La Cocina Italiana

Día Mundial de la Pizza: 14 lugares en Buenos Aires para comer las más ricas

Infobae propone un recorrido pizzero para probar las mejores adaptaciones de este clásico napolitano​

9 de Febrero de 2021



9 de febrero, el Día Mundial de la Pizza (Shutterstock)
9 de febrero, el Día Mundial de la Pizza (Shutterstock)

Cada 9 de febrero se celebra el Día Mundial de la Pizza. Comenzó a celebrarse en Nápoles, Italia, desde el siglo X, tomó fuerza en Estados Unidos y se volvió un hito gastronómico mundial rápidamente para todos los amantes de la pizza.

Es por eso que en su día, Infobae propone un recorrido pizzero por Buenos Aires para disfrutar de los mejores lugares con propuestas tradicionales y diferentes.

Los Maestros

La pizza de Los Maestros, una con historia
La pizza de Los Maestros, una con historia

Desde que en 1941, las primeras manos inmigrantes comenzaron a amasar las tradicionales pizzas al molde y a la piedra. Comenzaron en Avellaneda, en pleno Crucecita, y hoy marcan presencia en los barrios de Recoleta , Barrio Norte y Palermo. Conjugando el esmero y dedicación de verdaderos maestros pizzeros con los conceptos más modernos de higiene, calidad y servicio, han sabido ganarse un lugar de privilegio en el competitivo mundo de la pizza y la empanada.

¿Dónde? Uriburu 1305, Barrio Norte.


La Mezzetta

La Mezzetta
La Mezzetta

Fundado en 1939, La Mezzetta no empezó haciendo pizza, aunque poco se sabe de sus comienzos. Si se sabe que comenzó a ser atendido por Abelardo, Gervasio y Marcelino con sus tortas de ricota, pastafrola, budín de pan, tarta de coco y solamente cuatro gustos de pizzas y empanadas fritas. Sus dueños recuerdan que donde hoy está ubicada la famosa “Plaza San Miguel de Garicoits” sobre Alvarez Thomas y Virrey Loreto, antes era el cine “El Atlántico” y en el intervalo los vecinos disfrutaban de sus pizzas.

El top tres de las pizzas del clásico de Colegiales son la de fugazzeta, la napolitana y la pizza de jamón y morrones. Tres infaltables para compartir con amigos o con familia.


¿Dónde? Av. Álvarez Thomas 1321, Colegiales.

Guerrin

La de mozzarella, un clásico de Guerrin (Maximiliano Luna)
La de mozzarella, un clásico de Guerrin (Maximiliano Luna)

Las generaciones cambian pero la mística de este templo logra pasar de padres a hijos sin que el mito que lo rodea pierda fuerza. El sabor y la personalidad de la pizza plasmada en el año 1932 siguen intactos. Güerrin es la síntesis más lograda de la idea de pizza argentina, una pieza clave en la construcción de la identidad gastronómica porteña.

Su top tres está compuesto por el primer puesto para la clásica de muzzarella, el segundo para la de napolitana y el tercero para la de jamón y morrones.


¿Dónde? Av. Corrientes 1368, Microcentro.

Banchero

La de anchoas también es un clásico (Maximiliano Luna)
La de anchoas también es un clásico (Maximiliano Luna)

Fue fundado por el inmigrante Genovés Juan Banchero y sus dos hijos Antonio y Agustin en el año 1932. Allí se creó la fugazza con queso. Banchero tiene cuatro locales, el original en el Barrio de la Boca, dos sobre la calle Corrientes y otro en el shopping Torres del Sol de Pilar. Banchero es la pizzería más antigua que continúa en manos de la familia fundadora.

Las pizzas al molde más pedidas de la casa son la fugazza con queso y la muzzarella tomate y albahaca.

¿Dónde? Av. Corrientes 1300, Microcentro.

Francisca del Fuego

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En la zona de los Arcos del Rosedal se encuentra Francisca, un espacio que rinde tributo al fuego basándose en una cocina orgánica, de mercado y de autor, con una amplia carta de pizzas realizadas al horno de barro. Ese es precisamente su elemento distintivo: la elaboración de su base utilizando las bondades y características de la masa madre, convirtiendo cada presentación en un producto más ligero, saludable y delicioso que, al sellar su cocción al horno de barro, potencia al máximo todos sus sabores.

Entre las pizzas más elegidas de Francisca se encuentran La Margherita, con salsa de tomates biodinámicos infusionados con albahaca y ajo, muzzarella, parmesano, albahaca y oliva; La desconocida Stracciatella con salsa de tomates biodinámicos infusionados con albahaca y ajo, stracciatella, castañas de cajú, albahaca y oliva; No me olvides de muzzarella, parmesano, cebolla caramelizada, provoleta de cabra, ciboulette y oliva; Nápoles con salsa de tomates biodinámicos infusionados con albahaca y ajo, muzzarella, parmesano y albahaca, tomates cherrys confitados y pesto; Fugazzeta especial con mozzarella, parmesano, cebolla morada, eneldo y oliva; y Fainá con oliva y pimienta de Jamaica.

¿Dónde? Av. Libertador 3883, arco 14, Palermo, CABA.

Hell´s Pizza

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Propuesta de pizza “por slice” que transporta al Soho Neoyorquino con una opción novedosa donde se respira un espíritu joven y urbano, característico de la ciudad que nunca duerme.

Realizadas por Danilo Ferráz, sus pizzas tienen un mayor tamaño (45 cm de diámetro), son bien finitas, crujientes y las sirven con originales toppings como queso cheddar, pollo, bacon, pepperoni, jalapeños, mozzarella ahumada, chipotle, salsa buffalo, barbacoa y más. Las favoritas son la Obama, con pepperoni de Tandil y mozzarella y la Chick Norris con pollo desmechado, salsa barbacoa casera, queso cheddar y cebolla morada.

¿Dónde? Humboldt 1654, Palermo.

Periplo

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Ubicado al pie de El Centro Náutico Puerta Delta, este local abrió hace dos años y es una parada clave para quienes están en Benavídez (a solo 10 minutos del Centro Comercial Nordelta) convirtiéndose así en el mejor punto de encuentro para antes y después de navegar con las mejores propuestas de pizzas y cervezas artesanales de la zona. “La pizza es uno de los platos preferidos por nuestros clientes, si bien las clásicas de fugazzeta o muzzarella nunca fallan, cada vez más creamos propuestas para complacer a aquellos paladares que buscan una propuesta más gourmet” explica Jermías Ginko co-founder de Periplo.

Dentro de su top tres están las de Jamón crudo con salsa de tomate, muzzarella y rúcula. En segundo puesto la de “langostinos” con queso mozzarella y salteado de langostinos y en tercer puesto la “Francesa” con queso mozzarella, brie y tomates secos.

¿Dónde? Arribeños 699, Benavidez.

Cosi Mi Piace

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En Palermo Soho deleita a los amantes de la pizza romana con su amplia variedad de pizzas bianche e rosse. Lo que las distingue es su masa fina y crocante, casi sin bordes, elaboradas con harina italiana Divella, cuentan con fermentación natural y se cocinan en un horno a leña especialmente traído de Nápoles que da como resultado final una masa bien seca y crujiente. Entre las alternativas a degustar y más pedidas por los comensales, destaca la Straciatella con salsa de tomate, straciatella, albahaca y pimienta negra o la Funghi hecha con portobellos horneados y crudos, salsa de tomate, mozzarella fior de latte, perejil y ajo confitado.

¿Dónde? El Salvador 4618, Palermo.

El imperio de la Pizza

Lugar histórico donde se respira el viejo Buenos Aires, y el hecho que este enfrente del Cementerio de Chacarita lo hace especial para aquellos nostálgicos del tiempo y la historia.

La pizza es notable, con servicios de mesa y para comer en barra de pie. Con cerveza tirada la pizza sabe mejor, lugar ideal para ir con amigos. La pizzería está ubicada en el extremo final de la avenida Corrientes, en su cruce con la avenida Federico Lacroze, frente a la estación terminal del Ferrocarril Urquiza y de la entrada del Cementerio.

¿Dónde? Av. Corrientes 6899, Chacarita.
 
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El Fortín

El Fortín de Villa Luro, con sus opciones de pizza y fainá imperdibles
El Fortín de Villa Luro, con sus opciones de pizza y fainá imperdibles
Esta famosa pizzería del barrio de Monte Castro en su límite con Villa Luro, con una clientela tan consecuente que podría ser comparada con una hinchada. Bullicio, amigos, gente que entra y sale; buena iluminación y rapidez, hacen de El Fortín un lugar acogedor al que vale la pena ir, pero sin dudas la calidez y la atención de su gente, hace que las ganas de volver reine.

Estuvo nominado a Mejor Pizzería en los Premios Oleo 2013 y su trayectoria la convirtió en punto de encuentro para reuniones entre amigos. La vedette del lugar es la fugazzeta rellena, seguida por la pizza de jamón y morrones, y la fainá, considerada por muchos como la mejor faina del país. La opción de comer en el mostrador o pedir una mesa y vivir una experiencia bien porteña.

¿Dónde? Av. Álvarez Jonte 5299, Monte Castro.

Pin Pun

(Franco Fafasuli)
(Franco Fafasuli)
En 1927 abrió sus puertas fundada por inmigrantes genoveses. Con sus recetas italianas se convirtió en Pin Pun, una de las pizzerías más populares e icónicas de la Ciudad de Buenos Aires, que además de sus pizzas se destaca por sus empanadas fritas convirtiéndose en un clásico de Almagro. Pizza al corte y siempre en un salón familiar.

Dentro de sus pizzas estrella, se destacan: la pizza de muzzarella es otro gran éxito, la más premiada de la ciudad elegida por los vecinos. Su segunda especialidad es la fugazzeta rellena, de gran abundancia con cebolla y queso. “En el 2018 el Gobierno de la Ciudad organizó la mejor pizza de muzzarella donde obtuvimos el 1 puesto elegidos por los vecinos de CABA”, dijeron sus dueños en diálogo con Infobae.

¿Dónde? Av. Corrientes 3954, Almagro.

Pizza Zën

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Una propuesta diferente fuera de lo clásico, Pizza Zën fue creado por Roberto y Mateo Petersen y nace con el sueño de llevar a los hogares argentinos la pizza que hacen ellos los domingos en su casa: prendiendo el horno de barro a 450 grados, dejando levar los bollos 48 horas y utilizando harina orgánica integral, sin máquinas ni conservantes o aditivos. Con esto lograron una masa única: crocante y liviana.

Su top 3 son: “Margarita Love” con salsa de tomates orgánicos, mozzarella, queso Lincoln, tomates secos mendocinos, albahaca. La “Porto Smoke” con salsa de tomates orgánicos, mozzarella, hongos portobello, queso ahumado y la “Provolone not Alone” con salsa de tomates orgánicos, mozzarella, queso provolone, verdeo.

¿Donde? Contacto por las redes sociales @pizzazen en Instagram

Cincinnati

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El restaurante de cocina italiana de la zona de Retiro, ofrece 15 variedades de pizzas de estilo napolitano caracterizadas por ser de masa suave y bordes alveolados. Las pizzas se cocinan en menos de 90 segundos en un horno eléctrico traído de Nápoles que, con una base de piedra volcánica, alcanza los 450° logrando ese borde aireado tan distintivo y un piso de la pizza muy suave y blando en el medio.

La carta luce 15 variedades, entre las se distinguen tres opciones que son las favoritas de los comensales: la Diavola (pomodoro, salame italiano, mozzarella fior di latte), la Quattro Formaggi (mozzarella, gorgonzola, boconccino y mascarpone) y la especial de la casa, Cincinnati (pomodoro, burrata, prosciutto italiano, tomate cherry y rúcula).

Para maridar, Cincinnati cuenta con una destacada carta de vinos, cocktails de autor y cervezas exclusivas de marcas italianas.

¿Dónde? Esmeralda 924, Retiro.

Tomasso

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La propuesta de pizzas artesanales, ofrece once variedades de masa crocante, elaboradas con ingredientes frescos y de calidad. Proponen opciones originales como la Americana, una verdadera explosión de sabor que combina mozzarella, cheddar, panceta crocante y barbacoa; y otras más clásicas que no fallan y que son las más elegidas por el público, tal es el caso de la doble mozzarella, la napolitana y la de jamón.

¿Dónde? Aguero 1955, Recoleta.


 

Sopa de huevo y queso (Stracciatella alla Romana)


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Tiene el mismo nombre que uno de los helados más famosos del mundo, que se inspiró en esta sencilla y reconfortante sopa. Es ideal para hacer las paces con el frío aunque no vivas en Bérgamo.​


Mireia Font 16/02/2021 - 12:08 CET

¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? Nadie lo sabe. ¿Qué fue primero, la sopa de stracciatella o el helado con el mismo nombre? La sopa, sin duda alguna: de origen romano y presente en otras regiones con variaciones. Este sencillo y reconfortante caldo de carne con huevo, queso rallado y nuez moscada sirvió de inspiración al restaurante-heladería La Marianna de Bérgamo -allá por los años 60 del siglo pasado- para reconvertirlo en el helado que todos conocemos; base de leche, yemas de huevo y virutas de chocolate.

El nombre proviene del verbo stracciare, que significa “romper, rasgar, hacer tiras”, debido al aspecto que adquiere el huevo batido cuando se cuece en el caldo. Tradicionalmente, este plato popular y excelente ejemplo de cucina povera se elaboraba para aprovechar el caldo sobrante y se servía como entrante en las comidas de Pascua.
El tándem caldo -o agua- y huevo no es patrimonio exclusivo de Italia. Encontramos versiones muy parecidas en muchos países; de China; con salsa de soja y jengibre, a Japón -con dashi y copos de bonito seco- pasando por Grecia (con orzo y zumo de limón).
En Francia y España, las bisabuelas y abuelas muchas veces remataban sus clásicas y humildes sopas de ajo con huevos. Las de allí usaban las claras y las yemas por separado; las de aquí solían poner los huevos enteros. En fin, si esta sopa existe alrededor del planeta por algo será… sencilla, sabrosa, reconfortante e imbatible, es ideal para reconciliarse con el invierno.
Dificultad
Inexistente.
Ingredientes
Para 2 personas
  • 500 ml de caldo de carne (ternera, pollo o mixto)
  • 2 huevos
  • 4 cucharadas colmadas de queso pecorino romano o parmesano rallado (unos 80 g)
  • 1 pizca de nuez moscada
  • 1 cucharadita de piel de limón rallada (opcional)
  • Pimienta negra al gusto (opcional)
  • Perejil o mejorana para decorar (opcional)
  • Sal al gusto
Preparación
  1. En un cazo, calentar el caldo a fuego medio.
  2. Picar el perejil y reservar.
  3. En un cuenco, batir los huevos, el queso, la nuez moscada, la piel de limón y la sal.
  4. Cuando empiece a hervir el caldo, bajar un poco la intensidad del fuego, agregar el contenido del cuenco poco a poco y remover con un batidor manual o tenedor para que se formen pequeños copos flotantes.
  5. Retirar el cazo del fuego y remover un minuto más. Emplatar, espolvorear la pimienta, esparcir el perejil y servir.
 
Que buen hilo, mejor no leer con hambre!

Analizando el porqué del éxito a nivel mundial de la comida italiana creo que se pueden llegar fácilmente a las conclusiones:

- La evidencia de que está muy buena.

- Son unos números maestros en el diseño y en el marketing, no es secreto que la industria italiana se hace con productos de otros países como el aceite español (objetivamente mucho mejor), lo embotellan y etiquetan precioso, le ponen el "Made in Italy" que han sabido vender como nadie y a triunfar.

- La emigración italiana. Los italianos emigraron en masa a otros lugares desde primeros del siglo XX, con ellos obviamente llevaron su cocina, abrieron restaurantes ... se hicieron algo familiar para el paladar de sus países de origen.

- La que para mi es la más importante, el bajo coste y la internacionalidad de la base de su cocina que es la pasta o la masa. Harina, agua y sal existen en todos los lugares del mundo y son los ingredientes más baratos del mercado, cualquier persona puede acceder a ello en cualquier lugar del mundo, no hace falta exportarlo de Italia. Esto los hace imbatibles. Obviamente la cocina italiana puede ser costosa según los ingredientes, pero puede no serlo y como he dicho no hace falta exportación, puede que algún producto de la receta, pero solo la guinda, el queso por ejemplo, pero la base no. La cocina española en esta cuestión pierde todas las posibilidades, tenemos platos económicos riquísimos, como la tortilla de patatas, pero las joyas de nuestra gastronomía como podrían ser el jamón, los mariscos, los moluscos, pescados, carnes ... está sujetos a un coste más elevado, a un consumo en cercanía por la delicadeza del producto y a la exportación. En nuestro caso necesitarían exportar la base de la receta lo que la encarece X1000. En ese punto perdemos la carrera, la buena cocina española no es exportable. Aunque nuestras "tapas" parecen estar teniendo buena aceptación en muchos lugares del mundo, todos sabemos que lo que vemos en el extranjero no hace justicia a las maravillas de tapas y pintxos que podemos degustar en los bares de nuestras ciudades.
 
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10 dulces de Pascua tradicionales en Italia

Pastelería italiana de Pascua: hay que probarla al menos una vez en la vida / Wikipedia

Pastelería italiana de Pascua: hay que probarla al menos una vez en la vida / Wikipedia

18 marzo 2021, Eleonora Passetto

La Semana Santa 2021 está a la vuelta de la esquina, y aunque las celebraciones y festividades serán diferentes este año debido a la pandemia de coronavirus, podrás seguir disfrutando de las mejores tradiciones italianas de Semana Santa en casa. Hay una gran variedad de dulces italianos para disfrutar de esta Semana Santa 2021 desde casa, algunos son postres y pasteles muy sencillos vinculados a la cultura campesina, mientras que otros son más elaborados y coloridos. Hay postres asociados al territorio y otros que han traspasado las fronteras regionales para convertirse en un símbolo de la Semana Santa en Italia.

Conozcamos los 10 postres tradicionales de Pascua de toda Italia que, a pesar de las continuas restricciones de la COVID-19, puedes disfrutar esta Semana Santa 2021 o incluso probar a hacerlos tú mismo en casa.

Colomba - Lombardia

Una especialidad milanesa, la Paloma de Pascua / Nicola Flickr

Una especialidad milanesa, la Paloma de Pascua / Nicola Flickr

Colomba di Pasqua (Pan de Paloma de Pascua en español) es un pastel de Pascua tradicional italiano. Es sin duda el pastel de Pascua más popular en Italia, pero también el más comercializado: se puede encontrar en todas las pastelerías italianas. La masa para la colomba se hace con harina, huevos, azúcar, levadura natural, mantequilla y finalmente se cubre con azúcar perlado y almendras. Este pan de Pascua se hornea en forma de paloma, que simboliza la paz.

Pinza - Friuli Venezia Giulia

Pinza, un dulce de pan con levadura de Trieste / Dolci Senza Rinunce

Pinza, un dulce de pan con levadura de Trieste / Dolci Senza Rinunce

La Pinza es un pan suave y delicado, poco dulce, aromatizado con cáscara de limón y naranja. Es una repostería típica de Trieste y la tradición es consumirla acompañada de una loncha de jamón, para romper el ayuno del Viernes Santo. En la superficie se dibuja una especie de Y, que recuerda la pasión de Cristo.

Salame del papa - Piamonte

Salami de chocolate / Wikimedia commons

Salami de chocolate / Wikimedia commons

El salame del papa o salami de chocolate, es un postre cuya forma recuerda al salami. Es muy sabroso y contiene ingredientes típicos piamonteses como la mantequilla, las avellanas y el cacao. Este regalo es perfecto para la Pascua o en cualquier momento. Es fácil de preparar, ya que no se cuece al horno o con levadura, sólo hay que mezclar todos los ingredientes con la mantequilla y moldearlos en la forma correcta.

Pasimata - La Toscana

Pasimata, un pastel de Pascua de Garfagnana, Lucca / Luccaindiretta

Pasimata, un pastel de Pascua de Garfagnana, Lucca / Luccaindiretta

La pasimata es un pastel de Pascua toscano con una larga y laboriosa preparación (¡a veces hasta 2 días!). Típico de Garfagnana, Lucca, está hecho con ingredientes sencillos (harina, huevos, mantequilla, azúcar, levadura) pero tiene un gran sabor, similar al panettone, pero aromatizado con semillas de anís y piel de naranja.

Tortano - Lacio

El tortano se prepara en Gaeta (Latina), en el sur del Lacio. Es un pastel en forma de anillo espolvoreado con azúcar glas y decorado con virutas de chocolate de varios colores. Es un dulce muy simple con un sabor delicioso, tan suave que parece que estás comiendo una nube. Para hacerlo de distintos sabores, se pueden utilizar diferentes aromas, de almendra o cítricos. Es importante batir bien las claras de huevo con el azúcar hasta que quede una mezcla espumosa, ya que esto garantiza el nivel de suavidad adecuado para este típico postre italiano.

Pastiera Napoletana - Campania

Este postre se consume en la región de Campania / Wikipedia

Este postre se consume en la región de Campania / Wikipedia

Pastiera es el pastel de Pascua napolitano por excelencia, conocido y apreciado en toda Italia. Es una tarta hecha con pan de molde para la corteza, rellena con un preparado de trigo cocido en leche y ricotta. A menudo se aromatiza con cáscara de naranja, canela, vainilla, cáscara de limón, cáscara de cidra confitada, agua de azahar y a veces con calabaza en conserva.

Pastatelle - Apulia

Los pastatelle son una receta típica de Puglia que se puede encontrar en las mesas de la región durante el período de Pascua. Son simplemente panzerotti o pequeños calzoni que contienen diferentes tipos de mermeladas. Una vez cocidos, se untan en leche y yemas de huevo y se decoran con azúcar glas.

´Ncinetti - Calabria

Los 'Ncinetti o Uncinetti, son una típica galleta de Pascua del sur de Italia. Los 'ncinetti también se preparan con motivo del Domingo de Ramos y luego se cuelgan para decorar las palmeras en el exterior de la iglesia. Se hacen con huevos, azúcar y harina, pero son especiales por su gruesa capa de glaseado hecho con yema de huevo y anís.

Cassata - Sicilia

Cassata siciliana, famosa en todo el mundo / Wikipedia

Cassata siciliana, famosa en todo el mundo / Wikipedia

La Cassata es sin duda uno de los postres italianos más populares en el extranjero. Se trata de un bizcocho elaborado con cremosa ricotta, almendra aromática y fruta confitada. Hay muchas variedades locales que lo hacen único y especial, tanto en apariencia como en la masa. Si no puedes comerte un pastel entero, también puedes comprarlo en porciones individuales, llamado cassatine.

Cuddura - Cerdeña

Cuddura, un plato típico de Pascua de Cerdeña / Wikipedia

Cuddura, un plato típico de Pascua de Cerdeña / Wikipedia

Este es un postre muy simple hecho de masa de pan con levadura (o pan de mantequilla) y decorado con huevos duros y virutas de colores. Puede tener forma de cesta, paloma, campana, corazón, muñeca, etc. Cada forma tiene su propio significado.

 
Mozzarella, burrata, stracciatella... Qué son y en qué se diferencian los grandes quesos frescos italianos

Mozzarella, burrata, stracciatella... Qué son y en qué se diferencian los grandes quesos frescos italianos




No hay una pizza sin mozzarella, un antipasto sin burrata ni un helado sin stracciatella. El mundo de los quesos frescos y blancos italianos es amplio como recurrente su uso en cocina. Sin embargo, aunque puedan parecer similares en algunas ocasiones, estos tres quesos -y algún otro pariente suyo- tienen sus diferencias, tanto organolépticas como culinarias.


Hoy, para aportar un poco de luz sobre este curioso universo, os invitamos a conocer mejor estos tesoros gastronómicos italianos, repletos de sabor, untuosidad y muy, muy versátiles, que comparten ciertos elementos. Uno de ellos es el origen y es que estos productos lácteos se fabrican en todo el sur de Italia (lo que catalogaríamos como toda la suela de la bota), desde Campania hasta Puglia, pasando por Basilicata, llegado incluso a Sicilia y a algunas provincias del centro del país.


En esta zona del país están sus orígenes, aunque su éxito comercial ha propiciado que también se produzca en otras regiones del país pero el epicentro sigue siendo el sur. Todos tienen en común ser quesos blancos, frescos, sin corteza y elaborados con pasta hilada, que le permiten tener esa textura suave y chiclosa, capaz de hacer que se estire cuando lo mordemos o manipulamos.

Entendiendo a la pasta hilada

Foto 01 Proceso De Filatura De La Mozzarella Consorzio Mozzarella Di Bufala Campana
Filatura de la mozzarella. Consorzio Mozzarella di Bufala Campana

Es el big bang para comprender las diferencias de estos tres quesos, casi con forma de matrioska rusa, y es el punto de partida de la mozzarella, que se extiende a los otros dos quesos, que son productos distintos pero comparten al menos el inicio del proceso.


Hablamos de un queso fresco que se obtiene de coagulación enzimática. Esta leche se calienta hasta unos 35º, aproximadamente, y se le añade el suero resultado de la producción del día anterior. Esto provoca que la leche esté ligeramente acidificada, por ese añadido.



Sin embargo, la consistencia característica de la mozzarella y de los quesos hilados o filamentosos se obtiene tras dejar esa cuajada drenada sumergida en agua caliente, que se amasa y estira hasta que se vuelve plástica.


Cuando la masa está lista, se corta para que pierda el suero y se trocea, que es donde comienza el proceso de hilatura (filatura en italiano), añadiendo agua caliente (en torno a los 90º) y que se remueve para que la masa quede filamentosa. Esos grandes hilos serán los que los artesanos estirarán y cortarán (de ahí viene el nombre mozzarella, derivado de mozzare, o lo que es lo mismo cortar esa masa hilada), modelándose en las características bolas de mozzarella que ya conocemos.

Mozzarella, la más conocida

Foto 02 Proceso De Corte De La Mozzarella Consorzio Mozzarella Di Bufala Campana
Corte de la mozzarella. Consorzio Mozzarella di Bufala Campana

Su uso en pastas y pizzas la ha hecho mundialmente famosa, aunque puede dar mucho más juego en tu cocina que sobre esas recetas, ya sea en sándwiches, rellenando vegetales o dando nueva vida a tus ensaladas.


  • Sus orígenes se encuentran en Campania -costa sudoccidental de Italia-, concretamente en la ciudad de Caserta. Aquel es el epicentro de una DOP llamada Mozzarella di Bufala Campana, que también se extiende a otras regiones como Puglia, Molise o Lazio, protegida a nivel europeo desde 1996. Sin embargo, eso no impide que el lucrativo negocio de la mozzarella esté presente en decenas de países distintos donde también se puede fabricar, con leche de vaca y por tanto no puede tener el sello de la DOP, del que apenas forman parte 100 productores del sur de Italia.
  • La auténtica mozzarella de Campania está elaborada con leche de búfala, que le da una textura más cremosa al queso, además de una mayor cantidad de proteínas, pero también de grasas.
  • Su gran demanda la convierte en protagonista en fresco de la base de cualquier pizza pero ofrece más recursos gastronómicos, sobre todo en ensaladas y también cuando la secamos y rallamos. Si la usamos en caliente, la mozzarella debe responder con igual facilidad a ser derretida, estirada y gratinada, tres características que la hacen deseada para las pizzas o para cualquier receta que implique panes.
  • Lo más habitual, al menos dentro de la DOP, es encontrar mozzarellas que oscilan entre los 150 y los 250 gramos.
  • Otros formatos permitidos son los bocconcini, ciliegine y perlina (todos de pequeño tamaño) o las treccia (trenza) que puede alcanzar los tres kilos. Así como las mozzarellas afumicatas (ahumadas), que pueden estar amparadas por la DOP.
  • Idéntico en formato y tipo de producción es el queso denominado Fior di Latte (o fiordilatte), ya que sólo se diferencia en que siempre se elabora con leche cruda de vaca. No son exactamente lo mismo pero son prácticamente idénticos y es más frecuente su elaboración en la región del Lazio, en el centro del país.

Foto Bufalas Pastando Consorzio Mozzarella Di Bufala Campana


Búfalas pastando. Se considera que llegaron a Italia por mano de reyes normandos, que las trajeron consigo después de que los árabes las introdujeran en Sicilia. Consorzio Mozzarella di Bufala Campana.


Burrata: parecida por fuera, distinta por dentro

Foto 03 Bis Rellenado De La Burrata Con La Stracciatella Igp Burrata Di Andria
Rellenado de la burrata con la stracciatella. IGP Burrata di Andria

La burrata comparte esa zona de producción al sur de Italia y parte del método de producción de la mozzarella sólo que en su caso se trata de una mozzarella rellena de nata o crema de leche.


  • Ostenta una IGP de Burrata di Andria (en Apulia -Puglia en italiano-, en la costa sudoriental del país, literalmente el tacón de la bota), de donde proviene este queso.
  • También se puede elaborar con leche de búfala y leche de vaca, siendo más costosa y rara la primera.
  • Su exterior guarda similitud con el de la mozzarella, siendo una fina capa blanca que se moldea y aplana, más resistente que su interior, muy cremoso y fundente, que está compuesto de stracciatella, nuestra tercera protagonista. Esa capa externa algo más sólida y ese interior delicioso y delicado forman una auténtica burrata.
  • Su uso gastronómico está relacionado con los antipasti (los aperitivos que preceden a la pasta) y es frecuente añadirle simplemente un poco de aceite, sal y pimienta, o acompañarla de pesto y tomates secos pero también en ensaladas ligeras como esta.
  • Debe su nombre a su parecido con la mantequilla (burro en italiano) pero no está elaborada con ella, ni tiene nada que ver más allá de que sea un derivado lácteo.
  • También existen las burratinas, que son burratas de menor tamaño y más sólidas que una burrata convencional.
  • Una buena burrata debe desparramarse sobre el plato si la cortamos, además, debe tener un sabor delicado y nunca ácido, que será un síntoma de mala conservación. Al ser un queso extraordinariamente fresco, ha de respetarse la cadena de frío con mucho celo, para que ese interior no se acidifique.
  • Sin embargo, para su consumo conviene atemperar la burrata un rato antes del consumo, para poder apreciar mejor sus matices.

Foto 04 Cuando La Burrata Adquiere Su Forma Se La Sumerge Brevemente En Agua Hirviendo Para Que La Mantenga Despues Se Enfria Con Agua Helada Igp Burrata Di Andria


Cuando la burrata adquiere su forma, se la sumerge brevemente en agua hirviendo para que la mantenga. Después, se enfría con agua helada. IGP Burrata di Andria


Stracciatella, fundamental para entender a la burrata.

Foto 05 Mezcla De La Nata Y Del Queso Para Obtener La Stracciatela Igp Burrata Di Andria
Mezcla de la nata y del queso para obtener la stracciatela. IGP Burrata di Andria

No, no es un helado o una sopa, o no sólo, vaya. La stracciatella es una mezcla de nata o crema de leche y pasta filada, que encontramos en el interior de la burrata.


  • Comparte procedencia, aunque como estos tres grandes lácteos italianos, no impide que su fabricación se limite a esta zona, ya que buena parte de la industria láctea del país vive de producir estos quesos.
  • Su nombre deriva de la palabra stracciato (despedazado en castellano) y se debe a esa rotura entre pasta filada y nata.
  • Aparte de rellenar burratas, la stracciatella puede encontrarse vendida aparte, convertida en un untable con el que muchos italianos se dan el capricho del desayuno.
  • Para fabricarla se mezclan la mozzarella desmenuzada en los hilos que te hemos comentado anteriormente con la nata

El stracchino: el referente del norte

Stracchino Fetta Di Pane
La tradicional forma del stracchino. Nonno Nanni

El mundo de los quesos blancos y frescos italianos es enorme y apasionante. A esas tres patas, podemos sumarle la presencia de otras curiosas variedades, menos conocidas en nuestro país pero que ya empiezan a verse en nuestros lineales como la robiola o el stracchino.


En el caso del stracchino hablamos de un queso fresco y blanco, cuadrado, de leche de vaca, que se elabora desde hace cientos de años en el norte del país, en la zona de Piamonte, Liguria y Lombardía, por lo que reivindica que en la parte más septentrional de Italia también se producen estos quesos ligeros. En ocasiones, algunos fabricantes curan y secan los stracchinos, convirtiéndolos en quesos más potentes y añejos, aunque lo más recurrente es encontrarlos en sus versiones frescas.


Es frecuente usarlo en los desayunos, ligeramente untado con pan o aderezado con unas gotas de aceite. Su sabor ha de ser casi fruta, con mucho aroma a leche, y es también una buena compañía para verduras a la plancha, como recomiendan desde Nonno Nanni, un caseificio -empresa productora de quesos- desde hace más de 70 años.


La robiola: untable y versátil

Robiola Piatto
La robiola en su forma tradicionalmente cuadrada. Nonno Nanni.

El norte vuelve a hacer acto de presencia con la robiola, un queso blando y fresco que, al contrario que el resto de sus compañeros de reportaje, puede ser elaborado con leche de vaca, de cabra y de oveja, pero lo más común es que sea de leche de vaca. Se produce en el norte del país e incluso cuenta con una DOP bastante antigua, la de Robiola di Roccaverano, que exige un 50% de leche de cabra en su elaboración.


Se trata de quesos igualmente frescos, salados en seco, y que son fácilmente untables porque su textura es muy cremosa. Es suave pero con cierta intensidad, producto de un buen equilibrio entre la frescura láctica, la acidez del cuajo animal y la sal. Por eso, desde Nonno Nanni aconsejan jugar con él en recetas dulces y saladas, como pudieran ser tartas de queso o quiches.


Ahora que ya sabéis más sobre los quesos frescos y blancos italianos, es el momento de decidir cuál es el que más os gusta y de adentraros en la cocina con ellos. Seguro que el resultado no os decepcionará.


Imágenes | Consorzio Tutela Mozzarella di Bufala Campana DOP/ CONSORZIO BURRATA DI ANDRIA I.G.P/Nonno Nanni

Yo como mucha Burrata me gusta mucho con pan y salsa pesto.
gracias prima 🥰😘
 

'Colomba pasquale' casera


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Este dulce de Semana Santa es una creación en forma de paloma de la empresa milanesa Motta, famosa por su panettone, pero también se puede preparar en casa con un molde circular.​


Julia Laich 02/04/2021 - 08:42 CEST

Al margen de la penitencia, la tragedia y la Pasión de Cristo, durante la Semana Santa se produce algo maravilloso: un espectacular despliegue pastelero. Torrijas, leche frita, pestiños, monas de Pascua, buñuelos de Cuaresma y otros dulces monacales hacen su anual procesión. No solo en España tenemos afición por llevar la glucemia al límite en estas fechas, también ocurre en países vecinos como Italia, donde podemos encontrar los scarcelle (Puglia), la pastiera (Campania) o el zucotto pasquale (Sicilia) entre tantos otros.

Italia tiene infinidad de recetas dulces regionales para Pascua, sin embargo, la reina de todas ellas -sobre todo desde hace unos años- es la colomba pasquale (paloma de Pascua). Se trata de una especie de pan dulce con forma de paloma, similar al panettone, cuyos ingredientes principales son harina, levadura, huevos, mantequilla, naranja confitada y un glaseado con almendras y azúcar perlado que le da una superficie crujiente. Esta no es una receta de la nonna, ni de la mamma, ni se creó para rendir culto a ningún Santo. La colomba pasquale es una inteligente creación industrial de la empresa milanesa Motta, famosa por su panettone, que se remonta a los años 30 del siglo XX (aunque hoy en día son muchas las marcas que la fabrican y también es frecuente encontrarla en panaderías).

No les voy a engañar, elaborar en casa la colomba pasquale no es del todo sencillo, pero tampoco es para nada imposible. Esta es una adaptación de lo que podríamos llamar la colomba tradicional a un molde redondo o con forma de rosca o corona -porque no todos tenemos un molde con forma de paloma- y a las habilidades de un pastelero amateur. Las cantidades de la receta están pensadas para un molde con un diámetro de 25 centímetros y un círculo interno de 6 centímetros. Si no dispones de un molde de este tipo, puedes utilizar uno redondo y colocar en el centro un aro metálico o cualquier artilugio redondo que tengas en la cocina que resista el calor durante la cocción.

En mi casa llevamos varios años preparando una receta muy similar: la ciambella mandorlata (rosca almendrada), aunque esta no lleva naranja confitada ni el glaseado característico de la colomba. Durante todo ese tiempo, hemos creído ingenuamente que era típico comerla en Bolonia por estas fechas, porque así se explicaba en el libro donde está la receta en cuestión. Hurgando un poco para conocer más sobre su origen y preguntando a italianos expertos en el buen comer -Anna Mayer, Clara y Gigi Padovani, divulgadores gastronómicos; y Matteo Coralli, pastelero en Dulcis Café de Bolonia- descubro que hemos vivido engañados y que la ciambella mandorlata no es típica, ni de Italia, ni de Bolonia, ni de Pascua. ¿De dónde sale esta receta, pues? En Bolonia, me explica Coralli, existe la brasadela, más similar a un bizcocho que a una elaboración fermentada, que puede llevar o no almendras, y que “es muy rica por la mañana con un vaso de leche o después de la cena con un vino envejecido”. Anna Mayer, Clara y Gigi Padovani, por su parte, me comentan que nunca oyeron hablar de la ciambella mandorlata, pero Clara apunta que la ciambella o ciambellone -que es lo mismo que decir “rosca” en España- sí es una receta tradicional que se preparaba antiguamente en Semana Santa con el fin de consumir huevos. La conclusión -o al menos la que parece más probable- sobre esta breve investigación es que la ciambella mandorlata tiene un poco de la ciambella tradicional antigua, de la brasadela de Bolonia y de la colomba pasquale.

Dificultad
8 de 10. Notable.

Ingredientes
Para la masa
  • 5 g de levadura seca o 15 g de levadura fresca
  • 100 ml de leche
  • 400 g de harina de fuerza
  • 80 g de azúcar
  • 1 cucharadita de sal
  • 80 g de mantequilla
  • 2 huevos
  • 100 g de piel de naranja confitada
  • 50 g de uvas pasas remojadas en zumo de naranja
  • Ralladura de un limón
  • Vaina de vainilla
Para el acabado
  • 50 g de clara de huevo
  • 30 g de almendra molida
  • 50 g de azúcar
  • 1 cucharadita de harina fina de maíz
  • 2 cucharaditas de polenta
  • 50 g de almendras enteras peladas
  • 2 cucharadas de azúcar perlado
Preparación
  1. Poner la levadura en un recipiente pequeño con la leche tibia. Dejar reposar cinco minutos y revolver para que se disuelva.
  2. En un bol grande mezclar la harina, el azúcar, la sal, la ralladura de limón y las semillas de media vaina de vainilla.
  3. Hacer un hoyo en el centro de la mezcla e incorporar la mantequilla a temperatura ambiente, los huevos y la leche con la levadura. Mezclar hasta formar una masa blanda y pegajosa.
  4. Volcar la masa sobre una superficie enharinada y amasar unos 10 minutos hasta obtener un bollo homogéneo y elástico.
  5. Dejar fermentar la masa en un bol limpio cubierto con un paño o film, hasta que duplique su volumen.
  6. Volcar la masa en una superficie enharinada y aplastar con las manos para darle forma rectangular.
  7. Colocar encima la piel de naranja confitada picada y las uvas pasas bien escurridas. Plegar en dos y amasar para integrar la fruta.
  8. Enmantecar y enharinar el molde. Formar un “chorizo” ancho con la masa y colocarlo en el molde adaptándolo a la forma. Dejar fermentar tapado hasta que doble su tamaño.
  9. Calentar el horno a 180 ºC. Hornear la rosca durante 10 minutos.
  10. Mientras, preparar el glaseado mezclando la clara de huevo, el azúcar, la almendra molida, la fécula y la polenta.
  11. Pasados los 10 minutos, retirar la colomba del horno, cubrir con el glaseado, y terminar con las almendras y el azúcar perlado por encima.
  12. Hornear durante 20 minutos más, o hasta que la superficie esté dorada y al introducir un palillo salga seco. Dejar enfriar antes de desmoldar.

 

Berenjenas a la siciliana: receta de guarnición mediterránea​


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Me encantan las berenjenas, las podría comer cada día sin cansarme, por eso me gusta encontrar nuevas formas de prepararla. Esta receta de berenjenas a la siciliana es mi último descubrimiento, y ya ha pasado a formar parte de mi recetario habitual.
También es la primera vez que he preparado ajos confitados, en realidad hice más cantidad de la necesaria y guardé los que no usé para otras recetas, pues además se pueden congelar perfectamente. Los ingredientes van un poco a ojo, si alguno os gusta especialmente poned más y reducid los demás.





Ingredientes​


Para 6 personas

  • Berenjena 3
  • Tomate 3
  • Cabeza de ajos 1
  • Anchoas 1
  • Alcaparras 3 cucharadas
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Orégano seco al gusto
  • Perejil al gusto

Cómo hacer berenjenas a la siciliana​


Dificultad: Fácil

  • Tiempo total 1 h 50 m
  • Elaboración 20 m
  • Cocción 1 h 30 m

Precalentamos el horno a 160ºC. Picamos muy menudos los ajos y los confitamos en aceite de oliva, a baja temperatura, hasta que estén muy tiernos, sin dejar que cojan prácticamente color. Los reservamos. Podemos hacer este paso el día antes o con la olla de coccion lenta.
Lavamos las berenjenas, cortamos las puntas y las cortamos por la mitad a lo largo. Le damos unos cortes en diagonal a cada berenjena y la colocamos en una bandeja engrasada con la piel hacia abajo.

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Cortamos los tomates en rodajas y las repartimos sobre las mitades de berenjenas. Sobre los tomates disponemos las anchoas, los ajos, las alcaparras y el orégano picado. Echamos agua en la bandeja en cantidad suficiente para cubrir las berenjenas hasta la mitad y también echamos un buen chorreón de aceite y sal. Las horneamos durante una hora y media y servimos con perejil al gusto.




Con qué acompañar las berenjenas a la siciliana​

Lo bueno de esta receta de berenjenas a la siciliana es que puede prepararse con antelación y calentarse un poco antes de servirse. También admite congelación, con lo que podéis hacer más cantidad y guardar una parte para otro día. Son ideales para servir con carne a la brasa o un pescado a la plancha, y una ensalada de lechugas variadas o de tomate bien aliñado.

 

Día del cannoli. Dónde comer este dulce italiano en Buenos Aires​

Crocante por fuera y suave por dentro, el cannoli es una masa frita enrollada en forma de tubo, rellena de una deliciosa mezcla con base de ricota. Estos son los lugares en donde lo podés probar.​

15 de junio de 202110:48

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16 de junio: Día del cannoliRacool Studio en Freepik.es



El 16 de junio se celebra el día del cannoli, un emblemático manjar de la región de Sicilia, al sur de Italia. Cuenta la leyenda que en la ciudad siciliana de Caltanissetta, durante el dominio árabe (alrededor del año 1000 d.C.), un harén de mujeres creó la golosina. Hoy, reversionados gracias a nuevas técnicas de gastronomía, existen varias propuestas para dejarte tentar. Te compartimos algunas:

Auténticos y sicilianos​

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En L´adesso el próximo 16 de junio ofrecerán una unidad de cannoli por $150.
En un rinconcito de Palermo se vive una experiencia gastronómica que transporta a la Bella Italia desde una amplia sección de antipastis, siguiendo por un sinuoso camino de pastas caseras, hasta el dolci final. En la carta habitual de su ristorante L’adesso, el chef Leonardo Fumarola, ofrece los auténticos cannoli sicilianos y, para que todos puedan conocer la magia de este manjar, ofrecerá el próximo 16 de junio una unidad por solo $150 y una docena por $800. Esta versión de cannoli viene rellena con ricota, frutas, chocolate y, como toque especial, se cubren con una lluvia de pequeños trozos de pistachos. Además, podrán especialmente mesas en la vereda para que la gente pueda disfrutar de infusiones y café para completar la experiencia.
  • Ofrecen servicio de delivery y take away hasta las 23 h, contactándose vía Whatsapp al (+54) 9 11 3807-5492 o a través de sus redes @ladesso_ristorante.
  • Dónde: Fray Justo Santamaría de Oro 2047, Palermo

A mano, con el toque de la nonna​

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En Biasatti, .a receta de la masa lleva vino Marsala seco, vinagre de vino blanco, cacao amargo y huevos.

El pastificio y mercato Biasatti impregna las calles de Belgrano con los sabores de la gastronomía italiana. Esta fábrica de pastas se diferencia del resto, porque todas sus preparaciones están elaboradas a mano, como lo hacía la nonna. Además, sus pastas son realizadas con harinas de primera calidad y huevos de campo de gallinas libres. El próximo 16, se suman a las celebraciones ofreciendo, únicamente por este día, 2x1 en cannoli siciliano a $220. La receta de la masa lleva vino Marsala seco, vinagre de vino blanco, cacao amargo y huevos. Para el relleno utilizan una mezcla de ricotta di pecora, canela, chips de chocolate y cáscara de naranja azucarada.
  • Se puede pedir para retirar o con envío a domicilio comunicándose al 4853-7652 o vía Whatsapp al (+54) 9 11 2590-8766. @biasattiok
  • Dónde: Ciudad de La Paz 1917, Belgrano

Cannolis orgánicos​

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En The Pizza OTL los cannoli se sirven con helado a elección.

A todos los transeúntes del Boulevard Caseros en San Telmo, Pizza Only True Love brinda una experiencia única con alimentos verdaderos, harinas orgánicas y fermentaciones naturales. En su carta ofrecen deliciosos postres con impronta italiana y entre ellos, se roba todas las miradas el Cannoli Love. Se sirve con tres unidades de masa crocante a base de vino dulce, relleno de crema de ricotta, chocolate, frutos secos y cranberries. Se puede pedir con helado a elección por $680.
  • Los cannoli pueden disfrutarse en sus mesas al aire libre de 12 a 19 h o en casa, a través de su servicio de delivery y take away hasta las 23 h, comunicándose por Whatsapp al (+54) 9 11 6193-3278 o redes @thepizzaotl.
  • Dónde: Av. Caseros 424, San Telmo

De edición limitada​

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Cosi Mi Piace tiene cannoli de edición limitada.

Un restaurante que se define como “cantina italiana” no puede dejar de celebrar este manjar, tan característico de la cocina itálica. Por eso, Cosi Mi Piace, propone dos cannoli de edición limitada -disponibles solo para el 16 de junio- para disfrutar al aire libre en la cálida vereda o en el patio interno de su local de Palermo Soho. A $350 cada uno, ofrecerán una opción rellena de crema a base de ricota con mascarpone, chocolate amargo, pistacho y miel orgánica, y otra, más dulce, rellena de ricota con mascarpone, avellanas, Nutella y láminas frutillas.
  • Para degustar de esta y demás bondades que su carta ofrece se recomienda realizar reservas con anterioridad por Whatsapp al (+54) 9 11 3948-4150 o comunicándose al 11 4831-7176. También se pueden disfrutar desde la comodidad de casa, ya que cuentan con servicio de delivery y take away. @cosimipiaceok
  • Dónde: El Salvador 4618, Palermo Soho.

Receta: Cannoli Piemontessi​

Por FRESCA - Laboratori di Pasta

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¿Qué lleva? Para la masa: masa de hojaldre, 230 gr / Yema de huevo, 1 unidad / Azúcar, a gusto

Para la crema pasticcera: leche, 250 ml / Baya de vainilla, ½ unidad / Azúcar, 75 gr / Yemas de huevo, 3 unidades / Harina 00, 25 gr.

¿Cómo se hace? Masa: en una superficie limpia y lisa, desenrollar la masa de hojaldre y cortarla en tiras de 2 centímetros aproximadamente. Luego, cepillar la masa con la yema de huevo previamente batida. Después, engrasar un cilindro con aceite de oliva extra virgen y envolver las tiras alrededor. Una vez que se hayan armado todos los cannoli, pasarlos por azúcar granulada y colocarlos en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino. Llevar a horno precalentado a 180° durante 10 minutos o en un horno estático a 200° durante unos 15 minutos, o hasta que estén dorados.

Crema pasticcera: en una olla, calentar la leche con la vainilla (no sacar las semillas). Luego, en un bowl, batir la yema con el azúcar, añadir la harina tamizada y volver a mezclar con un batidor. Retirar del fuego la olla con la leche y la vainilla y agregar lentamente a la mezcla de la yema, el azúcar y la harina. Llevar de nuevo la mezcla al fuego y revolver continuamente hasta que la mezcla obtenga una consistencia espesa. Después, colocar la mezcla en un bowl, cubrir con papel film y dejar enfriar. Luego, llevarla a una manga pastelera equipada con una boquilla de estrella para así poder rellenar los cannolis. Finalmente, espolvorear con azúcar glas (si es de su preferencia) y servir.

 

Adjuntos

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'Spaghettata di mezzanotte'


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Los italianos la inventaron para esas noches de verano en que volvían a las tantas de la playa. Esta receta sencilla lleva el clásico ‘aglio, olio e peperoncino’ a otro nivel.​


Josep Navarro 23/06/2021 - 13:08 CEST
Cuando Los Rebeldes cantaron allá por 1988 “Mediterráneo, ruta de calor, Mediterráneo, al templo del sol, Mediterráneo, noches de luz y color”, seguramente estaban pensando en las noches estivas de la costa este y sur de nuestro país. Sin embargo, también viene como anillo al dedo para introducir una receta que fue un estandarte de las noches veraniegas de los 80 al otro lado del mediterráneo: en la costa italiana.

Estoy hablando de la spaghetatta di mezzanotte, un plato de pasta que los italianos preparaban -y ojo, porque está volviendo la moda entre los millenials- en esos días de verano en que se les pegaba la arena a los pies y entre birra, música, amigos y quién sabe si algún amor furtivo de los que ya no vuelves a ver en septiembre, se les hacían las tantas en la playa y al volver a casa se les planteaba una incógnita: ¿qué hay para cenar? Pues bien, no olvidemos que estamos hablando del país en el que la pasta es más importante que el Presidente de la República, así que sí: toca pasta y, en esta ocasión, espaguetis. Los italianos -y con razón- no tienen mucho reparo en consumirla de noche, eso sí, pensando en la digestión elaboraron una receta más o menos ligera, con pocos ingredientes y fácilmente localizables en sus despensas: aceite, ajo y guindilla. Vamos, lo que los ellos llamarían un aglio, olio e peperoncino.

Aunque este básico de la cocina italiana se extiende hoy por todo el país y no es nada fácil rastrear su origen, varios portales italianos apuntan que se la debemos a Nápoles. Para que no se me enfade ningún italiano de los que están leyendo esta receta, diremos que a día de hoy este plato es italiano de norte a sur. En esta ocasión, llevamos la receta a un punto de sofisticación ligeramente superior acompañando el ajo y la guindilla de otras hierbas aromáticas como el perejil, la albahaca, el romero y la salvia, y usaremos un poco de mantequilla al final para obtener una mayor cremosidad. Si estáis buscando una receta más ligera, podéis prescindir del toque lácteo, pero no os lo recomiendo.

Mezzanotte es la palabra italiana para referirse a la medianoche, por lo que, en realidad, el nombre de esta receta no habla mucho de sus ingredientes. Aunque la tradición ochentera aboga por la receta que os voy a compartir, se pueden hacer infinitas variaciones. Podéis enriquecer la receta añadiéndole unos pomodorini -tomatitos-, unas anchoas o unas aceitunas; podéis echarle imaginación, pero recordad: la virtud de los mezzanotte radica en el ajo y la guindilla, pero sobre todo en su sencillez y rapidez, es decir, si hacéis un ragú a la boloñesa o una carbonara ya no los podéis llamar mezzanotte, por muy tarde que os los comáis.

Si algo acompaña más una noche de verano que un buen plato de pasta, es sin duda la música. Os he preparado una playlist con unas pocas canciones italianas de ayer y de hoy, que podéis escuchar mientras preparáis la receta que os dejo aquí debajo.

Dificultad
Decidir irse de la playa, que siempre cuesta un poco.

Ingredientes
Para 4 personas
  • 350 g de espaguetis
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 rama de perejil
  • 6 hojas de albahaca
  • 1 rama de romero
  • Salvia (preferiblemente en rama, pero puede ser deshidratada)
  • 1 diente de ajo (o al gusto)
  • 30 g de mantequilla
  • 1 peperoncino (o cualquier pimiento picante seco)
  • Sal
Preparación
  1. Cortar el perejil y reservar. Poner agua suficiente en una olla y llevarla a ebullición. Cuando haya hervido, añadir sal, poner los espaguetis y cocinar un minuto menos de lo que indique el fabricante, removiendo de vez en cuando para que no se peguen entre sí ni a la propia olla.
  2. Mientras tanto, calentar el aceite en la sartén y dorar el ajo y el peperoncino, que se pueden cortar en finas láminas o picar (al gusto). Cocinar por un minuto y añadir la salvia y el romero en rama. Cocinar un minuto más, removiendo constantemente. Por último, añadir la albahaca cortada en pedacitos con las manos y dejar cocinar durante un minuto más.
  3. Si los espaguetis aún no están listos, retirar la sartén, apagar el fuego y reservar, volviendo a ponerla al calor en el momento en que vayamos a colarlos. Escurrirlos -reservando un poco del propio agua de cocción- y verter en la sartén, integrándolos bien con nuestra salsa de ajo, hierbas aromáticas, aceite y peperoncino.
  4. Introducir el agua de cocción y remover durante un minuto más. Pasado ese tiempo, sacar la sartén del fuego, añadir la mantequilla fría -directamente de la nevera- y remover de nuevo hasta conseguir que impregne bien la pasta y se forme una crema densa. Espolvorear el perejil por encima y servir al momento lo más calientes posible.
 
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