- Registrado
- 12 Nov 2018
- Mensajes
- 372
- Calificaciones
- 1.999
Que gustito me ha dado leerte, primaNo es una experiencia larga, pero te cuento. Mi hija está cerca de los 11 meses.
Las 5 primeras semanas intenté la minicuna de todas las maneras posibles y me dijo que para mí. Empezamos colecho para sobrevivir. En el carro hacía siestas de media hora, las siestas largas encima nuestra. Por aquí puedes leer que me autodenominaba madre almohada.
A los dos meses dijo que dormir en el carro, nada. Nivel "más de media hora a gritos en el carro por la calle o en casa hasta que me cojas". No se dormía ni por agotamiento. Porteo, nada. Solo dormía encima nuestra. A veces me sentía culpable por si lo estaba haciendo mal, porque tenía a mi alrededor al club de "la has acostumbrado a brazos" y te mina la moral. Me salieron niñólogos por todas partes y me dieron todos los consejos clásicos: ponle una manta en la cara, déjala en la cuna medio dormida, no la tengas mucho en brazos, déjala llorar, calienta antes la cuna... Habrá a quien le funcione, yo lo intenté todo y nada. Solo no hice lo de dejarla llorar porque va en contra de todos mis instintos, y sinceramente admiro la fuerza de voluntad de quién lo hace aunque no esté de acuerdo. Yo no soy capaz.
A los tres meses probamos la cuna de colecho grande y como yo estaba muy cerca, por las noches genial. Por el día, siesta de contacto o nada. Pero como la cuna grande funcionaba bien, dejé de agobiarme. Pensé que no había hecho que mi hija "funcionara mal" (terror absoluto este) porque entonces no habría aceptado nunca la cuna. Por fin me entró en la mollera que el sueño es madurativo y que hay niños que madurarán antes y otros que después. Y que puede forzarse (y entiendo la necesidad de quien lo hace, no dormir ES un método de tortura) pero también se puede esperar y el resultado llegará. Más tarde pero lo hará.
Cada dos semanas o tres seguí probando a dejarla en la cuna. A veces se me despertaba al momento, a veces no. Cuando lo hacía, intentaba ponerla de nuevo dos veces más. Si a la tercera no se quedaba, era día de siesta de contacto.
Al principio las siestas sin contacto eran de 30 minutos. Poco a poco se fueron alargando. Aún ahora hay días que a los 30 minutos se despierta y tengo que redormirla. Bueno. Es un bebé. Su cerebro aún está aprendiendo a dormir. Pero hay días que hace 2h ella solita enlazando ciclo tras ciclo. ¿He hecho yo algo diferente? No. Por tanto, yo no le he enseñado a enlazar ciclos de sueño. Lo ha hecho ella solita. Porque ha ido madurando.
Ahora ya no hace siestas de contacto salvo cuando quiero darme el gustazo de tenerla dormida encima. Por las noches, se despierta una vez a comer.
El sueño, por desgracia, es madurativo. Podemos intentar ayudar con trucos e incluso forzar el proceso. Pero no por dejar a los niños madurar en sus tiempos va a ser malo el resultado. No te preocupes. Quizás seas una mamá almohada durante un tiempo, pero te garantizo que no siempre. Yo soy una ex-mama almohada y hasta se echa de menos. Ya te digo que a veces me doy el gusto de dormirla sobre mí.
Abrazote
Ojalá sea nuestro caso también