El imparable deterioro de la monarquía española

Lo que es no duro sino risible es ver como se reescribe la historia mas reciente con un nulo respeto por los datos y basándose en comentarios e intrigas imposibles de demostrar. Los que denostan la Transición a mi me parece que son post franquistas que añoran lo que se perdió. Otra explicaciòn razonable no cabe.

Esas "intrigas" están demostradas porque los testigos e incluso los protagonistas lo han contado y porque hay documentación escrita y gráfica de la realidad. Y muchos libros que se basan en largas bibliografias y archivos. Que a tí no quepa otra explicación de que mostrar la realidad es de postfranquistas sí que es flipante.
 
Cualquiera puede poner cuaquier cosa con un bonito escudo y a los que les gusta el asunto lo aplauden y difunden. Pero hay hemerotecas, querida Susan Vernon, no falacias y bulos extendidos por detrás. Tu relato de la historia es pintoresco, bien escrito y entretenido pero con un rigor histórico bastante mejorable. No por repetir mil veces una mentira esta se convierte en verdad.

Lo malo es que no cuento mentiras, mayor mentira que la idílica versión oficial que te tragasteno hay.
 
Esas "intrigas" están demostradas porque los testigos e incluso los protagonistas lo han contado y porque hay documentación escrita y gráfica de la realidad. Y muchos libros que se basan en largas bibliografias y archivos. Que a tí no quepa otra explicación de que mostrar la realidad es de postfranquistas sí que es flipante.

Los únicos a los que no les gusta la Transicion y quieren tirarle barro son los que hubieran deseado que no se produjera. Evidente.
 
Sí, y Carlos III tiene fama de amante de las artes por eso de haber erigido la Puerta de Alcalá o haber financiado las excavaciones de Pompeya, pero cuando heredó el trono español y la corte de su transtornado hermano mayor despidió al cantante Farinelli afirmando que los "capones" - era un gran exterminador de animales cazando pero nada amante del canto - solo le gustaban en la mesa.

Su hijo Gabriel, por alguna mutación genética, fué un auténtico erudito, músico, literato, gran lector y traductor de Salustio, verdadero amante de las artes, pero no llegó a viejo. Su muerte fué el gran disgusto del rey, que tras un primógénito retrasado mental y un heredero tonto perdido no se creía que tenía semejante hijo. El infante don Gabriel murió de viruela después de su esposa y su recién nacido tercer hijo. Le sobrevivíó el primero, Pedro Carlos, que se crió en la corte portuguesa porque a su tio, Carlos IV, le recordaba a su difunto hermano, el favorito de su padre, y sus primos, los hijos del rey -si es que lo eran -, tampoco destacaban por su inteligencia.

Lo de Carlos III y su manía a no cambiarse de ropa lo heredaría de su padre Felipe V, éste si que como un auténtico cencerro. Tanto que, a diferencia del resto de Borbones, no quiso tomar una amante tras la muerte de su primera mujer y hubo que casarle enseguida con la Farnesio, porque en lo de obseso sexual si que salió a su linaje y no podía vivir a base de hacerse Paj*s, aunque éso no frenó su deriva hacia la locura, que no le impedía hacerle hijos a cascoporro a su mujer, la única a la que hacia caso en algo, aunque fuese obligarle a comer. Su hijo Carlos, en cambio, no quiso ni esposa ni amantes cuando murió la suya, otra rareza a sus espaldas, jajaja...

Exacto, el infante Gabriel era la lumbrera de la familia. Tanto, que Carlos III se planteó cambiar el orden sucesorio, pero sus consejeros le quitaron la idea de la cabeza...
 
Los únicos a los que no les gusta la Transicion y quieren tirarle barro son los que hubieran deseado que no se produjera. Evidente.

Evidente para quienes solo quieren ver lo que quieren, claro.

No solo los franquistas no tragaron con la transición, a muchos de izquierdas les hubiese gustado un cambio de régimen radical, como en Portugal, una auténtica democracia y no este pastiche que defiendes como si fuese el paraiso terrenal.

Cuarenta años después, sigue estando prohibido aspirar a un cambio de régimen para instauran una verdadera democracia, todo por haber aceptado tu "modélica" transición. Este hilo es la muestra de que el deterioro de la monarquia simboliza el del pastiche que se montaron los franquistas para seguir gobernando en la sombra.

Gracias a ciudadanas como tú les salió la pantomima redonda.
 
Exacto, el infante Gabriel era la lumbrera de la familia. Tanto, que Carlos III se planteó cambiar el orden sucesorio, pero sus consejeros le quitaron la idea de la cabeza...

¡Que pena, la verdad! Es que encima don Gabriel tenia delante además del heredero Carlos al rey Fernando de Nápoles como hermanos mayores. El rey no soporto su muerte, se murió meses después. Es curioso lo poco que hablan de don Gabriel en los libros de Historia, para un príncipe culto, estudioso, músico, compositor e intérprete de clavicémbalo, que dominaba el latín hasta poder traducir a los clásicos... y además, moralmente intachable, fiel a su esposa y sin devaneos amorosos, todo un príncipe de verdad. Supongo que salió a su abuelo, el rey Augusto III de Polonia, que fué gran amante de las artes, o al padre de éste,, Augusto II, quien tras visitar Versalles convirtió Dresde en una de las ciudades más bellas de Europa - además de tener cerca de 360 bastardos o más -, pero Gabriel les superaba en sabiduria, talento y moralidad, semejante lumbrera rodeado de esa caterva de hermanos...


 
El imparable deterioro de la monarquía española
Publicado: 6 Dec 2018 | 03:13 GMT


Buenas noches/días/tardes etc.etc.

Va a ser que no. Me gustaría que alguien me dijera, si quiere claro, de donde ha salido esta gacetilla que no se priva de decir sandeces. No soy monárquica pero sí hay que decir que hace unos días los ex Reyes recibieron un gran homenaje en el Congreso de los Diputados con los políticos en pie agradeciendo su participación en la Transición del 78.
La única personajilla que devalúa la Institución ya sabemos quien es. Si no pidiéramos tanto a unos señores con mando limitado, viviríamos mucho mejor. Lo que tienen que hacer es dar muchísimo glamour a la Corona, como hacen los británicos, deberíamos rogarles a estos nuestros que nos lleven donde vayan con gran saber hacer que nos llene de satisfacción.
Y no olvidemos que la educación, el medio y poderío en el que se desenvuelven no tiene nada que ver con lo que vivimos el resto de los mortales.
¿Qué está mal o bien? El tiempo lo dirá.



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Cada aparición pública de la Familia Real ha sido acompañada de concentraciones, pitadas y protestas. Los españoles muestran su repudio con más descaro.
El 6 de diciembre de 1978 se aprobaba en España la Constitución que sustituía al franquismo y debía consolidar la monarquía como forma de gobierno. Pero cuarenta años después, tanto esa Carta Magna como su mayor símbolo, la Corona, se encuentran gravemente deterioradas y discutidas.

Más que crisis, punto de inflexión

La crisis del año 2008, de la que España todavía no se ha recuperado, fue un punto de inflexión que no solo terminó con el llamado Estado de Bienestar –tal y como se le llamó y conoció– o con las expectativas de los más jóvenes de superar a sus padres, sino que también supuso el comienzo de un análisis crítico de lo acontecido en España desde la muerte de su último dictador, Francisco Franco. No es casualidad, pues, que un periodo como el de la Transición, que abarca desde 1975 —año en el que falleció el caudillo— hasta 1982 —cuando se estableció el gobierno socialista de Felipe González—, pasara entonces del oscurantismo y el desinterés al debate nacional. Un lugar privilegiado que todavía no abandona.

En 2010, y para sorpresa del mundo editorial, 'Anatomía de un instante', un ensayo narrativo de Javier Cercas sobre el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, se convertía en la sorpresa del año. Era un acontecimiento doblemente histórico, por tratarse de un libro basado en un episodio posterior a la dictadura y por responsabilizar en parte al rey Juan Carlos I de lo acontecido durante la intentona, así fuese en términos de "conducta antidemocrática". Por supuesto, antes y después existieron otros títulos que acusaron al monarca de mucho más, pero ninguno tuvo el referendo del poder: la novela de Cercas fue galardonada con el Premio Nacional de Narrativa. Si el 'establishment' estaba dispuesto a admitir la perpetración de ciertos 'errores' en los años posteriores al franquismo, ello solo era consecuencia de la presión generada por el proceso revisionista al que estaba siendo sometida la historia reciente española. Era solo el comienzo

En el año 2012, en abril, en mitad de una durísima crisis, los españoles descubrieron con estupefacción que Juan Carlos I había sido hospitalizado por una fractura de cadera sufrida en un viaje a Botsuana, a donde fue para cazar elefantes. Viaje del que poco después se sabrían los detalles más escabrosos: la aventura fue pagada por un empresario saudí y contó con la presencia de la amante regia, Corinna. Ante la presión generada, Juan Carlos I ofreció unas disculpas que se han convertido en históricas ("Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir"). Aquel día, un simple ciudadano, un espontáneo, esperó al rey en el parking con una pancarta que rezaba "Rey dimisión. Estás despedido".

El rey Juan Carlos aún no lo sabía, pero efectivamente sería 'despedido' poco después, cuando en junio del año 2014 se vio obligado a abdicar ante el escándalo de corrupción provocado por su yerno, Iñaki Urgandarín (hoy condenado y en prisión), y su hija, la Infanta Cristina. Un farragoso caso de corrupción (conocido como Noós) que debió provocar la imputación del monarca y que, tal y como admitió el propio juez instructor tiempo después, solo fue impedido por inviabilidad jurídica. Pero el blindaje del que por entonces disfrutaba el monarca quedó constreñido al marco jurídico, pues los medios de comunicación pasaron a expresarse abiertamente sobre la conducta del rey, aunque solo fuera empujados por la indignación ciudadana mostrada en las redes sociales.

En estas circunstancias, el desapego de la ciudadanía llegó a tal nivel que el CIS, centro de estudios sociológicos español, decidió suspender las preguntas sobre la monarquía española en abril del año 2015. Situación impensable años atrás cuando la monarquía obtenía año tras año la máxima calificación de todas las instituciones (7,8 sobre 10 en 1998, por ejemplo). Sin embargo, desde el año 2011, coincidiendo con la crisis y los episodios relatados, los ciudadanos percibieron a la monarquía de forma negativa, o al menos así lo mostraban las distintas encuestas realizadas. En abril de 2013 la monarquía fue suspendida por los españoles (3,68), suspenso que se mantuvo tras la abdicación en favor de Felipe VI en junio de 2014, aunque la percepción había mejorado en parte (4,34 en abril de 2015). Fue la última vez que la ciudadanía fue consultada, lo que no hace otra cosa que arrojar más dudas sobre una percepción que se intuye negativa.

Al año siguiente, en 2016, la situación continuó empeorando cuando se dio a conocer el vídeo grabado en 1995, con motivo de una entrevista entre la periodista Victoria Prego y Adolfo Suárez, ya entonces expresidente del Gobierno (presidente entre 1977 y 1981). En dicho vídeo, Adolfo Suárez admitía, cuando pensaba que no estaba siendo grabado, que no sometieron la monarquía a votación porque habían realizado encuestas y las mismas arrojaban resultados negativos. Este vídeo generó aturdimiento en una gran parte de la ciudadanía y apuntaló la sensación de ardid que muchos españoles percibían de la Transición. También de la Constitución.

La degeneración de la monarquía, no obstante, se ha acrecentado en los dos últimos años por la actuación ante la crisis territorial en Catalunya y las polémicas relaciones con los sauditas. Ya en agosto de 2017 con motivo de los atentados de Barcelona, el rey sintió el rechazo de una gran parte de los catalanes cuando quiso acudir a la manifestación contra el terrorismo. Rechazo que se hizo más considerable al año siguiente, en 2018. Repulsa que se debe en gran medida a las cuestionables relaciones con Arabia Saudí, la venta de armas a estos mientras perpetraban bombardeos sobre población civil en Yemen y el apoyo saudí a la expansión de las ideas más radicales que subyacen en la mayoría de los atentados radicales islámicos.

Además, la tensión territorial catalana no ha sido, a tenor de las consecuencias, un ejemplo de gestión. Una prueba de ello lo constituye el 3 de octubre de 2017, uno de los días más negros de la monarquía borbónica. Quizás su tumba histórica. Ese día Felipe VI dirigió un discurso televisivo legitimando la brutalidad policial exhibida en Catalunya con los ciudadanos que pretendían votar en el referéndum del 1 de octubre. Lo hizo, además, sin el más mínimo gesto a los catalanes (apelación al diálogo y palabras en catalán). Las palabras regias generaron indignación en millones de ciudadanos, especialmente aquellos situados ideológicamente en el independentismo y los sectores más progresistas, por la total ausencia de empatía.

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Todo ello ha fomentado que este 2018 haya sido el año en el que mayores y más estruendosas protestas han recibido los monarcas allá donde han acudido. Ya no era una cuestión de Barcelona por la conmemoración de los atentados o de Catalunya por las tensiones territoriales, sino de toda España. Desde Asturias a Granada, pasando por Mallorca, Girona o San Sebastián, cada aparición pública de la Familia Real ha sido acompañada de concentraciones, pitadas y protestas. Los españoles cada vez muestran su repulsa con más descaro.

Prueba de ello son los referéndums organizados de forma espontánea en las universidades españolas como 'conmemoración' del cuadragésimo aniversario de la firma de la Constitución (hasta 26 universidades públicas de las 50 públicas y 32 privadas existentes en España). En la misma línea, en la de protesta simbólica, se puede enmarcar el referéndum organizado en 50 barrios de la capital de España, Madrid, que se cerró con el triunfo de la República con un 93% (aunque con una participación insignificante en términos electorales).

Hoy solo son silbidos, concentraciones y repulsas, pero el sentir ciudadano en cuanto a la monarquía expresa serias dudas sobre su continuidad. Más, incluso, que el expresado por aquel ciudadano que de forma tan osada como premonitoria 'despidió' en 2012 al rey Juan Carlos. Dos años después, abdicó.


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Evidente para quienes solo quieren ver lo que quieren, claro.

No solo los franquistas no tragaron con la transición, a muchos de izquierdas les hubiese gustado un cambio de régimen radical, como en Portugal, una auténtica democracia y no este pastiche que defiendes como si fuese el paraiso terrenal.

Cuarenta años después, sigue estando prohibido aspirar a un cambio de régimen para instauran una verdadera democracia, todo por haber aceptado tu "modélica" transición. Este hilo es la muestra de que el deterioro de la monarquia simboliza el del pastiche que se montaron los franquistas para seguir gobernando en la sombra.

Gracias a ciudadanas como tú les salió la pantomima redonda.


A ver Lady Vernon, ¿ha dicho una democracia real como en Portugal? ¿Hace mucho que no va por allí? Pues Lisboa esa ciudad maravillosa esta llena de mendigos, sin techo, manteros, y sucia, mucho más de lo que está Madrid. Tranquila linda, si prefiere Portugal la tiene a dos pasos. No sé si trabaja o no pero no espere ganar mas de 1000 euros teniendo titulación universitaria.
Ah, y manda la izquierda, aquella de los clavelitos.
No quiero llevarle la contraria pero prefiero mil veces el desarrollo español, A PESAR DE TODAS LA BARBARIDADES, al portugués.

Un saludo.
 
Evidente para quienes solo quieren ver lo que quieren, claro.

No solo los franquistas no tragaron con la transición, a muchos de izquierdas les hubiese gustado un cambio de régimen radical, como en Portugal, una auténtica democracia y no este pastiche que defiendes como si fuese el paraiso terrenal.

Cuarenta años después, sigue estando prohibido aspirar a un cambio de régimen para instauran una verdadera democracia, todo por haber aceptado tu "modélica" transición. Este hilo es la muestra de que el deterioro de la monarquia simboliza el del pastiche que se montaron los franquistas para seguir gobernando en la sombra.

Gracias a ciudadanas como tú les salió la pantomima redonda.

Te cito;
1.- "No solo los franquistas no tragaron con la transición, ..."
2.- " Este hilo es la muestra de que el deterioro de la monarquia simboliza el del pastiche que se montaron los franquistas para seguir gobernando en la sombra...."

Numero 1 y numero 2 ¿no son observaciones contradictorias?

Cuando la transición yo era una joven menor de edad, de manera que poco podría haber contribuído a la "pantomima"
 
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