- Registrado
- 26 Mar 2018
- Mensajes
- 1.951
- Calificaciones
- 22.942
Para mí hacerlo todo sola es lo normal. Los lunes como en un bar cerca del trabajo y aunque podría ir con alguien prefiero ir sola. Es mi hora de desconexión, en el bar me conocen y me tratan genial así que ningún problema. A desayunar también voy sola.
Viajar sola me encanta. La primera vez tenía 26 años y me daba miedo pero me lancé y me apunté a un viaje organizado con más gente que iba sola y la experiencia fue tan buena que la segunda vez ni me lo pensé. He conocido a gente muy interesante y con algunos aún mantengo el contacto. Una vez estaba en un momento de mi vida complicado, con un montón de problemas familiares y necesitaba cambiar de aires. Me fui sola a Menorca. Reservé avión y hotel y no me aburrí ni un segundo. El hotel estaba lleno de familias y parejas y era la única persona sola, así que los empleados cada día me preguntaban qué había hecho y cómo había pasado el día. Eran muy amables pero yo me sentía como si les diera pena jajaja. Conocí a una pareja en el hotel y después de cenar quedábamos para tomar algo pero durante el día me organizaba según lo que me pidiera el cuerpo.
El año pasado me fui a Bilbao un finde para ir a un concierto. El concierto era en un pueblo y me espabilé para llegar desde Bilbao en transporte público. Casualidades de la vida que al acabar me puse a hablar con una señora y al decirle de dónde era atamos cabos y resulta que conocia a su hija de un concierto del mismo artista hacía tres años. Al vernos nos reconocimos enseguida y acabamos las tres yendo de pintxos y al día siguiente quedamos hasta que fue la hora de irme al aeropuerto.
Y otra anécdota que no olvidaré. Un año me fui a Tailandia con tres chicas más con las que había contactado en un foro de gente que buscaba compañeros de viaje. Más o menos a los diez días de estar allí ellas contrataron una excursión de dos dias para hacer treking por la selva y yo no fui. Me quedé sola y aproveché para hacer un curso de cocina, ir a hacerme masajes, hacer compras, iba a cenar y a comer sola, relajarme en la piscina... Cuando volvieron notaron lo relajada que estaba y yo sentí que se me había acabado la paz. No es que estuviera mal con ellas pero tanta convivencia y cuatro mujeres que al fin y al cabo no nos conocíamos provocaba algún que otro roce. Nada grave pero a mí me fue genial estar sola aquellos dos días.
Incluso cuando tengo que volar no dependo de nadie. Me voy al aeropuerto en mi coche y lo dejo en un parking cercano. Así no molesto ni condiciono a nadie.
Perdón por la chapa pero es que yo sólo le veo ventajas a hacer las cosas sola. Aprendes mucho de ti misma y es muy reconfortante.
Viajar sola me encanta. La primera vez tenía 26 años y me daba miedo pero me lancé y me apunté a un viaje organizado con más gente que iba sola y la experiencia fue tan buena que la segunda vez ni me lo pensé. He conocido a gente muy interesante y con algunos aún mantengo el contacto. Una vez estaba en un momento de mi vida complicado, con un montón de problemas familiares y necesitaba cambiar de aires. Me fui sola a Menorca. Reservé avión y hotel y no me aburrí ni un segundo. El hotel estaba lleno de familias y parejas y era la única persona sola, así que los empleados cada día me preguntaban qué había hecho y cómo había pasado el día. Eran muy amables pero yo me sentía como si les diera pena jajaja. Conocí a una pareja en el hotel y después de cenar quedábamos para tomar algo pero durante el día me organizaba según lo que me pidiera el cuerpo.
El año pasado me fui a Bilbao un finde para ir a un concierto. El concierto era en un pueblo y me espabilé para llegar desde Bilbao en transporte público. Casualidades de la vida que al acabar me puse a hablar con una señora y al decirle de dónde era atamos cabos y resulta que conocia a su hija de un concierto del mismo artista hacía tres años. Al vernos nos reconocimos enseguida y acabamos las tres yendo de pintxos y al día siguiente quedamos hasta que fue la hora de irme al aeropuerto.
Y otra anécdota que no olvidaré. Un año me fui a Tailandia con tres chicas más con las que había contactado en un foro de gente que buscaba compañeros de viaje. Más o menos a los diez días de estar allí ellas contrataron una excursión de dos dias para hacer treking por la selva y yo no fui. Me quedé sola y aproveché para hacer un curso de cocina, ir a hacerme masajes, hacer compras, iba a cenar y a comer sola, relajarme en la piscina... Cuando volvieron notaron lo relajada que estaba y yo sentí que se me había acabado la paz. No es que estuviera mal con ellas pero tanta convivencia y cuatro mujeres que al fin y al cabo no nos conocíamos provocaba algún que otro roce. Nada grave pero a mí me fue genial estar sola aquellos dos días.
Incluso cuando tengo que volar no dependo de nadie. Me voy al aeropuerto en mi coche y lo dejo en un parking cercano. Así no molesto ni condiciono a nadie.
Perdón por la chapa pero es que yo sólo le veo ventajas a hacer las cosas sola. Aprendes mucho de ti misma y es muy reconfortante.