Puedo enmarcar tu mensaje? No lo había pensado y me encanta.Un coetáneo de Sigmund Freud decía que cuando una persona tiene todas sus necesidades básicas (abrigo, alimento y techo), lo que más ansía en este mundo es sentirse importante.
Creo que cuando a una persona le haces sentirse valorada, le haces feliz.
Empatizar con sus preocupaciones, interesarte por ella, le hará sentir bien.
Alguien así sonríe con mayor facilidad.
Un abrazo
Como madre VIVA TÚ, jejeje
Me encanta.Con dependientes de tiendas, si meto en el probador 5 prendas y luego me voy a llevar una o unas cuantas pero no todas, las vuelvo a poner en el expositor tal y como estaban (si van ordenadas por talla, así las dejo, si llevan botones y estaban abrochados cuando las cogí, los abrocho, etc). A mi me cuesta dos minutos, a ellos les cuesta más reponer todo lo que la gente deja descartado en el probador y hacer el resto de tareas corriendo al almacén para reponer tallas, etc. Me da mucha rabia verles lidiar con una montaña de ropa que han dejado otros de malas maneras (en donde vivo la gente es muy desconsiderada por cultura, supongo). La mayoría son súper jóvenes y muchos están currando y estudiando a la vez. Los padres les dan la patada cuando se van a la universidad y se tienen que buscar la vida. Demasiado tienen ya encima.
Con cajeros en supermercados, les suelo preguntar cómo lo llevan (voy a los mismos supermercados y están siempre los mismos). En lo que pasan la compra, me van contando y a veces se desahogan un poco.
Hay uno en el Lidl al que voy que hace unos años no hablaba más que un par de palabras en inglés. Sabe que soy española (en Irlanda) y cuando me veía llegar con el carrito de cosas de la semana española decía "hmmmm" tocándose la barriga con cada cosa que ticaba. Me partoCuando ponían la semana polaca (él es polaco), siempre compraba barquillos y chuminadas así y la que decía 'hmmmm" tocándose la barriga era yo. Nos lo pasamos bien en esos 5 minutillos. Luego le llegará el cliente asqueroso o la Karen de turno a amargarle, pero ese ratito de risas nos lo llevamos. Con mi marido tiene la misma dinámica.
Ahora que ya habla un poquillo más, comentamos las jugadas con más que gestos y onomatopeyas y nos gasta bromas el tío salao
Cuando estaba estudiando la carrera, otro cajero me preguntaba qué tal las clases y cuando me veía mala cara me decía cosas para motivarme y sacarme una sonrisa. La verdad es que lo agradecía mucho porque había días que llegaba llorosa al súper después de un día de locura, estrés y frustración. El de la gasolinera que me pillaba de camino, tres cuartos de lo mismo.
Luego hay otros para echarles de comer aparte y con esos es un "hola, qué tal?" y "gracias, nos vemos" cuando han acabado y ya. Hay gente pa' tó
Y la última de la parrafada es con el del restaurante chino: Siempre pedimos para llevar, y tienen como una salita con sillas para que esperes en lo que te preparan el pedido. Hace unos años, el dueño nos preguntó si éramos españoles y de dónde. Se lo dijimos y nos preguntó dónde le aconsejábamos ir porque quería llevarse a la familia de vacaciones al pueblo de mi marido. Desde entonces, súper buen rollo. En vez de esperar en la salita, nos quedamos hablando con él en la caja. Resulta que es de Malasia. Nos cuenta movidas de su país en plan cómo es la vida nocturna por allí, los parkings automáticos en las viviendas... Yo qué sé, cosas súper extraterrestres
Un año nos invitó a cenar con su familia en fin de año. No pudimos ir porque teníamos otros compromisos, pero la siguiente vez que fuimos nos preparó comida de su país en vez de lo que servían para que lo probásemos
Total, que yo procuro ser amable y empática con la gente, pero la gran mayoría es igual y también intentan hacer que tu día mejore si antes han visto que vas de buenas.
Y menos mal, porque a veces cuando vives fuera se hace todo un poco cuesta arriba.
Cuando viví en Alemania, ya era otra historia... Ahí no hice migas ni con el señor al que le compraba los kebabs abajo de mi casa religiosamente todas las semanas, y mira que lo intenté
Porque la gente con poca inteligencia emocional asocia sensibilidad con debilidad o fragilidad, con lo cual van por la vida con las caretas de bordes y fríos de que a ellos no se la van a dar en la vida.
