A mí la verde me gustaba, la marrón (perdón, ámbar) es que no la podía ni ver. Y lo que son las cosas, ahora cuando la veo me entra una nostalgia... y pienso... "pues sigue sin gustarme".ayssssssssssss, qué recuerdos, una vajilla de Duralex como la que había en mi casa, pero la de mi casa era en verde.
Y luego era un sufrimiento cada vez que se rompía un plato, te tirabas 3 horas para encontrar todos los cachitos, aunque eso sí, no te cortabas.