Mujeres.

Qué cabrones... Asi que ahora la 40 es una talla grande!!!

Mango estrena su cadena de tallas grandes Violeta con la previsión de abrir cien tiendas en 2014
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El grupo catalán de distribución de moda Mango hace realidad su proyecto de tallas grandes, Violeta by Mango. La compañía proyecta la apertura de un total de cien establecimiento de su nuevo concepto a lo largo de 2014, la mitad de los cuales se pondrán en marcha en el primer semestre y la otra mitad, en el segundo. España será el primer país en contar con tiendas Violeta, y una de las primeras estará ubicada en el centro comercial L’illa Diagonal, en Barcelona, y abrirá sus puertas el próximo enero.
La cadena Violeta, cuyo lanzamiento se anunció junto al de Rebels, el concepto de moda joven que finalmente Mango ha abortado, se dirigirá a un público joven de la talla 40 a la 52. Violeta, que cuenta con un equipo de cuarenta profesionales de diferentes disciplinas, presentará su primera colección con el lanzamiento en enero de la colección primavera-verano 2014.
Aunque todavía no se han dado a conocer imágenes de producto, continuará la línea de la cadena principal del grupo. De hecho, el logotipo (en letras blancas y estilizadas) incorpora la leyenda “by Mango”. Las tiendas incorporarán “materiales naturales en su mobiliario” y una decoración de “ambiente cálido y agradable”.
El plan de expansión de Violeta arrancará el próximo enero en los siete principales mercados de Mango: Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Turquía, Rusia y España, además de en las tiendas online de Europa, Turquía y Rusia.
Durante los seis primeros meses de 2014, la compañía liderada por Isak Andic prevé llevar a cabo cincuenta aperturas de Violeta, a las que se sumarán cincuenta más en el segundo semestre. El objetivo de Mango es concluir el año con un centenar de establecimientos en locales de 350 metros cuadrados aproximadamente.
Equipo y diversificación
El nuevo concepto está dirigido por Violeta Andic, sobrina de Isak Andic, presidente de Mango. Violeta Andic trabaja desde hace trece años en la compañía, donde inició su carrera como asistente de ventas en la tienda de la cadena en Paseo de Gracia. Posteriormente dio el salto al departamento creativo, donde se hizo cargo de las colecciones especiales. En la última remodelación del comité ejecutivo del grupo (llevada a cabo este año), Violeta Andic ha logrado un puesto en el órgano de gestión de la compañía.
El lanzamiento de Violeta forma parte del proceso de diversificación que comenzó durante el último año con el lanzamiento de una línea infantil (Mango Kids) y otra de deporte y moda íntima (Sport & Intimates). A diferencia de los complementos (Mango Touch) y la moda masculina (He by Mango), que cuentan con tiendas propias, las líneas para niños y de deporte se distribuyen en los establecimientos de la cadena principal del grupo.
Mango también tenía previsto lanzar una cadena de moda joven, denominada Rebels, un movimiento que decidió cancelar el pasado septiembre. La marcha atrás con Rebels motivó la salida de la compañía de uno de sus principales ejecutivos, Salvador Vallés, que iba a hacerse cargo del proyecto.
Gracias a los nuevos lanzamientos, el segundo mayor grupo de España de distribución de moda proyecta alcanzar unas ventas de más de 2.500 millones de euros en 2014 gracias a su diversificación.
Mango concluyó 2012 con una facturación de 1.691 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 20,1% respecto a los 1.408 millones de euros del año anterior. La empresa logró así duplicar el ritmo de crecimiento de 2011, cuando elevó su cifra de negocio un 11%. El grupo de distribución de moda ha finalizado el ejercicio 2012 con un beneficio después de impuestos de 113,4 millones de euros. Esta cifra supone un alza del 78,74% respecto al resultado del año anterior.

¿Tallas grandes?, .....serán tallas normales, para mujeres normales, de contornos normales,, y de peso normal. A eso le llaman tallas grandes.
¿Por qué cuando un hombre pide una talla 44 le dan una talla 44 y cuando una mujer pide una talla 44 le dan una 38 haciéndole sentir que en vez de una 44 necesita una 50 y que está gordisima cuando en realidad usa una 44 real y tiene un cuerpo normal y real?
 
Última edición:
Me encanta ser mujer y nunca he deseado haber sido hombre sobretodo porque vivimos un momento donde tenemos los mismos derechos y la libertad para hacer las mismas cosas como los hombres, aunque las formas sean diferentes.

Habiendo dicho eso, puedo decir que las mujeres somos mas dificiles que los hombres; hasta que no nos convertimos en amigas de esas mujeres, ellas pueden presentarse inicialmente como enemigas. En un trabajo, por ej. sin conocernos de nada hay un rechazo instantáneo o desconfianza, igual cuando llegamos a un lugar x donde vamos de invitadas y si no nos conocen nos miran raro, de arriba a abajo, con desconfianza igual y un poco de recelo. Todo lo contrario a un hombre que no importa si no nos conoce de antes , el recibimiento es mucho mas abierto que el que nos dan las mujeres. Hasta que nos conocen y probamos que no hay amenaza, entonces nos abren la puerta amable , como si hubiera que pasar por proceso de iniciación para que te acepten, no?

Jefes he tenido hombres y mujeres y la experiencia ha sido la misma, buena. Hasta ahora, la jefa resultó mucho mas exigente que el jefe.
 
Esta película ha superado el ‘examen’ del sexismo
Una polémica clasificación por género nacida en Suecia se abre paso
Festivales y salas de Europa y EE UU planean adoptarla para denunciar la desigualdad

Ana Carbajosa | Enviada especial Estocolmo 13 DIC 2013 - 21:52 CET230
La clasificación por género empieza a abrirse paso en el cine después de que un grupo de salas suecas lanzara hace un mes una polémica iniciativa para medir la presencia de mujeres en las películas que proyectan. La idea ha prendido a una velocidad que ha sorprendido hasta a los propios promotores. En cuestión de semanas, docenas de festivales y cines de medio mundo se han puesto en contacto con los suecos para copiar un modelo que aspira a llamar la atención sobre la desigualdad de género en la industria cinematográfica.
El sistema en cuestión se inspira en un test nacido en 1985 de la mano de Alison Bechdel, una dibujante de cómic estadounidense. En una de sus viñetas, uno de los personajes dice que solo ve películas en las que aparezcan al menos dos mujeres hablando entre ellas y en las que la conversación no gire en torno a un hombre. Esos criterios, que nacieron casi como una broma, se han convertido en las tres principales preguntas del test aplicado al cine. La inspiración primigenia se remonta a Virginia Woolf y a sus observaciones sobre la presencia y el papel de la mujer en la literatura.
Academia de Cine de Nueva York indican que el 30,8% de los actores que intervienen con voz en las películas son mujeres. Un tercio de ellas aparecen parcialmente desnudas o en posturas con evocaciones sexuales. Kathryn Bigelow es la única mujer que ha ganado un Oscar. Más datos: ellas compran la mitad de las entradas de cine que se venden en EE UU. Estudios de otras academias e instituciones ofrecen datos similares.
El sistema se puso en pie hace apenas un mes y desde entonces cines y festivales de medio mundo contactan con Tejle para decirle que se suman a la iniciativa. En recientes encuentros del sector en EE UU en octubre y en Grecia en noviembre, a Tejle le sorprendió la enorme aceptación de sus colegas. El canal escandinavo de televisión Viasat Film ha decidido adoptar la clasificación. Cines de Eslovenia, Reino Unido, Irlanda, Francia y EE UU han manifestado su intención de usarla y han pedido las ya famosas pegatinas blanquinegras con el lema: “Aprobado. Bechdel test”. En las carteleras, en los títulos de crédito y en los programas de los cines se pueden ver los adhesivos. Hay un festival, el Bluestocking Film Series de Portland, en EE UU, que ya solo programa cintas que hayan pasado el test. En Bio Rio, solo un 30% de las películas proyectadas el último mes superaron la prueba.
A partir de enero, multitud de cines suecos secundarán la iniciativa, que apoya también el Instituto de Cine de Suecia. Esta institución se toma muy en serio la cuestión de la igualdad. Sus estatutos establecen que las películas hechas por hombres o por mujeres recibirán la misma financiación. El año pasado se marcaron un plan con el que pretenden lograr la igualdad en el cine sueco en 2015. “La diversidad y la representación de distintas perspectivas significa calidad. Además es cuestión de salud democrática. Si las mujeres suman el 50% de la población, ¿por qué sus historias deben tener menos valor?”, reflexiona Tove Torbiörnsson, directora de Películas y Sociedad en el Instituto sueco. Torbiörnsson se explaya en un tema que le apasiona y que considera prioritario. Cree que la desigualdad en el cine no es más que un reflejo de los desequilibrios de poder entre géneros en la sociedad. Y desmenuza la vertiente cinematográfica: “Cuando una mujer hace una película, se dice que es para un público femenino. Cuando la hace un hombre, se supone que es para todos los públicos. ¿Qué sentido tiene eso?”.
Los críticos alertan del riesgo de censura y del deterioro de la calidad
Torbiörnsson localiza el problema en los largos, donde se mueve más dinero. “Lo normal es que los hagan hombres y, por tanto, siempre es más difícil pelear por los que no se ajustan a lo que se considera normal”. En particular, le preocupan los segundos y terceros filmes de las directoras. “Es más difícil que a las mujeres les den una segunda oportunidad. Es como si no tuvieran derecho a hacer películas malas y los hombres sí”.
Algunos críticos han levantado la voz alertando de posibles censuras. Otros temen que la calidad se resienta. “Si esto hace que los cineastas en el futuro piensen en estas cuestiones durante el proceso creativo, entonces es peligroso. Muchas películas feministas nunca habrían superado el test: filmes de Marguerite Duras, Chantal Akerman... por no mencionar Ingmar Bergman”, dijo el investigador cinematográfico al frente de la fundación Ingmar Bergman, citado por la agencia France Presse. Román Gubern, historiador de medios de comunicación, entiende que esta prueba es coherente con la historia y la cultura suecas, pero “no muy científica realmente” y que tiene “solo un valor relativo”.
“Se trata de lanzar un mensaje”, se defiende Torbiörnsson. “No estamos hablando de censurar. Es simplemente un experimento. El hecho de que haya causado tanto revuelo, quiere decir que aquí hay tema, que hemos tocado nervio”.
 
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