¡Buenas, chicas/os!
Soy una chica que de vez en cuando ha estado por este foro desde hace unos tres años. Empecé con otra cuenta y me la acabé quitando porque no estaba entonces psicológicamente bien (tocando fondo ya, después de dos años y medio con TOC, ansiedad y depresión) y decidí olvidarme de los foros y de todo. Aunque a principios de este año me animé a volver a este foro y a alguno más, y aunque no entre mucho, las veces que lo hago me entretengo bastante.
Bien, voy al grano.
Tengo 25 años y soy Asperger. Estudié la carrera y siempre me fue todo bien o más o menos bien a nivel psicológico hasta cuarto de carrera.
Entonces, empezó cuarto de carrera. Ahí empezó mi descenso a los infiernos. Los estudios me iban bien, como siempre y seguí viviendo en la ciudad en otro piso con otros compañeros, pero empecé a estar mal psicólogicamente, a entrar en bucle con pensamientos obsesivos con una chica que vi en Badoo y en las redes sociales y desengaños con ella que tuve durante el verano de aquel mismo año, justo antes de empezar el curso (ya conté está historia en su día y no la quiero volver a contar más porque aunque lo tengo ya casi superado me duele y estoy ya cansada de ello), a aislarme de todo el mundo, a estar intratable, a tener estados de ánimo entre la irritabilidad, la tristeza y la ansiedad, a aislarme en foros de Internet, ya no éste sino otros, en los que solo hablaba sin parar de mi bucle obsesivo y mostraba actitudes muy lamentables y muchas ganas de llamar un poco la atención hablando de cosas mías muy íntimas y extravagancias varias.
Llega el verano (4to de carrera - máster). Volví a encontrar el mismo trabajo que el verano anterior (3o de carrera - 4to de carrera), en la misma fábrica y con el mismo encargado, aunque solo estuve al final un par de días, ya que bajó mucho la faena. Aquella fábrica fue mi primer trabajo y una muy buena experiencia laboral durante el año anterior que me hizo aumentar mucho la autoestima y la confianza en mí misma (a pesar de empezar a estar mal por la obsesión con la chica) y que tu último día antes de empezar el curso, tu encargado te diga por el grupo de WhatsApp que eres una excelente trabajadora... Eso es aún más gratificante que un sueldo, creedme. Entonces, esto me hundió, ya estaba psicológicamente como estaba, esto aún me hundió más y empecé a buscar trabajo como una loca, incluso a ponerme insistente llamando una y otra vez a las empresas. Unos días más tarde, a la desesperada, volví a la fábrica a la que fui entonces dos veranos antes (2o de carrera - 3o de carrera) y que en teoría iba a ser mi primer trabajo y de la que me echaron al primer día por no pasar el periodo de prueba y me pasó exactamente lo mismo que dos años antes, pero mi madre ya sabía que no era un buen sitio y a otra cosa mariposa. En esta última fábrica de la que hablo, fui hacía entonces dos años (verano de 2o a 3o de carrera), aún sin ninguna experiencia laboral, fui muy nerviosa, sobre todo por la presión que recibía por parte de mi madre, y entre mi ansiedad, mi bloqueo y que la fábrica en si tiene muy mala fama, tuve esa nefasta experiencia y acabé entonces hundida, pero lo superé al volver a la universidad También entonces fui muy nerviosa, ya por el trauma de lo que me pasó la primera vez que fui. Al final, encontré trabajo en agosto hasta finales de septiembre en otra fábrica y allí también fue todo muy bien.
Entonces, llegó octubre. Empecé el Máster de Profesorado. Cometí un gran error escogiendo eso. No es para mí. Nunca lo ha sido. Sólo lo escogí porque era la salida laboral más fácil y rápida que tenía. En fin, durante aquel curso seguí viviendo en la ciudad, los resultados más o menos bien (realmente odiaba ese máster, en plan, ¿qué hago aquí?) y, en fin, seguía con mi malestar psicólogico, súper descentrada en internet, en foros... Y bueno, lo único que me gustó fueron las prácticas que las empecé, pero no las pude acabar ni realizar la mayoría de ellas porque me pillaron justo cuando empezó la pandemia y el confinamiento. Y me gustaron, más que por el trabajo del que se trataba, porque me sentí muy acogida, apoyada y recibí un muy buen trato. Y siempre estaré muy agradecida.
Entonces, llegó el confinamiento... Fatal. Y mirad que yo siempre he sido muy casera, pero no lo llevé bien. Todo el día metida en Internet, en ciertos foros (sobre todo foros de temática LGBT), buscando llamar la atención con estupideces y extravagancias, descargando mi rabia y frustración dando opiniones en caliente, hablando de mi malestar psicológico, dándole vueltas a la cabeza... Realmente muy cansada de mi misma. No sabía ni yo cómo me metí yo sola en ese pozo entonces dos años antes. No quería sentirme así, ni tener ese enamoramiento ni pensamientos obsesivos con esta chica pero los tenía ni quería tener la actitud que tenía frente a la vida. DEJÉ COMPLETAMENTE DE SER YO.
Entonces, llegó el verano, se acabó el confinamiento y volví a trabajar en la fábrica del verano anterior y también me fue muy bien a pesar de trabajar codo a codo con un compañero que no me trataba de la mejor manera, pero en fin, mejor seguirle la corriente, aunque se pone nervioso trabajando, realmente es buen tío.
En fin, que llegó septiembre. Obtuve una vacante como docente en secundaria de jornada completa, clases a seis grupos de 1o y 2o y tutoría de uno de 1o... Nunca en mi vida lo he pasado tan mal. Me bloqueé muchísimo, los alumnos se me subían a las barbas, no sabía cómo hacer bien mi trabajo (gestionar el aula, preparar las clases...), perdidísima... Fue una PESADILLA. También cometí un error solicitando hacer solo jornada completa, pero lo hice desde el desconocimiento y pensando que podría, bueno, más que pensando que podría, estaba tan descentrada y pérdida que no era consecuente. Mis compañeros intentaron darme apoyo pero era TANTO el nivel de bloqueo y de no saber hacer NADA que tenía yo que no les alcanzaba. Además, los adolescentes... No son para mí. No sé cómo controlarlos. No sé cómo defenderme ante ellos. Se me suben a las barbas muchísimo. Para tratar con adolescentes y niños (y además con padres) se necesitan unas habilidades sociales, una empatía, una asertividad... que yo no tengo, y aún menos con un perfil Asperger. Sufrí un trastorno adaptativo que me hizo caer en un fuerte estado ansiosodepresivo. Sentí que en cuatro meses me cayeron años encima, dejé de sentirme joven, cogí casi diez quilos... Horrible lo que yo pasé.
Mi madre entonces seguía muy dura conmigo, que tiraría mi futuro por la borda con mis tonterías con la obsesión con aquella chica, que me esforzara, que no es nada, que no lo dejara ni cogiera la baja, que tenía que dedicarme a eso porque entonces no podía dedicarme a nada más, que el mundo de la docencia puede llegar a ser bonito... Hasta que en vacaciones de Navidad toqué fondo, conté todo lo que me pasaba en casa, muchísima ansiedad, llorando de una manera... Que es que nunca. En fin. También fue durante aquellas fechas que todo lo relacionado con aquella chica con la que me obsesioné explotó, con el tiempo volví a buscarla para hablar y mínimamente llevarme bien con ella sin ningún otro interés más allá, le cogí cierta confianza, le hablé de mi malestar psicológico y en fin, fue también eso lo que me acabó de hundir aún más en el pozo oscuro (ya hablé de eso en su día y algunas sabréis de lo que hablo y ya no quiero hablar más sobre ello). Entonces, volví después de fiestas al trabajo en un estado mental deplorable, sin haberme preparado nada para la evaluación del periodo de prueba (imposible, no lograba concentrarme ni hacer nada) y ya el director y quien me coordinaba vieron que era imposible que lo pasara. Fue también durante aquella época que ya dejé los foros en los que estaba. Y nunca más en la vida volveré, y aún menos a tener la actitud que tuve. Mi madre siguió muy dura conmigo a pesar de todo hasta que cogí la baja. Empezó siendo de tres días y acabó siendo de dos meses. Imagináos mi estado psicológico entonces. Me diagnosticaron TOC (por toda la historia de la chica) y trastorno ansiosodepresivo a causa de mi mala situación laboral. Entonces mi madre empezó a bajar el nivel de dureza conmigo. Intenté con su apoyo intentar remediar la situación poniéndonos en contacto con la institución pertinente para que, a pesar de que fuera teóricamente irremediable, pudieran tener en cuenta mi situación de salud y me adaptaran la jornada según mis circunstancias (menos horas y menos cargo de responsabilidades). Yo realmente no quería pisar un instituto en mi vida, aunque si así fuera me tenía que conformar con ello (mientras fuera adaptándome el trabajo a mis circunstancias al menos hasta final de curso).
Pasados unos dos meses de la baja, volví y como ya se veía venir me despidieron. Y ya no fue solo por eso si no que en la resolución de despido pusieron algo sobre mi persona que no fueron las palabras más adecuadas y mi madre habló con una abogada, el caso sigue pendiente a día de hoy ya que es difícil negociar con las instituciones y se podría ir a juicio.
Realmente, cuando me despidieron no pude evitar sentirme mejor que nunca después de casi seis meses de tortura. Fue salir de allí y respirar profundo. Mi madre ya entendió por fin la situación, aunque durante todo este tiempo ha estado como empecinada en que tengo que volver a dedicarme a ello, aunque sea un año hasta que me confesó que la abogada le dijo que el hecho que pasara la prueba para aprobar (ya pasado un cierto tiempo del despido), volviera a entrar y volviera a dar clases me beneficiaría ganar en el juicio. Pero es que yo no quiero volver a enseñar en secundaria ni esta presión por volver. ¡No! No quiero volverme a hundir. No tengo ningún problema con enseñar a Bachillerato, adultos, incluso primaria (aunque no tengo magisterio)... Mi gran hándicap es la secundaria. Mi madre me dice que al menos la haga, haga unas cuantas sustituciones por ejemplo hasta que encuentre otro trabajo y/o termine el doctorado me vaya y a otra cosa. Pero igualmente tengo miedo. Además, estoy haciendo la tesis y por todas estas situaciones me está costando muuuuuucho ponerme, me cuesta concentrarme, estoy como bloqueada...
Entonces, el verano pasado volví a trabajar en la fábrica del verano anterior y del otro hasta septiembre y muy bien, como siempre, aunque no conté nada de todo lo que me había pasado como docente, ya que allí más o menos me conocen y ya saben a lo que me iba a dedicar.
No encontré trabajo hasta febrero. Estuve haciendo de monitora de repaso con niños de primaria y de primer ciclo de secundaria hasta principios de junio. Con los de primaria muy bien. Respecto a los de secundaria, con los de 1o aún bien, pero con los de 2o tuve muchísimas dificultades para gestionarlos y tuve que recibir mucha ayuda por parte de los tutores. Eso sí, siempre les comunicaba las incidencias y el rendimiento de los alumnos.
También durante todo este año he ido dando clases particulares y entre abril y junio de este ano hice un curso de velador escolar (para apoyar a alumnos con NEE) pero me equivoqué.
Hasta aquí, todo bien. Entonces llega junio de este año. Terminó el trabajo de monitora, encuentro uno de teleoperadora y me va mal, no supero el periodo de prueba. Realmente, pensaba que se trataba de hacer gestiones como cuando se llama por ejemplo para solicitar un documento, pero solo se trata de engañar a la gente, y yo de esto no sé y no lograba ningún objetivo. La encargada me dijo lo que ya esperaba, que me veían muy tímida y muy cortada y que necesitaba mucha ayuda. Una semana después, encontré otro trabajo en contrato de tres días de extra de ayudante de camarero en un hotel y me fue bien y justo la semana después, encontré un trabajo de veladora en un casal de verano durante todo este mes. Pensaba que bien, pero al final... Fatal. Me echaron la semana anterior por no pasar el periodo de prueba. Me dijeron que porque vieron que tengo dificultades en gestionar situaciones con los niños. Y la verdad es que es cierto. No sé adivinar lo qué les pasa, me pongo nerviosa (sobre todo dándole de comer a uno de los niños, ya que casi nunca quería comer...), no sé cómo gestionar... Y tratar con niños (ya no haciendo clases) también pide una empatía, una paciencia, una fortaleza mental... que yo no tengo. Es como que siendo monitora de repaso de febrero a junio me ilusioné mucho con los niños y decidí hacer este curso de veladora con niños con NEE y poder dedicarme a ello, pero he visto que no.
Además, muy en el fondos, los niños no me desagradan, aunque tampoco han sido nunca mi pasión, por ejemplo me cuesta mucho hablarles muy cariñosamente como se les acostumbra a hablar. Simplemente, no me nace.
No es lo mismo dar una clase que tratar con ellos en el ámbito más personal.
No he hecho más que perder trabajos últimamente, pero no me siento hundida como me hubiera sentido antes. No siento nada. Como un robot, igual. Yo simplemente a otra cosa y a buscar un trabajo que pueda hacer en condiciones dentro de mis limitaciones. No sé si será la medicación o que estoy ya curada de espanto después de todo lo que he pasado o las dos cosas a la vez, pero de verdad que estoy alucinando mucho conmigo misma.
Sé que no sirvo para un trabajo que implica el trato profundo con personas, lo sé. Sea en la educación, de teleoperadora... Además, sigo con esa presión de volver con la secundaria y después de este otro fracaso y de necesitar tantísima ayuda con los que fui monitora, como para volver... Eso sí que me da miedo.
Sé que esta profesión no es para mí, quiero sacar fuerzas de donde pueda y terminar pronto el doctorado, a ver si puedo hacer un máster de edición... Quiero hacer cosas, pero este tema me bloquea.
Durante estos cuatro años he cambiado muchísimo. Todas esas malas experiencias me han hecho crecer mucho como persona. Nada que ver mi estado psicológico de hace dos años con el de ahora. Ahora estoy mejor, más tranquila y más centrada. Quizás la malas experiencias me han curtido mucho.
Debo decir que durante este último ano me he empezado a interesar por la política y eso me ha ayudado a salir del hoyo y a darme aún más cuenta de que podía ir por la vida con la mentalidad que tenía entonces (quizás más abierta y progre) y que el camino por el que iba no era para mí y eso es lo bueno que puedo sacar de todo el mal trago que he pasado durante casi tres años. Me he vuelto una persona quizás de mentalidad «cerrada» y algo conservadora (por ejemplo, he pasado a ser super pro feminismo/LGBT, más o menos pro libertinaje... a aborrecerlo totalmente, aún siendo bisexual) y también de ideología lo que muchos dirían «rojiparda» y quizás bastante radical con ciertos postulados. Ya lo sé, no es algo que guste en una sociedad que a la mínima te tildan de «facha», pero tengo mis motivos de peso para ser quién soy hoy y tener los ideales que tengo.
Y en fin, esa es mi historia. No sé, ¿qué pensáis al respecto? ¿Qué camino pensáis que debería seguir?
Soy una chica que de vez en cuando ha estado por este foro desde hace unos tres años. Empecé con otra cuenta y me la acabé quitando porque no estaba entonces psicológicamente bien (tocando fondo ya, después de dos años y medio con TOC, ansiedad y depresión) y decidí olvidarme de los foros y de todo. Aunque a principios de este año me animé a volver a este foro y a alguno más, y aunque no entre mucho, las veces que lo hago me entretengo bastante.
Bien, voy al grano.
Tengo 25 años y soy Asperger. Estudié la carrera y siempre me fue todo bien o más o menos bien a nivel psicológico hasta cuarto de carrera.
Entonces, empezó cuarto de carrera. Ahí empezó mi descenso a los infiernos. Los estudios me iban bien, como siempre y seguí viviendo en la ciudad en otro piso con otros compañeros, pero empecé a estar mal psicólogicamente, a entrar en bucle con pensamientos obsesivos con una chica que vi en Badoo y en las redes sociales y desengaños con ella que tuve durante el verano de aquel mismo año, justo antes de empezar el curso (ya conté está historia en su día y no la quiero volver a contar más porque aunque lo tengo ya casi superado me duele y estoy ya cansada de ello), a aislarme de todo el mundo, a estar intratable, a tener estados de ánimo entre la irritabilidad, la tristeza y la ansiedad, a aislarme en foros de Internet, ya no éste sino otros, en los que solo hablaba sin parar de mi bucle obsesivo y mostraba actitudes muy lamentables y muchas ganas de llamar un poco la atención hablando de cosas mías muy íntimas y extravagancias varias.
Llega el verano (4to de carrera - máster). Volví a encontrar el mismo trabajo que el verano anterior (3o de carrera - 4to de carrera), en la misma fábrica y con el mismo encargado, aunque solo estuve al final un par de días, ya que bajó mucho la faena. Aquella fábrica fue mi primer trabajo y una muy buena experiencia laboral durante el año anterior que me hizo aumentar mucho la autoestima y la confianza en mí misma (a pesar de empezar a estar mal por la obsesión con la chica) y que tu último día antes de empezar el curso, tu encargado te diga por el grupo de WhatsApp que eres una excelente trabajadora... Eso es aún más gratificante que un sueldo, creedme. Entonces, esto me hundió, ya estaba psicológicamente como estaba, esto aún me hundió más y empecé a buscar trabajo como una loca, incluso a ponerme insistente llamando una y otra vez a las empresas. Unos días más tarde, a la desesperada, volví a la fábrica a la que fui entonces dos veranos antes (2o de carrera - 3o de carrera) y que en teoría iba a ser mi primer trabajo y de la que me echaron al primer día por no pasar el periodo de prueba y me pasó exactamente lo mismo que dos años antes, pero mi madre ya sabía que no era un buen sitio y a otra cosa mariposa. En esta última fábrica de la que hablo, fui hacía entonces dos años (verano de 2o a 3o de carrera), aún sin ninguna experiencia laboral, fui muy nerviosa, sobre todo por la presión que recibía por parte de mi madre, y entre mi ansiedad, mi bloqueo y que la fábrica en si tiene muy mala fama, tuve esa nefasta experiencia y acabé entonces hundida, pero lo superé al volver a la universidad También entonces fui muy nerviosa, ya por el trauma de lo que me pasó la primera vez que fui. Al final, encontré trabajo en agosto hasta finales de septiembre en otra fábrica y allí también fue todo muy bien.
Entonces, llegó octubre. Empecé el Máster de Profesorado. Cometí un gran error escogiendo eso. No es para mí. Nunca lo ha sido. Sólo lo escogí porque era la salida laboral más fácil y rápida que tenía. En fin, durante aquel curso seguí viviendo en la ciudad, los resultados más o menos bien (realmente odiaba ese máster, en plan, ¿qué hago aquí?) y, en fin, seguía con mi malestar psicólogico, súper descentrada en internet, en foros... Y bueno, lo único que me gustó fueron las prácticas que las empecé, pero no las pude acabar ni realizar la mayoría de ellas porque me pillaron justo cuando empezó la pandemia y el confinamiento. Y me gustaron, más que por el trabajo del que se trataba, porque me sentí muy acogida, apoyada y recibí un muy buen trato. Y siempre estaré muy agradecida.
Entonces, llegó el confinamiento... Fatal. Y mirad que yo siempre he sido muy casera, pero no lo llevé bien. Todo el día metida en Internet, en ciertos foros (sobre todo foros de temática LGBT), buscando llamar la atención con estupideces y extravagancias, descargando mi rabia y frustración dando opiniones en caliente, hablando de mi malestar psicológico, dándole vueltas a la cabeza... Realmente muy cansada de mi misma. No sabía ni yo cómo me metí yo sola en ese pozo entonces dos años antes. No quería sentirme así, ni tener ese enamoramiento ni pensamientos obsesivos con esta chica pero los tenía ni quería tener la actitud que tenía frente a la vida. DEJÉ COMPLETAMENTE DE SER YO.
Entonces, llegó el verano, se acabó el confinamiento y volví a trabajar en la fábrica del verano anterior y también me fue muy bien a pesar de trabajar codo a codo con un compañero que no me trataba de la mejor manera, pero en fin, mejor seguirle la corriente, aunque se pone nervioso trabajando, realmente es buen tío.
En fin, que llegó septiembre. Obtuve una vacante como docente en secundaria de jornada completa, clases a seis grupos de 1o y 2o y tutoría de uno de 1o... Nunca en mi vida lo he pasado tan mal. Me bloqueé muchísimo, los alumnos se me subían a las barbas, no sabía cómo hacer bien mi trabajo (gestionar el aula, preparar las clases...), perdidísima... Fue una PESADILLA. También cometí un error solicitando hacer solo jornada completa, pero lo hice desde el desconocimiento y pensando que podría, bueno, más que pensando que podría, estaba tan descentrada y pérdida que no era consecuente. Mis compañeros intentaron darme apoyo pero era TANTO el nivel de bloqueo y de no saber hacer NADA que tenía yo que no les alcanzaba. Además, los adolescentes... No son para mí. No sé cómo controlarlos. No sé cómo defenderme ante ellos. Se me suben a las barbas muchísimo. Para tratar con adolescentes y niños (y además con padres) se necesitan unas habilidades sociales, una empatía, una asertividad... que yo no tengo, y aún menos con un perfil Asperger. Sufrí un trastorno adaptativo que me hizo caer en un fuerte estado ansiosodepresivo. Sentí que en cuatro meses me cayeron años encima, dejé de sentirme joven, cogí casi diez quilos... Horrible lo que yo pasé.
Mi madre entonces seguía muy dura conmigo, que tiraría mi futuro por la borda con mis tonterías con la obsesión con aquella chica, que me esforzara, que no es nada, que no lo dejara ni cogiera la baja, que tenía que dedicarme a eso porque entonces no podía dedicarme a nada más, que el mundo de la docencia puede llegar a ser bonito... Hasta que en vacaciones de Navidad toqué fondo, conté todo lo que me pasaba en casa, muchísima ansiedad, llorando de una manera... Que es que nunca. En fin. También fue durante aquellas fechas que todo lo relacionado con aquella chica con la que me obsesioné explotó, con el tiempo volví a buscarla para hablar y mínimamente llevarme bien con ella sin ningún otro interés más allá, le cogí cierta confianza, le hablé de mi malestar psicológico y en fin, fue también eso lo que me acabó de hundir aún más en el pozo oscuro (ya hablé de eso en su día y algunas sabréis de lo que hablo y ya no quiero hablar más sobre ello). Entonces, volví después de fiestas al trabajo en un estado mental deplorable, sin haberme preparado nada para la evaluación del periodo de prueba (imposible, no lograba concentrarme ni hacer nada) y ya el director y quien me coordinaba vieron que era imposible que lo pasara. Fue también durante aquella época que ya dejé los foros en los que estaba. Y nunca más en la vida volveré, y aún menos a tener la actitud que tuve. Mi madre siguió muy dura conmigo a pesar de todo hasta que cogí la baja. Empezó siendo de tres días y acabó siendo de dos meses. Imagináos mi estado psicológico entonces. Me diagnosticaron TOC (por toda la historia de la chica) y trastorno ansiosodepresivo a causa de mi mala situación laboral. Entonces mi madre empezó a bajar el nivel de dureza conmigo. Intenté con su apoyo intentar remediar la situación poniéndonos en contacto con la institución pertinente para que, a pesar de que fuera teóricamente irremediable, pudieran tener en cuenta mi situación de salud y me adaptaran la jornada según mis circunstancias (menos horas y menos cargo de responsabilidades). Yo realmente no quería pisar un instituto en mi vida, aunque si así fuera me tenía que conformar con ello (mientras fuera adaptándome el trabajo a mis circunstancias al menos hasta final de curso).
Pasados unos dos meses de la baja, volví y como ya se veía venir me despidieron. Y ya no fue solo por eso si no que en la resolución de despido pusieron algo sobre mi persona que no fueron las palabras más adecuadas y mi madre habló con una abogada, el caso sigue pendiente a día de hoy ya que es difícil negociar con las instituciones y se podría ir a juicio.
Realmente, cuando me despidieron no pude evitar sentirme mejor que nunca después de casi seis meses de tortura. Fue salir de allí y respirar profundo. Mi madre ya entendió por fin la situación, aunque durante todo este tiempo ha estado como empecinada en que tengo que volver a dedicarme a ello, aunque sea un año hasta que me confesó que la abogada le dijo que el hecho que pasara la prueba para aprobar (ya pasado un cierto tiempo del despido), volviera a entrar y volviera a dar clases me beneficiaría ganar en el juicio. Pero es que yo no quiero volver a enseñar en secundaria ni esta presión por volver. ¡No! No quiero volverme a hundir. No tengo ningún problema con enseñar a Bachillerato, adultos, incluso primaria (aunque no tengo magisterio)... Mi gran hándicap es la secundaria. Mi madre me dice que al menos la haga, haga unas cuantas sustituciones por ejemplo hasta que encuentre otro trabajo y/o termine el doctorado me vaya y a otra cosa. Pero igualmente tengo miedo. Además, estoy haciendo la tesis y por todas estas situaciones me está costando muuuuuucho ponerme, me cuesta concentrarme, estoy como bloqueada...
Entonces, el verano pasado volví a trabajar en la fábrica del verano anterior y del otro hasta septiembre y muy bien, como siempre, aunque no conté nada de todo lo que me había pasado como docente, ya que allí más o menos me conocen y ya saben a lo que me iba a dedicar.
No encontré trabajo hasta febrero. Estuve haciendo de monitora de repaso con niños de primaria y de primer ciclo de secundaria hasta principios de junio. Con los de primaria muy bien. Respecto a los de secundaria, con los de 1o aún bien, pero con los de 2o tuve muchísimas dificultades para gestionarlos y tuve que recibir mucha ayuda por parte de los tutores. Eso sí, siempre les comunicaba las incidencias y el rendimiento de los alumnos.
También durante todo este año he ido dando clases particulares y entre abril y junio de este ano hice un curso de velador escolar (para apoyar a alumnos con NEE) pero me equivoqué.
Hasta aquí, todo bien. Entonces llega junio de este año. Terminó el trabajo de monitora, encuentro uno de teleoperadora y me va mal, no supero el periodo de prueba. Realmente, pensaba que se trataba de hacer gestiones como cuando se llama por ejemplo para solicitar un documento, pero solo se trata de engañar a la gente, y yo de esto no sé y no lograba ningún objetivo. La encargada me dijo lo que ya esperaba, que me veían muy tímida y muy cortada y que necesitaba mucha ayuda. Una semana después, encontré otro trabajo en contrato de tres días de extra de ayudante de camarero en un hotel y me fue bien y justo la semana después, encontré un trabajo de veladora en un casal de verano durante todo este mes. Pensaba que bien, pero al final... Fatal. Me echaron la semana anterior por no pasar el periodo de prueba. Me dijeron que porque vieron que tengo dificultades en gestionar situaciones con los niños. Y la verdad es que es cierto. No sé adivinar lo qué les pasa, me pongo nerviosa (sobre todo dándole de comer a uno de los niños, ya que casi nunca quería comer...), no sé cómo gestionar... Y tratar con niños (ya no haciendo clases) también pide una empatía, una paciencia, una fortaleza mental... que yo no tengo. Es como que siendo monitora de repaso de febrero a junio me ilusioné mucho con los niños y decidí hacer este curso de veladora con niños con NEE y poder dedicarme a ello, pero he visto que no.
Además, muy en el fondos, los niños no me desagradan, aunque tampoco han sido nunca mi pasión, por ejemplo me cuesta mucho hablarles muy cariñosamente como se les acostumbra a hablar. Simplemente, no me nace.
No es lo mismo dar una clase que tratar con ellos en el ámbito más personal.
No he hecho más que perder trabajos últimamente, pero no me siento hundida como me hubiera sentido antes. No siento nada. Como un robot, igual. Yo simplemente a otra cosa y a buscar un trabajo que pueda hacer en condiciones dentro de mis limitaciones. No sé si será la medicación o que estoy ya curada de espanto después de todo lo que he pasado o las dos cosas a la vez, pero de verdad que estoy alucinando mucho conmigo misma.
Sé que no sirvo para un trabajo que implica el trato profundo con personas, lo sé. Sea en la educación, de teleoperadora... Además, sigo con esa presión de volver con la secundaria y después de este otro fracaso y de necesitar tantísima ayuda con los que fui monitora, como para volver... Eso sí que me da miedo.
Sé que esta profesión no es para mí, quiero sacar fuerzas de donde pueda y terminar pronto el doctorado, a ver si puedo hacer un máster de edición... Quiero hacer cosas, pero este tema me bloquea.
Durante estos cuatro años he cambiado muchísimo. Todas esas malas experiencias me han hecho crecer mucho como persona. Nada que ver mi estado psicológico de hace dos años con el de ahora. Ahora estoy mejor, más tranquila y más centrada. Quizás la malas experiencias me han curtido mucho.
Debo decir que durante este último ano me he empezado a interesar por la política y eso me ha ayudado a salir del hoyo y a darme aún más cuenta de que podía ir por la vida con la mentalidad que tenía entonces (quizás más abierta y progre) y que el camino por el que iba no era para mí y eso es lo bueno que puedo sacar de todo el mal trago que he pasado durante casi tres años. Me he vuelto una persona quizás de mentalidad «cerrada» y algo conservadora (por ejemplo, he pasado a ser super pro feminismo/LGBT, más o menos pro libertinaje... a aborrecerlo totalmente, aún siendo bisexual) y también de ideología lo que muchos dirían «rojiparda» y quizás bastante radical con ciertos postulados. Ya lo sé, no es algo que guste en una sociedad que a la mínima te tildan de «facha», pero tengo mis motivos de peso para ser quién soy hoy y tener los ideales que tengo.
Y en fin, esa es mi historia. No sé, ¿qué pensáis al respecto? ¿Qué camino pensáis que debería seguir?
Última edición: