Puñaladas traperas de amigos

Sola es como me he quedado yo 🤷🏻‍♀️
Has ganado tranquilidad prima. A veces cuesta de verlo, pero has ganado. Me pasó algo similar hace un par de años, y, aunque al principio estaba mal, casi en la miseria - ellos seguían juntos en el grupo, y yo sola- ahora estoy mucho mejor: he ganado tranquilidad, confianza, mejores amistades. Ha sido como abrir los ojos.

Espero que con el tiempo estés mejor, nos tienes aquí para desahogarte. Un abrazo prima!
 
Has ganado tranquilidad prima. A veces cuesta de verlo, pero has ganado. Me pasó algo similar hace un par de años, y, aunque al principio estaba mal, casi en la miseria - ellos seguían juntos en el grupo, y yo sola- ahora estoy mucho mejor: he ganado tranquilidad, confianza, mejores amistades. Ha sido como abrir los ojos.

Espero que con el tiempo estés mejor, nos tienes aquí para desahogarte. Un abrazo prima!
Gracias prima! Ayer en un momento de bajóna le escribí a ella poniéndole hola por WhatsApp y ni me ha contestado, encima se ha cambiado hasta la foto. No entiendo ya nada
 
Tengo por desgracia varias puñaladas propias que podría contar... alguna todavía sangra... pero os voy a contar una que en su momento me dejó KO, aunque yo no fuera la protagonista (por suerte).

Esto le sucedió a la cuñada de una de mis mejores amiga. Voy a usar nombres ficticios.

Bea está felizmente casada desde hace unos diez años. Tienen dos niños (la mayor tienes unos ocho años y el npequeño 4). Su relación es normal, sana y estable. Pero siempre tuvieron amigos distintos, asi que cada uno sigue saliendo con su grupo de amigos de toda la vida.

Total que a una de las mejores amigas de Bea, Sandra, de la noche a la mañana la deja su marido por otra chica más joven. Sandra se deprime muchísimo y Bea está ahí, mañana, tarde y noche, para apoyarla a tope.

Sandra se queda sin curro y no puede pagar el alquiler, pero Bea le dice que no se preocupe, que en su casa tiene sitio hasta que encuentre algo.

Total que Sandra está con la autoestima baja y no quiere ni salir de fiesta, ni nada. Así que Bea se pone en modo madre, la maquilla, la peina comparte su ropa con ella y la saca todos los fines de semana, un poco arrastrándola, para que la otra se vuelva a animar. Y con la esperanza de que se le cruce alguno que le haga gracia y se olvide del gilipollas de su ex. Así estuvo unos meses.

Total que Bea empieza a tener discusiones con su marido, Jorge, por culpa de Sandra. A Jorge no le ha caído nunca bien Sandra. Y está hasta las narices de no poder tener ni un ratito de intimidad en familia, sin que esta esté presente.

Bea no da su brazo a torcer y le dice que es su amiga, que está muy mal, que necesita ayuda y que no va a dejarla tirada.

Jorge acepta a regañadientes, porque no le queda otra.

Van pasando los meses. Sandra ya está más animada, pero no se va de la casa porque no tiene curro (tampoco parece buscarlo con muchas ganas).

Total que llega la comunión de la hija de Bea. Y por supuesto Sandra es una de las invitadas.

En la ceremonia Bea nota a su hija rara, pero cree que es porque su hija es muy tímida y no lleva bien ser el centro de atención de tanta gente.

Y ya durante la celebración se encuentra a su hija llorando en el baño. Pensando que había tenido alguna riña con alguna de su primas le pregunta que qué le pasa (si estáis de pie sentaros) y la niña no puede ni hablar de la llantina que tiene. Total que al final le cuenta que ha visto a su padre y a Sandra liándose.

La muy hija de su fruta madre, con todo lo que Bea había hecho por ella para sacarla del pozo, le levantó a su marido en las narices...

Bea dejó al marido. El marido estuvo muy poquito liado con Sandra y luego volvió arrepentido. Bea no quiso saber nunca nada más de ninguno de los dos.

¿Es o no es para matarla?
 
Tengo por desgracia varias puñaladas propias que podría contar... alguna todavía sangra... pero os voy a contar una que en su momento me dejó KO, aunque yo no fuera la protagonista (por suerte).

Esto le sucedió a la cuñada de una de mis mejores amiga. Voy a usar nombres ficticios.

Bea está felizmente casada desde hace unos diez años. Tienen dos niños (la mayor tienes unos ocho años y el npequeño 4). Su relación es normal, sana y estable. Pero siempre tuvieron amigos distintos, asi que cada uno sigue saliendo con su grupo de amigos de toda la vida.

Total que a una de las mejores amigas de Bea, Sandra, de la noche a la mañana la deja su marido por otra chica más joven. Sandra se deprime muchísimo y Bea está ahí, mañana, tarde y noche, para apoyarla a tope.

Sandra se queda sin curro y no puede pagar el alquiler, pero Bea le dice que no se preocupe, que en su casa tiene sitio hasta que encuentre algo.

Total que Sandra está con la autoestima baja y no quiere ni salir de fiesta, ni nada. Así que Bea se pone en modo madre, la maquilla, la peina comparte su ropa con ella y la saca todos los fines de semana, un poco arrastrándola, para que la otra se vuelva a animar. Y con la esperanza de que se le cruce alguno que le haga gracia y se olvide del gilipollas de su ex. Así estuvo unos meses.

Total que Bea empieza a tener discusiones con su marido, Jorge, por culpa de Sandra. A Jorge no le ha caído nunca bien Sandra. Y está hasta las narices de no poder tener ni un ratito de intimidad en familia, sin que esta esté presente.

Bea no da su brazo a torcer y le dice que es su amiga, que está muy mal, que necesita ayuda y que no va a dejarla tirada.

Jorge acepta a regañadientes, porque no le queda otra.

Van pasando los meses. Sandra ya está más animada, pero no se va de la casa porque no tiene curro (tampoco parece buscarlo con muchas ganas).

Total que llega la comunión de la hija de Bea. Y por supuesto Sandra es una de las invitadas.

En la ceremonia Bea nota a su hija rara, pero cree que es porque su hija es muy tímida y no lleva bien ser el centro de atención de tanta gente.

Y ya durante la celebración se encuentra a su hija llorando en el baño. Pensando que había tenido alguna riña con alguna de su primas le pregunta que qué le pasa (si estáis de pie sentaros) y la niña no puede ni hablar de la llantina que tiene. Total que al final le cuenta que ha visto a su padre y a Sandra liándose.

La muy hija de su fruta madre, con todo lo que Bea había hecho por ella para sacarla del pozo, le levantó a su marido en las narices...

Bea dejó al marido. El marido estuvo muy poquito liado con Sandra y luego volvió arrepentido. Bea no quiso saber nunca nada más de ninguno de los dos.

¿Es o no es para matarla?
A ella y al marido. He visto eso muchas veces desgraciadamente, por eso entiendo que haya quién tenga reservas sobre a quién mete en su casa.
 
A ella y al marido. He visto eso muchas veces desgraciadamente, por eso entiendo que haya quién tenga reservas sobre a quién mete en su casa.
A mi es que no me cabe en la cabeza..

Dicen que no se puede escipir para arriba... y yo no soy ninguna santa,

pero si me enamoro,

cosa que no puedo controlar,

del marido de una amiga que me ha tratado así,

te aseguro que lo que sí puedo controlar son mis actos...

pondría tierra, aire y mar por medio, hasta que se me pasara,

Si le hiciese eso, a una amiga así, creo que no podría perdonarme a mi misma...
 
Yo no hubiera apostado un duro por esos dos
.. normalmente lo que mal empieza... mal acaba... qué triste tener que vivir traiciones así, no entiendo por qué hacen eso, un complejo de inderioridad? una necesidad de competición patológica???
En el caso de ella sí. Competía conmigo por ejemplo con las notas. Y además fue traición doble porque salía con el que era el mejor amigo de él.
 
Me parece tremenda la historia de Bea, Sandra y el marido, qué poquísima vergüenza.

Yo tuve una amiga en la universidad que éramos íntimas desde el primer día, congeniamos super bien y fuimos amigas toda la carrera hasta que ella conoció a otra chica a la que yo no le caía bien (ni ella a mi). A raíz de eso, me hizo muchos muchos feos que yo aguanté porque no era yo muy lista. En el último año de carrera, mi amiga nunca iba a clase y nunca la veía, en todo el año sólo quedó un día conmigo y fue para fotocopiarse mis apuntes. Eso sí, me llamaba todos los días para que le contara lo que habíamos dado en las clases y tal.

La gota que colmó el vaso fueron dos hechos seguidos. Último examen de la carrera, habíamos quedado para salir por la noche y celebrar que todo acababa. Pues cuando faltaban un par de horas para quedar, la escribí no recuerdo para qué y ella me respondió en plan "por cierto, al final hoy no puedo quedar porque he quedado con X" (la chica que conoció). Yo flipé muchísimo de lo tirada que me dejó. Justo una semana después de eso donde tampoco nos habíamos visto pero sí hablado todos los dias, me entero de casualidad de que en esa semana había celebrado su cumple y a mi no me invitó.

Corté relación con ella. De esto han pasado muchos años ya y en este tiempo, alguna vez me ha vuelto a hablar pero siempre para pedirme favores y yo, salvo la última vez que fue hace años ya, siempre la ayudé porque supongo que me costó superarlo, fue como si me hubiera dejado el novio tóxico de toda la vida jajajaja. En fin, cuando venía a pedir favores y yo la ayudaba y ya no me necesitaba, volvía a desaparecer.
 
Última edición:
A raíz de eso, me hizo muchos muchos feos que yo aguanté porque no era yo muy lista.

Prima permíteme que difiera sólo en este punto contigo. Yo creo que lo que te pasó no fue por falta de inteligencia, ni mucho menos, te pasó porque eres muy buena persona y tu ex amiga no lo supo valorar. Ella sí que es tonta de remate, las amigas como tú se cuidan como oro en paño.
 

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