Lo que sea. Lo que sí sé es que, cuando sufres por dentro por una situación tan estresante como una enfermedad terminal (con lo que conlleva toooodo el tiempo que pasas con esa persona viva, pero que sabes que se está yendo), todo te afecta de una manera diferente. Ves tu reflejo, tu futuro, el "dentro de unos meses va a ser así para mí". No lo puedo explicar, es sólo vivirlo. Que la gente te diga que va a ir todo bien, y que tú sepas que va a haber una fecha, no hay planes, no hay nada, sólo pensar en cómo será la vida después (que a veces no lo piensas hasta que llega el momento). Yo lo viví con mi padre, la conciencia de la finitud del tiempo, y ser consciente de eso mientras esa persona se muere un poco cada día es brutal.O que le hubiera podido decir su psicólogo y ella lo estuviera repitiendo como un mantra para creérselo
No entendí el enconamiento en su día contra ella, por decir algo tan obvio, que tenemos que convivir con la muerte, porque está ahí. No sé si logró asimilar la naturalidad de la muerte. Ojalá, me parece muy sano si lo logró. Yo arrastré las consecuencias de la muerte de mi padre durante años, pues, tras una enfermedad como un cáncer, no es sólo el trámite de la muerte, es todo el proceso de debilitamiento y decadencia física que produce, ver algo así es tremendo, no se lo deseo a nadie.