persona de verdad era agotador. Os lo prometo: que el gilipollas de Rodrigo aparecía en el momento en el que llegábamos todos y confesaba que es que él mira por la ventana para ver cuándo aparecía Félix sobre todo y así "tenernos controlados", es que ya hablaba de plural, cuando jamás ha sido de la cuadrilla.
Pues hablas con Félix y está harto, eso dice él, que si le tiene agobiado, que si no le deja en paz (Rodrigo tiene el perfil de acosador, y de hecho lo es), pero luego vemos que el primer interesado en quedar con Rodrigo es él, porque con tal de tener a Félix cerca y ser ahora su amigo del alma, le baila el agua.
¿Que ha pasado con los que somos amigos de Félix desde hace años?, Que ya no nos queremos acercar, para que siempre esté el otro subnormal pegado y no se pueda mantener ni una conversación, porque Rodrigo saca el tema de "ay como somos Félix, es que tú y yo", como diciendo a los demás "vosotros no". Félix le pone a parir pero bien que queda con él.
Un día le dije a Félix que Rodrigo me caía fatal por todo esto que cuento, se desahogó diciendo que estaba harto, etc, yo le dije que a mí me incomodaba mucho ya quedar si siempre iba a estar el otro dando por saco pegado literal. A los días siguientes Félix se daba cuenta que ya no me arrimaba tanto si Rodrigo estaba cerca, y si no estaba, yo me quedaba, lo que he hecho yo lo han hecho los demás.
El día que le dije a Rodrigo que me cargaba, se agarró un cabreo espectacular, al día siguiente ni me saludó, por otra parte ves que Félix le pone a parir pero sigue con él también enganchadito.
Ha sucedido que nos hemos ido alejando porque no se puede estar ya que nos han secuestrado a un amigo o más bien él se ha dejado secuestrar.
Y todo empezó cuando decía esa frase "ay Félix, eso que dices o haces es muy propio de ti", como si le conociera de toda la vida, y empezó a arrimarse a Félix desde la última Navidad. Aunque vivimos en el mismo barrio, jamás Félix tuvo confianza de ningún tipo con Rodrigo, nunca.
Pues un acosador, un zumbado, que encima confiesa que controlaba desde su ventana a otro tío para hacerse el encontradizo con él y empezar su amistad con acoso, y el afectado, Félix, al que hemos visto cambiar por culpa del otro gilipollas, esto no le parece ni anormal ni mal ni nada.
Rodrigo tiene esa energía de arrollar, cargar y acaparar que desde el minuto uno que le conoces, cuando te da dolor de cabeza, sabes que trigo limpio no es.
Sucede que al vivir en el mismo barrio desde hace décadas, tenemos la costumbre de la infancia: si baja uno al parque y se sienta en un banco, el resto miramos por las terrazas y nos vamos uniendo, bajo, yo, luego baja María, luego bajan Almudena y Julio, etc...así hasta que nos reunimos la cuadrilla del barrio de toda la vida.
Bueno, pues en el barrio ha estado siempre un personaje llamado Rodrigo que es la contrapartida, cae mal a todo el mundo por méritos propios, nadie quiere estar con él y es capaz de cargarse un ambiente con su sola presencia y dar las buenas tardes; por esa mierda de carácter que tiene de egocéntrico y horrible necesidad de llamar la atención, le queremos lejos todos. A Rodrigo le ha querido todo el mundo lejos, porque además, ha sido mala persona. Además que no puede estar sin llamar la atención ni un minuto, es algo que drena y provoca dolor de cabeza: imaginad una persona que necesita ser el centro de atención de tal forma que si hay personas dispersas entre varios grupos cerca hablando de sus cosas cada uno, pega voces para que todo el mundo deje de hablar y él sea el único que pueda hablar y así acaparar. Es una cosa que provoca ya mucho malestar.
Sucede que Rodrigo al no tener amigos propios, está más solo que la una, hasta que empezó a merodear a Félix, atraído por su popularidad. ¿Cómo?, Persiguiendole, se enteró de en qué bares tomaba café, mirando por las ventanas, iba detrás, se hacía el encontradizo, y así acababa coincidiendo todos los días en el bar con Félix, nunca fueron amigos realmente aunque se conocían de vista, pero Rodrigo veía los grupos de gente que llegaba a convocar Félix por ser tan campechano, que parecía que quería ir a chuparle la sangre a ver si él acababa contagiándose o algo, por necesidad total de llamar la atención.
Sabiendo que a Félix le gustan los bares, empezó todos los días yendo con él haciendo como que se lo encontraba, y llegó Navidad y ese día se acabaron pillando una cogorza juntos, lo que le faltaba a Rodrigo: se pasó semanas después hablando de "menuda juerga, ay la que liamos", hablando como si fueran batallitas de viejos amigos, siempre por supuesto, cuando estábamos delante los demás, porque tenía que recordarnos que habían tenido un día genial de jarana, y venga con él "que bien lo pasamos", como si se conocieran desde la mili.
Desde entonces, Rodrigo se empezó a arrimar diariamente a Félix, continuando con su acoso y derribo vigilándole a qué hora iba al bar a tomar el reglamentario café, y ha llegado un momento en el que ya no puedes pararte a hablar con Félix como antes, que la cuadrilla podía echar una tarde entera con el sencillo plan de sentados en el parque, porque el puto Rodrigo ha secuestrado a Félix a un punto de que lo ha acaparado de tal forma, que ya no le puedes hablar a él porque te contesta directamente Rodrigo.
Como con el gilipollas de Rodrigo no te puedes quedar mucho ya que te explota la cabeza y te drena la energía con su afán de acaparar y ser el centro de atención, al final ya la gente pasa de quedar con Félix porque este viene con un complemento: Rodrigo, que está pegado a él todo el día, en cuanto empieza su tiempo libre.
A Rodrigo hace poco le dije literalmente que me parecía un cansino y que repetía el monotema de siempre con respecto a Félix "es que tú yo, como somos", "es que nos dicen que somos uña y carne", y empezaron a ser amigos a raíz de la Navidad pasada, ojo, no habían sido amigos antes. No especifiqué pero le dije "hablas muy fuerte y siempre estás diciendo lo mismo, te repites mucho", ese día yo ya estaba harta porque era imposible mantener una conversación con Félix sin tener que ver cómo el otro saltaba o contestaba por otra persona de verdad era agotador. Os lo prometo: que el gilipollas de Rodrigo aparecía en el momento en el que llegábamos todos y confesaba que es que él mira por la ventana para ver cuándo aparecía Félix sobre todo y así "tenernos controlados", es que ya hablaba de plural, cuando jamás ha sido de la cuadrilla.
Pues hablas con Félix y está harto, eso dice él, que si le tiene agobiado, que si no le deja en paz (Rodrigo tiene el perfil de acosador, y de hecho lo es), pero luego vemos que el primer interesado en quedar con Rodrigo es él, porque con tal de tener a Félix cerca y ser ahora su amigo del alma, le baila el agua.
¿Que ha pasado con los que somos amigos de Félix desde hace años?, Que ya no nos queremos acercar, para que siempre esté el otro subnormal pegado y no se pueda mantener ni una conversación, porque Rodrigo saca el tema de "ay como somos Félix, es que tú y yo", como diciendo a los demás "vosotros no". Félix le pone a parir pero bien que queda con él.
Un día le dije a Félix que Rodrigo me caía fatal por todo esto que cuento, se desahogó diciendo que estaba harto, etc, yo le dije que a mí me incomodaba mucho ya quedar si siempre iba a estar el otro dando por saco pegado literal. A los días siguientes Félix se daba cuenta que ya no me arrimaba tanto si Rodrigo estaba cerca, y si no estaba, yo me quedaba, lo que he hecho yo lo han hecho los demás.
El día que le dije a Rodrigo que me cargaba, se agarró un cabreo espectacular, al día siguiente ni me saludó, por otra parte ves que Félix le pone a parir pero sigue con él también enganchadito.
Ha sucedido que nos hemos ido alejando porque no se puede estar ya que nos han secuestrado a un amigo o más bien él se ha dejado secuestrar.
Y todo empezó cuando decía esa frase "ay Félix, eso que dices o haces es muy propio de ti", como si le conociera de toda la vida, y empezó a arrimarse a Félix desde la última Navidad. Aunque vivimos en el mismo barrio, jamás Félix tuvo confianza de ningún tipo con Rodrigo, nunca.
Pues un acosador, un zumbado, que encima confiesa que controlaba desde su ventana a otro tío para hacerse el encontradizo con él y empezar su amistad con acoso, y el afectado, Félix, al que hemos visto cambiar por culpa del otro gilipollas, esto no le parece ni anormal ni mal ni nada.
Rodrigo tiene esa energía de arrollar, cargar y acaparar que desde el minuto uno que le conoces, cuando te da dolor de cabeza, sabes que trigo limpio no es.