Javier López Madrid, íntimo de los Reyes, Tarjetas Black Caja Madrid. Denuncia de la Doctora Pinto.


Vuelco en el caso que enfrenta a López Madrid y la doctora Pinto.

Informes policiales apuntan a la inocencia del empresario. La dermatóloga habría fabricado pruebas.

En los primeros meses de 2015 estalló un escándalo que salpicaba al empresario Javier López Madrid, consejero delegado del OHL y amigo íntimo del rey Felipe VI. La dermatóloga Elisa Pinto aseguraba haber sido acosada y amenazada por él, así como apuñalada en dos ocasiones, una de ellas en presencia de su hijo, por alguien no identificado. Después, ella misma identificó en sede policial como el presunto agresor al famoso comisario José Manuel Villarejo. Sin embargo, dos informes policiales incorporados a la causa judicial y desvelados por El Confidencial apuntan a un giro de ciento ochenta grados en este oscuro asunto. Los investigadores de la Policía Nacional concluyen que la doctora se habría inventado el acoso y hasta habría fabricado pruebas falsas.

López Madrid está casado con Silvia Villar Mir, hija del célebre empresario Juan Miguel Villar Mir. Este matrimonio conoció a la dermatóloga Elisa Pinto en 2012, cuando los dos acudieron como pacientes a la clínica donde ella trabaja. Lo que empezó siendo una amistad acabó en los tribunales. En 2014 López Madrid y Elisa Pinto interpusieron denuncias cruzadas en los juzgados por acoso. Se abrieron sendas causas judiciales en los juzgados número 26 y número 39 de Madrid. La batalla judicial transcurrió en secreto hasta que el pasado febrero se hizo pública.


LA DOCTORA ACUSA A VILLAREJO

Una vez que el caso saltó a los medios, la propia doctora concedió dos entrevistas a EL ESPAÑOL y Vozpópuli. Y en ellas aseguró que había sido acosada por López Madrid de forma continuada durante varios años. Afirmó que el empresario le había contado que en su día había contratado a Villarejo porque así se lo había recomendado el político Francisco Granados, hoy encarcelado por su supuesto papel en el caso Púnica.

En las citadas entrevistas Elisa Pinto afirmó que el hombre que la había apuñalado en abril de 2014 era el mismo que tiempo antes había visitado su clínica junto a López Madrid. Un hombre misterioso, según ella, que se habría identificado como abogado del empresario. Tiempo después, ella reconoció en dos fotografías, una antigua y otra reciente, al presunto autor del apuñalamiento: el comisario José Manuel Villarejo, quien siempre ha negado tajantemente esta hipótesis.

A los largo de los últimos meses, otros muchos medios, entre ellos El País yEl Mundo, también se han hecho eco de este caso. Y se ha publicado, entre otras cosas, que Villarejo evitó en dos ocasiones acudir a una rueda de reconocimiento, así como que las fiscales del caso habrían recibido presiones para cerrarlo.

LOS DOS INFORMES POLICIALES
Esta semana ha llegado el vuelco en el caso. El diario El Confidencial ha desvelado varios informes policiales que obran en las causas judiciales sobre este asunto. Uno de ellos apunta a que la doctora Pinto habría utilizado a su hijo, menor de edad, para elaborar un manuscrito que presentó cómo prueba del acoso del que decía ser víctima. Ahora, los agentes de la UDEV, coordinados por la Comisaría General de Policía Judicial, han analizado la letra del niño en varios exámenes de su colegio y la han cotejado con el citado manuscrito. Y la conclusión es que el hijo de la dermatóloga sería el autor de la nota amenazante.

En román paladino, ella habría utilizado a su hijo para fabricar una prueba falsa. En otros informes policiales también se pone en entredicho la versión que defiende la doctora y se apunta, por tanto, a la inocencia de López Madrid. Sin embargo, fuentes del entorno de la dermatóloga insisten a este diario en la tesis de que ella es inocente y una víctima de acoso. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, se ha levantado el secreto de sumario en la causa abierta en el juzgado número 39 y se ha dado traslado a las partes de tres oficios policiales. Parece ser que es el paso previo al archivo del caso contra el empresario.

http://www.elespanol.com/espana/20151212/86241406_0.html
 
Vuelco en el caso que enfrenta a López Madrid y la doctora Pinto.

Informes policiales apuntan a la inocencia del empresario. La dermatóloga habría fabricado pruebas.

En los primeros meses de 2015 estalló un escándalo que salpicaba al empresario Javier López Madrid, consejero delegado del OHL y amigo íntimo del rey Felipe VI. La dermatóloga Elisa Pinto aseguraba haber sido acosada y amenazada por él, así como apuñalada en dos ocasiones, una de ellas en presencia de su hijo, por alguien no identificado. Después, ella misma identificó en sede policial como el presunto agresor al famoso comisario José Manuel Villarejo. Sin embargo, dos informes policiales incorporados a la causa judicial y desvelados por El Confidencial apuntan a un giro de ciento ochenta grados en este oscuro asunto. Los investigadores de la Policía Nacional concluyen que la doctora se habría inventado el acoso y hasta habría fabricado pruebas falsas.

López Madrid está casado con Silvia Villar Mir, hija del célebre empresario Juan Miguel Villar Mir. Este matrimonio conoció a la dermatóloga Elisa Pinto en 2012, cuando los dos acudieron como pacientes a la clínica donde ella trabaja. Lo que empezó siendo una amistad acabó en los tribunales. En 2014 López Madrid y Elisa Pinto interpusieron denuncias cruzadas en los juzgados por acoso. Se abrieron sendas causas judiciales en los juzgados número 26 y número 39 de Madrid. La batalla judicial transcurrió en secreto hasta que el pasado febrero se hizo pública.


LA DOCTORA ACUSA A VILLAREJO

Una vez que el caso saltó a los medios, la propia doctora concedió dos entrevistas a EL ESPAÑOL y Vozpópuli. Y en ellas aseguró que había sido acosada por López Madrid de forma continuada durante varios años. Afirmó que el empresario le había contado que en su día había contratado a Villarejo porque así se lo había recomendado el político Francisco Granados, hoy encarcelado por su supuesto papel en el caso Púnica.

En las citadas entrevistas Elisa Pinto afirmó que el hombre que la había apuñalado en abril de 2014 era el mismo que tiempo antes había visitado su clínica junto a López Madrid. Un hombre misterioso, según ella, que se habría identificado como abogado del empresario. Tiempo después, ella reconoció en dos fotografías, una antigua y otra reciente, al presunto autor del apuñalamiento: el comisario José Manuel Villarejo, quien siempre ha negado tajantemente esta hipótesis.

A los largo de los últimos meses, otros muchos medios, entre ellos El País yEl Mundo, también se han hecho eco de este caso. Y se ha publicado, entre otras cosas, que Villarejo evitó en dos ocasiones acudir a una rueda de reconocimiento, así como que las fiscales del caso habrían recibido presiones para cerrarlo.

LOS DOS INFORMES POLICIALES
Esta semana ha llegado el vuelco en el caso. El diario El Confidencial ha desvelado varios informes policiales que obran en las causas judiciales sobre este asunto. Uno de ellos apunta a que la doctora Pinto habría utilizado a su hijo, menor de edad, para elaborar un manuscrito que presentó cómo prueba del acoso del que decía ser víctima. Ahora, los agentes de la UDEV, coordinados por la Comisaría General de Policía Judicial, han analizado la letra del niño en varios exámenes de su colegio y la han cotejado con el citado manuscrito. Y la conclusión es que el hijo de la dermatóloga sería el autor de la nota amenazante.

En román paladino, ella habría utilizado a su hijo para fabricar una prueba falsa. En otros informes policiales también se pone en entredicho la versión que defiende la doctora y se apunta, por tanto, a la inocencia de López Madrid. Sin embargo, fuentes del entorno de la dermatóloga insisten a este diario en la tesis de que ella es inocente y una víctima de acoso. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, se ha levantado el secreto de sumario en la causa abierta en el juzgado número 39 y se ha dado traslado a las partes de tres oficios policiales. Parece ser que es el paso previo al archivo del caso contra el empresario.

http://www.elespanol.com/espana/20151212/86241406_0.html


Entran ganas de hacer la maleta y largarse de esta mierda de pais, estamos de basura hasta
la bandera.
 
Alivio de Felipe VI: la Policía exculpa a su amigo Javier López Madrid

El empresario Javier López Madrid es uno de los amigos personales del rey Felipe, pero en los últimos tiempos su nombre aparecía en los medios por una denuncia contra él por acoso sexual.

MC

López Madrid, que también es yerno de Juan Miguel Villar Mir y directivo de la constructora OHL, fue acusado por la doctora Elisa Pinto de haberla coaccionado y haberle enviado mensajes amenazantes y de índole sexual. El provocó un gran revuelo también porque el acusado mantiene una gran amistad con Felipe VI. Sin embargo, El Confidencial reveló hace unos días que dos informes de la Policía Nacional han determinado que no hay ningún indicio contra Javier López Madrid y que Elisa Pinto fabricó las pruebas para incriminarlo. Esta noticia no ha pasado desapercibida en el Palacio de la Zarzuela: el propio Felipe VI la ha recibido con alivio, ya que el caso suponía una mancha en su círculo más cercano de amigos.

http://www.monarquiaconfidencial.co...io-VI-Policia-Javier-Madrid_0_2619338050.html
 

2. "Entrevista con Elisa Pinto, por Eduardo Suárez en El Español. Pinto es una doctora que ha denunciado por acoso al importante ejecutivo Javier López Madrid, el yerno de Villar Mir. "En junio de 2013 –cuenta la doctora–, Javier me dice que ha contactado con unos amigos policías que le van a ayudar a ponerme en mi sitio. Uno de ellos, según me dice, es [el comisario] Pepe Villarejo, con el que ha contactado a través de su relación con Francisco Granados". "Me dice que Pepe Villarejo es una persona experta en generar coartadas y en poner en su sitio a las putas locas como yo”.

Elisa Pinto, además del acoso, ha denunciado dos intentos de homicidio y varias amenazas de muerte a su familia. La han apuñalado dos veces, una de ellas en presencia de su hijo de diez años".


http://www.eldiario.es/escolar/lecturas-entender-comisario-Villarejo-pongan_6_365423486.html

La Doctora conocia lo que se le venía encima, lo deja muy claro en la entrevista a que clase de personas se enfrentaba.

Mhhhhh, la entrevista de El Espanol ha desaparecido. Mhhhhh, CR moviendo los hilos...
 
CASO LÓPEZ MADRID
El 'sicario' era la dermatóloga

La policía concluye que la doctora Pinto o alguien de su entorno envió mensajes al yerno de Villar Mir y se hizo pasar por un asesino a sueldo. Señala al hijo menor como autor de notas amenazantes contra su propia madre.

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La doctora Elisa Pinto durante su visita a la redacción de EL ESPAÑOL en marzo. Diego Simón

DANIEL MONTERO @monteroblog
ESTEBAN URREIZTIETA @eurreiztieta
19.12.2015 02:24 h.

La policía cree que la dermatóloga Elisa Pinto se hizo pasar por un sicario, se autoenvió notas amenazantes y luego denunció al empresario Javier López Madrid para destruir su reputación. Para dificultar la investigación y según explican los informes policiales, la doctora hizo que su hijo de once años escribiera varias notas amenazantes. Luego, ella misma recibió esos mensajes en su casa y los presentó ante los agentes como prueba para acreditar su acoso.

Desde que se presentó la primera denuncia en diciembre de 2013, Policía, Guardia Civil, dos juzgados de instrucción y la fiscalía de Madrid tratan de determinar si la doctora Pinto fue víctima de acoso y agresiones por encargo o si, por el contrario, es la autora de un montaje que ha servido para desprestigiar tanto al empresario Javier López Madrid, yerno de Juan Miguel Villar Mir, como al comisario José Villarejo. Los últimos peritajes presentados ante la Justicia apuntalan con fuerza esta segunda tesis.

EL HOMBRE DEL TATUAJE
El 21 de diciembre de 2013, cuatro días antes de Navidad, la dermatóloga Elisa Pinto interpuso la primera denuncia por acoso. La doctora se presentó a primera hora de la tarde en la Comisaría de la Policía Nacional en el distrito madrileño de Chamartín acompañada por su hijo menor (en ese momento tenía nueve años). Aseguró que un individuo anónimo, de unos 50 años de edad, se había acercado al niño para lanzarle un mensaje. Antes, la dermatóloga había recibido llamadas amenazantes desde números ocultos. Mensajes velados que le ponían en alerta: "Tienes unos hijos muy guapos".

Fue entonces cuando Elisa Pinto contó a los agentes que desde "marzo o abril de 2012" mantenía una relación de "coqueteo" con el empresario López Madrid. Una relación que se había torcido contra su voluntad hasta convertirse en acoso. Según su relato, el empresario llegó a su consulta para tratar un problema epitelial de su hija. El consejero delegado del Grupo Villar Mir consiguió su teléfono personal y tras varios meses, terminó haciéndole proposiciones groseras que se transformaron en acoso.

A lo largo de los días siguientes, la doctora acudió de nuevo a comisaría junto a su hijo para aportar más datos. El menor declaró haber visto de nuevo al hombre desconocido, al menos en tres ocasiones, a la salida del colegio. El 13 de enero de 2014, Elisa Pinto realizó una nueva ampliación de su denuncia. Aseguró entonces que había sido acuchillada en el hombro izquierdo a la salida del colegio de su hijo. Siempre según su versión, el agresor era una persona de unos 50 años de edad, con abrigo gris y "un tatuaje circular en la mano derecha". El parte de lesiones expedido en el hospital Gregorio Marañón de Madrid confirma que la denunciante tenía una "herida incisa de tres centímetros en el hombro".

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Mensajes amenazantes recibidos por la doctora Pinto.

DENUNCIAS CRUZADAS
El 9 de abril de 2014, Elisa Pinto ratificó sus denuncias ante el equipo de Atención a la Mujer de la Guardia Civil, con sede en Tres Cantos. Una semana después, el caso recayó en el Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid, que incoó las diligencias 487/2014. De forma paralela, fue el empresario López Madrid quien, por su parte, denunció llamadas amenazantes en un segundo juzgado de la capital. Por lo tanto, el caso quedó abierto en dos juzgados distintos (el 26 y el 39 de Madrid), con denuncias cruzadas por cada una de las partes.

El diez de abril de 2014, tres días antes de que López Madrid acudiera al juzgado, la doctora Pinto se presentó de nuevo en comisaría. A las ocho de la tarde la doctora presentó una serie de mensajes amenazantes recogidos en su teléfono móvil. Además, denunció haber sido víctima de un ataque con arma blanca. Según su relato, un hombre sin identificar le asestó una puñalada en el abdomen tras recoger a su hijo del colegio. La doctora paró en una calle poco transitada para buscar algo en el maletero. Fue en ese momento cuando recibió el corte mientras el agresor le advertía: "López Madrid quiere que cierres la boca". Además, la doctora presentó más mensajes amenazantes. "Sabes que al final el destino de esto será que te matemos", rezaba uno de ellos.

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Parte de lesiones del día de la presunta agresión.

El 21 de mayo de 2014, la jueza Belén Sánchez tomó declaración por primera vez a César, el hijo mayor de Elisa Pinto. Con tan solo once años, mantuvo palabra por palabra las versiones aportadas con anterioridad tanto por él como por su madre ante policía y Guardia Civil. "Vi a mi madre con la camisa llena de sangre y me dijo que llamara al 112", relató el menor sobre el asalto que presuntamente sufrió la doctora.

La instrucción se centró entonces en los números de teléfono. En especial, los agentes analizaron un terminal de la compañía Lebana que una ciudadana había encontrado y depositado también en comisaría. Desde el mismo se enviaron la mayoría de los mensajes amenazantes recibidos por la doctora Pinto. Al analizar las horas y el envío de los mensajes, los agentes se toparon con un dato extraño: en el momento de los envíos, el teléfono se encontraba siempre en las cercanías de la casa de la doctora Pinto donde, lógicamente, también se encontraba su teléfono personal. Se barajaron entonces dos hipótesis. O Elisa Pinto era sometida a seguimientos intensivos, o quien enviaba los mensajes estaba en realidad en su propio entorno.

LOS MENSAJES DEL SICARIO
La investigación prosiguió en los dos juzgados mientras Policía y Guardia Civil se afanaban por localizar al autor de los mensajes amenazantes. En el Juzgado de Instrucción número 26, Javier López Madrid mantenía que recibía amenazas en su teléfono desde el mes de octubre de 2013. El empresario reconocía haber tenido una relación personal con la dermatóloga pero aseguró que fue ella quien le presionaba hasta el acoso. Además, el consejero delegado del Grupo Villar Mir presentó ante el juez una batería de mensajes. Comunicaciones de texto enviadas a su teléfono y que parecían la prueba de que él había contratado a un sicario para que siguiera y agrediera a la doctora Pinto. Ante el juez, López Madrid negó haber contratado a sicario alguno y aseguró desconocer la procedencia de dichos mensajes.

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Mensajes recibidos por Javier López Madrid.

APARECE EL COMISARIO VILLAREJO
En su declaración judicial de junio de 2014, López Madrid reconoce que, cuando se sintió acosado, buscó los servicios de una de las empresas vinculadas con el comisario José Villarejo. Fue entonces cuando la hostilidad del caso pasó a un siguiente nivel, desatándose un combate entre varios responsables policiales. La presión y el desconcierto era tal que los agentes pincharon el teléfono de los principales implicados. El 17 de junio de 2014, Elisa Pinto realizó una nueva ampliación de su denuncia "al no haber sido explícita con toda la información, movida por el terror a que Javier López Madrid y el comisario Villarejo me matasen en caso de revelar su identidad".

En el documento, la dermatóloga señaló directamente a alguien del entorno de comisario como la persona que le propinó la puñalada en el abdomen: "Quiero que quede claro en esta declaración: el hombre que me apuñaló el 13 de enero de 2014 es para mí un completo desconocido, pero el hombre que me apuñaló el 10 de abril de 2014 fue el mismo que acompañó a Javier López Madrid a mi despacho el 10 de diciembre de 2013. Por ese motivo -prosigue la denuncia de la doctora- mis hijos y yo vamos acompañados permanentemente de un escolta pues la posibilidad de que un comisario de policía y sus amigos sean los responsables de las agresiones sufridas por mí y por mis hijos en el último año [...] genera un miedo y un temor al que es difícil enfrentarse".

En este mismo diario, la dermatóloga mantuvo una versión similar el pasado mes de marzo. "Lo que me han hecho es abominable", relataba a EL ESPAÑOL en referencia al presunto acoso sexual que venía sufriendo con la "complicidad de miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado". Ahora, se ha negado a hablar con este periódico alegando que ya no habla con la prensa.

Y ENTONCES LLEGARON LOS INDIOS
La investigación del caso quedó entonces en manos del comisario Jaime Barrado, responsable en esas fechas del distrito madrileño de Chamartín, donde Elisa Pinto interpuso su primera denuncia. En este punto se cruzó de nuevo una pelea policial. El detonante fue una investigación del Departamento de Asuntos Internos en el curso de la denominada 'Operación Prima', incoada para detectar a un topo policial que filtraba datos a un clan indio encabezado por el empresario Tarachan Varma.

En el marco de estas pesquisas se enfrentaron dos facciones policiales. De una parte, uno de los salpicados era el comisario Villarejo. De otra, aparecía el nombre de Jaime Barrado junto con otros agentes.

Fue entonces cuando el cerco sobre Villarejo se estrechó en el caso de la doctora Pinto. Tras la declaración de la dermatóloga, la jueza citó como imputado a un abogado del entorno del comisario. R.R. fue llamado a comparecer en una rueda de reconocimiento para esclarecer la puñalada a Elisa Pinto. Él fue la persona que acompañó como letrado a López Madrid a la reunión que la doctora cita en su denuncia. Sin embargo, el letrado no fue señalado en la rueda de reconocimiento y las acusaciones contra él quedaron archivadas.

El 11 de mayo de 2015, dos abogados vinculados a la 'Operación Prima' denunciaron a Barrado por maltrato. Lo hicieron primero ante la policía y después por medio del Colegio de Abogados de Madrid. En ambos lados relataron cómo el comisario había obligado a uno de ellos a desnudarse para confirmar que no llevaban encima una grabadora. Como prueba, los letrados presentaron una grabación del encuentro.

Un día después del incidente, el comisario de Chamartín emitió una nota informativa para la Jefatura Superior de Policía de Madrid. En el escrito, explicaba que uno de sus confidentes -el abogado al que pidió desnudar- señaló al comisario Villarejo como el topo que pasaba información confidencial a la red de la 'Operación Prima'. Esta versión es diametralmente opuesta a lo declarado por varios de los acusados en la causa. La nota informativa mantiene que estas declaraciones se obtuvieron bajo coacción. El sumario del caso muestra también los seguimientos a los que fueron sometidos los abogados denunciantes.

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Imágenes de los abogados en los informes policiales.

IDENTIFICACIÓN Y PELEA
El 19 de mayo de 2015, una semana después del conflicto con los abogados, Elisa Pinto realizó ante el comisario Barrado un acta de reconocimiento fotográfico. En él, la dermatóloga reconoció en dos tandas distintas y sin género de dudas al comisario Villarejo como "el autor de las lesiones por apuñalamiento de arma blanca" que sufrió el 10 de abril de 2014. La identificación se realizó en dos tandas, comparando sendas imágenes del responsable policial con la de otras diez personas de una edad similar. Desde entonces, el juzgado que instruye el caso ha citado en dos ocasiones (el 16 de julio y 3 de septiembre) al comisario Villarejo para que acuda a una rueda de reconocimiento. El policía alegó en las dos ocasiones que se encontraba fuera de España por razones laborales.

Mientras tanto, el pasado 16 de junio el comisario Barrado vio cómo la dirección policial incoaba un expediente disciplinario en su contra por "hiperactividad policial" y era trasladado de forma forzosa desde la comisaría de Chamberí a Carabanchel. El Ministerio del Interior le impuso también una sanción preventiva, que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha obligado a retirar.

LA SITUACIÓN ACTUAL DEL CASO
Dos años después de que la doctora Elisa Pinto presentara su primera denuncia, los informes policiales apuntan cada vez más a la tesis de un montaje, urdido personalmente por la dermatóloga o alguien de su entorno. En resumen, y si los informes policiales se confirman, Elisa Pinto o alguien cercano a ella se habría inventado las acusaciones contra López Madrid y habría confeccionado pruebas falsas para destruirle, involucrando al comisario Villarejo. Desde el entorno de la dermatóloga, por el contrario, mantienen que estos informen están hechos ad hoc por parte de la policía para perjudicarla y aseguran que aportaran pruebas sólidas para desacreditarlos.

El pasado mes de julio, la Sección de Análisis de Conducta de la Unidad Central de Inteligencia Criminal envió su dictamen al juzgado. El peritaje analiza los mensajes extraídos del teléfono del empresario López Madrid. Mensajes que probarían la contratación de un asesino a sueldo para atacar a la doctora Pinto, que después intentaba extorsionar también al empresario.

La conclusión de los agentes es que los mensajes carecen de "ánimo de lucro" y que corresponden en realidad a un sentimiento de "despecho". "Nadie se cree tu historia. Ni siquiera a los que pagas"."Nosotros te vamos a dar lo que te mereces, la cárcel y la fama en la prensa", rezaban algunos de ellos.

En otros casos y según las conclusiones policiales, los mensajes son enviados al empresario con "la mera satisfacción de insultar y humillar: "Está loco y sus perversiones pasarán factura". "Habrá que recordarla que eres un loco que quiere matarla". "Tío en el fondo envidiamos que seas un picha brava".

En uno de los puntos más importantes, los agentes descartan que los mensajes procedan en realidad de un asesino a sueldo. Y lo hacen con el argumento de que el auténtico remitente conoce detalles que un sicario nunca podría conocer tras escapar de la escena del crimen: "Hicimos lo que querías el jueves por la tarde. Iba con su hijo pequeño que no paraba de llorar. Fue en la tripa. ¡Cómo sangraba la put*! Ahora sí tiene miedo. Llevamos en la puerta de su casa varios días y no se ha atrevido a salir. La llevaron al Marañón en la uvi móvil y su hijo tenía un ataque". "En la última puñalada habrías disfrutado", dice otro de los mensajes. "En la tripa y de 10 centímetros. Su hijo pequeño ha chillado. Ella sangrando como una cerda y pidiéndole que no saliese del coche. La policía lleva a su hijo a casa mientras una uvi la lleva al Marañón".

A juicio de los investigadores, "resulta llamativo que si el mensaje está escrito por uno de los supuestos agresores que tras cometer el delito se dio a la fuga, este sea conocedor de a qué hospital fue llevada ella. Y dónde trasladó la policía a su hijo, además del estado en el que se encontraba". "Ambos hechos son incompatibles con la existencia de una tercera persona ajena a Elisa Pinto y contratada para agredirla", explican los agentes.

SOSPECHAS SOBRE EL NIÑO
A juicio de los investigadores, "el autor de los mensajes encuentra satisfacción y se conforma con el mero hecho de insultar y humillar a la víctima y dejar claro que él es el inductor de las agresiones a Elisa Pinto". Esta motivación "se puede corresponder con un sentimiento de despecho" hacia el consejero delegado del Grupo Villar Mir. Los expertos en análisis de conducta consideran que los mensaje son demasiado explícitos como para ser enviados por un auténtico sicario, ya que son "poco naturales y expontaneos". "El autor de los mensajes puede tratarse de una persona muy cercana a a Elisa Pinto o incluso la propia Elisa Pinto", refleja el documento policial.

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Una de las notas atribuidas al hijo de la dermatóloga.

El pasado mes de julio, los agentes propusieron al juez que tomara declaración de nuevo al hijo de la dermatóloga, el menor de 11 años que ha confirmado de forma sistemática todo lo aportado por su madre. Y le solicitaron que lo hiciera en presencia del fiscal de Menores y no de su madre, para evitar la contaminación de testigos. La primera medida aprobada por el juez fue un análisis caligráfico de la letra del menor, encargado a la Unidad Central de Criminalística de la Policía Científica.

En su informe, los agentes compararon dos notas amenazantes (una de ellas recibida por su propia madre) con varios exámenes de clase realizados por el hijo menor de la doctora. La conclusión de los investigadores (con la salvedad de que el informe se ha realizado sobre una muestra fotocopiada) no deja lugar a dudas. A juicio de la Policía Científica, la letra del pequeño César coincide con la de las amenazas que asegura haber recibido su madre. http://www.elespanol.com/espana/20151218/87741268_0.html
 
Es un asunto oscuro de novela negra por los personajes que aparecen en el caso y la trama presuntamente mafiosa.
Creo que todavía queda mucho que contar del caso.

Desconozco si la Doctora puede recusar a los jueces que llevan el caso?
 
Esta gente nos toma por gilipollas, no me creo que esta mujer se inventara todo esto. Están manipulando las pruebas y lo más triste de todo es que los periodistas de este país son cómplices de la mierda que se le está intentando echar a la doctora encima. Esta mujer no dice toda la verdad, pero es bien cierto es que tampoco miente
 
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