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Por eso Alypen habla de sorpresas:No eres tu sola en tener tan buena intención, pero, sinceramente, eso sería un engaño con respecto a la realidad.
La verdad es que soy negada para contemporizar con esos actos pretendidamente caritativos, primero porque no me gusta la caridad impostada y segundo porque el visitado, enfermo, niño o anciano, no tiene por que ser la imagen utilizada para mostrar bondades inexistentes, ni tiene ni debe.
Si la consorte visita un lugar de éstos ten por seguro que aquel día todo relumbrará, preparado al efecto, pero no indica el buen funcionamiento del lugar, ni de lejos. El buen funcionamiento, el día a día, consiste en muchas otras situaciones y peculiaridades de los centros visitados, eso por un lado, y por otro la imagen de ancianos, decrépitos en general, la imagen de enfermos, que es lo que son, expuestos a mayor honra y gloria de una visitante que ha de cumplir con un horario determinado, me parece fuera de toda moral, el provecho sacado por la persona que intenta parecer altruista y que nada que ver con tal calificativo, ese provecho que busca una rentabilidad a ojos vista, debiera estar entre las prohibiciones del uso de la imagen, eso que está tan de moda pero que no parece abarcar todo el ámbito que hay.
Alypen, verás que no estoy en absoluto de acuerdo con lo que dices que, por otro lado, es muy frecuente. Pero si recapacitas sobre ello verás como te das cuenta de que tales actos no contribuyen a que las atenciones de los diferentes centros no mejoran como consecuencia de esta visita mientras la visitadora se apunta tantos en su personalidad.
Saludos
Y si de sorpresas se trata,letriz, ¿qué tal si visitas una escuela, hospital, un asilo de ancianos?. Los que son públicos digo. Para ver si funcionan como corresponde. Ver si chicos, viejos y enfermos tienen la atencion debida .