Prima yo también la dirección de mi casa es de lo último que digo pero aún así, me han perseguido. Siempre me pasa igual. Con mi ex de siete años acabé mi relación en el portal (supuestamente ya no estábamos pero en su cabeza si) y decidió perseguirme un año nuevo a las siete de la mañana a mi portal. Pero es que después tuve un rollo/relación que no era de aquí y al principio me recogía en otros lados pero al final acabo recogiéndome en casa y otro más que acabó llamando a mi casa a las siete de la mañana incluso despertando a mis padres. Pero la cosa no acaba aquí! Con el último que estuve me peleaba y me esperaba en la puerta de casa así que es un horroooorYo experiencias malas he tenido a montón, sobre todo de acosadores y maltratadores que se me han arrimado y me he visto negra para quitármelos de encima.
Me acuerdo por ejemplo de uno que decidió por su cuenta que eramos pareja, mi opinión no era necesaria, por lo visto. Estábamos en un club social en el que había más gente, y cuando yo llegaba me preguntaba qué horas son estas de llegar, y me reñía por lo que llevaba puesto, y me decía si era temprano todavía para irme o no "Tú quédate ahí, dónde vas. Ya te diré yo cuándo irte". Cosas así surrealistas, y no las decía en broma. Era como si fuésemos un matrimonio de ochenta años, él machista y ella maltratada. Buscaba someterme en todas las circunstancias posibles, que yo notase que allí había un macho de verdad al que me tenía que plegar.
Lo peor es que lo hacía delante de gente y nadie decía ni palabra, se comportaban como si fueran cosas de pareja que teníamos que resolver entre nosotros, o como si formase parte de un cortejo normal, yo alucinaba porque NO éramos pareja ni nada similar. Es que no éramos ni amigos, vamos a ver, ni yo jamás le di pie a pensar que tuviese ningún interés por él ni nada por el estilo.
Hablé varias veces con este chico y le expliqué que su actitud conmigo era insostenible, que ni se le ocurriera volver a tratarme así, y me respondía con evasivas "no sé de qué actitud me estás hablando" y luego seguía igual.
Al final tuve que dejar el club, la cosa iba a más y veía que podía terminar teniendo un problema mayor. Me fastidió mucho porque era un sitio donde estaba a gusto y me lo pasaba bien, pero como siempre, la víctima es la que lo tiene que perder todo. Me ha pasado otras veces.
En ese momento me di cuenta de la vital importancia de tener siempre una salida segura: que el tipo en cuestión no sepa dónde vives, por ejemplo. La dirección de mi casa es de los ultimísimos datos que doy cuando tengo una relación, incluso aunque llevemos ya tiempo saliendo. Que al menos mi casa la sienta siempre como un lugar seguro.