Hace 20 años vi a Ernesto de Hannover comiendo con una botella de Limoncello. A palo seco. Era en la terraza de un restaurante junto a las pistas (de skí). El tío no paro de fumar y beber durante toda la comida. Yo alucinaba. Mi prima, con la que estaba, que ya estaba harta de verlos, me dijo que siempre comía con Limoncello.A mí algo parecido me sorprendió mucho en Mexico. Comida de trabajo y los señores pidiéndose un buen whisky para acompañar la comida.