Dios mioJusto al hilo de esto tenía ganas yo de añadir una cosa porque lo que he vivido esta mañana en mi sector (eminentemente masculino en una de sus vertientes) ha sido para llorar. He asistido a una ponencia versión pandemia de un señor muy reputado en lo suyo —y en lo mío—, y los comentarios de las nuevas generaciones hacia/sobre las escasísimas mujeres que asistíamos como público han sido una puñetera vergüenza. Desde el primer "¿Dónde están las tías?" hasta el "Atacad, feminazis, que de esto tenéis curro solo porque os toca por cuota" (huelga decir que ni una de las presentes ha entrado al trapo, lo cual es de agradecer), pasando por todas las versiones de "Unga unga" que os podáis imaginar. Hablo de gente a la que se le presupone, como mínimo, la mayoría de edad. Mi sensación es que en estos tiempos se sienten más legitimados que nunca y no solo es que no se molestan en disimular, sino que se sienten orgullosísimos de pensar y actuar así. Y por lo que a nosotras respecta, mientras permitamos o incluso aplaudamos según qué "gracias" pensando en que luego podremos cambiar a los susodichos, así nos lucirá el pelo.
Si no es indiscreción, qué edades tenían? Gracias