Creo que hay tres situaciones diferentes:
- Tu padre y tú bromeais uno sobre el otro y no os ofendeis. Todo perfecto.
- Tu padre bromea sobre ti, te molesta, se lo dices y para. Respeta tus sentimientos.
- Tu padre bromea sobre ti, sabe que te ofende pero lo sigue haciendo. Porque disfruta con las pequeñas humillaciones que te hace pasar.
Por lo que dices parece la 3° opción. Las bromas solo son divertidas cuando lo son para todos, no a costa de hacer pasar un mal rato a la gente. A mí la gente que se ríe de otros y además a su cara no me gusta.
Perfectamente explicado, prima.
Cuando alguien se siente tan mal por una broma sobre el físico, es que ya estamos en el.punto 3. Y los demás NO LO VEN , como no ven el resto de comportamientos tóxicos.
Yo no hablaría con mi padre, sino con el resto del entorno, - menudo capullo, si le digo yo algo de la calva, seguro que monta un pollo.
Y luego lo haces, él monta el pollo, y ya queda claro el tema.
A mí, es que estas personas que dicen lo que quieren " de broma" me gustan 0.
Lo siento, soy una madre muy neanthertal, y no tiene ni pu.ta gracia que uno de mis hijos lleve gafas, aparato o no tenga la nariz perfecta .
Si su padre se burla de eso, y menos en público, NO QUEREIS SABER la que le cae.
Vamos, que lo corrije, o le echo de casa.
Se supone que la familia es el "lugar seguro " no el que pone a prueba tu autoestima.