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Muy interesante este asunto.A mí,por suerte no me ha pasado,pero en mi trabajo a mi jefe directo sí,hay veces que la directora se enfada por algo,no sabemos qué y,o bien le ignora,o bien le habla de malas formas o es muy antipática con él.Lo segundo también lo hace con los demás,a veces ignorar y a veces ser borde,nunca sabes porque,a veces lo averiguas porque captas alguna conversación de ella con otra persona y a veces no.A él le afecta mucho,a mí ya me da igual,yo si me habla y noto que está en plan borde le contesto normal,en unos días se le pasa.Mi jefe le da muchas vueltas al coco,sobre todo cuando le ignora,yo paso muchísmo,ella tiene un problema,pero es de ella,yo no tengo que cargar con él.
Desde luego que alguien te ignore a diario,y si la situación se sostiene en el tiempo,debe ser devastador y cuando ya es de tu propia familia.......una situación que debe ser más dura si cabe.
Debe ser un trabajo interior arduo asumir que el problema lo tiene esa persona,que evidentemente lo tiene,nadie que goce de un mínimo de empatía le hace algo tan feo a una persona,las cosas se hablan y se solucionan o al menos se muestra el desagrado,pero ignorar.....horrible,además de ser un tipo de maltrato.
La ley del hielo es lo que en inglés llaman "Silent treatment" y no es que sea una especie de maltrato, es que lo es. De hecho, es una de las formas de maltrato preferidas por los que sufren el trastorno narcisista de la personalidad. Es muy efectiva porque desmorona por completo a la víctima. Lo he dicho hasta la saciedad en otros hilos: la soledad y el aislamiento hacen polvo a la gente, incluso a los que se creen independientes. En 1835, cuando en Irlanda, Gran Bretaña y Reino Unido, el Parlamento aprobó la reforma de la ley penitenciaria, la "ley del hielo" pasó a sustituir al castigo físico o corporal porque se consideraba más efectiva. Es una forma de castigo muy, muy, muy usada en el maltrato psicológico (mobbing, bullying, padres a hijos...).
Desde pequeña que oía decir eso de que duele más la indiferencia que un insulto. Una vez escuché la explicación de la boca de un experto, en un seminario al que asistí. Decía que mientras una persona te dice "idiota" (por ejemplo, para utilizar un insulto...) es que, de algún modo le importas. De algún modo a la otra persona le preocupa que seas "idiota" o no. Mientras que la indiferencia o el vacío es el mayor latigazo que se le puede dar a alguien.
Así es. Tal cual. Lo que más duele es la indiferencia. ¿Por qué? Porque, aunque la gran mayoría de gente piensa que lo contrario al amor es el odio, se equivocan: lo contrario al amor es la indiferencia. El odio implica un vínculo sentimental y, normalmente, viene del amor (por supuesto, no hablo de casos de delitos, por ejemplo el caso del asesino de tu hijo, etc., ahí es normal que haya odio sin haber habido amor). Pero vaya, que es eso: la indiferencia es lo que más duele, y eso lo hemos experimentado todos supongo alguna vez con alguien del que nos hemos enamorado y que no nos hacía caso. Siempre pongo el ejemplo de Belén Esteban: lo que ha desquiciado siempre a esta mujer es la indiferencia de Jesulín. Nunca ha conseguido de él ni siquiera una palabra de odio, sólo indiferencia, y eso la volvió loca.
A mí, esto me pasa con una "amiga" que en realidad es amistad de conveniencia, pero en fin. Siempre ha sabido cómo sonsacar información de las personas, en concreto de mí, y es tocando los temas que más me duelen. Sabe que hay cosas que provocan en mí una reacción. Ella lo que hace, en concreto, es hacer afirmaciones o suposiciones para que el otro lo niegue, se justifique y le dé la explicación que busca para obtener información. Es como una mosca cojonera: insistiendo con sus teorías, sus comentarios, sus indirectas, sus pullas... Con el tiempo, he aprendido la técnica a usar: indiferencia. Aunque el tema por el que me pregunta me tenga sin dormir por las noches. Indiferencia total y absoluta.
Es una técnica que parece fácil pero no lo es. Cuando empecé decía cosas como "Ah, Fulanito... pues ni idea, no sé nada de él desde hace tiempo, me da igual". Ya la tienes liada. "¿Cómo? ¿No habláis? ¿Os habéis enfadado? ¿Qué ha pasado? No es normal que estéis tanto tiempo sin hablar". Ahora lo que hago es decirle directamente "¿Pero qué tiene que ver Fulanito en esto?" o "Los temas del trabajo, los dejo en el trabajo". Y eso la desquicia. La vuelve loca. "Es que no cuentas nada, es que te lo callas todo, es que eso es malo, eres demasiado reservada". Lo dicho: la indiferencia es el peor castigo.
Esto es casi lo mismo que me ocurrìa a mi, mi ex amiga era una lleva y trae, y cuando se encontraba con otros me criticaba y sobre todo me ninguneaba, me subestimaba...yo al final hacia lo mismo que tù, no le contaba nada de mi ni de nadie, pero me abrumaba su energia, por eso optè por alejarme, la manipulacion que ejercia sobre mi por medio de la làstima era , viendolo ahora a la distancia, horrorosa...lo peor es que todos me lo decian y yo no les creìa...en fin, que yo huyo de gente asi como de la peste, pero los años y la experiencia ayudan, entonces era bastante joven...Así es. Tal cual. Lo que más duele es la indiferencia. ¿Por qué? Porque, aunque la gran mayoría de gente piensa que lo contrario al amor es el odio, se equivocan: lo contrario al amor es la indiferencia. El odio implica un vínculo sentimental y, normalmente, viene del amor (por supuesto, no hablo de casos de delitos, por ejemplo el caso del asesino de tu hijo, etc., ahí es normal que haya odio sin haber habido amor). Pero vaya, que es eso: la indiferencia es lo que más duele, y eso lo hemos experimentado todos supongo alguna vez con alguien del que nos hemos enamorado y que no nos hacía caso. Siempre pongo el ejemplo de Belén Esteban: lo que ha desquiciado siempre a esta mujer es la indiferencia de Jesulín. Nunca ha conseguido de él ni siquiera una palabra de odio, sólo indiferencia, y eso la volvió loca.
A mí, esto me pasa con una "amiga" que en realidad es amistad de conveniencia, pero en fin. Siempre ha sabido cómo sonsacar información de las personas, en concreto de mí, y es tocando los temas que más me duelen. Sabe que hay cosas que provocan en mí una reacción. Ella lo que hace, en concreto, es hacer afirmaciones o suposiciones para que el otro lo niegue, se justifique y le dé la explicación que busca para obtener información. Es como una mosca cojonera: insistiendo con sus teorías, sus comentarios, sus indirectas, sus pullas... Con el tiempo, he aprendido la técnica a usar: indiferencia. Aunque el tema por el que me pregunta me tenga sin dormir por las noches. Indiferencia total y absoluta.
Es una técnica que parece fácil pero no lo es. Cuando empecé decía cosas como "Ah, Fulanito... pues ni idea, no sé nada de él desde hace tiempo, me da igual". Ya la tienes liada. "¿Cómo? ¿No habláis? ¿Os habéis enfadado? ¿Qué ha pasado? No es normal que estéis tanto tiempo sin hablar". Ahora lo que hago es decirle directamente "¿Pero qué tiene que ver Fulanito en esto?" o "Los temas del trabajo, los dejo en el trabajo". Y eso la desquicia. La vuelve loca. "Es que no cuentas nada, es que te lo callas todo, es que eso es malo, eres demasiado reservada". Lo dicho: la indiferencia es el peor castigo.
En la familia, puede ocurrir que naces en un ambiente tóxico, pero no te haces consciente de ello, de ciertos comportamientos hasta mucho más allá de la mayoría de edad, quizás con 40 años o más y claro, en ese momento es muy difícil decirle a esa persona tóxica, que puede ser tu padre, que ha abusado del respeto de los hijos "Tenemos que hablar", y empezar a analizar su comportamiento de décadas......@Annette y @Bombilla : de acuerdo con vosotras, a veces no existe otra forma de cortar una relación tóxica más que así, mediante esta ley; no todo el mundo es capaz de hacer introspección y sería inútil tratar de explicar porqué no quieres seguir con esa amistad, relación o lo que sea.Desgraciadamente con alguna personas es imposible el diálogo , siempre es otro el culpable de que todo vaya mal, así que aunque el modo sea drástico,lo siento pero es el único posible.
En la familia, puede ocurrir que naces en un ambiente tóxico, pero no te haces consciente de ello, de ciertos comportamientos hasta mucho más allá de la mayoría de edad, quizás con 40 años o más y claro, en ese momento es muy difícil decirle a esa persona tóxica, que puede ser tu padre, que ha abusado del respeto de los hijos "Tenemos que hablar", y empezar a analizar su comportamiento de décadas......
Lo más probable es que te diga "¿A qué viene esto, pero que te ha pasado de repente, a qué vienen estos reproches?"
Total, que lo único que te queda es callar y apartarte de esa persona para que deje de abusar de ti.
Esos abusos no tienen por qué ser sexuales (que también se tarda mucho uno/a en ser consciente y denunciar) sino que pueden ser abusos económicos, o de confianza, o de inmiscuirse en la vida de los hijos sin respeto ninguno, o aprovecharse de la posición social de los hijos para recabar favores de su entorno. En fin, mil situaciones que son muy difíciles de resolver con un diálogo que, llegado un momento, es imposible.
